Valentín Campa y Demetrio Vallejo fueron
líderes de este histórico movimiento ferrocarrilero que escribió una de las
páginas más gloriosas del sindicalismo mexicano.
17 de febrero de 2019
VALENTÍN CAMPA SALAZAR, DIRIGENTE OBRERO EN TIEMPOS DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA
La vida sindical y política del
dirigente obrero mexicano Valentín Campa Salazar (1904-1999) fue hechura del
siglo XX en tierra mexicana. Consideramos que su trayectoria es de interés
tanto para los trabajadores mexicanos y latinoamericanos como para los
estudiosos de los procesos sindicales y políticos de la izquierda. El
sindicato, la huelga, el partido, la acción política legal e ilegal, la cárcel,
signaron su periplo vital.
Fuente: Pacarina del Sur - http://www.pacarinadelsur.com/home/figuras-e-ideas/76-valentin-campa-salazar-dirigente-obrero-en-tiempos-de-la-internacional-comunista?
- Prohibida su reproducción sin citar el
origen.
A la memoria de Demetrio
Vallejo, ejemplo de honestidad y combatividad
Sobre
la base de las notas leídas en la mesa redonda del 13 de febrero de 2004 como
parte de la celebración del centenario de Valentín Campa Salazar en la ciudad
de México, el autor elaboró las cuartillas que el lector tiene en las manos,
que intentan ser una semblanza biográfica de Valentín Campa centrada en la
actividad social y política de este destacado comunista mexicano. En esta
ocasión presentaremos su cuadro de vida sindical y política hasta la disolución
de la Internacional Comunista en 1943, dejando para una segunda entrega, los
años que corresponden al período de la guerra fría.
La documentación de este breve
texto se apoya, antes que nada, en los archivos del antiguo Partido Comunista
Mexicano, de Carlos Sánchez Cárdenas y de los movimientos sociales, en la
biblioteca y en la hemeroteca existentes en el Centro de Estudios del
Movimiento Obrero y Socialista.
Cabe esperar que los datos e
informaciones aquí contenidos sean útiles a los activistas y dirigentes
sindicales, así como a los militantes de los partidos políticos y funcionarios
públicos de la Ciudad de México.
Primeras
señas de vida
Valentín
campa salazar nació el 14 de febrero de 1904 en Monterrey, Nuevo León, en el
seno de una familia de pequeños comerciantes, e hizo sus estudios de enseñanza
primaria en Torreón, Coahuila. En el curso de la guerra civil de principios del
siglo xx, fue testigo de la violencia revolucionaria y de las acciones
bandidescas de elementos incontrolables. Para combatir contra la llamada Expedición punitiva o
tercera intervención norteamericana de 1916-1917 en México, que encabezara el
general norteamericano John J. Pershing, alias Black Jack, quiso enrolarse en el Ejército Mexicano
pero no lo logró debido a su edad.
En 1920 pasó a vivir en Madero,
Tamaulipas, donde laboró como trabajador petrolero, y al poco tiempo alcanzó el
puesto de obrero calificado. Trabajó en la compañía La Corona como fogonero de
fijas y de grúas. Por esos años no había inquietud sindical en el lugar, aunque
sí llegaban noticias de la agitación obrera en otros campos petroleros.
En 1921, al haber reajustes en
la industria del petróleo y ser despedido, se fue a trabajar a Hipólito,
Coahuila, como patiero, cargador y empleado de estaciones en los ferrocarriles.
Se incorporó al movimiento sindical
en 1923, en la Alianza de Ferrocarrileros. En este gremio --desde 1919-- se
presentaba una fuerte tendencia de la base hacia la constitución del sindicato
único y contra el gremialismo estrecho.
Campa intervino activamente en
las movilizaciones impulsadas por la clase obrera a favor de la libertad de
Nicolás Sacco y Bartolomé Vanzetti, anarquistas italianos asesinados por el
imperialismo estadunidense en 1927. La lucha por la excarcelación de los dos
valientes ácratas logró integrar un gran frente único de los trabajadores en
México y en el mundo, en el que participaban la Internacional Comunista y sus
secciones nacionales, los anarcosindicalistas y otras fuerzas de izquierda.
En Hipólito, Valentín combatió
el caciquismo.
Al ser trasladado a Ciudad Victoria
en 1925, se convirtió en dirigente del sindicalismo ferroviario y volvió a
participar activamente en las movilizaciones pro Sacco y Vanzetti.
En la capital tamaulipeca le
tocó intervenir en la huelga de la Unión de Mecánicos de agosto de 1926, y, sobre
todo, en la huelga general ferrocarrilera de febrero de 1927, a partir de la
cual inició su militancia comunista. Por su participación sindical, pasó a
ocupar posiciones de dirección divisional en la recién fundada Confederación de
Transportes y Comunicaciones.
Bajo
las banderas rojinegras
La huelga de 1927 fue
extremadamente violenta, debido a las provocaciones oficiales y moronistas. En
diversos lugares, los esquiroles fueron secuestrados por la base obrera, y los
agraristas, amigos de los huelguistas, quemaron un puente en Tamaulipas.
Plutarco Elías Calles ordenó el fusilamiento de Campa, pero Emilio Portes Gil,
que era enemigo de Luis N. Morones, el líder de la Confederación Regional
Obrera Mexicana, sostuvo que le salvó la vida. Valentín fue detenido y golpeado
por un coronel.
Para ilustrar cómo se trataba a
los líderes del movimiento de huelga, basta con hacer algunas citas de
documentos de esas fechas. El 23 de febrero de 1927 Juan N. Martínez, jefe del
Departamento de Policía de los Ferrocarriles Nacionales de México, en clave
comunicaba a la Inspección General de Policía:
Nuevamente
recomiéndoles localicen a Hernán Laborde, agitador aliancista, que se supone
salió esta capital objeto exaltar ánimos personal Divisiones. Media filiación
como sigue: estatura regular, complexión robusta, pelo negro lacio y grasoso,
bastante moreno, ojos negros grandes, nariz ancha, boca grande, cara redonda,
cachetón, con anteojos, usa corbata ancha de lazo negro, regularmente vestido
color negro, sombrero fieltro alas anchas, su tipo en general es de bohemio.
Vigílense centros sociales confederados. Acusen recibo y avisen cuando
cumplido. Unido.[1]
El 26 de febrero, el mismo
individuo comunicaba a Roberto Cruz, Inspector General de Policía:
Me permito poner a disposición
de usted al agitador Hernán Laborde, que ha venido desarrollando una labor
escandalosa exaltando los ánimos de los elementos ferrocarrileros
pertenecientes a la Confederación de Transportes y Comunicaciones, en algunas
partes del sistema.
Oportunamente
haré la consignación respectiva.[2]
Ante esos hechos, Elías
Barrios, secretario general de la ctc, planteaba a Plutarco Elías Calles:
Por
instrucciones, según sabemos, de Jefe Operaciones Estado Tamaulipas, fue
aprehendido puerto Tampico, señor Hernán Laborde, miembro de esta confederación
y traído a México custodiado por agentes Policía Judicial, habiendo sido bajado
en Cuautitlán, sin que sepamos estos momentos lugar encuéntrase. Calificando
atropello cometido aprehensión señor Laborde, dirigímosle presente en demanda
garantías su vida, consignándosele autoridades correspondientes.[3]
En ese gran movimiento de
huelga se proyectaron nacionalmente los comunistas Hernán Laborde, Alfonso
Muriedas, Valentín Campa y Elías Barrios.
Desde 1927 hasta 1976, Valentín
Campa sólo permaneció sin ninguna detención en el gobierno de Lázaro Cárdenas.
Valentín fue expulsado de
Ciudad Victoria y encaminó sus pasos rumbo a Monterrey. En la capital de Nuevo
León organizó --junto a otros camaradas-- una federación sindical en la que
confluían anarquistas y comunistas. El gobernador les entregó una iglesia como
domicilio social.
En la década los años 20, la
institucionalización política del Estado mexicano no era una realidad. Los
pronunciamientos de militares eran frecuentes. Ante la asonada de Francisco R.
Serrano y Arnulfo R. Gómez, el pcm lanzó el siguiente manifiesto el 4 de
octubre de 1927
Los obreros y los campesinos
deben ver claro en la actual situación. Los enemigos de nuestra clase se
levantan una vez más, tratando de asestar un golpe mortal al movimiento
emancipador del pueblo mexicano, y especialmente a las masas campesinas,
hambreadas, asesinadas y diezmadas por los esbirros al servicio de la reacción.
Precisa
por lo mismo una acción rápida de todas las organizaciones proletarias y de
todos los trabajadores en general, al lado del actual gobierno de la República,
como el mejor medio para acabar con la rebelión reaccionaria. En todas las
poblaciones donde sean removidas las guarniciones por necesidades militares,
tanto las organizaciones obreras como las campesinas deben estar dispuestas a
organizar sus elementos para impedir golpes de mano reaccionarios y secundar
las órdenes militares del gobierno, solicitando para ello el armamento
necesario.[4]
Durante la campaña de Álvaro
Obregón para la presidencia de la República, Valentín regresó a Ciudad Victoria
para plantear los objetivos propios del pcm. Casi de inmediato entró en
contradicción con Portes Gil al organizar el sindicato de La Pedrera de
Tamatán, empresa en la cual tenía intereses el futuro presidente.
Portes Gil partió a la capital
federal a ocupar la Secretaría de Gobernación y dio la orden de encerrar en un
calabozo a Valentín Campa. La orden fue cumplida. Para buscar doblarlo le
ofrecieron puestos burocráticos, que rechazó.
Posteriormente a su
excarcelación viajó a Tampico. En esta población dio la pelea contra el
moronismo. La crom fue vencida y se constituyó la Federación Obrera de
Tamaulipas, bajo la dirección de los comunistas. Allí conoció a Librado Rivera,
viejo compañero de Ricardo Flores Magón. De manera unitaria se efectuaron
importantes acciones de masas.
