*Blindados dueños de medios
Luis Velázquez/ Escenarios
Veracruz, Veracruz. 21 de diciembre de 2012.-
I.- Caray, la presidenta de la Comisión Estatal para la Atención y Protección a Periodistas, doctora Rocío Ojeda Callado, parece haber fumado mota… y de la peor.
Al tomar posesión del cargo en el Congreso local ha planteado los siguientes objetivos del organismo, entre otros:
I. Trabajar, con el resto del cuerpo directivo, para que los trabajadores de la información de norte a sur de Veracruz tengan seguro social.
II. De igual manera, el legítimo derecho a la vivienda.
III. Salarios dignos y decorosos, mejor dicho, justos.
IV. El disfrute de vacaciones.
Y, bueno, sólo puede hablarse así cuando se desconoce la realidad laboral de los reporteros, fotógrafos, camarógrafos y editores de la prensa escrita, hablada y digital en “el estado ideal para soñar”. Por una sencilla razón: no obstante que tales prestaciones están contempladas en la Ley Federal del Trabajo y a pesar que existe un tabulador nacional en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, precisando el sueldo diario para los trabajadores de la información…
De norte a sur de Veracruz, más del 60, 70, quizá 80 por ciento de las empresas mediáticas ultrajan y violentan la ley. Nada más inverosímil y contradictorio que un reportero, por ejemplo, cubra la crónica de una huelga de obreros reclamando mejores prestaciones sociales, y por el otro, él mismo sea explotado en el medio donde labora.
Hay, en el Veracruz del siglo XXI, luego de la masacre obrera en Río Blanco y Cananea, además de un salario miserable (“de hambre” decía en 1910 Ricardo Flores Magón), reporteros a quienes pagan por nota publicada y/o transmitida al aire.
Y les pagan, claro, una miseria.
II
Un académico en la facultad de Comunicación de la Universidad Veracruzana repite (de manera despectiva) lo siguiente en cada ciclo escolar: “Mi criada gana más que un reportero y si vinieron aquí para ser reporteritos, serán profesionistas frustrados”.
Así, habría de referir la lista de salarios mínimos vigentes a partir del primero de enero de 2012 publicado por la secretaría de Trabajo y Previsión Social.
Sueldo de un reportero(a) en prensa diaria impresa en el área geográfica ‘’C’’, en que se incluye a Veracruz: $176.72 pesos.
Sueldo de un reportero(a) gráfico(a) en prensa diaria impresa: $176.72.
De ahí habría de referir a la señora presidenta de la Comisión Estatal para la Atención y Protección a Periodistas, los sueldos, digamos, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, de los trabajadores de la información.
Si acaso, y bien les va, oscila entre 4 y 5 mil pesos.
Claro, hay una excepción: en Telever les pagan más. Y con prestaciones. Y con una despensita. Y con becas para los hijos en universidades privadas. Y con gasolina para el automóvil.
III
De entrada habría de precisar que el salario mínimo es una vacilada. Mejor dicho, una ofensa al trabajador.
Y si la mayor parte de los magnates periodísticos incumplen con el seguro social y la vivienda, desde ahora un millón de gracias a la Comisión Estatal por si de aquí al 30 de noviembre del año 2016 logran modificar las circunstancias laborales de la prensa en Veracruz.
Simple y llanamente, los patrones se burlarán de ellos, con el riesgo de ser enviados a la Conchinchina.
Ni siquiera, vaya, la Secretaría de Trabajo de Marco Antonio Aguilar Yunes toca el asunto.
Peor tantito. El trabajo en la prensa escrita, hablada y digital es el más inestable del mundo.
Con la mano en la cintura, con cualquier pretexto insulso, los patrones despiden a los reporteros y fotógrafos.
Y, además, sin la liquidación.
Y si el reportero, el fotógrafo, el camarógrafo, etcétera, se cobija en la Junta de Conciliación y Arbitraje, basta y sobra con que algún directivo del medio hable con el secretario de Trabajo y Previsión Social para congelar la demanda laboral.
Un reportero es el más descobijado en la relación laboral en Veracruz y en el resto del país.
IV
Se agradece a la presidenta su legítimo sueño pero al mismo tiempo se trata de una utopía.
Y de acuerdo con la historia, desde Carlos Marx hasta Tomás Moro y el diccionario, una utopía se define como “un sueño tonto que se tiene en el cielo y nunca será aterrizado en la tierra”.
Por fortuna, el Congreso local ha aprobado la existencia de la Comisión Estatal de Periodistas y, a partir de la fecha, el cuerpo directivo percibirá un salario de lujo otorgado por el sexenio próspero con cargo al impuesto pagado por el contribuyente.
Se han convertido, pues, en empleados del gobierno del estado y, desde ahí, mirarán felices la vida los próximos cuatro años.
Una sola petición: eviten ofender (si les pareciera) al gremio reporteril.
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