3 de septiembre de 2012

La flaca memoria/ Piedra en el zapato


"La capacidad del hombre para la justicia hace la democracia posible, pero la inclinación del hombre hacia la injusticia hace a la democracia necesaria”: Reinhold Niebuhr.
 
por Lilia Baizabal
El fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en México, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano guarda silencio respecto al arrebato del PRI por la Presidencia, pero abona el fuego contra el perredismo a los que acusa de ambiciosos, corruptos, conflictivos y mediocres pues sus eternos enfrentamientos por las cuotas de poder, mantienen hundido al sol amarillo.
 
Palabras más, palabras menos, Cuauhtémoc Cárdenas tiene razón cuando advierte sobre la grave crisis en los liderazgos del PRD, pues desde su fundación, la mayoría de los militantes evidenciaron una voraz ambición por el manejo de las parcelas de poder, distribución de los recursos y exigencia de cuotas, olvidando lo que dio origen a ese organismo político.
 
Harto de observar cómo los perredistas de todos los grupos se enfrentaron por la distribución de las posiciones en las cámaras de diputados, senadores y en las locales del Distrito Federal, el líder moral del organismo se pregunta en un artículo titulado “Qué sigue para la izquierda”, que publicó en el blog “Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, una propuesta progresista” (www.ccardenass.org).
 
Mejor sería preguntar, qué sigue para los mexicanos con una izquierda integrada con tan escasos liderazgos comprometidos por impulsar un auténtico cambio para el país. Hasta el momento, se ha visto más perredistas impulsando el sectarismo, sus ambiciones personales y acuerdos con los poderes en turno, totalmente despreocupados por ser la propuesta de cambio que las mayorías esperan.
 
Vaticina Cárdenas que el PRD está destinado al “achicamiento y a los fracasos”. Pareciera que el hijo del general Lázaro Cárdenas del Río, vive en otra República pues la crisis del partido que fundó no es de ahora, sino desde siempre.
 
El Partido de la Revolución Democrática nace en la Ciudad de México, el 5 de mayo de 1989 y fue fundado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez además de miembros históricos de la Izquierda Mexicana como Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo, entre otros.
 
Surge precisamente, tras una de las elecciones más polémicas de la historia reciente de México. El fraude electoral del año 1988 donde Carlos Salinas de Gortari y su pandilla, se robaron la presidencia de México.
 
La historia revela que el conteo de votos se realizaría mediante un sistema de cómputo, operado por la Comisión Federal Electoral, encabezada por el entonces Secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz. Sin embargo, durante la noche del día de la elección, el sistema repentinamente se “calló”. Hasta entonces, el conteo de votos favorecía la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas.
 
Posterior a las elecciones, hubo multitudinarias manifestaciones ciudadanas para exigir el reconocimiento del triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas, candidato del Frente Democrático Nacional. No obstante, el Colegio Electoral, de manera fraudulenta declaró electo a Carlos Salinas de Gortari, con poco más del 50% de la votación oficialmente reconocida. Cualquier semejanza con los resultados de las elecciones de 1 de Julio de este año, son mera coincidencia.
 
Luego, el mismo Cárdenas sería cuestionado por la opinión pública pues lejos de encabezar la protesta nacional para defender su claro triunfo, optó por guardar silencio y retirarse a su cómoda vida privada. A muchos le quedó la idea de un pacto con Carlos Salinas de Gortari, que nunca desmintió.
 
La crisis del PRD se observa con fuerza a escasos 10 años de su fundación, ahora, desde el año 2006 se agravó por las componendas de Jesús Ortega y sus seguidores, con el Calderonismo. Historia que hoy se repetirá pues al menos 28 diputados federales de la misma corriente, ya anunciaron su decisión de trabajar de la mano con los priistas.
 
El caso es que no descubre Cárdenas el hilo negro de la triste realidad del PRD. Los números adversos tras las elecciones de los últimos 12 años, vienen hablando solos. Perdieron el gobierno de Zacatecas por el pésimo trabajo de Amalia García, luego Michoacán por lo mismo con Leonel Godoy Rangel.
 
Y ya se estrenaron con el desconocimiento del gobernador de Morelos que llegó por las siglas del PRD, Graco Ramírez y no tarda en hacerlo el de Tabasco, Arturo Núñez, que renunció al PRI cuando le cerraron los espacios y fácilmente, encontró cobijo en la “izquierda”.
 
Y aunque no se atreve a decirlo con todas sus palabras, el mismo líder moral del PRD, deja ver que por el empecinamiento de Andrés Manuel López Obrador en ser nuevamente el candidato presidencial, en las elecciones del 1 de julio, apenas lograron crecer un 19.37% y eso con el apoyo del PT y Movimiento Ciudadano, en el número de sufragios, mientras que en el año 2006, el crecimiento de la votación fue de casi un 30%.
 
Lo que no dice el señor Cárdenas es que ese escaso crecimiento del 19.37% en la elección de Julio, prácticamente lo logró solo el ex candidato presidencial pues como atinadamente lo dice, la mayoría de los liderazgos perredistas, estuvieron muy preocupados en amarrar sus cuotas de poder para el futuro, pero nunca se les vio en las calles, solicitando el sufragio y mucho menos, reclutando nuevos adeptos.
 
Y en estados como Veracruz, algunos perredistas ya se pronunciaron a favor de las alianzas con el PAN, para el proceso electoral que inicia en el mes de Noviembre.
 
Y qué decir de la misma indiferencia y actitud del señor Cuauhtémoc Cárdenas. Es muy interesante observarlo salir a decir lo que está mal dentro del partido que fundó, pero debería de realizar un análisis de su conducta y aportaciones pues durante todos estos años, se ha dado su gran vida de millonario en el extranjero alejado de la actividad política de su país.
 
Hoy sale a ofrecer sus observaciones, para mañana desaparecerse por completo del panorama político de México.
 
Y dónde está su hijo Lázaro Cárdenas Batel, tampoco se le vio por ningún lado haciendo campaña en las elecciones presidenciales que concluyeron. Por eso insistimos, gran culpa de los resultados de las elecciones presidenciales, la tienen primero los perredistas por el eterno divisionismo y odio con que se manejan. Incapaces de trabajar en equipo.
 
¿Y qué mas podemos decir?. Que mejor trabajen en la construcción de una izquierda que no le quede a deber al pueblo de México, como hasta ahora. Porque mientras, aquí están los resultados, el PRI de regreso a los Pinos.
 

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