23 de octubre de 2014

POSICIONAMIENTO CONJUNTO DE CHIAPAS POR DESAPARACION DE NORMALISTAS DE LA FECSM

EL ESTADO COMO GARANTE DE CAPITALES E INSTRUMENTO DE LA CLASE EN EL PODER, SE FORTALECE EN SUS DESTACAMENTOS ESPECIALES DE REPRESIÓN 
Chiapas, México,  22 de octubre de 2014
 A los medios de comunicación nacionales e internacionales
A las organizaciones hermanas y solidarias
A los compañeros de la FECSM
Al pueblo de México 
El 26 de septiembre, el Estado como maquinaria represiva, perpetró los crímenes de lesa humanidad al masacrar a 7 personas, y ensañarse con la desaparición de 43 jóvenes normalistas más, con lo que se configura un crimen de Estado. Un hecho atroz que evidencia la forma de operar de las estructuras castrenses, de la coordinación entre policías, militares y paramilitares.
Ha sido el pueblo organizado, que mediante  movilizaciones, mediante las acciones políticas de masas, ha evidenciado el carácter represivo y antipopular de la actual administración. Éste crimen de Estado revela, a su vez, que desde la formas burguesas de hacer política, solamente convalidan y justifican  éstos crímenes, ya que sin mediar sigla alguna  de los partidos políticos actuales, PRI, PAN, PRD, entre otros, mantienen una actitud cómplice; ya que al estar inmersos en las estructuras gubernamentales se limitan a declaraciones huecas y demagógicas que implícita y directamente justifican la política represiva. Señores funcionarios, políticos de oficio, sus manos están manchadas de sangre de la juventud proletaria, trabajadora.
EPN y Aguirre Rivero de manera insistente y como táctica política, recurren a la difusión  de la tesis del crimen organizado y narcotráfico como enemigo del Estado perpetrador de la masacre y desapariciones forzadas, señalando detalladamente la forma en que éstos operaron; confesando, al mismo tiempo, la supuesta infiltración de las policías y estructuras gubernamentales. Con ello, pretenden diluir y liberarse de todas las responsabilidades implicadas en éstos hechos.
Desde el conjunto del movimiento popular, sobre todo desde las organizaciones independientes, sabemos con claridad que el narcotráfico es parte del andamiaje de las estructuras gubernamentales, que cumplen la función de oxigenador del sistema al aportar capitales de manera ilícita; en tanto que quienes lo conforman, al estar en la ilegalidad, el Estado, y específicamente los gobiernos de los tres niveles, usan a estos grupos para operar extrajudicialmente, para combatir y exterminar toda disidencia política y social;  son la medida perfecta para evitar sus implicaciones en los hechos, y al mismo tiempo, les permite crear chivos expiatorios para dirigir sus instrumentos represivos en contra de luchadores sociales y críticos del régimen.
Guerreros Unidos, el grupo delincuencial, con el que EPN y Ángel Aguirre Rivero pretender diluir sus responsabilidades, es un grupo paramilitar, que actúa con el consentimiento y bajo órdenes directas de los mandos policiacos y militares, cuyos planes generales se trazan desde las altas esferas gubernamentales estatales y federales.

Sostenemos desde estas trincheras, que el narcotráfico y crimen organizado es dirigido y asesorado desde la Presidencia Nacional conjuntamente con la Secretaria de la Defensa Nacional,  quienes les proveen armamento y adiestramiento, aplicando los métodos de tortura de los manuales de contrainsurgencia. Por ello, afirmamos sin temor a equivocarnos que la violencia que impera en nuestro país es originado por el Estado y está dirigido en contra del conjunto de organizaciones democráticas e independientes, de toda aquella persona u organización que mantenga una posición crítica a las políticas neoliberales y al gobierno en general, como es el caso en estos momentos de los compañeros de la Federación de Estudiantes  Campesinos Socialista de México.

Este crimen de Estado, significa la continuidad de la guerra contra el pueblo y sus organizaciones, que tuvo una noche larga con el Panismo,  a su vez, expresa la consolidación del Estado policiaco-militar. El crecimiento en número de corporaciones policiacas y militares bajo premisas contrainsurgentes, lo único que provoca son crímenes de Estado, crímenes de lesa humanidad; la Gendarmería Nacional y la Fuerza Civil, ésta ultima de reciente creación en Veracruz, tiene en sus orígenes la mano del Ejército, por lo que las tácticas presuponen un mismo actuar, de combate al pueblo descontento y organizado.
El Estado como garante de capitales e instrumento de la clase en el poder, se fortalece en sus destacamentos especiales de represión con el reclutamiento de mayores elementos para las corporaciones policías y militares, cuyo crecimiento es proporcional a los cuerpos paramilitares. Por lo que el paramilitarismo repunta como táctica represiva ante el descrédito y rechazo los cuerpos represivos legales.
A los compañeros de la FECSM, y familiares de las víctimas del 26 de septiembre, expresamos nuestra más sincera solidaridad en  las movilizaciones que hemos emprendido. Hoy más que nunca consideramos que solamente el pueblo organizado y movilizado puede permitirnos tener respuestas a nuestras justas demandas.
Nos sumamos a su reclamo y exigencia de la presentación con vida de los detenidos desaparecidos, de los 43 compañeros normalistas, así como la de los luchadores sociales Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez (militantes reivindicados por el PDPR-EPR), y la de aquellos que son víctimas de éste flagelo.
Exigimos el cese a la militarización de la entidad guerrerense, así como la desarticulación de las bandas paramilitares en el país; cese a la represión masiva y selectiva. 
¡Vivos los llevaron, vivos los queremos!
¡A los desaparecidos, preséntenlos ya!
Fraternalmente:

Frente Nacional de Lucha por el Socialismo; Colectivo Tsoblej-FNLS; Núcleo Estudiantil en Resistencia y Rebeldía; Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales y Derecho, de la UNACH C-III; Colectivo Rosa Luxemburgo-FNLS; Dirección Política del NEI del Comité Ejecutivo Seccional del Bloque Democrático de la Sección VII; Asamblea Democrática de la Sección 40; Colonia El Relicario de San Cristóbal de Las Casas; Escuela Normal Rural Mactumactzá, Chiapas; Comité Popular en Defensa de los Derechos Humanos (COPODH).

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