13 de octubre de 2016

LUCHADOR AMATEUR, CHIVO EXPIATORIO DEL FISCAL

•Bravo Contreras declaró asesino a "El demonio rojo" de una persona (Álvaro Camarillo) en el cine de Fortín ubicado en la plaza comercial
•Ese día, el luchador estaba a 20 kilómetros de la escena del crimen asegura "El Signo", uno de sus colegas en el cuadrilátero
•“El demonio azul” es un bromista, un relajo; pero nunca un homicida, dicen los cuates
•Ellos son ídolos de niños y ahora, por decreto de "El Señor Justicia", una vida enlodada.

Miguel Ángel León Carmona, blog.expediente.mx para el Piñero de la cuenca

Córdoba, Veracruz, 30 de junio, 2016.- Un luchador del bando rudo, declarado asesino por la Fiscalía General del Estado. “Tal vez los octágonos donde combatía no eran los de la Triple A, pero se lanzaba desde la tercera cuerda para sostener a su madre”. Hoy sus compañeros retan a Luis Ángel Bravo, que acepte la inocencia del Demonio Rojo.

Se trata de G.V.F, anunciado como presunto participante en el asesinato del Cinépolis Shangrila, Fortín de las Flores, Veracruz, ocurrido el pasado 12 de junio. Sin embargo, uno de sus compañeros, quien solicita ser referido como El Signo, asegura que el día de los hechos el Demonio Rojo estuvo en la arena San Miguel fotografiándose con los seguidores, a 20 kilómetros de la escena el crimen.

“Aquella noche, G.V.F vio el espectáculo desde las gradas. No luchó, pero estuvo pendiente por si alguien se lesionaba y salía a cubrirlo. Es una persona maldadosa, bromista, pero nada que lo relacione con un asesino. Tenemos tres fotografías que comprueban su inocencia. Me indigna esta situación, la ley no hace bien su trabajo”.

Demanda El Signo, luchador amateur que compartió arena durante 14 años con el hoy detenido en el penal La Toma, Amatlán de los Reyes. El hombre desde el anonimato, comparte la relatoría de lo sucedido el pasado 12 de junio, cuando dos sujetos robaron en el Cine de Fortín y privaron la vida del joven Álvaro Antonio Camarillo Sandoval.

Aunado a lo anterior, otro luchador, conocido como Duende Junior lamentó la detención de su compañero de oficio, resaltando en sus redes sociales que la acusación de la FGE había sido falsa. Además, aseguró que el gremio cuenta con 20 gladiadores como testigos, así como aficionados dispuestos a declarar a favor del Demonio Rojo. (1)

UN LUCHADOR AMATEUR, OTRO CHIVO EXPIATORIO

Quiero Paz en Córdoba, fue el nombre de la campaña que apoyó la empresa Producciones Acosta; difundida el 13 de junio, un día posterior al asesinato en el Cinépolis Shangrila. Compañeros de G.V.F. reprobaron los hechos de violencia en la ciudad cordobesa, ignorando que uno de ellos sería recluido como presunto inocente, según marca el Nuevo Código Penal.

Los días avanzaron hasta el día viernes 17 de junio, El Demonio Rojo cumpliría con una función en el puerto de Veracruz, relata El Signo. “G.V.F no llegó a pelear, otro luchador tuvo que suplirlo. Nosotros nos extrañamos porque nunca se ausentaba a sus compromisos. Pero no pensamos que fuera a desaparecer”.
De acuerdo con el testigo, del Demonio Rojo no hubo noticias durante una semana. Fue hasta el siguiente viernes, 24 de mayo, cuando se enteraron por las noticias sobre la detención de G.V.F, presentado por Luis Ángel Bravo Contreras como posible responsable de los hechos fatales.

El Fiscal General dijo en rueda de prensa que “tras un arduo trabajo de investigación se había dado con el involucrado, a quien también se le señaló de participar en otros hechos ilícitos como el robo en la iglesia de San Nicolás de Bari y en una casa de oración”.
Abundó que al Demonio Rojo se le había recluido por videograbaciones y testigos que coincidían con las características de un retrato hablado, mismo que cotejó el titular de la FGE ante los medios. Sin embargo, “El Signo” considera:

“Ese de la foto no es mi amigo. Nada que ver con el dichoso retrato hablado. G.V.F no acostumbra a dejarse la barba ni el bigote. Además, presentaron un video donde se aprecia que la fisonomía de los asesino y estamos hablando de una persona de más de 120 kilos y 1 metro con 70 centímetros de altura; un luchador completo”.

Enfatiza El Signo, quien espera que la Fiscalía desempeñe mejor su trabajo. Pues al momento, ignora si los policías ministeriales presentaron una orden de aprensión al detener a G.V.F, si respetaron sus derechos y si tomarán en cuenta las declaraciones de 20 luchadores y los asistentes de la arena San Miguel el pasado 12 de junio.

“Estamos a favor de la ley, por eso nos pronunciamos en contra de la violencia. Trabajamos en eventos familiares, somos en ocasiones ídolos de niños. No mataríamos a nadie, se lo aseguro. Me indigna la inseguridad, pero más me enoja que un amigo esté detenido para simular el buen trabajo de estos funcionarios”.

El Signo, quien no pertenece a la agrupación Producciones Acosta, no obstante es allegado al hoy detenido, presume que la próxima semana sus compañeros organizarán una función, donde las ganancias serán entregadas a la madre y el hijo del Demonio Rojo.

“ES UN RELAJO, PERO JAMÁS UN ASESINO”

Sobre G.V.F, su amigo lo describe como un relajo, amigable; el encargado de las bromas en los vestidores antes de iniciar los combates. Un miembro del bando rudo, a quien se le ve anunciado en una de sus últimas carteleras junto a Black Shadow y Espectro, sus relevos internacionales de lujo en la categoría Wélter. 

Un tipo que por contratos de 200 pesos se mataba en el ring para llevar lo esencial a casa, a cargo de su hijo y su madre. La última vez que se le vio libre fue el pasado viernes 17 de junio, cumpliría un compromiso en un escenario jarocho, donde además de viáticos ganaría 900 pesos. Sin embargo no llegó a la contienda.

Se trata de un hombre relajiento en el octágono y en la vida diaria, quien perdió la máscara en duelo hace más de nueve años. Su identidad no era un secreto. Su vida en el gimnasio le dio campeonatos a nivel estatal en duelos de parejas. Una carrera ascendente, con sueldo de hambre, pero que el Demonio Rojo soportaba por amor al ring.

En el escenario de las cabelleras y las máscaras, extrañan un atuendo escarlata; zapatillas y mayas al color del averno, llaves desde la lona y piruetas desde la tercera cuerda. Un joven que ganaba la vida como luchador, hoy acusado de homicidio. 

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