12 de mayo de 2015

KORENFELD: LA IMPUNIDAD EN EL PAÍS DEL “NO PASA NADA”

La Secretaría de la Función Pública (SFP) informó el jueves pasado que David Korenfeld Federman, ex director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), recibió una sanción monetaria de 638 mil 653.33 pesos por el uso personal de un helicóptero oficial, un abuso de un bien público que le costó el puesto y que generó críticas a nivel nacional e internacional contra el Gobierno federal, que encabeza el Presidente Enrique Peña Nieto, por la suma de un escándalo más de corrupción, y donde el protagonista es otro hombre cercano al político mexiquense.

La “sanción” a Korenfeld Federman por parte de la dependencia a cargo de Virgilio Andrade Martínez –amigo desde hace años de Luis Videgaray Caso, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y quizá uno de los funcionarios públicos en que más confía el Presidente Peña Nieto–, es el equivalente a tres veces el daño causado y beneficio obtenido por el uso del helicóptero de la Conagua, y con ello, con los 638 mil 653.33 pesos, la SFP dio por cerrada su investigación.

Pero por su resolución, tal parece que la Secretaría –que en su Misión presume “consolidar un gobierno honesto y transparente”–, nunca se planteó la posible inhabilitación deKorenfeld como funcionario público, una de las sanciones contemplados por la gravedad de un caso donde el entonces Director de la Conagua mintió e hizo mentir a esa institución, a través de un comunicado, sobre el por qué había usado una aeronave de ese organismo sólo para trasladarse de su casa en Huixquilucan, Estado de México, al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con toda su familia cargada de maletas, al arrancar el periodo vacacional de la pasada Semana Santa.

Ignacio Vizcaino Tapia, el ciudadano que tomó las fotos con las que se difundió este abuso, dijo en una entrevista con SinEmbargo que no era la primera vez que veía descender helicópteros en el predio que se encuentra frente a su casa, justo de donde descendióDavid Korenfeld y su familia.

“No es la primera vez que veo un helicóptero oficial aterrizar ahí. Sé distinguirlos por las matrículas, ya sabes: si es XE es que es del gobierno, los XA para servicios públicos y XB para servicios privados”, dijo Vizcaino Tapia, quien es matemático y fue también piloto aviador profesional.

–¿De alguna dependencia en especial?, se le preguntó.
–Varias. Yo siempre pensé que estaban haciendo algo oficial, sobre todo he visto uno de la Policía Federal. Siempre he creído que están investigado algo o hay una base.
Y, por supuesto, nadie se cree que aquella ocasión fue la única en que Korenfeld Federmanutilizó una aeronave propiedad de la Conagua con fines personales. Tampoco que sólo haya abusado de ese recurso estando al frente de la dependencia encargada de la preservación y administración de las aguas nacionales, y la seguridad hídrica de la población en todo el país.

Pero a la Función Pública no le pareció relevante investigar a fondo a ese funcionario, como no lo ha hecho en otros casos.
La impunidad en el país del “no pasa nada”, del “no es para tanto”, del “nunca se sabrá” o, mejor aún, del “me vale madre”, es la semilla de todos los males.
Si al Jefe del Ejecutivo mexicano, el cargo de mayor relevancia en la estructura pública del país, no se le investiga por las presunciones de conflictos de interés relacionados con consorcios de la construcción que, además, han sido ampliamente favorecidos con contratos multimillonarios por su Gobierno, entonces todos los demás en la cadena de mando, desde su amigo Luis Videgaray hasta su otro amigo David Korenfeld, e incluso los servidores públicos de menor escala, se sienten con el poder suficiente para quebrar la ley.

¿Es la corrupción el principal problema del país? Sí. Pero es la impunidad la que la genera, la que erosionan la confianza ciudadana sobre la capacidad de la democracia para poder darle los resultados esperados en términos de bienestar, de acceso a la justicia y de prevalencia del Estado de Derecho, como bien lo han expuesto especialistas en transparencia y rendición de cuentas.

Además, ahora, en los 29 meses del Gobierno peñista, ya no sólo se trata del daño que la corrupción causa al país, sino del cinismo de los funcionarios que han inundado las páginas de los diarios y de los noticieros nacionales y extranjeros con denuncias sobre su comportamiento inmoral.

Pero aun así las sanciones ejemplares no llegan, y mientras eso no suceda el incentivo para cometer ilícitos está ahí, servido como un jugoso filete… Total, en el país del “no pasa nada” todo se vale.

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