Fernanda Domínguez
Coordinadora
de Educación
10 noviembre, 2022
Estudiar una licenciatura es una decisión que implica una inversión de tiempo, dinero y esfuerzo a cambio de acceder a empleos mejor pagados y de mayor calidad a largo plazo. Sin embargo, la clave no está solo en conseguir un papel que acredite a las y los jóvenes como “licenciados”, sino en las habilidades y capacidades que se desarrollan durante el tiempo que pasan en la universidad, las cuales tienen una utilidad práctica en un mercado cada vez más competido.
La matriculación en educación superior ha aumentado desde 2016. Sin embargo, el monto dedicado para educación superior en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) ha disminuido 9% en el mismo periodo. En México, ni la oferta de servicios educativos ni el presupuesto son suficientes para atender a todos los jóvenes que quieren estudiar.
Como respuesta a este dilema, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador prometió generar más oportunidades de educación superior para los jóvenes. Por ello, se creó la Universidad del Bienestar “Benito Juárez” (UBBJ) como uno de los 30 programas prioritarios de su gobierno. Este programa tiene el objetivo de ampliar la oferta de educación superior de manera gratuita, particularmente en comunidades marginadas que no tienen acceso a ella.
En 2019 la UBBJ fue dotada de mil millones de pesos para establecer 100 planteles alrededor del país y arrancar este nuevo sistema de universidades. En lo que va del 2022 reporta la existencia de 145 sedes de la Universidad del Bienestar con más de 60 mil estudiantes, y este lunes la directora del programa, Raquel Sosa, anunció que se establecerán 55 nuevas sedes para 2023. Parecería que el Gobierno Federal cumplirá con su promesa de campaña y logrará 200 sedes para 2023, ¿pero a qué costo? Tal vez el sacrificio de la calidad educativa.
Las UBBJ han sido señaladas por falta de docentes, poca claridad en los programas, datos insuficientes sobre el total de alumnos beneficiados, así como mala ubicación y condiciones en las sedes. A pesar de tener un número considerable de alumnos inscritos, en comparación con otras universidades del país, la UBBJ tiene una plantilla de maestros reducida en proporción a los alumnos inscritos. Mientras que universidades como la UNAM o el IPN tienen 19 docentes por cada 100 alumnos, la Universidad del Bienestar cuenta con apenas 2 docentes por cada 100 alumnos. Esto no es suficiente para atender a todos sus alumnos y cumplir con los programas de estudio.
Asimismo, en abril de este año la UBBJ fue señalada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por no cumplir con la entrega de títulos universitarios a jóvenes que habían cumplido con los requisitos necesarios para graduarse. También, los alumnos del plantel de Tlalpan protestaron en Palacio Nacional por mayores recursos para la Universidad y la contratación y capacitación de docentes suficientes para cumplir con los cursos.
¿Pero puede realmente la UBBJ formar estudiantes competitivos? ¿Le conviene a un joven invertir su tiempo en estudiar en la UBBJ?
Si bien es importante que cada vez haya más lugares para captar la demanda creciente de estudiantes que quieren continuar con sus estudios, es fundamental que garanticen las condiciones que permitan desarrollar habilidades y capacidades necesarias para el mercado laboral. De lo contrario, los títulos no reflejarán el valor de los estudios que avalan y los jóvenes no podrán acreditar conocimientos y competencias para ser aceptados como mejores empleados. Solo habrán perdido su tiempo.
Para ser más competitivos, México no solo necesita más titulados de licenciatura, sino una fuerza laboral de personas más capacitadas que puedan acceder a empleos mejor pagados. Esto implica que los jóvenes inviertan su tiempo y su esfuerzo en concluir planes de estudio consistentes, impartidos por docentes competentes y que satisfagan las necesidades del sector productivo. En medio del huracán de críticas, ¿se harán los cambios necesarios para que la Universidad del Bienestar ponga a los jóvenes en el centro?
Publicado en
Animal Político.