15 de julio de 2014

CARTA DE MARYJOSE GAMBOA:

FUERA DE FOCO
Por: SILVIA NÚÑEZ HERNÁNDEZ
Quiero decir que lamento profundamente que a causa de un accidente, haya perdido la vida una persona. Pero eso fue, un accidente.

Yo venía conduciendo en las circunstancias que ya he explicado, después de un día de trabajo, después de estar con mi hija en una piñata, después de reunirme con personal del Instituto, para ver pláticas; después de enviar mi columna en la cual hay registro –fue enviada a la una de mañana aproximadamente-. El accidente ocurrió cerca de las 2 de la mañana, me hicieron todas las pruebas. Después del accidente, cuando siento el impacto, cuando veo que hay una persona en el piso, yo misma llamo a las autoridades.

No había nadie en la calle, estábamos solamente esta persona que lamentablemente falleció y yo. Yo misma llamo a las autoridades, no me trasladan a ningún hospital ni nada, a pesar de que tenía cristales en el cuerpo. Porque quería se siguiera el procedimiento de ley, como tiene que ser, y cuando es un accidente y no hay nada que ocultar.

Vamos con el Tránsito, personal de Tránsito, me aplica la prueba de alcoholímetro, que desde luego da a cero, da negativo, de ahí me ponen a disposición del Ministerio Público, ahí paso cerca de 3 ó 4 horas antes de que alguien llegue a hacerme ningún tipo de pruebas ni nada. Después llegó un doctor, me dice que va a ver mis lesiones porque tengo cristales en el cuerpo, y los sigo teniendo porque no han permitido que nadie me limpie, tengo un esguince en el cuello y una bola en la parte de atrás del cuello, morado y no han permitido que se me atienda.

Dijo el doctor que yo aguantaba y pues sí, creo que no queda de otra. Al paso de las horas cuando ya se había fijado la fianza –que a mí lo que más me importaba era eso- asegurarme de la reparación del daño a la familia, que insisto, lamento muchísimo de verdad la pérdida, entiendo lo que están sufriendo, pero debemos de entender que fue un accidente, que nadie quería que esto pasara. Y entonces, a lo largo de las horas voy dejando de entender cosas, veo que llega Enoc Maldonado Caraza, fiscal encargado de montajes de la Procuraduría General de Justicia del estado de Veracruz. El mismo que hizo el montaje del asesinato de Regina Martínez, corresponsal de Proceso, el mismo que estuvo de fiscal en el caso de Gregorio Jiménez cuando dijo que la vecina era la inculpada. Me cuentan, yo estoy en los separos, estoy incomunicada, pero me cuentan mis familiares, los que me han venido a dejarme ropa o comida, bueno no me permiten cambiarme ropa, pero trajeron un suéter, me han traído comida, y me dicen que entra, sé que está ahí, se han estado ahí toda la madrugada y sé que están fabricando un delito que no existe y ellos saben que no venía alcoholizada. Saben que no tienen ninguna manera de probarlo, saben que no venía a exceso de velocidad, saben que fue un accidente, pero saben que seguiré siendo una pluma crítica, saben que no me voy a callar, ni me voy a doblar.

Porque yo no tengo nada que ocultar y porque la justicia no se mendiga, no se suplica; se exige y es lo que estoy haciendo: exigiendo justicia.

Simplemente creo que Javier Duarte se está desquitando por todo este tiempo que no ha podido someterme, no soy su problema, como le decía en Twitter, después de muchas descalificaciones e insultos que aguanté toda la semana. Aquí hay mensajes e incluso en Facebook, donde me dicen que me abra, que mejor ya le baje. No, aguanté muchas cosas toda la semana y bueno, pues creo que la consecuencia es esta, que se está desquitando, y cree que la mejor manera es cometiendo una arbitrariedad.

Son expertos en fabricar delitos, en falsear pruebas, pero eso es aquí. Yo confío que la justicia federal haga lo suyo, que ponga un alto a este gobierno corrupto, cínico, sinvergüenza, que no le importa encarcelar a una persona que fue simplemente corresponsable de un hecho, ni el joven esperaba que le quitara la vida, ni yo esperaba que este accidente ocurriera y se lo quitara.

Pido justicia porque voy a seguir escribiendo, porque voy a seguir denunciando, y porque voy a seguir siendo una voz crítica. No voy a permitir que con esto me dobleguen como esperan y no voy a permitir que se haga una injusticia.