Los
comunistas arribaron a la conclusión de que era menester organizar una tercera
central sindical. El 22 de septiembre de 1928, se constituyó el Comité
Pro-Asamblea Nacional Obrera y Campesina, que como concesión a los
anarcosindicalistas establecía como uno de sus principios: “7º Las actividades
del comité serán de carácter exclusivamente sindical (exclusivamente
económico), quedándole por lo mismo terminantemente prohibido desarrollar
aquellas que por su naturaleza puedan ser clasificadas como políticas”.[5]
El 31 de diciembre de ese año,
se lanzó la Convocatoria a la Asamblea Nacional de Unificación Obrera y
Campesina.
El
Bloque Obrero y Campesino Nacional
En 1929, por primera vez en su
historia, el pcm participó en las elecciones presidenciales con su propio
candidato. El 25 de enero se constituyó el Bloque Obrero y Campesino Nacional,
en el Frontón Hispano Mexicano, sito en la esquina de las calles de Balderas y
Colón, de la capital federal, bajo la dirección de Úrsulo Galván, Presidente;
Diego Rivera, Vicepresidente; Isaac Fernández, Primer Secretario; Valentín S.
Campa, Segundo Secretario; Donnaciano López, Tercer Secretario, y Rodolfo
Fuentes López, Cuarto Secretario.
La
reunión aprobó las Bases
generales de organización y funcionamiento del Bloque Obrero y Campesino
Nacional y el Programa
político y de gobierno, en el que se incluía como forma de representación
nacional: “Primero: abolición del actual Poder Legislativo, y por consiguiente
supresión de las cámaras (federales y locales) sustituyéndolas por Asambleas de
Representantes Obreros y Campesinos electos en sus respectivos centros
industriales y agrícolas...”[6]
Como candidato presidencial del
boycn, fue elegido Pedro V. Rodríguez Triana, general revolucionario
simpatizante a la sazón del comunismo.
A partir de la constitución del
boycn, Valentín Campa figuraría siempre como un dirigente de primer plano tanto
en el terreno político como en el sindical.
La
Confederación Sindical Unitaria de México
Del 26 al 30 de enero de 1929
desarrolló sus trabajos la Asamblea Nacional de Unificación Obrera y Campesina,
en el salón Tokio, sito en Uruguay 25. Asistieron 392 delegados y estuvieron
representadas las izquierdas de la crom de Puebla y Veracruz. El comunicado de
la csum señalaba:
Concurrieron... 397
delegaciones en representación directa de otras tantas federaciones,
confederaciones, sindicatos y comunidades agrarias.
102 sindicatos más, enviaron
telegráficamente o por carta, su adhesión a la asamblea, debido a que por
razones de orden económico no pudieron enviar delegaciones.
El número de representados
obreros fue de 116,000 y de 300,000 campesinos y obreros agrícolas de casi
todos los estados de la República.
...la Confederación Sindical
Unitaria de México declara que por ningún motivo tomará parte en las campañas
de carácter político electoral, ni autorizará a los organismos adheridos a ella
para que lo hagan en su nombre.
La
Confederación Sindical Unitaria de México será por completo ajena a todo
compromiso con la pequeña burguesía gobernante...[7]
Se tomaron las resoluciones que
se citan a continuación:
i. Se constituye una nueva
confederación nacional obrera que se llamará Confederación Sindical Unitaria de
México.
ii. Se llevará a cabo una
intensa campaña en todo el país contra la promulgación del Código Federal del
Trabajo... En caso de que dicha ley sea promulgada habrá una huelga general en
toda la República...
2. Proceder a organizar dentro
del cuerpo confederal las federaciones industriales y ramas que sean
necesarias...
3. Llevar a cabo una campaña
sindical intensa para sustituir los actuales contratos individuales de trabajo
por contratos colectivos.
4.
Organizar un movimiento nacional... para obtener el establecimiento en todo el
país de un salario mínimo de dos
pesos diarios...
5. Proceder a la inmediata
creación de Comités de Obreros en todos los centros de trabajo, y por medio de
ellos resolver todos los conflictos individuales y colectivos que surjan,
evitando recurrir al arbitraje de las Juntas de Conciliación y empleando la
fuerza de la acción sindical preferentemente.
6. Luchar por la sustitución
del salario a destajo...
7. Proceder a organizar en todo
el país a los sin trabajo en sindicatos...
8. Crear una organización
sindical que englobe a los asalariados del campo...
9.
Organizar en todo el país a los inquilinos pobres...[8]
El Comité Nacional Ejecutivo de
la csum quedó integrado con los cuadros que se mencionan en seguida: Julio
Antonio Mella, secretario general honorario; David Alfaro Siqueiros, secretario
general; Valentín S. Campa, secretario de Organización, y en otras posiciones
Elías Barrios, Gastón Lafarga, Pedro C. Palacios, Macario Rivas, Federico Montalvo,
Cruz C. Contreras, Rodolfo Fuentes López, e Hilario Arredondo.
Los petroleros de Minatitlán se
adhirieron a la csum y Valentín fue enviado para dirigir una huelga, la cual se
desenvolvió con graves incidentes. La compañía El Águila ordenó que fuera suspendido
el tren del ramal de Hibueras a Minatitlán para impedir la solidaridad obrera,
pero llegaron los obreros armados y se llevaron a Campa y otros líderes en
camiones. El ejército intervino y la huelga fue rota.
A fines
de 1929 el mundo presenció el comienzo de la gran depresión que duraría hasta 1933: en ella
millones de trabajadores fueron despedidos; miles de empresas quebraron,
suspendieron turnos o cerraron algunos departamentos; el movimiento
huelguístico descendió y la burguesía liquidó conquistas de los trabajadores y
los sindicatos; estallaron insurrecciones cruelmente reprimidas en Vietnam y El
Salvador; crecieron peligrosamente las organizaciones fascistas, y se perfiló
con claridad la segunda conflagración mundial.
México
fue víctima de la crisis. En 1929, miles de braceros fueron expulsados de
Estados Unidos; descendió la producción de petróleo, minerales y textiles;
quebraron muchas empresas y creció el desempleo; el movimiento sindical ahondó
su división; surgió el Partido Nacional Revolucionario como centro aglutinador
de la familia revolucionaria y
destructor de cacicazgos civiles y militares; se produjo la asonada de Escobar
y compañía; terminó la rebelión cristera; fue dividida la Liga Nacional
Campesina, y el pcm fue objeto de una terrible represión.
En
marzo se produjo la rebelión de Jesús M. Aguirre, Fausto Topete, José Gonzalo
Escobar, Francisco R. Manzo, Marcelo Caraveo y Juan Gualberto Amaya. El día 4
se expedía la siguiente declaración: “El Bloque Obrero y Campesino Nacional
considera los levantamientos de Sonora y Veracruz como el principio de un
movimiento francamente reaccionario. En consecuencia, estamos dispuestos a
combatirlo en cualquier terreno a nombre de nuestro programa”.[9]
El 5 de marzo, el pcm lanzaba
un manifiesto en el que indicaba:
El levantamiento de los
generales del Norte, el levantamiento de Aguirre en Veracruz, el levantamiento
de otros generales en otros estados, es el levantamiento de todas las fuerzas
de la reacción, de todos los hacendados y latifundistas, de todos los generales
y gobernadores reaccionarios, para implantar en México la dictadura militar de
todos los elementos enemigos de la clase trabajadora.
...Es la política débil,
vacilante y de compromisos de la pequeña burguesía, la que ha permitido la
organización de las fuerzas reaccionarias; es la política de contemplaciones
con los generales y gobernadores reaccionarios la que hoy les permite a éstos
combatir bien armados y pertrechados, contra el gobierno mismo y contra las
masas obreras y campesinas; es la política de obstrucción y sabotaje a la clase
trabajadora, la que nuevamente permite a la reacción levantar cabeza.
El pc
levantaba los siguientes puntos: 1. Armamento por el Ejecutivo y poderes
locales de las organizaciones obreras y campesinas; 2. Depuración del ejército
y el gobierno; 3. Reparto de haciendas y latifundios; 4. Control obrero en
centros industriales; 5. Disponer locales apropiados para mítines y asambleas;
6. Poner fuera de la ley a las asociaciones reaccionarias, y 7. Crear comités
obreros y campesinos contra la reacción.[10]
Valentín Campa militó no sólo
en el movimiento obrero, sino también en la Liga Nacional Campesina hasta su
división en mayo de 1929. La lnc, en su primera etapa, reagrupó a los
campesinos revolucionarios dispersados con motivo de la derrota de los
ejércitos de Emiliano Zapata y Francisco Villa, a otros pobres del campo y a
núcleos localizados del proletariado agrícola.
Con el
asesinato de José Guadalupe Rodríguez, el 14 de mayo de 1929, se agudizó la
represión anticomunista. Cientos de comunistas pasaron por las cárceles, las
guarniciones y las islas Marías; decenas de militantes fueron asesinados;
muchos comunistas extranjeros sufrieron la expulsión del territorio nacional;
los locales del pcm, la csum y otras organizaciones sociales de izquierda
fueron asaltados, y, en general, el maximato buscó
liquidar a los comunistas como fuerza política.
La
Confederación Sindical Latinoamericana
Del 18 al 26 de mayo se celebró
el Congreso Constituyente de la Confederación Sindical Latinoamericana, en
Montevideo, Uruguay. Por la csum asistieron David Alfaro Siqueiros, Elías
Barrios y Samuel Rodríguez Cerrilla.
Allí se aprobó la resolución
que decía:
1º Expresar a nombre de todas
las organizaciones obreras y campesinas del continente, aquí representadas, su
más enérgica protesta ante el vandálico asesinato de los abnegados militantes
obreros y campesinos Guadalupe Rodríguez y Salvador Gómez.
