29 de enero de 2015

LA PGR ESCARBA FOSA EN TILAPAN, VERACRUZ, Y LA GENTE DE LOS PUEBLOS VA A BUSCAR FAMILIARES

Trascabos para dar con las víctimas. Foto: Blog Expediente, especial para SinEmbargo
Trascabos para dar con las víctimas. Foto: Blog Expediente, especial para SinEmbargo
Por Ignacio Carvajal, con fotos de Daniel Torres, especial para SinEmbargo
Chacaltianguis, en la Cuenca del Papaloapan, 29 de enero (SinEmbargo/Blog Expediente).– “Desde que están trabajando en esa fosas en Tilapan han venido como 30 ó 40 personas a preguntar por cadáveres”, dice uno de los encargados de la morgue en Cosamaloapan.
Niega con un dedo que en sus instalaciones haya cuerpos procedentes del nuevo entierro clandestino.
De Alvarado, Carlos A Carrillo, Chacaltianguis y de Loma Bonita vienen personas con familiares desaparecidos a buscar noticias sobre los trabajos en la fosa hallada en Tilapan. “Pero acá no me han traído nada, ya se los dije muchas veces; pero siguen llegando”, remacha el burócrata.
El cementerio clandestino en Tilapan resultó ubicado el lunes por la mañana en la parcela de un conocido productor de caña. Fue encontrado por personal de la Procuraduría General de la República (PGR) que llegó a Veracruz desde el Distrito Federal en media docena de camionetas blancas, de esas de lujo, imponentes, de poderoso motor, blancas. De sus bateas bajan con palas, cuerdas y demás instrumentos para remover tierra.
Pero lo que despierta el asombro de los pobladores de esta tierra de gente sencilla y dicharachera fue el arribo de maquinaria pesada que rápidamente se puso en operación para remover los primeros montículos de tierra en busca de los cuerpos.
La imagen del trascabo movilizando la tierra color café recuerda esas fotos de estados del norte del país en donde se ha vuelto cotidiano el desenterrar gente asesinadas a manos del sanguinario cártel de Los Zetas, que también reina en esta región.
El asunto de las fosas trae de cabeza a los cuenqueños; pero nadie habla de manera abierta. Sin embargo, la mayor parte de los pobladores está al pendiente del trabajo de los enviados de la PGR y los más reservados estiman que hasta la tarde del martes habían exhumado unos 17 cadáveres, otros hablan de 40, todos víctimas de secuestro.
“Una persona que pasó por allí cuando la máquina estaba rascando dice que contó alrededor de 20 fositas, y en cada una de ellas había al menos dos víctimas” dice un curioso que mira de lejos los trabajos en el cañal.
Soldados participan en la búsqueda. Foto: Blog Expediente, especial para SinEmbargo
Soldados participan en la búsqueda. Foto: Blog Expediente, especial para SinEmbargo
Organizaciones como el Colectivo por la Paz consideran a Cosamaloapan uno de los focos rojos de casos de personas desaparecidas producto de ajustes de la delincuencia organizada y secuestros.
Hay más de 20 secuestros en Cosamaloapan en donde se pagó el plagio y la víctima no regresó con vida. En su última comparecencia el Procurador Luis Ángel Bravo Martínez reconoció 131 secuestros en los primeros 10 meses del 2014, de los cuales 14 víctimas aparecieron sin vida, lo que abona a ubicar a Veracruz entre las entidades con más delitos de este tipo, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que documentó 144 secuestros en 2013 y 157 en 2014.
En esta región, el año pasado, en una fosa encontraron los restos de una joven de 19 años, sobrina del ex Alcalde de Carlos A Carrillo, Enrique Molina Ríos. Se pagó un rescate de 300 mil pesos; pero los maleantes no la devolvieron. En noviembre de 2011, el empresario Luis Jacques Rodriguez, un adulto mayor, fue llevado por la fuerza y su familia obligada a pagar un rescate; los malos nunca lo regresaron.
También el dos veces ex Alcalde y actual Diputado local Juan René Chiunti perdió un hermano, Jorge, secuestrado. Se pagó y no cumplieron.
En la región abundan historias de familias desbastadas económicamente por el pago de rescates y de extorsiones, dar vueltas a Xalapa para acelerar las investigaciones y hasta el pago de mediums.
