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Durante
todo el fin de semana corrió como reguero de pólvora el rumor sobre un fuerte
enfrentamiento entre el ex Gobernador Fidel Herrera y el Gobernador Javier
Duarte. Incluso se dijo que tan furioso llegó Herrera al palacio de
gobierno, que la gente de seguridad del gobernante le habría impedido la
entrada a la oficina de este. Al final, y porque ni modo que no
recuerden quien ha mandado por estas tierras durante mucho tiempo,
no les quedó más remedio que dejarlo entrar. Una vez adentro aseguran que
el mismísimo embajador del mal le leyó la cartilla y completita a Javier
Duarte….¿Será?Pues mire, aunque la información que proporciona esta fuente siempre ha podido corroborarse, este dato en particular provoca ciertas dudas por muchos motivos, principalmente porque el viernes pasado alrededor de las ocho de la noche el Gobernador del estado abordaba un avión privado con destino a Houston, procedente de la ciudad de Xalapa. Y ayer por la mañana Fidel Herrera “casualmente” también llego a la ciudad texana. ¿Coincidencia? Difícil de creer, porque aunque llegaron en vuelos y en días distintos, allá se reunieron. El tema a tratar -superado ya el enojo de Herrera Beltrán por la paliza electoral que le acomodaron en Boca del Río a su discípula- es quien será “el elegido” como candidato del PRI para la “minigubernatura”.
El infiltrado especial asegura que el gobernador se opone rotundamente a que sea cualquiera de los senadores priistas. De Héctor Yunes desconfía, a Pepe Yunes lo cree capaz de llamarlo a cuentas y a Erick Lagos lo conoce lo suficiente como para saber que si llegase a lograr la hazaña de ser electo desconocería hasta a su mismísimo mentor. Insiste Javier Duarte en que Alberto Silva es la mejor opción -pero para la oposición- mientras que Herrera, ya en la etapa más grave de su megalomanía, no descarta la posibilidad de lanzar a su hijo Javier Herrera Borunda.
Veremos que ocurre pero de entrada que las dos desgracias más grandes que ha tenido Veracruz en su historia, sean quienes se esté poniendo de acuerdo para decidir a qué calamidad nos imponen por dos años más, es suficiente motivo como para que se preocupe hasta el ciudadano más optimista de la entidad.
De nuevo “la bestia” en Veracruz…
Y mientras gobierno del estado se ocupa única y exclusivamente del tema de la sucesión, porque en esta va implícita la garantía de impunidad que requieren, Veracruz se encuentra otra vez en el ojo del huracán. De nuevo la bestia llamada impunidad permite que, cien migrantes más sean atacados en el sur de la entidad por grupos delincuenciales al no poder pagar estos su “derecho de transito”.
Según la información publicada en medios nacionales ayer por la noche, de nueva cuenta hombres armados atacaron a cien migrantes que viajaban a bordo del tren conocido como “la bestia” cerca de Las Choapas, al sur de la entidad Veracruzana. En la nota se menciona que 30 de ellos pudieron escapar, pero nadie ha mencionado aún, ni autoridades ni medios que cubren la noticia en aquella región, la suerte que corrieron los 70 restantes.
Alejandro Solalinde declaro a finales del 2013: “La bestia no es el tren, sino nosotros, los que hemos bestializado las relaciones contra la humanidad”. Y lo dijo unos días después que una decena de migrantes habrían sido arrojados del tren en marcha a la altura de medias aguas, comunidad de Sayula de Alemán, al no haber podido cubrir “la cuota” exigida por delincuentes que abordaron el tren con la finalidad de extorsionarlos. Tres de ellos murieron en las más dramáticas condiciones.
Seis meses antes de este hecho, la Procuraduría General de la República informó que un comando armado conformado por unos 30 hombres, irrumpió en un centro de detención de indocumentados en Acayucan, y se llevó a 13 migrantes guatemaltecos. Dos años antes la Policía Federal reportó el hallazgo de 80 personas indocumentadas en una parte oculta de un tracto camión, y sobre estos dijo, que eran esperados por los grupos criminales que dominaban en el estado en ese momento para ser extorsionados, o reclutados.
Y así podríamos llenar el periódico completo contabilizando los ataques perpetrados en contra de los migrantes a su paso por tierras veracruzanas en los últimos años pero sería inútil, no hay UNA SOLA AUTORIDAD capaz de cumplir con su obligación y detener tanta crueldad. Todo lo contrario se han dedicado como siempre, a minimizar los hechos y ocultar los datos reales. Además desde luego a declarar barbaridad y media, como que la culpa la tienen los maquinistas que no se detienen -los quisiera ver a ellos encañonados por un grupo armado poniendo resistencia-, o como que para evitar estas tragedias pondrían camiones especiales para que cruzaran el estado “seguros”…. Hágame usted el favor.
Horroriza, indigna, encabrona, cala hasta lo más profundo del alma, la indiferencia, el valemadrismo, con el que el gobierno veracruzano permite una nueva barbarie. Años, años estimados lectores llevan personajes emblemáticos en la lucha por los derechos humanos como el sacerdote Alejandro Solalinde denunciado toda clase de abusos en contra de las y los migrantes y lejos de poner remedio alguna autoridad, cada día la situación es más dramática.
El primero de julio del 2011, el padre Solalinde, Director del Albergue “Hermanos en el Camino” denunció tres cosas; Veracruz es el estado más peligroso para los inmigrantes. Fueron 80 los migrantes secuestrados en medias aguas y no “solo cinco” como decía la Procuraduría del estado en aquella ocasión y tercero y más importante, Fidel Herrera encubrió siempre a los secuestradores de los indocumentados. http://www.proceso.com.mx/?p=274652
Meses más tarde el clérigo declaró a Regina Martínez (asesinada pocos meses después que publicara esta información por cierto) que de acuerdo con el informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) del 15 de junio de 2009, de las 9 mil 758 personas secuestradas, la tercera parte se registró en esta entidad; y en 2010 la cifra fue de 11 mil 333 secuestrados, “la mayoría de los desparecidos fue en Veracruz”. Al poco tiempo fue recibido por el actual gobernador y acordaron trabajar en conjunto para garantizar el respeto a los derechos de estos. Dos años después y desde luego porque no hubo ninguna acción que acompañara al discurso del gobernador, Alejandro Solalinde denunció que la “estancia” migratoria federal que se encuentra en el sur de la entidad, era en realidad una “perlita de represión” que solo podría estar en Veracruz.
Otros dos años han pasado desde esta denuncia, y las extorsiones, los secuestros, las vejaciones, y las violaciones a los derechos de los migrantes a su paso en Veracruz siguen ocurriendo en la misma medida pero con mejoradas dosis de crueldad y la más absoluta garantía de impunidad.
maryjosegamboa@hotmail.com
TW@maryjosegamboa
FUENTE. NOTIVER
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