24 de abril de 2012

La ausencia de La Jefa

 EN VERACRUZ NO SE LE VE...
Tulio Moreno Alvarado -
Andrés Manuel López Obrador y Enrique Peña Nieto han visitado en sendas ocasiones el estado de Veracruz y al parecer en sus respectivos eventos de campaña se percibe, a vuelo de pájaro, alguna clase de emoción de sus seguidores, sin apartarse por supuesto del hecho que el voluminoso padrón electoral jarocho es considerado por ambos como enclave estratégico para el acopio de votos.
 
Extrañamente, no ha sido así en el caso de la panista Josefina Vázquez Mota, quien aún no realiza alguna gira formal y encuentro con sus seguidores en estas tierras. La llamada Jefa parece poco interesada en cubrir el expediente electoral veracruzano, una actitud poco comprensible si se considera el potencial número de votos que le puede acopiar la estructura de la Secretaría de Desarrollo Social (cuatro de cada cinco votantes en el estado se encuentran o tienen relación con alguno de los programas de asistencia social que maneja la Sedesol) y las 92 alcaldías gobernadas por su partido.
 
Lo peor del caso es que a inicios de abril canceló su agenda y difirió su primera gira sin fecha todavía por confirmarse. La negativa de Josefina a venir a la entidad parece responder a las condiciones de ruptura y polarización que se aprecian entre la numéricamente importante militancia azul como consecuencia de la imposición en la candidatura al Senado de Fernando Yunes Márquez y la irritación que esto ocasionó entre los otros grupos de panistas desplazados con la venia presidencial.
 
El distanciamiento pues entre los Yunes boqueños y los demás cuadros azules es cada vez mayor y ello se refleja no sólo en la solitaria y casi elusiva manera en que Fernando realiza sus recorridos, alejado y mucho tanto de su compañero de fórmula, Julen Rementería como del resto de los aspirantes a las diputaciones.
 
De hecho, la notable ausencia de la floja campaña veracruzana de La Jefa y su desinterés por Veracruz ya alertó al panismo que no es manipulado por el clan boqueño, como es el caso de Francisco Ávila Camberos, quien declaró al reportero Ignacio Carvajal que con todo y los cambios impuestos por la Presidencia en el equipo de campaña “no acaba de cuajar y sus palabras no motivan a la ciudadanía”, y reiteró que Josefina “no se siente”, no transmite emoción y al igual que Vicente Fox, y le vaticina una sonora derrota si no modifica su estrategia.
 
Pero hay un detalle que observó Ávila Camberos y que puede explicar en parte el estado de las cosas: notó a una candidata tensa, presionada y poco emotiva, “virtudes” que rebasan los esfuerzos que en solitario realiza Julen Rementería.
 
Así pues, a los problemas intrínsecos de Josefina sin el respaldo del panismo de viejo cuño, con un partido en manos de los amigos de Calderón, su grupo de amigos desorganizado, con la moral baja y un pesimismo que transmite una derrota anticipada debido al crecimiento del voto antiPAN como respuesta a la inseguridad y la campeante corrupción habrá que agregarle los estropicios ocasionados por la ambición de Miguel Ángel Yunes Linares y la débil candidatura de su vástago que se ve cada día más ajeno a Josefina y más cercano a esa ala dura del calderonismo que lo impuso.

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