2º
Hacer llegar a los obreros y campesinos de Méjico la más ardiente ex-presión de
solidaridad de todos los trabajadores de América en la dura lucha que sostienen
hoy en defensa de los derechos que conquistaron a costa de mucha sangre, en
años anteriores, y que hoy pretenden quitarles el gobierno Calles-Portes Gil
vergonzosa y definitivamente entregado al imperialismo, a los Morrow, Hoover y
demás personeros de Wall Street y la Standard Oil.[11]
En el
Consejo General de la csla, por México fueron elegidos David Alfaro Siqueiros y
Valentín Campa. De esta suerte, Campa fue promovido a un órgano de dirección
internacional.
No obstante la represión
violenta de los “caudillos revolucionarios”, el pcm y la csum dirigieron
huelgas obreras e intervinieron en otras, participaron en acciones pacíficas y
violentas del campesinado, en manifestaciones de desocupados, en jornadas
contra la guerra y el fascismo, en defensa de la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas y en actos de solidaridad con Nicaragua, la Revolución
china y de los trabajadores negros de Scottsboro (EU).
El
Partido Comunista consiguió sacar con regularidad El Machete, su
órgano central, a la vez que distribuía los materiales y publicaciones
oficiales de la Internacional Comunista, la Confederación Sindical
Latinoamericana, el Socorro Rojo Internacional y la Internacional Sindical
Roja.
Por
un rumbo sectario y ultraizquierdista
Como
consecuencia de las concepciones ultraizquierdistas de la Internacional
Comunista durante el tercer
período, la represión de los gobiernos del maximato y las
dificultades para concretar el frente único con los cromianos y cegetistas, el
pcm adoptó una orientación sectaria y ultraizquierdista. Dicha línea se aprobó
en el pleno de julio de 1929 del cc del pcm. Dicha reunión resolvió
En México, el paso de la
burguesía y pequeña burguesía al lado del imperialismo, lejos de alejar las contradicciones
capitalistas, las acentúa. Se abren ahora para el movimiento revolucionario de
los obreros y campesinos, las grandes perspectivas de la lucha por el poder.
Hoy día en México la lucha contra el capitalismo, aun el llamado nacional, es
la lucha contra el imperialismo, es la lucha por el socialismo, ligado con la
lucha con el latifundismo en el campo.
La
pequeña burguesía y la burguesía han perdido todo carácter antimperialista...[12]
...hoy
día la burguesía y pequeña burguesía mexicana, toma un carácter francamente
fascista; ejecuta de una manera sistemática matanzas, desarmes de campesinos,
persecuciones contra el pc, contra la csum, contra el bocn, destruye la prensa
revolucionaria, legisla en materia de trabajo suprimiendo el derecho de huelga,
haciendo el arbitraje obligatorio y proclamando la paz industrial como
condición indispensable de la “reconstrucción nacional” y del “restablecimiento
del crédito en el exterior”, suprimiendo el parlamentarismo burgués-democrático
y haciendo propaganda en favor de la “democracia funcional” es decir del
“sistema corporativo” a lo Mussolini.[13]
La
revolución pequeño-burguesa y democrática de 1910, ya agotada, no ha resuelto
ninguno de los problemas que les presentaran las masas trabajadoras que en ella
tomaron parte, y ha terminado convirtiéndose en contrarrevolución. Esta
transformación trae detrás una nueva revolución, un nuevo y grandioso
movimiento revolucionario de las masas obreras y campesinas. La inminencia de
esta nueva revolución se deduce de la falta de solución a estos graves
problemas: la liberación del país del yugo imperialista, la cuestión agraria y
el problema obrero.[14]
Acerca de la nueva revolución,
se sostuvo:
...Desde
el punto de vista de su significación, será una parte de la revolución
proletaria mundial, de la revolución obrera y campesina latinoamericana, una
revolución antimperialista, que será en sus principios, en el campo, una
revolución pequeño-burguesa democrática para derrocar al latifundismo, y en las
ciudades una revolución socialista. Su fuerza motriz serán los obreros, los
peones, los arrendatarios esclavizados y los ejidatarios pobres, los campesinos
sin tierra, las masas empobrecidas que se levantarán contra el imperialismo,
contra la burguesía, contra el reformismo y el anarcosindicalismo... En la
revolución que se aproxima tendrán la hegemonía el proletariado y su
organización política dirigen-te, el Partido Comunista. La finalidad de esta
revolución será el establecimiento de un gobierno obrero y campesino, basado en
los soviets de obreros y campesinos...[15]
La
Convención Pro Ley del TrabajoFuente: Pacarina del Sur - http://www.pacarinadelsur.com/home/figuras-e-ideas/76-valentin-campa-salazar-dirigente-obrero-en-tiempos-de-la-internacional-comunista?
- Prohibida su reproducción sin citar el origen.
En agosto de 1929 tuvo lugar la Convención Pro Ley del Trabajo en el
Centro Cívico “Álvaro Obregón”, por convocatoria de la Alianza de Uniones y
Sindicatos de Artes Gráficas. La mayoría era desfavorable al proyecto
gubernamental. Participaron la Alianza de Obreros y Empleados de la Compañía de
Tranvías de México, la crom, la csum, la ctc, la Federación Nacional de
Maestros y otras organizaciones. A nombre de la csum, David Alfaro Siqueiros
expresó en forma sectaria:
El proyecto de Código... presentado a
las cámaras, ha sido en esencia el mismo proyecto de Código fascista que fue
presentado, sin careta, a la Convención Obrero-Patronal, únicamente que en este
último se trata de ocultar mañosamente su verdadero contenido, mediante cambios
y enredos de redacción, de fraseología y ordenamiento de capítulos y de
artículos.[16]
La Directiva de la Convención quedó a cargo de Mario Rojas Avendaño como
presidente y de Siqueiros como uno de sus secretarios.
Para la Cuarta Comisión: Huelgas y paros, fue elegido Valentín S. Campa,
y también fueron promovidos otros miembros destacados de la csum.
Desafortunadamente, las posiciones sectarias y ultraizquierdistas de la
Sindical Unitaria en lugar de impulsar la unidad de acción, atrajeron la
enemistad de las demás organizaciones sindicales.
Pese a las deformaciones sectarias,
Valentín Campa contribuyó con todas sus fuerzas y capacidad en las actividades
de su partido y el movimiento obrero. Por ello fue detenido varias veces
durante el régimen del maximato. En la
prisión sostuvo algunas huelgas de hambre.
Rompimiento de relaciones México-urss
El 23 de enero de 1930, el gobierno mexicano rompió relaciones con la
urss, lo que vino a dificultar mayormente las actividades de los comunistas. En
el documento que explicaba las razones de la medida, se afirmaba:
El gobierno de México ha estado recibiendo informes sobre
manifestaciones comunistas realizadas ante nuestras embajadas en algunas
capitales del continente americano, a pretexto de protestar por las medidas que
aquí se han venido tomando contra algunos extranjeros que se mezclaban en
nuestros asuntos interiores y pretendían subvertir la tranquilidad pública.
El gobierno de México sabe
perfectamente que esta propaganda contra las instituciones y la revolución
nacional ha sido preparada y dirigida desde Rusia. Sabe también que los grupos
comunistas rusos no obran ni pueden obrar independientemente, porque cualquier
organización pública de aquel país está sujeta al gobierno soviet (sic).[17]
Del 15 al 30 de agosto de 1930, se verificó el v Congreso de la
Internacional Sindical Roja, en Moscú. Después, del 7 al 11 de septiembre se
celebraría la Conferencia Sindical Latinoamericana. Por la csum intervinieron
cinco delegados, entre ellos vc. Las concepciones sectarias y
ultraizquierdistas continuaron en vigor.
En un documento del congreso, se señalaba:
El movimiento sindical revolucionario
en marcha, ha expulsado a la copa de algunos países, los cuales, hasta
entonces, habían sido las bases de esta organización en América Latina
(Guatemala, Salvador, Panamá, Nicaragua). Los sindicatos revolucionarios han
luchado con éxito, contra los anarquistas, contra los anarco-sindicalistas y
contra los reformistas (Uruguay, Brasil). Sólo en Argentina y en Méjico las
fuerzas sindicales revolucionarias no son aún suficientes, para llevar tras de
sí, a la mayor parte del proletariado organizado de esos países...[18]
Al regresar a México, después de informar a algunos sindicatos de las
resoluciones de la reunión, Valentín fue detenido varios meses y se le dejó
libre con la condición de reunir luego el pasaje para salir en un barco anclado
en Veracruz con ruta a Montevideo, Uruguay, amenazado de muerte si no se
presentaba antes de 24 horas. Los compañeros escondieron a Campa y éste no
aceptó la expulsión del país.
En medio de ese proceso de despidos, huelgas, manifestaciones,
conflictos intergremiales y mítines de la clase obrera, invasiones de tierras y
levantamientos campesinos, combinación de las formas legales e ilegales del
quehacer partidario, labor política en el ejército, participación en elecciones
y trabajo intenso de propaganda y agitación, el pcm se fue perfilando como un
centro de la oposición revolucionaria y una posible dirección de los sectores
avanzados de la clase obrera, si hacía cambios importantes en sus lineamientos
tácticos y estratégicos.
La huelga en la asarco
En mayo y junio de 1932, en plena
crisis económica y con un sindicalismo disperso y dividido, ocurrió en
Monterrey uno de los movimientos más importantes del maximato: la huelga del Sindicato de Obreros
Productores de la American Smelting and Refining Company,
afiliado a la csum. La huelga, por la empresa que se paraba, por el lugar en
que se desarrollaba y por su dirección, en el movimiento obrero local señaló un
momento decisivo: el de la lucha por reestructurar sobres bases nuevas la
organización sindical.
El conflicto se inició porque la poderosa empresa imperialista, con el
pretexto de la crisis cíclica, pedía reajustar salarios, a lo que accedió el
gobierno del estado de Nuevo León. La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje
autorizó a la compañía parar diez días de cada mes sin pago de salarios a sus
trabajadores. El descontento de los obreros fue mayúsculo: el 24 de mayo a las
7 de la mañana paralizaron el centro de trabajo.
