4 de septiembre de 2013

CENTROAMERICANOS VERACRUZ 2014: HACIA EL DESASTRE

La unidad deportiva Carlos Serdán. A reconstruir. Foto: Yahir Ceballos
La unidad deportiva Carlos Serdán. A reconstruir. Foto: Yahir Ceballos
Los organizadores de los Juegos Centroamericanos y del Caribe viven una pesadilla: Sin recursos ni tiempo suficientes para construir la infraestructura necesaria, se limitan a remodelar instalaciones vetustas. Además de los problemas de logística y organización, el gobierno del estado de Veracruz enfrenta un panorama muy difícil por la violencia del crimen organizado, que se refleja en delitos de alto impacto, como el asesinato de periodistas, y la descomposición social.
XALAPA, VER.- (Proceso).- La idea de que los Juegos Centroamericanos y del Caribe (JCC) Veracruz 2014 serán los mejores de la historia es sólo una fantasía propalada por el gobernador Javier Duarte de Ochoa y el director del Comité Organizador, Dionisio Pérez-Jácome. A poco más de 400 días de la inauguración de las competencias sólo se ha iniciado una obra y el gobierno federal se niega a canalizar más recursos, pues aún no se comprueban las partidas millonarias ya asignadas.
Desde cualquier perspectiva es notoria la desorganización. Por falta de tiempo y dinero ya no se construirán nuevas instalaciones, como el estadio de atletismo en Boca del Río. Apenas se remodelarán las existentes.
Pese a este panorama adverso, por instrucciones de Mario Vázquez Raña, los Centroamericanos no cambiarán de sede. Pase lo que pase.
En la entidad se ha enseñoreado la inseguridad por las acciones del crimen organizado. A esto se añaden los asesinatos de periodistas, el escándalo por el uso electorero de la Cruzada Sin Hambre, y que en las elecciones federales por primera vez en la historia el PRI no ganó en Veracruz. El gobierno de Duarte simplemente no puede con el compromiso de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014.
A 15 meses del certamen el panorama es incierto. Salvo el velódromo, que se construye en esta ciudad desde hace un año, la mayor parte de los inmuebles destinados al acontecimiento deportivo muestran un grave deterioro por abandono. Para colmo, tampoco hay avances significativos en el resto de las obras.
El ejemplo más alarmante de este desorden es el estadio de beisbol Beto Ávila, donde juega el campeón de la Liga Mexicana de la temporada 2012, Rojos del Águila de Veracruz, propiedad de la familia Mansur…

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