Periodista: “Pon tus barbas a remojar”

Muchas versiones se desarrollaron acerca del caso de la colega periodista, María Josefina Gamboa Torales, sobre todo de aquellos que participan activamente de hacerle el juego al gobierno estatal para propagar en los medios de comunicación y periodistas pagados con saliva –pero que ahora al parecer, si le distribuyeron su lanita para que coadyuvaran- sobre la supuesta versión que Maryjose Gamboa iba en estado de ebriedad y que fue la causal del lamentable suceso donde pereció un joven.

Muchos sostienen que una mentira para que sea haga verdadera, se debe de contar mil veces. Es cierto, pero mientras que el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, la Procuraduría General de Justicia y hasta al propio Roberto López Santoyo –ese mismo que jamás da la cara y salió motivadísimo a declarar en domingo- están preocupados queriendo destruir a Maryjose Gamboa, el estado y nuestra conurbación se encuentran a la merced de los bandos delictivos y grupos de narcotraficantes.
Todo eso por un lado, pero también se tiene que aludir a la falta de objetividad de muchos periodistas –oficiales- han ejecutado en contra de la columnista una campaña nefasta, en donde aluden sobre una circunstancia que el gobierno les ordenó manejar tanto en sus medios como sus propias redes sociales para intentar destruir la imagen de la compañera. Muchas personas atropelladas en el estado, jamás han contado con tanto reflector como este joven tatuador por parte de los medios oficiales, y en mucho de los casos hasta acusan a la persona atropellada de imprudente.

Se puede decir que no consideran:

1. Qué es un accidente, y como tal debe de ser tratado. En dicho acto, todos pierden, la familia del finado –principalmente- y la familia de la persona que se encuentra enfrentando una situación de tal magnitud. Prestarse a una campaña negra y maiceada, evidencian su falta de ética, además dejan bien en claro que sus medios informativos no cuentan con credibilidad informativa necesaria por estar supeditados al gobierno estatal.

2. Qué la columnista describió el día de ayer en un rotativo como fueron los hechos y hasta ahora, el Ministerio Público no le ha querido integrar en la averiguación previa sobre la realidad de los hechos, por órdenes gubernamentales.

3. Qué la periodista, jamás huyó del lugar de los hechos y desde el primer momento exteriorizó la misma versión que expresó en el medio local, donde esboza que una camioneta negra la rebasa y es quien atropella al joven, el cual es lanzado hacia su automóvil cayendo en el parabrisas, por ello, no hay derrape de llantas, por ello, el Ministerio Público no quiera realizar un peritaje en el lugar de los hechos.

4. El motivo por el cual MP se encuentra violentándole las garantías constitucionales a la periodista. Por un lado alude a una secrecía para no permitir dar pormenores de la investigación; pero permite que personas ajenas –notoriamente provenientes del gobierno del estado- intenten fotografiar el expediente y revisarle la tarea al funcionario de dicha mesa.


Muy serio para el gremio periodístico la forma como algunos colegas se hincan ante el gobernador del estado. Es muy alarmante saber que no les importa mostrar ante la opinión pública su corrupción y su manera de doblegarse ante poder. La actividad periodística en la actualidad es la más vapuleada –iniciando por el mismo comunicador- por el gobernante en turno, pero lamentablemente la falta de compañerismo, de compromiso entre unos y otros, lo hacen más vulnerable.

El pretexto o la justificación para echarse encima de la colega periodista es que ella cumple actualmente con una función pública –que no dudo alguno de los “prósperos” morirían por obtener y ganarse unos cuantos pesos- y que forma parte del equipo de los Yunes.

El defenderla de ésta injusticia, provoca de manera inmediata que los prósperos instauren una campaña de desprestigio en contra de aquel periodista que se atreva hacerlo, aludiendo que es –o somos- parte de la gente de Yunes Linares. Debo puntualizar amable lector, que mi defensa a Maryjose Gamboa no se centra en el hecho de que sea del equipo que sea yunista, pues aunque fuera priísta, perredista u otra corriente partidista o periodista próspero, la defendería por el simple hecho de ser parte del gremio. La injusticia me enerva, por lo tanto, siempre defenderé la verdad y sobre todo, demostrar un respeto también al lector, quienes merecen conocer la verdadera causa de un acontecimiento.

