24 de octubre de 2011

VERACRUZ, INSEGURIDAD Y VIOLENCIA

Por Jair Rivadeneira
Los últimos acontecimientos violentos acontecidos en Veracruz, pone en entredicho los programas de seguridad implantados en la entidad. El tiroteo entre presuntos delincuentes, acontecido en la Ciudad de Còrdoba el pasado 20 de octubre y otros atentados en diversas partes de la entidad veracruzana, pone en alerta máxima al gobierno que encabeza Javier Duarte de Ochoa. De tal manera que estos hechos parecen una provocación de la delincuencia organizada que desde hace ya mucho tiempo tiene sus aposentos en la localidad.

Los males que aquejan a los veracruzanos como la extorsión y el secuestro es el pan cotidiano. Sujetos que actúan al margen de la ley y con toda impunidad se han dedicado a extorsionar, lo peor de todo esto es que pareciese que tienen el apoyo de las autoridades policiacas, que por cierto se hacen ojo de hormiga. Ya existe una lista de víctimas que los delincuentes andan cargando para visitarlo y extorsionar o en su caso proceder a darle un levantón. En la entidad veracruzana algunas de las actividades se encuentran bajo control de la delincuencia organizada…

Por otra parte de las desapariciones de personas son constantes en la entidad veracruzana. De acuerdo con datos de la misma Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz (PGJE) el mayor número de mujeres desaparecidas en los últimos 25 años se registró en los municipios de Xalapa, Martínez de la Torre, Córdoba y Banderilla. Tan solo en la capital del estado, en ese cuarto de siglo, se tiene conocimiento de 38. El monitoreo realizado por el Observatorio de Género y Erradicación de la violencia contra las Mujeres indicó que del año 1986 a septiembre del presente, hay registro de 383 casos de personas desaparecidas, de los cuales 184 corresponde a mujeres. El informe aclara que las cifras se exhiben en el portal virtual de la PGJE. Las desapariciones Los años con más desapariciones son: 2011 (hasta septiembre) con 35, 2010 con 32, 2008 con 16 y 2007 con 13.

Tan solo en Córdoba, Veracruz, en lo va del año se llevan un promedio de 20 secuestros, según fuentes fidedignas, entre los que destacan un empresario y comerciantes de abarrotes.

Los veracruzanos han perdido la confianza a las autoridades, de tal manera que tocar este asunto es delicado, so pena de ser víctima de un atentado. La ausencia de acciones serias y concretas en contra de la delincuencia hace que exista pleno campo de trabajo para estos grupos de delincuentes.

El miedo ha invadido a los veracruzanos y el temor de ser secuestrado, torturado o desaparecido es natural ante la falta de garantías que padece el ciudadano común.

No dudo que Javier Duarte De Ochoa tenga la voluntad para ejecutar las acciones en beneficio de los veracruzanos, pero ante unas instituciones infiltradas por la delincuencia poco o nada se puede hacer.

Por Jair Rivadeneira
Poza Rica, Veracruz

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