Soy Juan Carlos, una persona como tú. Después de dos años de buscar un donador de riñón para mi esposa, nos dimos cuenta de la falta de información sobre la donación que hay en México.Vivimos en carne propia el sufrimiento y la angustia de tener que luchar contra el tiempo y de buscar por todos lados una persona que nos donara una parte de sí para que mi esposa siguiera viviendo. Gracias a Dios lo encontramos y el pasado 2 de julio se realizó el trasplante renal de donador vivo no relacionado. Con el trasplante volvimos a nacer, y hoy día donador y receptora se encuentran recuperándose a un mes de la operación.
Pero, ¿te has puesto a pensar qué pasaría si tú o si alguna persona que amas estuviera en una situación similar? ¿Sabrías a dónde acudir a solicitar ayuda o conseguir un poco de información?Pongamos un triste ejemplo de la realidad en México: si “Juan” hoy necesitara un trasplante, después de ciertos estudios se inscribe en la lista de espera de X hospital que está autorizado para estas intervenciones, pero por alguna razón el hospital no está realizando trasplantes. El tiempo pasa, y “Juan” sigue en espera de un donador y la lista de espera de ese hospital sigue creciendo cada vez más. Pero lo que está ocurriendo en realidad es que la lista de espera de este hospital esta parada y el donador nunca va a llegar, pero nadie le informa a “Juan” y, al final, “Juan” muere.
¿Te imaginas cuántos “Juanes” existen? ¿Cuánta gente está inscrita en listas de espera que no están avanzando y que, al mismo tiempo la gente que esta esperando no lo sabe? Esto es por lo que están pasando miles de personas en México, y todo por la falta de transparencia con respecto a las listas de espera, así como falta de comunicación entre los hospitales autorizados para recibir órganos y realizar trasplantes. De haber interacción entre las diferentes listas de espera de los hospitales de una misma región, las familias pasando por este calvario podrían saber en dónde están parados, cuándo accederán a órgano según el nivel de urgencia, sin importar el hospital en el que quieran o puedan realizarse la operación, mientras el hospital en cuestión esté autorizado.
En México no tenemos una cultura de donación en comparación a otros países, y es poca la gente -o su familia- la que decide donar sus órganos cuando fallece. Con esas limitaciones, tenemos además poca información y transparencia y, en muchas ocasiones, quienes reciben los órganos no siempre son los que los necesitan con mayor urgencia. Es cierto, hay quienes están esperando un órgano por años, pero hay quienes apenas entraron a la lista por alguna enfermedad que les toma por sorpresa y les deja con apenas unos meses de vida, como fue el caso de mi esposa. Nosotros porque nos movilizamos, encontramos a alguien que, sin conocernos, decidió donarle en vida uno de sus riñones a mi mujer. Pero no todos corren con la misma suerte, y lo más justo es que los órganos que serán donados lleguen a quien más lo necesita.
Al 4 de agosto de 2015, hay 19,841 personas esperando un órgano en México (Fuente: http://www.cenatra.salud.gob.mx/interior/trasplante_estadisticas.html). Lamentablemente hay gente que muere todos los días esperando algún donador. Por eso necesitamos la creación en México de listas regionales donde se tenga identificado a los posibles receptores por zonas, por urgencia para ser trasplantados, por tipo de sangre, por edad, complexión y todas aquellas variantes que ayuden a realizar una mejor distribución de órganos, para que los órganos lleguen primero a quien más lo necesita.
Por la memoria de aquellas personas que en su momento decidieron donar sus órganos cuando fallecieran; por aquellas personas que están esperando un órgano para seguir viviendo; por amor a los demás, para una distribución de órganos más justa y transparente, SÍ A LA LISTA DE ESPERA REGIONAL.
CARTA A
Director Centro Nacional de Transplantes Salvador Aburto Morales
Secretaria de Salud Mercedes Juan López
H. Cámara de diputados
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