Al aprovechar los errores cometidos por la dirigencia sindical, la
patronal pudo instrumentar una política antiobrera que, globalmente, le reportó
resultados favorables. El amasiato gobierno-monopolio yanqui quedó al desnudo:
líderes y obreros de base del sindicato fueron encarcelados por las autoridades
de Monterrey, siendo liberados hasta el 21 de junio.
El Sindicato de Obreros Productores
de la American Smelting and Refining Co. orientó su
lucha en contra del fallo de la jfca que permitió que la empresa trasnacional
trabajara 20 días y parara 10 al mes. El programa del movimiento se resumía en
estos puntos: 7 horas y media para el segundo turno, 7 en el tercero, servicio
médico farmacéutico a trabajadores y familiares, no pago de renta e
indemnización a los reajustados de 1930. Por lo transcrito del pliego
petitorio, salta a la vista que los obreros no pedían nada exagerado o fuera de
las posibilidades de la compañía.
Sin embargo, los huelguistas fueron reprimidos el mismo 24 por la tarde.
Cayeron varios heridos, entre ellos José Prado, Alvino Reyes y Francisco Pérez;
entre los secuestrados se hallaban Salvador Rodríguez, Antonio Ovalle,
Florencio M. Hernández y Adelaido Fuentes León.
La acción represiva estuvo encabezada por el coronel Cejudo, inspector
general de policía. y el general Clemente Garay, jefe de la guarnición, a las
órdenes del general Juan Andrew Almazán. La represión, pues, era dirigida y
realizada por miembros del ejército y la policía.
Valentín Campa, que actuaba bajo el seudónimo de Esteban Franco, fue
deportado de Nuevo León, su estado natal.
Según Valentín Campa:
En México tuvimos una reunión,
examinamos la huelga, la forma de reorganizar las fuerzas e impulsar la
solidaridad, no sólo en Monterrey, sino en todo el país y por lo pronto yo me
regresaba a Monterrey en camión, cosa que hice luego y al día siguiente me
encontraba ya en esa ciudad. Procuraba actuar en forma lo más hábil posible,
pero con la mayor intensidad. Sin embargo, la huelga fue derrotada. Hubo muchos
actos encomiables de solidaridad, pero también líderes gobiernistas que
traicionaron.[19]
De hecho, el 5 de junio Monterrey era
una ciudad en estado de sitio. El Machete, informó
el 30 de junio que la huelga había sido rota. Los obreros fueron derrotados y
la canaco y El Porvenir saludaron la
represión. La paz volvía a reinar en la capital neoleonesa.
En la derrota de la huelga de la
asarco, influyeron de manera negativa las concepciones izquierdistas y
sectarias del tercer período de la ic, ya
que el pcm llamaba a violar en masa la Ley Federal del Trabajo, lo cual
facilitaba, en cierta medida, la represión del Estado, los patrones y los
dirigentes corruptos de las agrupaciones gremiales.[20]
Para principios de enero de 1933, subsistían aún las concepciones
sectarias y ultraizquierdistas del Partido Comunista. En el pleno del cc del
pcm, de enero de ese año, se adoptó como resolución:
...Un rol particularmente peligroso
juegan los demagogos “izquierdistas” del reformismo, entre quienes se destaca
Lombardo Toledano (declaraciones sobre el “fracaso del capitalismo” y sobre la
“lucha por el socialismo”, llamamiento a la izquierda, lucha contra Morones,
etc.)[21]
...En muchos lugares hemos tolerado a
elementos pasivos, cobardes, saboteadores sistemáticos de toda actividad
revolucionaria, momias políticas, miembros podridos que no sólo frenan el
movimiento, sino que inyectan su pasividad y cobardía en la masa del partido.
Toleramos por largo tiempo incluso, a traidores como Roberto Celis.[22]
...Es necesario reforzar la lucha
contra las juntas, por la violación en masa de la Ley del Trabajo, por la lucha
directa de los obreros contra los patrones.[23]
Empero, las cosas comenzaron a cambiar. Convocada por la csum, en abril
se celebró la Conferencia Nacional de Frente Único, con la asistencia del
Sindicato de Petroleros de “La Imperial”, el Frente Único de Camioneros del df,
el Sindicato de Panaderos de Tampico y Ciudad Madero, el Sindicato Mexicano de
Electricistas (división Tampico), el Sindicato de Obreros y Campesinos de Nueva
Italia (Michoacán), el Sindicato Autónomo de Panaderos de Puebla, el Sindicato
Rojo de Trabajadores de la Línea Tacuba (df), el stfrm (Sección de Puebla y
Sucursal número 36 de la Unión de Mecánicos), el Sindicato de Yeseros de Santa
Julia (df) y el Sindicato de Maestros de Jalapa, todos ellos organismos no
unitarios. De la csum participan la fot, la Cámara del Trabajo Unitaria de
Monterrey, el Sindicato de Zapateros de México (df), el Sindicato de Molineros
de Ciudad Madero, el Sindicato del Vestido del df y el Sindicato de la
Fundición Número 2 de Monterrey. El 2 fue agredida por la policía. Se tomaron
acuerdos que impulsaron la organización obrera.
En el proceso de recomposición sindical, de reagrupamiento de fuerzas y
de lucha por la unidad sindical, Campa desempeñó un rol fundamental. El 9 de
mayo, E. Franco, seudónimo de Valentín, se dirigió al Presidente de la
República en nombre del cne de la csum:
El Departamento Central del Distrito Federal, concedió permiso al Comité
de Frente Único de Lucha Pro-Primero de Mayo para celebrar una manifestación
popular con motivo del “Día del Trabajo”.
A pesar de esto, ese mismo día desde
temprana hora, fuertes contingentes de la policía impidieron por medio de la
fuerza armada que dicha manifestación se organizara en el lugar indicado. Los
grupos de trabajadores que trataron de concentrarse fueron violentamente
disueltos y continuamente molestados por los agentes de la policía...[24]
Para principios de 1934, el panorama del movimiento sindical era muy
diferente a los años anteriores, lo que explica el llamamiento de la csum:
El momento nos es favorable. Entramos en un nuevo impulso de las luchas
motivado por el gran descontento existente y la combatividad acumulada en el
seno del proletariado. La lucha de facciones agudizada con la campaña
presidencial, nos obliga a interesar a las masas para la lucha independiente
por sus intereses, impidiendo que sólo sirvan de porras electorales de los
explotadores. Las pugnas entre éstos, a la vez nos presentan una coyuntura que
hasta cierto grado, al debilitar sus fuerzas, nos facilita un tanto empujar con
fuerza las luchas de los trabajadores y el reforzamiento de las organizaciones
revolucionarias.
Nuestra gran debilidad debe ser vencida, hay que poner en movimiento a
todas nuestras fuerzas. El ataque enérgico contra la irresponsabilidad y la
informalidad en todos los órdenes, debe emprenderse sin vacilación. Todos los
organismos de dirección, desde este Comité Nacional, hasta los de base, deberán
ser motores propulsores de la campaña, haciendo cambios profundos en su
composición y en sus formas de trabajo, aumentando sensiblemente el ritmo de su
actividad.
Cada organismo, cuanto antes debe precisar, en qué forma va a responder
a este llamamiento, señalándose las tareas concretas que se compromete a
realizar en el curso de la campaña. La suma de las tareas fijadas por nuestros
organismos de base, serán los objetivos de la csum en su conjunto, y sobre los
cuales este Comité Nacional tendrá un estrecho control para exigir su estricto
cumplimiento.
Doblar el número de miembros.
Pagar Lucha Proletaria y que salga quincenalmente para
el 1º de Mayo, cotizar regularmente. Consolidar todos nuestros organismos.
Ganar las organizaciones no unitarias en las que actúan grupos de oposición
sindical revolucionaria. Movilizar combativamente sobre la base del frente
único no menos de cuarenta mil trabajadores el 1º de Mayo. He ahí los puntos
generales de la campaña que cada organismo y que cada unitario debe grabarse.[25]
Al concluir el maximato, grupos de la clase obrera y el pueblo
mexicanos veían en el pcm, a pesar de sus desviaciones sectarias y
ultraizquierdistas, a una aguerrida vanguardia revolucionaria. Valentín Campa
fue candidato a gobernador de Nuevo León, por el boycn. La candidatura de Lázaro
Cárdenas fue combatida por el Partido Comunista y fue lanzado como candidato
del Bloque Obrero y Campesino Nacional Hernán Laborde, secretario general del
Comité Central del pcm.
Durante el sexenio cardenista México entró a un periodo clave de su historia.
El movimiento obrero, ya con los ferrocarrileros y minero-metalúrgicos
centralizados en poderosos sindicatos nacionales de industria, comenzó a
ejercer un gran peso. La crom y la Confederación General de Trabajadores
entraron en una crisis irreversible. Surgieron nuevas organizaciones sindicales
unitarias. El movimiento campesino tendía a confluir con la clase obrera y la
familia “revolucionaria” sufrió fisuras profundas.
El Comité Nacional de Defensa
Proletaria
La crisis de junio de 1935, como se
conoce en la historiografía contemporánea de México al enfrentamiento entre
Plutarco Elías Calles y el presidente Lázaro Cárdenas, representó uno de los
momentos cruciales de la historia posrevolucionaria mexicana si no es que el
más importante después de las asonadas de De la Huerta, de Serrano-Gómez y de
Escobar. Con ella terminó la etapa del maximato y se
inició, en lo fundamental, el período de reformas
estructurales.
La lucha de clases se recrudecía. Las
fuerzas tendían a polarizarse, y en el interior del gobierno se produjo un
choque de posiciones. El 12 de junio aparecieron en El Nacional, Excélsior y
otros diarios las declaraciones de Plutarco Elías Calles hechas a Ezequiel
Padilla:
Hace seis meses que la nación está
sacudida por huelgas constantes, muchas de ellas enteramente injustificadas.
