29 de enero de 2015

MOISÉS SÁNCHEZ: ¿ERA SUSTO O ERA CRIMEN?

* El procurador y las acusaciones “de oídas”  * El desafuero se puede caer  * A Maryjose no la doblega Duarte  * Rechaza la Suprema Corte revisar amparo concedido a la periodista  * Pablo Ventura, el contratista favorito de la alcaldesa  * El gavilán pollero y la novia de su ex amigo  * La marrana ladra a través del perro

Luis Ángel Bravo Contreras ya se enredó. Se le ve frágil. Habla y lo contradicen. Acredita que Moisés Sánchez Cerezo está muerto. Le refuta la familia, las organizaciones defensoras de periodistas, el Partido Acción Nacional y hasta legisladores del PRI. Le cuesta sostener su verdad.
De origen, “Culín”, alias el procurador de Veracruz, se extravió. Decía que a Moisés Sánchez lo había amenazado el alcalde de Medellín de Bravo, Omar Cruz Reyes, deslizándole una aviso: Te quiere “dar un susto”.
Esa fue su apuesta durante 23 días, supuestamente aún vivo Moisés Sánchez, el director de “La Unión”, semanario editado en El Tejar, municipio de Medellín, plagiado el 2 de enero.
Decía y sostenía que era una amenaza del alcalde y que esa era su pista más sólida, quizá la única, desdeñada la del crimen organizado pese a que el periodista denunciaba frecuentemente la inseguridad, los asesinatos, los asaltos, los secuestros.

