5 de diciembre de 2012

“… ENTRE LOS MUROS DE LA LLAMADA TORRE 1519 EN BOCA DEL RÍO, SE COCINAN MUCHOS NEGOCIOS Y COMPONENDAS AL AMPARO DEL PODER. UNO DE ELLOS DESNUDARÍA LA FARSA SOBRE LA AUSTERIDAD QUE PREGONA LA ADMINISTRACIÓN ESTATAL…”

¿CUAL AUSTERIDAD?
TORRE 1519
TEXTO IRREVERENTE                                                  
Por Andrés Timoteo

EN LA TORRE 1519


Los bien enterados de esos asuntos relatan que entre los muros de la llamada Torre 1519 en Boca del Río, se cocinan muchos negocios y componendas al amparo del poder. Uno de ellos desnudaría la farsa sobre la austeridad que pregona la administración estatal, la cual gasta cientos de miles de pesos cada mes para alquilar – si es que no lo ha comprado ya- por lo menos dos pisos completos en ese complejo.

Se trata de los pisos 14 y 15 donde el cordobés Javier Duarte de Ochoa y su vocera próspera han montado oficinas personales con cargo al erario público. Al parecer no les basta con las que tienen asignadas en palacio de gobierno ni en las instalaciones del WTC, sino que ahora están en ese  edificio con vista espectacular a la bahía e instalaciones de lujo. Claro porque las pagan con el bolsillo ajeno.

Como se sabe, la construcción es propiedad de un empresario poblano de apellidos González Brito, pero del que se dice es  solo la caratula de une norme negocio de impresentables pues los exgobernadores de Puebla, Mario Marín, El Gober Precioso, y el innombrable de Veracruz, serían socios ocultos, además de otros personajes de reputación dudosa en las esferas políticas como el exdiputado federal, Jorge Estefan Chidiac, actual tesorero del Comité Directivo Nacional del PRI.

Personajes de esta calaña están siendo beneficiados con dinero de los veracruzanos al pagar pisos completos para los ociosos  funcionarios. Pero la historia no acaba ahí porque en el piso 14, ocupado por la vocerilla estatal, según afirman  los que están al tanto, se les montaron  sendas oficinas a dos comunicadores porteños que están considerados entre los prospectos electorales para el 2013.

Una es la directora de Radio, Ana Guadalupe Ingram y el otro es el periodista Tonatiuh Pola Estrada, conductor del noticiero matutino de Televisa Veracruz. Ambos tienen asignados lujosos espacios para operar desde ahí sus estrategias de promoción personal. ¿Será posible?. Bueno, en el caso de Ingram Ballines se justificaría porque forma parte del organigrama estatal pero de Pola Estrada suena ociosa – y de alto riesgo- la especie. 

En las últimas semanas ambos comunicadores han figurado en artículos de opinión que los ubican como posibles candidatos a las diputaciones de Veracruz Urbano y Rural respectivamente, por el Revolucionario Institucional. Algo muy legítimo si es que están decididos a dejar su quehacer informativo para ejercer su derecho político de participar activamente en esquemas de representación popular.

Sin embargo, lo inverosímil del asunto es que Tonatiuh Pola se esté prestando a que la vocera próspera gane más poder en la aldea duartista, dejando que lo utilice como carta personal. No lo necesita pues Pola tiene capital propio y de eso dan cuenta todas las encuestas aplicadas desde principios de este año y hasta la fecha, y que lo ubicaban como el mejor posicionado para cualquier cargo, incluyendo el de senador.

Incluso el propio candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador se reunió con el periodista porteño para ofrecerle la candidatura a la cámara alta en el pasado proceso electoral pero no se concretó por situaciones diversas, de lo contrario la alianza entre los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (PMC), hubieran retenido la senaduría y Pola estaría despachando en la Torre del Caballito.

Con lo anterior queda en claro que Pola no necesita de la vocera próspera para ser un candidato ganador por el partido que se postule. En segundo lugar, también suenan poco creíbles las especulaciones sobre pleitos familiares por las posiciones electorales con su hermano gemelo, Cuauhtémoc, que es dirigente estatal del Partido Movimiento Ciudadano (PMC), y que aspiraría también a una postulación electoral en el 2013, lo que los llevaría a enfrentarse entre sí.

No es creíble porque la formación que les dieron sus padres,  la doctora Isabel Estrada y el ingeniero Cuauhtémoc Pola, no permitiría el asomo de la rebatinga política y la cizaña filial. Por esa educación recibida en su casa, también se duda que  Tonatiuh se preste a la politiquería de baja estola de la vocera próspera, sobre todo cuando ha sido testigo directo del desprecio de la funcionaria hacia el oficio que alguna vez desempeñó y al que usó para inmiscuirse en las casas del poder.

Pola Estrada  fue uno de los testigos, en aquel junio del 2011, de los comentarios groseros e insolentes que la funcionaria vertió durante el velorio del compañero columnista Miguel Ángel López Velasco, de su esposa Agustina Solana y de su hijo, Misael. El periodista escuchó la burla de la vocera cuando justificó el crimen porque “eso les pasa por escribir lo que escriben”. 

Sin calidad moral, porque nunca fue una periodista de valía, y con un alto grado de insolencia y osadía, la funcionaria se mofó de las víctimas en pleno velatorio y obviamente, Pola fue uno de los que condenaron tales declaraciones, no en público pero si en privado.  Anteriormente, Tonatiuh ya había sido testigo de la intriga de la señora que fue asesora de la primera dama de la fidelidad, contra el director de los noticieros de Telever, Rogerio Pano.

En los años 2005 y 2006, el gobierno de Veracruz solicitó el despido de Pano en Televisa México acusándolo de ser panista pero no tuvo éxito porque los directivos respaldaron al comunicador. Ahora, convertida en “estratega electoral” – no es chiste, eso dicen, aunque cause risa-, la vocera próspera quiere hacer su propia bancada legislativa. Ya lo dijo el clásico: la ignorancia es atrevida.

El periodista Tonatiuh Pola ya resistió la trampa de seducción en la fidelidad que le ofrecía lo mismo con tal de utilizarlo electoralmente y ahora no necesita convertirse en marioneta de esa señora pues eso lo colocaría en el mismo rasero que ella. Imagínense: de negociar con López Obrador a negociar con esta señora, es perder el nivel y el glamur– en el pueblo lo llaman “acorrientarse”- , ¿no creen?

La imagen del periodista porteño es mucho más elevada y tampoco  requiere de muletas tan desprestigiadas para convertirse en una propuesta ganadora en el 2013, si es que decide ingresar al mundo de la política. Tenderse en los brazos de tan azaroso personaje sería permitir que a su capital periodístico, construido durante muchos años, literalmente  le den en la torre –la 1519-.

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