Las organizaciones obreras están ofreciendo en numerosos casos, ejemplos de
ingratitud. Las huelgas dañan mucho menos al capital que al gobierno, porque le
cierran las fuentes de la prosperidad... Sé de lo que son capaces y puedo
afirmar que en estas agitaciones hay apetitos despiertos, muy peligrosos en
gentes y en organizaciones impreparadas. Están provocando y jugando con la vida
económica del país...[26]
De acuerdo con Valentín Campa:
En la mañana del 12 de junio en que aparecieron las declaraciones, nos
reuníamos secretamente Lombardo, Hernán Laborde y yo en el automóvil del
primero. Coincidíamos en la gravedad y el alcance de las declaraciones de
Calles y en la urgencia de reaccionar con rapidez y energía. Acordamos que el
camarada Miguel Velasco y yo habláramos con el ingeniero Breña Alvírez, secretario
general del Sindicato Mexicano de Electricistas, quien había manifestado
estimación para los dirigentes de la Sindical Unitaria, con la proposición de
que convocara, con carácter de urgente, a todas las organizaciones sociales del
país, con excepción de la crom de Morones y de la cgt, definidas como callistas
y reaccionarias. Por su parte, el compañero Lombardo convocaría de inmediato al
comité de la Confederación General de Obreros y Campesinos (cgocm) y confiaba
en que se aprobaría la orientación formulada ahí...
Hablamos con Breña Alvírez..., y
rápido llegamos a conclusiones con-cretas: el sme convocaría con carácter de
urgente a todas las organizaciones para analizar las declaraciones de Calles y
las medidas a realizar ante ellas...[27]
Por su parte, un dirigente
electricista informaba que durante ese día, Francisco Breña Alvírez y Manuel
Paulín Ortiz a nombre del sme, convocaron a los secretarios generales de las
organizaciones de trabajadores a una asamblea que se celebraría, en el local
del sme sito en la calle de Colombia, número 9, para discutir la respuesta de
los trabajadores a la indudable agresión a sus intereses fundamentales,
contenida en la declaración callista.[28]
En efecto, la cgocm, la csum, el sme,
el stfrm, el sitmmsrm, el Sindicato Nacional de Telefonistas y otras
organizaciones obreras le respondieron al jefe máximo:
El movimiento obrero y campesino
organizado de México, atento al momento histórico que vive, declara que se
opondrá a toda transgresión de sus derechos, utilizando en el momento preciso,
la huelga general en todo el país como único medio de defensa contra la posible
implantación de un régimen fascista en México. Y ante la amenaza de ver
lesionados sus intereses, declara su firme propósito de mantener la unidad de
clase.[29]
Cárdenas se dirigió a la nación, el 13 de junio, ante la amenaza
callista. Gracias a la decisión presidencial y al apoyo obrero y popular, la
crisis se resolvería a favor del progreso: la intentona reaccionaria fracasaría
a final de cuentas. Se adoptaron medidas que, a la larga, conducirían a la
depuración de las filas del aparato estatal: desafuero de diputados y
senadores, destitución de jefes de operaciones militares, desaparición de
poderes locales callistas y promoción de cuadros afines al general Cárdenas.
En algunos lugares, cabe resaltarlo,
el movimiento obrero respondió con tanta rapidez como en el df en contra de las
amenazas callistas. Por ejemplo, la Federación Regional de Obreros y Campesinos
de Puebla planteó en un remitido que las declaraciones de Calles eran una condena
para movimientos de huelga ajustados a la ley, y que representaban una amenaza
para establecer un régimen fascista.[30]
El movimiento obrero dio un paso decisivo al constituir, el 15 de junio,
el Comité Nacional de Defensa Proletaria, en el cual Valentín Campa, Miguel A.
Velasco, Agustín Guzmán y Hernán Escalante jugaron un papel decisivo. En la
base quinta de su pacto de solidaridad establecía:
Las agrupaciones se obligan a que, en
el momento mismo en que aparezcan en el país manifestaciones de carácter
fascista o de cualquier otra índole, que pongan en peligro la vida de las
agrupaciones obreras o campesinas de la República, o los derechos fundamentales
de la clase trabajadora, tales como: derecho de huelga, derecho de libre
asociación, derecho de libre expresión del pensamiento revolucionario, derecho
de manifestación pública o que el Estado tolere o fomente organizaciones con
propósito o tendencia abiertamente contrarios a tales derechos, irán a la
huelga general, cuando lo determine el Comité Nacional, para oponerse a la
implantación de una tiranía de esta naturaleza.[31]
No todas las fuerzas sociales y
políticas estaban por el apoyo al Presidente de la República. El 16 de junio,
el pcm manifestó que al rechazar con energía las agresiones de Calles y de
cualquiera otro representativo de las clases opresoras, el proletariado no tenía por qué apoyar a Cárdenas; que
éste debía mantener su independencia de clase y luchar por los intereses del
pueblo, confiar exclusivamente en sus propias fuerzas y en las de sus aliados,
los campesinos y trabajadores en general.[32]
Con las ideas del documento del pcm, quedan en claro: la intención del
Partido Comunista de mantener la independencia ideológica, política y orgánica
del movimiento obrero, la desconfianza frente a la corriente nacional-revolucionaria
y la pretensión de avanzar hacia objetivos superiores de la acción obrera,
popular y antimperialista.
Fortalecimiento de la Sindical Unitaria
La constitución del cndp, que
representó --desde junio de 1935 hasta febrero de 1936-- una gran experiencia
unitaria de los trabajadores asalariados de México; la política de unidad de
los comunistas, que a partir del vii Congreso de la Komintern (julio-agosto del
35) se pronunciaron por el apoyo crítico al gobierno de Lázaro Cárdenas; la
extraordinaria actividad social y política de los obreros, empleados y
campesinos; la aspiración a la central única de miles y miles de trabajadores;
la derrota del callismo, y el desarrollo y fortalecimiento de la política
de reformas estructurales del gobierno nacional-revolucionario,
hicieron que la csum incrementara sus filas y ejerciera una mayor influencia
sobre los acontecimientos en el último semestre de 1935 y en el primer bimestre
de 1936. El cuadro que dirigió ese ascenso de la Sindical Unitaria fue, sin duda,
Valentín Campa.
El ambiente laboral y sindical era muy movido. Estallaban paros y
huelgas, se formaban nuevos sindicatos, federaciones y centrales, se separaban
nuevas agrupaciones de la crom, surgían comités estatales y regionales de
defensa proletaria, nacían frentes únicos en diversas partes, se fortalecían
los sindicatos nacionales de industria de minero-metalúrgicos, de petroleros y
de ferrocarrileros, se ponía en pie el sindicalismo magisterial de masas, y la
lucha antifascista crecía y abarcaba a nuevos grupos y sectores.
En esa coyuntura, el temario
elaborado y aprobado en mayo para la iii Asamblea Nacional de la csum, a
celebrarse en agosto de 1935, quedó rezagado y hubo necesidad de aplazar la
reunión el 17 de junio. Posteriormente, el 20 de agosto se dio a conocer que el
Comité Nacional Ejecutivo de la Sindical Unitaria, había acordado aplazar su
iii Asamblea Nacional, debido ante todo a que dicha iii Asamblea debía ser
ampliamente preparada en la base de las organizaciones sindicales.[33]
El Machete informó el 5
de octubre que se había constituido la Federación Sindical Unitaria de Jalisco,
con textiles, zapateros, trabajadores del cartón y otros. Se adhirió a la csum
la Federación de Obreros y Campesinos de la Región Lagunera, que agrupaba a
metalúrgicos, textiles, jaboneros, 18 sindicatos de obreros agrícolas y otros.
En Ciudad Juárez, Chihuahua, se formó la Cámara del Trabajo Unitaria.
El Machete informó,
asimismo, que estaba a punto de formarse la Federación Sindical Unitaria de
Veracruz y una Cámara del Trabajo Unitaria de Cuernavaca, a la vez que hacía
constar que la csum, no obstante que en múltiples ocasiones era consultada por
sindicatos pertenecientes a otras centrales y dirigía de hecho sus movimientos,
nunca había violado el pacto de Frente Único arrebatando un solo obrero a las
organizaciones pactantes, sino procurando su reforzamiento y la defensa real de
sus agremiados.[34]
El trato adecuado y justo con las
dirigencias sindicales ganó un amplio espacio. El sectarismo y la prepotencia
eran eliminados progresivamente. Para terminar con la desconfianza entre las
organizaciones pactantes del cndp, la csum acordó disolver la osr de
Ferrocarrileros.[35]
En octubre se integró la planilla del
Comité Nacional de Propaganda para elegir Comité Ejecutivo General del stfrm,
encabezada por el líder comunista Tomás Cueva. Esta fórmula desarrolló una
intensa campaña en gran parte del sistema ferroviario; pero al final ganó
la plancha de Juan Gutiérrez, aunque la planilla de
Cueva alcanzó una alta votación.
La clase obrera mexicana desarrolló una gran iniciativa. El cndp
organizó un paro nacional en solidaridad con el pueblo de Abisinia (Etiopía),
agredido por las tropas de Benito Mussolini. Las bandas de los “dorados” fueron
rechazadas a balazos y embestidas de coche en el Zócalo por los militantes del
pcm y los taxistas. Con la organización y la lucha de los trabajadores y las
masas populares, el callismo fue derrotado.
En ese mismo mes, el Sindicato Unitario firmó cct en Fundición Helguera
Hermanos, en la capital federal, y la Liga de Patrones, Motoristas, Marineros y
Similares de Puerto México (csum) logró el 90 por ciento de sus demandas a la
Wimbergen Banana Co.
El Sindicato Unitario de Metalúrgicos estalló la huelga en noviembre en
contra de la empresa Productos Nacionales de Acero, sita en Doctor Liceaga 92
del Distrito Federal.
En contra de la Peñoles estalló el 8
de ese mes la huelga del Sindicato Progresista de Obreros Metalúrgicos de
Torreón, que era apoyado por el movimiento obrero local. La solidaridad se
desarrolló en muchos lugares. Uno de los delegados de los huelguistas en
México, era Dionisio Encina, que en entrevista de El Machete llamó a constituir secciones del
sitmmsrm en Torreón y Monterrey. Los huelguistas triunfaron.