Moisés Sánchez Cerezo organizó a la gente, conformó las autodefensas y difundió su existencia. Eso irritó al gobierno de Veracruz, a Javier Duarte, al secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, y al alcalde Omar Cruz.
Pretendieron desmentirlo. Moisés Sánchez respondió con la exhibición de los videos en que se ve a las autodefensas, armados con palos y palas, piedras y bates de beisbol. Era visto como un enemigo del duartismo por exponer que si la gente no se defendía, nadie lo haría.
Fue entonces cuando llegó la amenaza. Corrían los últimos días de diciembre de 2014. Un amigo de Moisés se acercó a verlo. Le habló claro: el alcalde le daría un susto. Moisés Sánchez se lo dijo a su hijo Jorge.
Perpetrado el levantón, el 2 de enero, el fiscal Bravo Contreras se montó en la pista de la amenaza del alcalde, su énfasis en que así lo había expresado la familia. Y a lo largo de 23 días no se bajó de ahí.
Fue cuestionado, conminado por la prensa crítica de Veracruz a demostrar que no entretenía el caso. Fue acusado de simular que investigaba, como denunció Artículo 19 en entrevista con Carmen Aristegui, en MVS Noticias. Fue instado por Reporteros Sin Fronteras a seguir la pista del crimen organizado.
Respondió “Culín”, el procurador, que no era un simulador y que estaba a punto de esclarecer el caso, el miércoles 21. Obvio, sabía que Moisés Sánchez esaba muerto. Pero hasta ahí volvió a decir, en el espacio de Carmen Aristegui, que el alcalde Omar Cruz le había prometido “dar un susto” al periodista.
No siguió el fiscal Bravo Contreras la pista del crimen organizado, como recomendaba Reporteros Sin Fronteras, poderosa organización internacional. No la seguía, pese a ser Medellín la confluencia de las rutas del narco.
“El Fiscal ha omitido que en Medellín, caso Moisés Sánchez, confluyen los cárteles que distribuyen droga en la región Veracruz/Boca del Río”, dice Laura Rojas en blogexpediente.mx, del columnista Luis Velázquez Rivera.
A lo largo de 23 días, “Proculín” no se salió del guión. A Moisés Sánchez le iba a “dar un susto” el alcalde de Medellín, repetía.
Pero el susto resultó algo más. En el día 23, después del levantón al periodista, Bravo Contreras presentó el testimonio incriminatorio de su indiciado estrella: Clemente Noé Rodríguez Martínez, un ex policía de la Intermunicipal Veracruz-Boca del Río-Medellín, que finge no haber sabido que Moisés Sánchez era periodista y no haber previsto el escándalo que se iba a armar.
Noé Rodríguez dice en el video editado que presentara el fiscal a la prensa, que el chofer y escolta del alcalde de Medellín, Martín López Meneses, les pidió “un favor”: que “desaparecieran” a Moisés Sánchez.
¿Era susto o era desaparición? ¿Era amenaza o era asesinarlo?
Clemente Noé Rodríguez no recibió la orden del alcalde Omar Cruz. Dice que uno de sus cómplices fue quien habló con López Meneses. Pero el cómplice no está detenido ni confeso. Los cinco secuaces —“El Harry”, “El Chelo”, “El Piolín”, “El Moy” y “El Olmos”— no aparecen.
Cuando supieron que el plagiado y asesinado era periodista, se alertaron. Dijeron que iban a tener problemas. Le pidieron a “El Harry” que hablara con Meneses y que éste le pidiera al alcalde Omar Cruz que “parara la bronca”.
Pero Clemente Noé Rodríguez, el único detenido hasta ahora, no recibió la orden directa del alcalde ni de su escolta López Meneses. Fue, supuestamente, a través de un cómplice que anda a salto de mata.
¿Qué tiene, pues, el procurador Bravo Contreras? Nada.
En la jerga de los abogados, se trata de acusaciones de oídas. Jurídicamente no son contundentes. Jurídicamente pueden provocar que el caso se caiga.
Lo único que pudiera salvar el ego del fiscal “Culín” es que López Meneses admita su participación en el crimen, la petición para “desaparecer” al periodista Moisés Sánchez, que involucre al alcalde Omar Cruz Reyes, señalando que fue él quien dio la orden de levantar y ultimar al director del semanario “La Unión”.
De otra forma, el caso se fragmenta.
López Meneses, policía, subdirector de Seguridad en el municipio de Medellín, escolta del alcalde, sabe que si no es con tortura, no lo hacen incriminarse. Por la buenas, nada, pues en Veracruz, la madre de todas la pruebas no es la confesión; es la picana y el tehuacán.
Es patética la fragilidad del fiscal. Así llega el caso al Congreso de Veracruz con una solicitud de juicio de procedencia para retirarle el fuero al alcalde Omar Cruz Reyes y poderlo consignar.
Ya lo advirtió el diputado priísta Juan Manuel Velázquez Yunes, presidente de la Comisión Instructora: “Si las pruebas que se logren juntar de ambas partes no prueban la culpabilidad, se puede revertir”.
Hugo Fernández Bernal, diputado del PAN, sostiene: “Por las propias notas periodísticas, veo algunos vicios, algunas situaciones de falta de claridad muchas de oídas. Además que existe la duda que el cuerpo desmembrado sea del periodista. En fin, creo que de inicio no hay nada claro”.
Sergio Vaca Betancourt, ex panista, ex diputado local, abogado, le mete ruido al caso. Sugiere que se obtenga un tercer peritaje de un laboratorio externo al gobierno. La intención es corroborar mediante la prueba de ADN si el cuerpo hallado en Manlio Fabio Altamirano es el de Moisés Sánchez, en apoyo al escepticismo de su hijo Jorge Sánchez Ordóñez.
“Se trata de un laboratorio independiente de la Procuraduría y del gobierno del estado y solamente así aceptaríamos que se trata del cuerpo del periodista, porque no creo que el hijo de este señor pueda confundir los restos de su padre”, dice Vaca Betancourt, obvia la suspicacia sobre el cuerpo.
Cuestionado, vapuleado, el fiscal Bravo Contreras pasa de una conferencia de prensa a otra. Sostiene que la prueba de ADN confirma que es Moisés Sánchez y que fue ultimado por los sicarios. Habla y dice. El problema es su credibilidad. Pocos le creen.
Anda enredado. Primero siguió la pista de la amenaza, la del susto. Y así por 23 días, mientras se suponía que Moisés Sánchez estaba vivo. Y en el momento final asegura que el encargo fue “desaparecerlo” por órdenes del presidente municipal.
Y lo peor: quien lo revela es Clemente Noé Rodríguez, al que no se lo dijo el alcalde sino un cómplice que está prófugo. Todo un caso con una acusación de oídas.
¿De qué nivel es el fiscal de Veracruz? 
Archivo muerto