Equipo de búsqueda de la PGR. Foto: Blog Expediente, especial para SinEmbargo
Equipo de búsqueda de la PGR. Foto: Blog Expediente, especial para SinEmbargo
“Tengo unos terrenos; pero no los puedo vender porque Los Zetas están bien enterados de todo. Saben quién vende y quien compra inmuebles, y no te lo prohíben; pero sí te visitan, tanto al que vende como al que compra”, relata el padre de un joven desaparecido –que plano se tuvo que exiliar de Cosamaloapan–. Remarca lo dramático del asunto en la cuenca:
“Una vez me tocó que un compadre echó la casa por la ventana para los 15 años de su hija, Los Zetas se enteraron y lo fueron a ver: “Si tienes para hacer fiesta en grande, tienes para darnos la cuota”.
Frente al entierro en donde trabajan los peritos de la PGR pasa una carretera interestatal por la cual circulan los pesados camiones de carga con rumbo al ingenio San Cristóbal; esa vía viene de Loma Bonita, Oaxaca, y también conecta con Tres Valles, municipio en el que apareció un cementerio con 31 víctimas en junio de 2014 y cercano a Paraíso Novillero, en el que también fue encontrada una fosa con ocho víctimas. Pues es en estos rumbos en donde los elementos de la PGR se abren paso entre la tierra compactada para encontrar carne muerta.
Cuenta el chofer de un camión acarreador de caña de azúcar”
“Hace poco quemaron ese cañal. Seguramente los malos hicieron esa fosa cuando la caña estaba más alta y así trabajaron durante mucho tiempo”.
El primer día las personas pasaban frente a los trabajos y los marinos los corrían, les cerraban el paso y uno tenía que irse a dar la vuelta” relata el comisariado ejidal de uno de tantos pueblos de esos rumbos. “Nosotros no nos metemos en esas cosas. Ni hablamos ni vemos nada”, dice el hombre quien pide que no se le cite. De estatura media, de unos 60 años, entrecano el cabello, manos cubiertas de callos y brazos largos, correosos, la primer autoridad del pueblo que no quiere ni menciona su nombre es metáfora de pueblos fuertes y con suficiente potencial para alimentar a todo el estado y sus más de siete millones de habitantes; pero aplastados por el miedo, arrinconados por la amenaza de que los del mundo sórdido lleguen un día, le tomen a uno en vilo, le lleven, llamen a la familia para que venda todo y pague el rescate que en el mejor de los casos se entrega cuando la víctima ya se está pudriendo en un agujero como los que hoy hurgan los federales.
“En esta zona operan dos tipos de secuestradores: los que son grandes, que no te dejan ir por menos de dos millones de pesos. Son los pocos; pero los hay. Y [están] los que abundan; son los poquiteros; los que son sus achichincles, esos te llevan por 20 mil o 10 mil pesos. Fácil les pagas y no corres mucho riesgo. Los otros sí no se tientan el corazón si no les aflojas los millones”.
Así explica las dinámicas del secuestro en Veracruz un ex Regidor de la región que tampoco quiere figurar en el diario.
Los de la PGR llegaron con perros. Foto: Blog Expediente, especial para SinEmbargo
Los de la PGR llegaron con perros. Foto: Blog Expediente, especial para SinEmbargo
“Estamos encontrando cosas y lo que hemos hecho, le daremos parte al Ministerio Público del fuero común. Nosotros sólo estamos dando seguimiento a una pesquisa ordenada desde la ciudad de México”, dijo a este medio una de las autoridades presentes en la excavación.
Entre la parafernalia de los agentes de la PGR destacan dos detalles: la ausencia de personal de la Fiscalía de Luis Ángel Bravo Contreras: no se les ve en lo absoluto; además, los agentes traen incluso perros rastreadores.
Sacan uno de imponente alzada y cola juguetona que no deja dudas a su raza de pastor. El binomio camina entre la gramínea que apenas despunta. Visiblemente hace unos cuantos días fue quemada y llevada a la molienda. El cuadrúpedo anda en medio del cañal rasqueteando la tierra, olisquea y su encargado, con chaleco de la PGR, lo sigue. El animal se nota inquieto en todo momento. Percibe cerca el aroma a carne muerta.

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