Por esas fechas, el Sindicato Unitario de peones de la finca de café San
Vicente del alemán Walter Khale, a 32 kilómetros de Tapachula, Chiapas, impuso
aumento de salarios.
En Torreón estalló la huelga de los obreros de La Fe, que sólo terminó
después de 36 días. La csum realizó importantes actos en Torreón y otras
ciudades. Por cierto, el 13 de enero de 1936 hubo un tumulto obrero por la
detención de Arturo Orona en el barrio de La Fe, en la ciudad lagunera.
El secretario sindical del pcm, Valentín Campa, planteó en una circular
que la Convención Nacional de la csum debería ser el 19 y 20 de febrero de
1936, dados los cambios que se habían producido en el seno del movimiento
obrero.
En las elecciones del 26 al 28 de diciembre para renovar Comité Central
y comités de Ajuste de los cuatro departamentos de la aoectm, ganó el Ala
Izquierda, que encabezaba Nazario Vázquez.
El Sindicato de Trabajadores de la Compañía Perforadora de Pozos de
Aguas Potables, en enero de 1936 se adhirió a la ctudf, y los obreros de las
fábricas de cartón Boxo (“El Fausto”), Strugo y otras formaron el Sindicato de
Trabajadores de la Industria del Cartón (csum).
La convocatoria a la Convención de la csum fue publicada el 22 de enero
de 1936, como lo había establecido Campa, bajo el siguiente Orden del Día:
1º Nombramiento de la Comisión de
Credenciales y aprobación de éstas.
2º Designación del presídium de la
convención.
3º Informe del Comité Nacional
Ejecutivo y discusión del mismo. Ponente compañero Valentín S.
Campa.
4º La unificación y el Frente
Único del proletariado. Ponente compañero Miguel A. Velasco.
5º Asuntos generales.
6º Clausura de la convención.[36]
El Sindicato Industrial de Trabajadores de Artes Gráficas se constituyó
el 16 de febrero, con el comunista Rosendo Gómez Lorenzo como secretario de
Organización y Propaganda.
A principios de 1936 estalló una huelga en la Vidriera Monterrey, por lo
que se escenificó un enfrentamiento de grandes proporciones entre los
empresarios neoleoneses y la clase obrera. Valentín Campa y Agustín Guzmán,
líder de los minero-metalúrgicos, con la representación del cndp, cooperaron
para contrarrestar la ofensiva patronal encabezada por los grandes capitalistas
regiomontanos. Cárdenas leyó sus famosos 14 puntos.
La fundación de la ctm
Del 21 al 24 de febrero de 1936 desarrolló sus trabajos el Congreso
Nacional de Unificación Proletaria que dio origen a la Confederación de
Trabajadores de México. Francisco Breña Alvírez presentó el informe sobre la
labor del cndp, que fue aprobado entre aplausos y aclamaciones, y Vicente
Lombardo Toledano presentó una ponencia acerca de la situación del proletariado
en México.
Entre los puntos resolutivos
aprobados quedaron: dirigir una excitativa a todas las organizaciones
sindicales del continente americano, para procurar el entendimiento y la
unificación de todo el proletariado de América, especialmente del proletariado
de los países de origen latino, y dirigir una exhortación a la Federación
Sindical Internacional y a la Internacional Sindical Roja, para buscar un
acercamiento entre las principales fuerzas sindicales existentes a la sazón.[37]
En la elección del Comité Nacional de la ctm salieron a relucir algunos
problemas. Para la Secretaría General se lanzaron dos candidaturas: la de
Vicente Lombardo Toledano y la de Alfredo Navarrete, que por abrumadora mayoría
triunfó la del primero. Para la Secretaría de Trabajo y Conflictos se propuso a
Juan Gutiérrez, del stfrm, y a Agustín Guzmán, del sitmmsrm, que por absoluta
mayoría resultó elegido el líder ferrocarrilero.
Para la Secretaría de Organización, Propaganda y Acuerdos se presentaron
los siguientes candidatos: Fidel Velázquez, de la cgocm; Gustavo Ortiz Hernán,
del sitag; Miguel A. Velasco, de la csum, y Francisco Breña Alvírez, del sme.
Se retiraron Breña Alvírez y Ortiz Hernán, por lo que sólo quedaron Velázquez y
Velasco.
Breña Alvírez declaró que el sme apoyaba la candidatura de Miguel A.
Velasco. Fernando Amilpa manifestó que la cgocm sostenía la de Fidel Velázquez.
Pardo, a nombre del stfrm, declaró que éste apoyaba a Miguel A. Velasco,
haciendo notar que, puesto que la cgocm ya tenía la Secretaría General, era
justo que las otras secretarías se repartieran entre las demás organizaciones.
Carlos Samaniego G., en representación del sitmmsrm, votó por el mismo
candidato. En igual sentido se pronunciaron Navarrete, de la cntrm, el stprm,
la aoectm, la Confederación Nacional de Trabajadores de la Enseñanza, y Ortiz
Hernán, del sitag.
El presidente declaró que, en concepto de la mesa, la mayoría estaba por
Velasco, lo que produjo un enorme escándalo en las galerías de la izquierda, en
vista de lo cual la presidencia pidió que un miembro de la cgocm llamara al
orden a los miembros de esa central. Jiménez Acevedo exhortó a sus compañeros a
que guardaran el orden y se disciplinaran a la opinión expresada por la mesa.
Estalló un gran griterío de los velazquistas. Juan Téllez sostuvo que deberían
ser respetuosos de lo que dijo Lombardo Toledano, de que la unificación del
proletariado debía estar por encima de todo y tomar en cuenta que este
compañero ya figuraba en la Secretaría General.
Chumacero exhortó a los elementos de la cgocm a que no se retiraran de
las deliberaciones, pero agregó que no podían admitir que el cndp se convirtiera
en gran elector, ya que no se podían comparar los sindicatos con la cgocm; que
los opositores de la candidatura de Velázquez tenían vivo interés en sacar esa
secretaría para fines muy discutibles.
Valentín S. Campa planteó que la csum retiraba la candidatura de
Velasco, lo que produjo un gran desorden. El orador hizo notar el triste
espectáculo que se estaba dando.
Breña Alvírez señaló que la
candidatura de Velasco no era de la Unitaria y que, en consecuencia, ésta no
tenía derecho a retirarla, posición que recibió muchos aplausos, y que el sme
reiteraba su apoyo al compañero Miguel A. Velasco.[38]
Se pasó a elegir otras carteras.
Luego, las actas cetemistas informan:
Se pasa nuevamente a tratar el asunto de las dos secretarías pendientes
y el compañero Valentín S. Campa exhorta nuevamente a los delegados a que obren
con la mayor prudencia, anunciando que tanto la cgocm como la Sindical Unitaria
están de acuerdo en que el compañero Miguel A. Velasco sea propuesto para la
Secretaría de Educación (Gritos de ¡No! ¡No!) y el compañero Fidel Velázquez
para la Secretaría de Organización y Propaganda (nuevas protestas, ¡No! ¡No!).
El presidente vuelve a rogar a los
congresistas que obren con la mayor reflexión, procurando evitar dificultades a
la nueva central y, en medio del desorden, procede a tomar nuevamente la
votación que deberá estar de acuerdo con la forma propuesta por el compañero
Campa.[39]
El respaldo a la candidatura de
Miguel A. Velasco reflejaba el prestigio de la csum, la extensión de sus
alianzas, y, claro está, lo más importante de todo: la elevación de la
experiencia y la conciencia de los trabajadores y sus organizaciones de
resistencia, que desconfiaban ya de la costra burocrática oficialista que tenía
como asiento a la cgocm, al mismo tiempo que tendían a preservar los principios
de la democracia sindical y a promover a cuadros probados en las largas luchas
anteriores, como era el caso del Ratón Velasco.
De esta manera, al cn de la ctm fueron promovidos dos militantes
comunistas, Miguel A. Velasco, como secretario de Educación y Problemas
Culturales, y Pedro A. Morales, como secretario de Acción Campesina
(provisional hasta el momento de la celebración del Congreso Campesino). La
csum fue ya cosa del pasado. El movimiento obrero mexicano pasaba a otra etapa
de su historia.
Valentín Campa --al frente de los cuadros clasistas-- representó las
posiciones más consecuentes y combativas. Los líderes oficialistas de entonces
tuvieron que acceder a aceptar, en parte, los principios de la democracia
sindical, aun contra su voluntad.
En su primer año de vida, la ctm jugó
un rol progresista. La corriente comunista, el sme, la Alianza de Tranviarios,
los sindicatos nacionales de industria y diversas federaciones estatales y de
rama pesaban demasiado. Los precursores del charrismo no
podían hacer y deshacer a su antojo.
Sin embargo, bien pronto empezaron a manifestarse signos de corrupción y
burocratización, en especial en el grupo de Fidel Velázquez, apoyado por vlt.
En el ii Consejo Nacional, el sitmmsrm abandonó la central ante la actitud
injerencista en su seno de la camarilla fidelista.
En el iii Consejo Nacional, Lombardo y sus compadres lograron --por
mínima votación y con la oposición de Campa y los comunistas-- modificar los
Estatutos de la ctm para hacer que ésta interviniera en política electoral.
El vi Congreso Nacional del pcm
El vi congreso Nacional Ordinario del pcm, desarrolló sus labores del 21
al 28 de enero de 1937, con el presídium efectivo integrado por Elías Lafertte
(pc de Chile), Stanley Ryerson, A. Trachtenberg, James W. Ford (pceu), Hernán
Laborde, Valentín Campa y otros.