Seis meses en prisión no doblegan a Maryjose Gamboa Torales. Jurídicamente ya derrotó a Javier Duarte, el gobernador. Políticamente aún falta. Desechó la Suprema Corte de Justicia de la Nación la solicitud de atracción que le planteó la parte acusadora, en un intento por mantener a la columnista de Notiver en prisión por el atropellamiento y muerte accidental de José Luis López Burela. Maryjose está ahí, tras las rejas, desde el 12 de julio de 2014, no por el accidente, no por tener responsabilidad. Está tras las rejas por la inquina de Javier Duarte, obsesivo, enfermo de poder, vengativo, incapaz de soportar las criticas de la periodista a su deplorable manera de gobernar. La SCJN dijo no. No ejerce la facultad de atracción para revisar el amparo que le concediera la justicia federal a Maryjose y que demuestra que la Procuraduría de Veracruz no pudo acreditar que conducía en estado de ebriedad ni con temeridad, y que debe estar libre y así encarar el juicio. O sea, el caso regresa a Veracruz y será el Tribunal Colegiado de Circuito el que analizará y determinará que se cumpla el amparo concedido a la comunicadora. Ha sido sólo venganza. Ha sido uso arbitrario de la ley. Ha sido la fobia de Javier Duarte a una mujer que le ha dicho lo que 8 millones de veracruzanos piensan de él… Pablo Ventura es el contratista estrella de Nanchital. Es quien factura los trabajos del DIF. Los factura pero no significa que los realice. Cuentan los insiders que los trabajos los ejecuta el personal de mantenimiento, pero el documento entra a trámite y con toda celeridad le pagan. Pablo Ventura es el contratista estelar, pero ya viene otro empresario que será beneficiado de mejor manera, que está en el ánimo del titular del DIF, Eduardo Manzanilla Rico, y que será el nuevo favorito de la alcaldesa Brenda Manzanilla. Para eso querían el municipio de Nanchital… ¿Quién es ese funcionario municipal, el gavilán pollero, que pretendió llevarse a la novia un operador marcelista, cortejos desmedidos, palabras melosas, acoso por todo y a toda hora, hasta provocar el reclamo, en el límite el conflicto, cerrado el puño y la mentada a punto de estallar? Una pista: después de Joaquín Caballero, el alcalde, el gavilán y su ex amigo ocupan el segundo nivel… De risa: la marrana ladra a través del perro. Y lo que aún tendrán que aguantar, plagado su sexenio de corruptelas, abuso de autoridad, desastre financiero, debacle social, colusión con la delincuencia, robo en la impunidad, saqueo de las arcas, mansiones en el extranjero, desvío de recursos a candidatos del PRI y también de la oposición, uso de aeronaves para cortejar a las damiselas del harem. Que afine la nota la marrana pues esto apenas comienza…
twitter: @mussiocardenas 
Foto: Selene Ugalde y expediente.mx  

Acerca del autor

Atrapado en el mundo de las letras y la denuncia social, Mussio Cárdenas Arellano cuenta ya con un extenso kilometraje recorrido en el periodismo. Lejano parece ya aquel 1978 cuando en Coatzacoalcos, su tierra natal, escribió sus primeras notas. Transitó por la entrevista, el reportaje, la crónica, el artículo y la columna política. Fue corresponsal de la revista Proceso, Imevisión, IMER, Contralínea; fundador de las revistas Contacto, Semanario Contacto e Informe Rojo; analista político en radio y televisión, y ganador del Premio México por columna política, en 2009, otorgado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de México (FAPERMEX). Su contacto con el periodismo viene de familia. Su padre, Mussio Cárdenas Cruz, y sus tíos Emilio, Francisco y Paulino, constituyen una dinastía de periodistas veracruzanos de reconocido prestigio. Actualmente escribe la columna Informe Rojo, que se publica en portales en internet y medios escritos con amplia aceptación entre la opinión pública.

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