No se pide privilegios, no se pide que la sociedad veracruzana se apiade de ella por el hecho de ser periodista. Lo que estamos exigiendo algo muy simple, que actúen conforme a derecho y que le permitan a sus abogados presentar las pruebas pertinentes para demostrar que ella no fue quien atropelló al joven tatuador –QEPD- sino la camioneta color negra que alega la rebasó para emprender la loca huida. Dicho conductor o conductora, podrá sentirse aliviada de no haberse responsabilizado de la situación en este momento, pero las circunstancias hubieran sido totalmente opuestas.

Podemos asegurar que el no permitir la fianza de Maryjose Gamboa, es una vejación por donde sea que se vea. En este momento podemos ya clasificar a la periodista como víctima del sistema, se convertirá en una presa política del gobierno, por haber osado escribir bajo una línea crítica en su contra.

Esta situación que está padeciendo en este momento la colega periodista, podemos casi justificar a cualquier ciudadano que conduce un automotor, que sin pretenderlo –y también por la imprudencia del peatón- atropelle a una persona y en vez de quedarse a verificar si se encuentra con vida y espere a las autoridades para que se lleven a cabo las investigaciones correspondientes, mejor huya del lugar. La misma autoridad lo está invitando a que no sea responsable. Quien se encuentra en dicha disyuntiva, podrá tener la certeza, que contará con todo un circo mediático instaurado por el propio gobierno en su contra. Por lo tanto, es un mensaje que envía el gobierno de Javier Duarte.

Si nos vamos a los antecedentes, el propio gobernador del estado, el 15 de agosto del 2013, personal de la oficina de Ayudantía del gobierno, atropellaron a un joven discapacitado que se encontraba en las calles de Rafael Lucio y Altamirano en pleno centro de la capital del estado. Dichos colaboradores del mandatario sin importarles las condiciones de la persona atropellada, se bajaron de la camioneta, la quitaron de su camino –lo dejaron mal herido en la banqueta- y prosiguieron su camino, para permitir que la camioneta –que venía atrás de ellos- donde trasladaban al ejecutivo, pasara sin problemas.

 
http://www.proceso.com.mx/?p=350114

Irresponsablemente huyeron del lugar y pese a los testigos presenciales, dejaron a su suerte al infortunado discapacitado. Pregunto, ¿Por qué los prósperos no tildaron de asesino al gobernador? En su caso si existió mucha irresponsabilidad, pero nadie se lo cuestione, pues al amo no se le contradice.

No se puede culpar a una persona de asesina por haber participado en un similar suceso. Nadie, absolutamente nadie –de sana mentalidad- puede salir de su casa con la idea de andar intentando matar personas.

Quienes se han prestado a enaltecer la campaña de Duarte, indudablemente son personajes que viven muy cercanos al poder. Podemos hasta predecir que ese grupo de estudiantes universitarios –supuestamente decididos a cambiar el sistema de transporte y quedó como siempre en un sueño guajiro- quienes de pronto le tomaron bastante amor a Roberto López Santoyo. Hoy se unieron a la campaña de desprestigio en contra de la comunicadora y sin tener las bases para exigir una “justicia” para el joven finado, se desgarran las vestiduras aludiendo que la columnista es una asesina, cuando la realidad de los hechos advierten que la periodista no atropelló al joven, sino la camioneta que la rebasaba.

Tristemente podemos comprobar amable lector, que el famoso dicho popular se vuelve hacer evidente: “Con dinero baila el perro y sin dinero bailas como un perro” y se ha hecho muy innegable en esta situación que enfrenta la comunicadora. El problema que existen quienes se conforman con tan poco, que hasta con 20, 50, 100 ó 200 pesos, se sienten felices de haberle cumplido al gobernador.

Lo que no saben estos prósperos periodistas, que estamos en la “casa del jabonero, el que no cae resbala”. La vida sin justificación alguna –porque de esta no los podrá salvar el ejecutivo estatal- les devolverá sus malas acciones, se le llama Karma y no falla. Es la simpleza de la vida, la cual es tan justa y atinada, -hasta esperaré con paciencia para constatarlo- que les cobran la factura a quienes son malos seres, a quienes se someten, mendigan y se arrastran por dinero ante los poderosos. Tal vez de ahí derivará su penitencia, que la vida haga que vegeten por siempre en esa condición el resto de sus existencias.

La dignidad no es una virtud de los pobres de espíritu aspiren. Sólo los justos, lo disfrutan.

P.D. Supuestos periodistas “por oficio”, orejas, trolls, etc., no respondo descalificaciones si no muestran su cédula profesional antes. Gracias por leerme aprecio su buen gusto.

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