Laborde informó:
Nuestras dificultades y discrepancias
con el Comité Ejecutivo (sic) de la
Confederación de Trabajadores de México, y aun personalmente con el camarada
Lombardo Toledano, tienen su origen en el hecho de que en la dirección de la
ctm se hace sentir una fuerte presión de los elementos de derecha de la antigua
Confederación General de Obreros y Campesinos, que pretenden orientar a la
confederación en un sentido reformista; que se oponen al frente único y a la
unidad con otras organizaciones sindicales, a la consolidación de la misma ctm
mediante la fusión de las diferentes organizaciones que pertenecen a ella en
todos los estados y en el Distrito Federal; que se han opuesto y se oponen a la
participación de los sindicatos en el movimiento popular de frente único, y que
en algunos casos se orientan a la cooperación con políticos de derecha, como
Portes Gil y Cedillo, y en lo general tienden a supeditar la opinión y la
acción del proletariado a la voluntad del gobierno...[40]
Valentín Campa presentó el
informe La organización y fomento de la lucha huelguística y consolidación
de la ctm y completa unidad del proletariado, en el que indicaba:
Dentro de la ctm tenemos, claramente identificadas, las siguientes
tendencias: una abiertamente reaccionaria, representada por tipos de esta
naturaleza: los líderes de la cgt de Coahuila que acaba de fusionarse en la ctm
por medio de la Confederación de Trabajadores de Coahuila; líderes a sueldo,
mercenarios del gobierno reaccionario de Valdez Sánchez, que ayer no sólo
rompieron la huelga de los peones agrícolas, sino que públicamente se
declararon en contra de Cárdenas, por-que estaban en contra del reparto de
tierras de la Laguna. Tenemos a tipos como Valentín Narváez, el que se dice
pomposamente secretario general de una Cámara Nacional del Trabajo que
representaba a Navarrete, y que si vergüenza tuviera, que recuerde que
desapareció en el Congreso de Unidad de la ctm. Narváez es un líder a sueldo de
Cedillo; tiene ese puesto con el exclusivo propósito de defender a Cedillo ante
el movimiento obrero; todo el dinero que recibe le viene de Cedillo para hacer
manifiestos y circulares, y tipos de esta naturaleza se dicen miembros de la
ctm. Tenemos en Campeche a los líderes de la froc..., los cuales están al
servicio del gobierno derechista de Campeche para romper la huelga de los
maestros, para oponerse a la unidad de los obreros, y para aplicar una política
reaccionaria. En Jalisco tenemos líderes de la Federación Unificada, que
también están al servicio de Allende, el de no muy limpios antecedentes
políticos y casi cedillista gobernador de Jalisco.
...Pero camaradas, tenemos elementos que, sin ser del grupo a que me he
referido, tienen que ser catalogados por nosotros como líderes derechistas
dentro de la ctm. Dentro de estos líderes están algunos de la froc del Distrito
Federal, que encabezan una labor en todo el país de constante presión dentro de
la ctm para imponer sus conceptos en las luchas del proletariado, para querer
arrastrar a la ctm a posiciones derechistas que ya están suprimidas por el
movimiento obrero. Tenemos a elementos como Piña Soria que a estas alturas, en
1936, en un consejo de la ctm, ha tenido la audacia de repetir como loro las
palabras de la [crom] cuando de los comunistas se trata, diciéndonos porristas
de la Inter-nacional Roja. Tenemos a Tobón, elemento derechista que, llevado
por su afán de hacer las cosas buenas, va y las estropea, y hace una labor
francamente divisionista, ¿y de qué naturaleza, camaradas? En Ixtepec, los
líderes reaccionarios gobiernistas de la confederación, están arremetiendo
contra la Federación de Ixtepec, y Tobón que recibe un sueldo de la ctm como
Oficial Mayor, va a Ixtepec a atacar a la Federación de Ixtepec, que es el
baluarte de la ctm en ese lugar, y [a] hacerles el juego a los elementos
reaccionarios al servicio de los terratenientes y patrones de aquel lugar.
Tenemos, por otra parte, elementos conscientes entre las derechas y las
izquierdas, que tratan a toda costa de conciliar estas dos tendencias
irreconciliables, pero que desgraciadamente tienden más hacia la derecha;
tratan por fuerza de conciliarnos a nosotros, queriendo que nosotros actuemos
como quieren que actúen las derechas. Y por último tenemos lo que podríamos
catalogar como las izquierdas, o sea el conjunto de líderes y de masas de la
ctm que saben cuál fue el origen de la ctm, y conociendo sus Estatutos, se
esfuerzan por defender la integridad política y orgánica de la ctm; éstos son
los elementos honradamente de izquierda, entre los cuales tenemos el honor de
militar los comunistas.
¿Cómo se manifiesta la presión de los elementos reaccionarios y
derechistas de la ctm? Ya hablé del seguidismo hacia el gobierno en los
conflictos obreros. Quieren resolverlo todo en la Secretaría Particular de la
Presidencia, o aplicar las directivas de las antesalas presidenciales; en el
caso de la huelga eléctrica, estos propósitos pudieron ser fatales si nosotros
no hubiéramos impedido que tuvieran éxito. En la cuestión del Frente Popular,
la ctm en sus Estatutos y en su Congreso inicial fijó una línea clara, pero
esos elementos están constantemente saboteando su aplicación de esa línea, y
planteando la necesidad del frente con el pnr, con lo cual nosotros siempre
hemos estado completamente de acuerdo, y la hemos planteado antes que ellos
quisieran que se presentara esta proposición, planteando esta necesidad
práctica, desarrollando ellos una labor contraria a la política de Frente
Popular. Inclusive en Monterrey, yendo a decirle a Anacleto Guerrero que la
dirección de la ctm iba a acordar con el Comité Organizador del frente, con lo
cual esos dirigentes no le van a hacer un favor al movimiento obrero, sino un
servicio a la reacción regiomontana que está agazapada dentro del propio
gobierno del estado (aplausos).
En las cuestiones electorales, estos
elementos usan los dos fuegos: por una parte quieren hacer de los sindicatos un
conjunto, el conjunto de obreros que vaya a la campaña electoral; quieren
imponer sus formas antidemocráticas, queriendo los líderes convertirse en
grandes electores. Ciertos elementos derechistas de la ctm se esfuerzan porque
las campañas electorales aliándonos, como ya se expresó en el primer punto de
la orden del día, aun con los cedillistas, y no tienen empacho en estar
propagando la conveniencia de que vayamos al lado de los elementos que nos
están hostilizando. En Monterrey han sido los asesores de Anacleto Guerrero
para que se disolviera la Alianza Popular Electoral, precisamente cuando la
federación estaba de acuerdo en que todos los sindicatos participaran en la
alianza; pero al mismo tiempo que en el consejo los líderes de la froc en el
Distrito Federal están anuentes en la necesidad de la participación de masas de
obreros en la campaña electoral, al mismo tiempo hacen declaraciones en los
periódicos donde dicen que está absolutamente prohibido tratar las cuestiones
electorales en los sindicatos de la federación, porque la Ley del Trabajo lo
prohíbe.[41]
En Coahuila la actitud de los líderes
reaccionarios da lugar a este hecho escandaloso: se unifican los sindicatos
dentro de la ctm en la Federación de Coahuila, y nace la Federación de Coahuila
con una mancha terrible que nunca se va a quitar: nace en el momento en que hay
una huelga de maestros de la ctm, y los líderes de la Federación de Coahuila de
la ctm, acaso, de acuerdo con los Estatutos, ¿inmediatamente gritan,
inmediatamente accionan, para defender a los maestros de la ctm? No, los
líderes de Coahuila, que son empleados mercenarios al servicio de [Valdez]
inmediatamente que termina el Congreso de Unidad se ofrecen para romper la
huelga de maestros, haciendo labor divisionista entre los maestros de la ctm,
por la sencilla razón de que Valdez Sánchez dio el dinero para el Congreso de
Unidad, y por-que Valdez Sánchez tiene a sueldo a muchos de los líderes de la
federación de la ctm.[42]
Campa abundaba:
Los maestros luchan por la unidad del
magisterio; en el Consejo Nacional de la ctm se tomaron acuerdos muy prácticos
y muy concretos: hay que procurar --se decía-- que la Confederación de Maestros
de la ctm consiga que la convocatoria para el Congreso de Unidad sea firmado
por la ctm. El trabajo de los comunistas dentro de la cnm [cmm] dio lugar a que
se acaben todos los obstáculos para la unidad entre esas dos centrales, y que
esté casi completamente asegurado que la nueva central que surja de la unidad
sea de la ctm. ¿Y, qué nos encontramos? Que la cnte tiene completo éxito para
la convocatoria firmada por la ctm según lo resuelto por el consejo, y ahora
los dirigentes de la ctm, violando flagrantemente los acuerdos del consejo, se
niegan a poner las firmas de la ctm en la convocatoria para la unidad del
magisterio.[43]
...En la Laguna, en la Sindical,
teníamos el control de las organizaciones más fuertes y de más mayoría en los
sindicatos de la Laguna; los sindicatos por aclamación exigían que Encina fuera
el secretario general; el partido, por diversas circunstancias sostuvo que
Chavelo García, derechista, fuera el secretario, y recibimos hasta los insultos
porque se ponía a Chavelo de secretario, y él sabe que está allá porque los
comunistas lo pusieron...[44]
La reunión lanzó la siguiente resolución
A pesar de la prolongada lucha del
pueblo mexicano por su completa independencia económica y política el país
continúa dependiendo del imperialismo que controla las posiciones fundamentales
de la economía nacional, y el carácter predominantemente agrario y atrasado de
esta economía se expresa en fuertes remanentes semifeudales, en la gran
propiedad latifundista, la no integración de varias regiones; a falta de un
verdadero régimen democrático, la miseria, la ignorancia y el atraso del
peonaje y de la población indígena.[45]
El iv Consejo Nacional de la ctm
El iv consejo Nacional de la ctm tuvo lugar a fines de abril de 1937.
