Al principio no se sabía quiénes eran, a qué venían o porqué la
policía los estaba protegiendo. Era un grupo de aproximadamente 60 personas
vestidas de civil que posteriormente protagonizarían muchas de las
agresiones que se vivieron este fin de semana contra los maestros en Veracruz,
durante las protestas contra la evaluación docente.
En
Xalapa, al lado del complejo Omega, el primer ataque fue perpetrado por un
grupo de choque de unos 25 sujetos, que los presentes describen que traían
porte y corte de cabello militar. Algunos de ellos cargaban manoplas de hierro
en sus puños e iban armados con tubos, con los que se ensañaron el sábado
dejando un saldo de cuatro maestros lesionados.
“Estaban
resguardados dentro del recinto donde se estaba evaluando. Los uniformados les
abrieron las puertas y cada cierto tiempo salían a buscar enfrentamiento”,
explica la maestra Fania, quien asegura que desde tempranas horas pudieron
observar como grupos de civiles vestidos con camisas a rayas de diferentes
colores, parecían coordinarse en los aledaños del Omega.
“Ahora
si maestro putito vas a dejar de andar de revoltoso”, “se te va a quitar lo
valiente”, eran varios de los comentarios que proferían los individuos, hasta
que llegaron a hacer señalamientos directos: “vamos sobre ti”, “al rato de
buscamos” o “ya te identificamos y te vas a morir”, narra Fania, quien señala
que un compañero suyo que estaba abandonando la protesta con tres amigos, fue
agredido por un grupo de ocho, quienes le gritaban “ándale pendejo déjate de
meter en esto”.
El domingo
en Xalapa, en el segundo día de evaluación, las agresiones fueron más
numerosas. “La policía montada les iba abriendo el paso y resguardaba al grupo.
Ese día, el grupo de choque era de al menos 60 personas”, informa Fania.
Las agresiones del grupo
de choque eran golpes con las manoplas en la cabeza, espalda, cejas, brazos y
rostros, dejando un saldo 40 maestros heridos. La locura violenta llegó hasta
los restaurantes y hoteles de la zona, donde los granaderos se metieron
buscando a “docentes disidentes”, agrediendo incluso, a profesores que habían
asistido a la evaluación y a transeúntes o locales que andaban por la zona.
Entre los detenidos de
ese domingo, hubo un menor de edad que explicó haber sufrido torturas y golpes
con los ojos vendados y le preguntaban si conocía a líderes del movimiento
magisterial. Al menos más de 800 granaderos fueron desplegados para 500
manifestantes.
Aseguran que la
represión puede ser peor este fin de semana, donde se llevará la segunda ronda
de evaluaciones.
Boca del Río
“Yo no pude ir el
domingo a la protesta por una amenaza que recibí”, explica el maestro Darío,
quien asegura que un sujeto con una sudadera azul lo estuvo siguiendo durante
el domingo toda la mañana y en un momento dado le soltó: “te va a cargar la
verga”. A Darío lo andaban buscando los policías ministeriales, le dijo un
amigo, ya que había evitado la detención de una compañera docente el sábado y
“estaba en la mira”.
Maritza Ramírez vivió de
cerca la represión desatada por los grupos de choque en las inmediaciones del
Arena Veracruz, donde centenares de maestros estaban llamados a evaluarse. “De
repente se abren las puertas y aparecen los caballos contra los maestros y los
divide en varios grupos. Detrás salía el grupo de choque y arremetieron contra
los manifestantes y maestras. Una de ellas fue agarradas por policías, la
hicieron rodar y la lastimaron. A otro le empezaban a golpear de macanazos en
la cara. A otro periodista, Iván Sánchez le dieron con un tolete”.
“Ni siquiera estábamos impidiendo el acceso, estábamos
protestando pacíficamente, solo gritábamos consignas”, dice Maritza. En el
momento de las cargas policiales, muchos maestros estaban saliendo de la
evaluación y fueron blanco de los agentes, pese a que no participaban de ninguna
acción violenta.
En esas
dos jornadas de protestas contra la evaluación docente en Veracruz, se
registraron once agresiones a periodistas y más de medio centenar de personas
sufrieron heridas.
Fotos:
Voz Alterna y Libertad Bajo Palabra
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