25 de abril de 2013

JAVIER DUARTE EN EL OJO DEL HURACÁN




Enrique Olivera



Soberbia, triunfalismo sin sustento, incapacidad evidente para ubicarse en la realidad, son algunos de los rasgos que adornan la personalidad del Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa, quien víctima de su impericia e impotencia para gobernar a una entidad federativa del tamaño y complejidad de Veracruz, se ha colocado en el centro del huracán; poniendo en entredicho ni más ni menos que al presidente Peña, a la cruzada nacional contra el hambre y al llamado “Pacto por México”. 


Habiendo pretendido sacarse la espina tras la derrota electoral de Enrique Peña Nieto en Veracruz, se dejó llevar por sus asesores políticos, primero, para nulificar por todos los medios a su alcance, toda posibilidad de alianza entre el PRD y el PAN y, segundo, para presuntamente instrumentar una estrategia electoral sustentada en el uso de recursos públicos, humanos, financieros y materiales para favorecer a su partido, el PRI, en la contienda que desembocará en la elección de alcaldes de cuatro años y diputados locales. 

Esto en respuesta al gambito que le pusiera el considerado enemigo número uno de la fidelidad y de la prosperidad, el neopanista Miguel Ángel Yunes Linares, que públicamente anunciara su intención de buscar un espacio de privilegio entre los aspirantes de su partido a una diputación plurinominal local. 

Duarte de Ochoa se fue con la finta. Demasiado riesgo el que Yunes Linares llegara al Congreso local y le diera por remover un turbio pasado en el que el tema de la deuda pública no está superado.

Recurrió a su padrino y mentor, invitándolo para hacerse cargo de la estrategia y operación electoral del PRI, como ya es del dominio público, para impedir que el ahora fragmentado panismo en Veracruz, con Yunes Linares y sus vástagos a la cabeza, le infringiera una nueva derrota a las huestes priístas. 

Mal cálculo. El tiro le ha salido por la culata. No sólo Fidel Herrera fue descalificado de entrada por los propios priístas, sino que sus clásicas artimañas de mapache electoral, ahora llevadas a un extremo intolerable, han sido exhibidas por la dirigencia nacional del PAN con audios y videos, involucrando en el ajo a la Sra. Rosario Robles, secretaria de desarrollo social y al propio gobernador veracruzano; poniendo en un brete al presidente Peña, quien a bote pronto en Chiapas tomara partido a favor del PRI descalificando las críticas de una opinión pública que se da por lastimada y ofendida,  e ignorando la demanda interpuesta por el PAN ante la Procuraduría General de la República por presuntos delitos electorales y manejo desaseado de los programas sociales del gobierno federal en Veracruz. 

Postura del Sr. Peña no aceptada por Gustavo Madero, dirigente nacional del PAN, quién exigiendo coherencia y congruencia presidencial sobre un tema de la mayor relevancia, no duda en poner en riesgo la continuidad del llamado “Pacto por México” si no se procede en contra de los servidores públicos demandados.

Ayer martes el PAN, PRD y PT promovieron ante la Cámara de Diputados solicitud de juicio político en contra del gobernador veracruzano y de la titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Rosario Robles, por su presunta participación en una red electoral en Veracruz. La respuesta del Sr. Dr. Duarte de Ochoa con la ligereza que le caracteriza no se dejó esperar: “es pura grilla”, recordando que “el Pacto pasa más por el futuro del país, que por la crispación electoral”. Confiando que la bancada priísta en San Lázaro le saque las castañas del fuego. Su vocera, Gina Domínguez, remacha diciendo que los señalamientos en contra del gobierno son parte de la agenda electoral de los partidos y que se registran siempre que existe una contienda, pretendiendo tapar el sol con un dedo. 

De ese tamaño es la bronca a que diera lugar la inexperiencia política del Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa. Qué necesidad, cuando la lógica recomendaría sopesar si valía la pena exponer al pacto nacional cupular cuando están pendientes de procesar las reformas financiera, fiscal y energética, a cambio de una “crispación política” coyuntural eminentemente electorera -auspiciada de manera muy infantil-, como respuesta a las provocaciones de Miguel Ángel Yunes Linares  y, por lo que se ve en la tónica adoptada por los medios informativos oficalistas en la entidad, ya de una franca guerra sucia que los veracruzanos lamentan y condenan. 

¿Cómo logrará el Dr. Duarte de Ochoa salir del atolladero? Eso depende de que tanto esté en el ánimo del presidente Peña poner el pacto por México por sobre las ruines triquiñuelas político-electorales del PRI en Veracruz, presuntamente auspiciadas por un gobernante que olvida no son ya los tiempos de jugar al virrey. 

Por lo pronto, para la opinión pública, Duarte de Ochoa está más que obligado a limpiar el cochinero ampliamente difundido, caiga quien caiga. El costo de no hacerlo es demasiado alto como para no ponerlo en la balanza. 

Hojas que se lleva el viento 

No es circunstancial que la boda de la actriz, Ludwika Paleta con Emiliano Salinas, hijo del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, tuviera lugar en Yucatán. Para los meridenses, el evento que el pasado sábado contara con la presencia de lo más granado de la clase política nacional y poderes fácticos, es muestra fehaciente tanto del clima de armonía y paz social que se vive en la entidad, como de la cercanía y entendimiento del gobernador Rolando Zapata Bello con la cúpula política y empresarial del país.- Ciudad Caucel, Yuc., abril 24 de 2013 


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