Columna: Fuera de Foco
Por: Silvia Núñez
Hernández
México se desangra. El magisterio protesta
genuinamente en contra de lo que tiene derecho a no aceptar. Negarse a admitir
la mal intencionada reforma educativa, en donde el presidente Enrique Peña
Nieto pretende arbitrariamente robarse las plazas de los maestros para imponer
a su propia gente y privatizar la educación y esta solo será exclusiva para
quienes puedan pagarla. Un pueblo ignorante es un pueblo idóneo para la
corrupción.
Derivado de la captura de sus líderes
magisteriales, maestros y padres de familia se han movilizado en diferentes
estados del país, -principalmente en el estado de Oaxaca y el Distrito Federal-
para exigir las mesas de diálogos y también la liberación de sus representantes
de lucha. Argumentan que el gobierno de Peña Nieto les ha fabricado los
delitos, es por ello, que hasta la propia Procuraduría General de Justicia
maneja el agravio de estos como “el supuesto fraude”. Sin tener pruebas, los
captura y los inmoviliza para con ello debilitar su movimiento. Pero los
maestros reaccionaron diferente a lo que el mal gobierno peñista esperaba.
Sus activos guerreros de Peña Nieto no son
los priístas. Curiosamente quienes han mostrado mayor actitud de dictadores son
dos políticos perredistas. En los dos estados en donde gobierna el Partido de
la Revolución Democrática (PRD) –Miguel Ángel Mancera Espinosa y Gabino Cué
Monteagudo- son quienes le están haciendo el “caldo espeso” a Enrique Peña
Nieto. Se sospechaba de su vestimenta amarilla con torrente sanguíneo del PRI.
Se sospechaba, hoy lo constatamos: Mancera y Cué son priístas con piel del Sol
Azteca.
Enrique Galindo Ceballos, Comisionado
General de la Policía Federal -pese a que su primera reacción fue negarlo todo,
pero las pruebas gráficas han demostrado lo contrario- ha reconocido que una parte
de los policías utilizaron armas de fuego. No pudo continuar negándolo. Es
tanta la falta de pericia de los propios policías federales para detonar un
arma, que entre ellos se matan. Saldo policial, un elemento caído por arma de
fuego.
Tanto Mancera Espinosa y Cué Monteagudo
están decididos a coadyuvar con operaciones criminales que Enrique Peña Nieto
ejecuta ante la falta de pericia para resolver con inteligencia los temas
sociales. Peña Nieto actúa de la única forma que le enseñó Salinas de Gortari:
matando o golpeando. Lo hizo en Atenco, lo hizo cuando tomó protesta como
presidente de la República –porque los mexicanos repudiaban su mandato-. Lo
vuelve hacer una y de otra vez. Violentar o matar para imponerse. Matar
sin recelo alguno. Matar por diversión. Porque una mente mediocre no sabe
activar el “chip” de inteligencia para resolverse éticamente. Sabe que nadie,
absolutamente nadie, le demandará un juicio político. Si el pueblo se atreve a
solicitarlo, los manda a matar sin problema alguno. Por ello quiere un pueblo
ignorante. Que nadie estudie, sólo los privilegiados.
Estos sujetos han instaurado operativos
realmente agresivos en contra de los maestros disidentes. Indudablemente
lo sucedido en Nochixtlán, Oaxaca, se puede considerar un acto sin el mínimo
grado de hombría. Fue ordenado por un mediocre. Fue ordenado por un verdadero
psicópata o sociópata o las dos juntas.
Al parecer Enrique Peña Nieto y Aurelio
Nuño Mayer, secretario de Educación Pública, no les tembló la mano para ordenar
matar a quienes se niegan que se privatice la educación en México. La negación
sobre que los federales usaron armas, es absurda y cobarde. Las imágenes han
circulado en diferentes medios de comunicación tanto local como nacional, como
también en las redes sociales.
No conformes por haber matado a seis
personas y herido a 45, cuando estos fueron trasladados a la Hacienda Casa
Blanca en Oaxaca -donde se instaló un puesto médico- para que las personas
alcanzadas por las balas de los policías fueran atendidas de emergencia por un
grupo de galenos, los elementos policiacos, no repararon en aventar al interior
de dicho lugar, gas lacrimógeno. Helicópteros sobrevolaban la hacienda con la
finalidad de impedir que los sobrevivientes en riesgo de perder la vida por las
heridas, fueran atendidos; producto de la bélica acción de los policías
federales.
Este es el México que tenemos. Con un grupo
de personas que se dicen políticos, pero actúan como verdaderos asesinos. Un
grupo de sujetos que operan como verdadera mafia delincuencial. Que se
empoderaron del México e instauraron un gobierno arbitrario. Que al verse
amenazados por las acciones magisteriales, actúan como verdadera mafia.
Enrique Peña Nieto llegó a la mala al
poder. Impusieron su voluntad al someter a los ciudadanos mexicanos a tener un
presidente de la República con un coeficiente intelectual cero. Un “pelele” de
Carlos Salinas de Gortari, a quien maneja a su antojo. México está en luto
desde su llegada. Trastabilla herido, sangrante por la corrupción y la
impunidad.
Silvia Núñez Hernández
Licenciada
en Ciencias y Técnicas de la Comunicación, directora general y columnista.
Sustenta su trabajo, tras 23 años de ejercicio periodístico adquirido en
diversos medios de comunicación situados en el estado de Veracruz. Su principal
objetivo dentro de su carrera profesional es ofrecer a la ciudadanía una
editorial ética y objetiva. Un espacio donde los temas sociales y políticos,
son analizadas con una visión crítica, con la finalidad de mostrar una
perspectiva sustentada y razonada sobre la problemática social de Veracruz y de
la República Mexicana.
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