11 de octubre de 2012

¿Dónde está el muerto?


Heriberto Lazcano, "El Lazca", presunto capo de Los Zetas. Foto: PGR
MÉXICO, D.F. (apro).- Dicen que estaba viendo un partido de béisbol cuando lo sorprendieron. Dicen que andaba solo y que trató de huir pero en la refriega con marinos resultó muerto. Dicen que le tomaron huellas, muestras de sangre para el ADN y fotos para identificarlo. Dicen que era el líder de Los Zetas y que lo dejaron en una funeraria. Dicen que el cuerpo fue rescatado por un grupo armado que se lo llevó. Ahora El Lazca es el muerto más buscado del país.

la Secretaría de Marina ha inaugurado un nuevo género de información oficial a partir de la supuesta muerte de Heriberto Lazcano Lazcano, en el que la veracidad y la credulidad están en juego.
El pasado lunes en la noche sacó el boletín número 196/12 en el cual señaló: “El día de ayer, durante una agresión con granadas y armas de fuego contra personal naval, fueron abatidos dos presuntos delincuentes. Posteriormente, se supo que existen fuertes indicios de que uno de ellos corresponde al cuerpo de Heriberto Lazcano Lazcano (a) ‘El Lazca’, líder principal de la Organización Delictiva de Los Zetas.”
La frase “se supo que existen fuertes indicios” no puede ser más que elocuente de las dudas que desde el principio existen sobre la muerte del famoso narcotraficante, principalmente porque ahora resulta que su cuerpo está ausente.
Esta frase quedará para la posteridad tanto en las oficinas de prensa oficial como en los medios, porque antes de difundirse seguramente el comunicado de la Marina pasó por la oficina de prensa de la Presidencia de la República y luego se difundió llevando consigo uno de los errores que en el periodismo se aprende a evitar, suponer cosas y darlas como un hecho.
Según la información oficial el domingo recibieron llamadas anónimas sobre la presencia de personas armadas “integrantes del crimen organizado” en el poblado de Progreso, Coahuila.
A plena luz del día acudieron los marinos para verificar la información y se toparon con un grupo que los agredió con granadas “desde un vehículo en movimiento, razón por la cual se procedió a repeler la agresión, habiendo resultado herido por proyectil de arma de fuego un elemento de esta institución, con heridas que no ponen en riesgo su vida”.
Indica el parte informativo que durante el enfrentamiento, “dos presuntos delincuentes fueron abatidos”, asegurándose además dos armas largas, un tubo lanzagranadas, con 12 granadas útiles, además de un tubo lanzacohetes con dos cohetes, cargadores y cartuchos para arma de fuego diversos.
Los cuerpos de los dos “delincuentes abatidos” y el material asegurado fueron puestos a disposición de las autoridades locales correspondientes, informa el boletín que se difundió la noche del lunes.
Hasta ahí la primera parte de la historia. Horas después la Marina volvió a informar en otro comunicado, acompañado con fotos, que “se obtuvo información, que una vez que se realizaron las primeras pruebas forenses correspondientes, se alcanzaron indicios que señalan que uno de los cuerpos es de Heriberto Lazcano Lazcano (a) ‘El Lazca’, líder principal de la organización delictiva de Los Zetas”.
Lo que ya no informa es dónde está el cuerpo de El Lazca. Supuestamente se lo llevó un grupo de hombres armados de la funeraria García en el pueblo de Sabinas, Coahuila.
Hoy el líder fundador de Los Zetas es el muerto más buscado en el país y a partir de la desaparición de su presunto cuerpo –¿o cómo llamarle a un cuerpo que desapareció y que dicen que era El Lazca?– comenzarán a crearse los mitos de qué fue lo que pasó realmente con este personaje de 37 años, uno de los más buscados por el gobierno de México y de Estados Unidos.
Ante la versión increíble de la Marina de haber perdido el cuerpo inerte de El Lazca surgirán especulaciones de si realmente fue abatido al ser descubierto disfrutando de un juego de béisbol, sin más escoltas que otro hombre armado.
Seguramente habrá versiones de que nada de esta historia es real, pues no es creíble que El Lazca estuviera solo con uno de sus hombres, a pesar de que, según algunas versiones, muchas veces pasó desapercibido viajando en autobús con una mochila al hombro.
Tampoco se puede creer que la Marina lo haya dejado en ese pueblo coahuilense, sin resguardo. Y si lo hicieron así, tendrá que haber un castigo ejemplar contra los responsables de este error.
La desconfianza que hay en todas las instituciones del gobierno va a crear múltiples historias, entre ellas que pudo haber pactado con el gobierno saliente de Felipe Calderón y con el entrante de Enrique Peña Nieto, y que a cambio de su libertad e impunidad el líder de Los Zetas se comprometió a dejar de actuar sin el sello de violencia que lo ha caracterizado.
Habrá sospechas sobre todo el operativo, incluyendo el de identificación, realizado a destiempo, pues las huellas y muestras de sangre seguramente ya se tenían en los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional, a la cual El Lazca sirvió varios años como soldado.
Al menos desde mediados del 2011 El Lazca ya era objeto de especulaciones. Univisión presentó entonces un reportaje basado en testimonios de dos presuntos colaboradores de la DEA de origen cubano que aseguran que el 4 de julio El Lazca fue entregado en aguas internacionales al gobierno de Estados Unidos y que desde entonces está colaborando para detener a otros de sus compinches.
Con el paso de los días, otras historias irán surgiendo. Habrá corridos, cuentos y crónicas que narren otra versión. Y seguramente El Lazca se transformará en un mito porque, aun muerto, el líder de Los Zetas se le escapó al gobierno de Felipe Calderón.

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