Sin respetar la democracia sindical, en él el secretario de Organización y
Propaganda del cn cetemista se arrogó el derecho de reconocer y desconocer
representaciones. Las organizaciones bajo influencia comunista, como la fmte,
las federaciones de la Laguna, Oaxaca y otras, fueron desconocidas, en tanto
que eran reconocidas agrupaciones sin ninguna representatividad. Esta situación
orilló a 23 delegaciones a abandonar la sala de sesiones del consejo y a
continuar discutiendo en el local del stfrm.
El informe del cn indicaba que el
caso de la admisión en el seno de la ctm de la fmte, que competía a la
Secretaría de Organización y Propaganda, sería expuesto ante el consejo, dada
su importancia, por la Secretaría General.[46]
La Secretaría General del Comité Nacional de la central obrera afirmaba
que en la unificación del magisterio el cn trató y discutió en numerosas
sesiones el tema y llegó al acuerdo, finalmente, de no autorizar el congreso
que había convocado el comité organizador integrado por las centrales magisteriales,
pues el cn había visto desde un principio, en el caso de la unidad de los
maestros, un caso de frente general del magisterio.
La cnte y la cmm expresaron que
tenían derecho a controlar el nuevo organismo y a preparar el congreso de
unificación de un modo exclusivo, buscando obligar a los otros sectores del
magisterio a sumarse simplemente al programa que con anticipación habían
formulado y que se empeñaron en llevar a su completo cumplimiento. El cn
propuso que se pospusiera por una semana la reunión, aceptando los preparativos
hechos por el comité organizador, siempre y cuando antes de la unificación los
representantes de los diversos sectores magisteriales convinieran los términos
de la unidad. No fue aceptada esta proposición.[47]
Las resoluciones del consejo sobre los profesores fueron tajantes: no
reconocer a la fmte, convocar a un nuevo Congreso Nacional de Unificación
Magisterial y no permitir que el pro-fesorado interviniera en problemas
extragremiales fuera de los órganos de dirección --nacionales y regionales-- de
la ctm.
Los disidentes del consejo publicaron
un texto en el que denunciaban las descaradas violaciones a los Estatutos, las
provocaciones cada vez más frecuentes y graves a los derechos e intereses de
sus representados, y los intentos de instaurar una era de tiranía y servilismo
en las organizaciones obreras y campesinas, so capa de mantener una disciplina
que en realidad no representaba sino la sumisión incondicional a las
resoluciones de determinados dirigentes, para el logro de sus fines personales.[48]
Líneas después pedían al cn que
invitara al sitmmsrm para que reingresara al seno de la ctm, y exigían que se
aceptara inmediatamente a la fmte y a las demás organizaciones que habían
solicitado y tenían derecho a ser miembros de la central obrera.[49]
En un documento elaborado por el ala discrepante, se daban los
siguientes datos: abandonaron el consejo el stfrm, la fmte, la fnte, el sme, el
Sindicato de Trabajadores de la Industria Papelera, el Sindicato Ferrocarrilero
Peninsular, la Federación de Trabajadores de Nuevo León, la Cámara del Trabajo
de Aguascalientes, la Cámara del Trabajo Unitaria del df, la Cámara del Trabajo
de la Baja California, la Cámara del Trabajo de Chiapas, la Federación de
Sindicatos Obreros de Morelos, la Federación de Agrupaciones Obreras de Colima,
la Federación de Trabajadores de Quintana Roo, la Federación de Trabajadores de
San Luis Potosí, la Federación de Trabajadores de Tamaulipas, la Federación de
Trabajadores de Oaxaca, la Federación de Trabajadores de la Región Lagunera y
el Sindicato de Empleados de Comercio, Banca, Industria y Oficinas
Particulares, con 322,570 afiliados.
Según el mismo texto, permanecieron en el consejo la Cámara
Aguascalentense del Trabajo, los sindicatos sustraídos a la federación
lagunera, froc de Campeche, Confederación de Sindicatos Obreros de Chihuahua
(municipio), froc del df, Federación Nacional de Cinematografistas, Federación
Industrial Eléctrica, Federación Industrial Azucarera, stprm, Cámara de
Trabajadores del df, froc de Durango (sin contar los sindicatos laguneros),
Federación de Trabajadores de Jalisco, froc de Nayarit, Federación de
Trabajadores de Tabasco, Federación de Trabajadores de Veracruz, Federación de
Trabajadores de Coahuila (sin contar los sindicatos de la Laguna) y Sindicato
de Trabajadores Marítimos y Fluviales, con un total de 296,345 miembros.
Las cifras manejadas por vlt, claro
está, eran otras. De acuerdo con Lombardo, permanecieron en la asamblea 3 mil
183 agrupaciones con 599,641 socios y se hallaban ausentes 12 organizaciones
con 141,360 miembros.[50]
En el mitin que los disidentes
efectuaron el 1º de Mayo en el teatro Hidalgo, Miguel A. Velasco rebatió punto
por punto las acusaciones lombardistas, y acerca del conflicto magisterial
refirió el proceso de unificación, la posición unitaria de la fmte y la
intransigencia de Fidel Velázquez y Vicente Lombardo Toledano.[51]
La política de unidad a toda
costa
el pcm hizo esfuerzos por rehacer la
unidad e impedir la división de la Confederación de Trabajadores de México. En
el documento “¡La ctm unida!”, Miguel A. Velasco, Valentín Campa y Rafael
Carrillo prometieron: “El Partido Comunista de México aportará su modesta
cooperación, para conseguir la unidad proletaria y popular. Desde luego se
compromete a no contestar ningún ataque que se lance en relación con las
dificultades de la ctm...”[52]
Mas la fracción de Lombardo y
los lobitos estaba por conservar la unidad cetemista
siempre y cuando se suprimiera la influencia decisiva de los comunistas. vlt
recurrió a los buenos oficios de Earl Browder, secretario general del pc de
Estados Unidos y miembro del Comité Ejecutivo de la Komintern, quien,
seguramente con la intención de impulsar la unidad del movimiento obrero
latinoamericano, vino a México e impuso, no sin la oposición de algunos líderes
de la Sección Mexicana como Valentín Campa, la política de unidad a toda costa.
El Comité Central del pcm efectuó un
pleno del 26 al 30 de junio, con la asistencia de Browder, en el cual se
resolvió la política de unidad a toda costa,
que significaba rehacer la unidad de la central obrera sin condiciones. El
secretario general del pc expresó en su informe:
Por eso, el Partido Comunista debe luchar con todas sus fuerzas por el
restablecimiento de la unidad de la ctm y disponerse a hacer todas las
concesiones y aceptar todos los sacrificios necesarios para conseguir la
unidad.
Éste es el sentido de nuestra palabra
de orden: “Unidad a toda costa”.[53]
...El bp se había pronunciado
oportunamente por la permanencia de todas las delegaciones en el consejo,
pasara lo que pasare, y fue impotente para convencer a las delegaciones de que
debían permanecer. El Buró Político en su conjunto es responsable de esta
debilidad. Pero debe señalarse el hecho de que la fracción comunista del
consejo no funcionaba y de que los delegados comunistas no cumplieron la
directiva del bp. Y más aún, que fue un delegado comunista el que precipitó el
desenlace declarando en una asamblea de las delegaciones descontentas que la
convención del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros había acordado retirar
su delegación. La responsabilidad recae ante todo en los miembros del Buró
Político que estaban presentes, en primer lugar el compañero Campa. Pero
comparto esa responsabilidad, porque el compañero Campa me consultó por
teléfono y me dejé convencer de que “era imposible volver al consejo”.[54]
Laborde explicó el desarrollo de las
dificultades y conflictos entre comunistas y lobitos-Lombardo en
el congreso constituyente de la ctm, en las comisiones del cn cetemista, en la
constitución de la Federación Nacional de Trabajadores del Estado, en la
formación de la fmte y en algunas federaciones estatales y regionales, en las
pugnas por la constitución del Frente Popular Mexicano y en la campaña
electoral del pnr.
Sobre la administración cardenista, el secretario general expresó:
La nacionalización de los
ferrocarriles muestra las posibilidades que existen en la política actual del
gobierno y confirma la tesis de nuestro partido de que este gobierno puede
transformarse en un gobierno nacional-revolucionario consecuente.[55]
...nosotros hablamos siempre de la
unidad de lucha, contraponiéndola a la unidad en sí misma; y de nuestras
frecuentes declaraciones podría deducirse que estábamos por la unidad
condicionalmente. No comprendíamos que la unidad de la ctm en sí misma tiene un
valor revolucionario indiscutible, desde el punto de vista nacional e
internacional, que la ctm con sólo existir unida lucha y no puede dejar de
luchar en las actuales condiciones de México y del mundo, y que en consecuencia
el Partido Comunista y sus miembros debían sacrificarlo todo a la unidad de la
ctm.[56]
...los comunistas no debemos permitir
que la lucha por el control y por los puestos directivos se conviertan en una
causa de ruptura de los congresos y división de las organizaciones. Los
comunistas debemos estar siempre dispuestos a la concesión y aun al sacrificio
de determinadas posiciones en los sindicatos.[57]
A partir del pleno de junio de 1937,
el pcm se deslizó por una pendiente muy peligrosa para su propio futuro. De
hecho, adoptó una orientación seguidista frente
a la dirección de Lombardo en la ctm y frente al gobierno de Cárdenas. En el v
Consejo de la ctm --julio de 1937-- volvieron todas las organizaciones
salientes, con la excepción del sme; los comunistas miembros del Comité
Nacional quedaron fuera de éste. Las posiciones de los comunistas empezaron a
ser abatidas en los sindicatos y federaciones. Comenzaría, por decirlo así, un
proceso de desobrerización del pcm, fenómeno
que alcanzaría niveles francamente dramáticos en los años posteriores.
Valentín intuyó la gravedad de las concesiones hechas a Lombardo y sus
aliados, por lo cual planteó retirarse de la dirección del partido y volver a
su puesto de base en los ferrocarriles. Su petición fue rechazada.
El vii Congreso del pcm
del 28 de enero al 3 de febrero de 1939 se llevó a cabo el vii Congreso
del Partido Comunista. Quedaron en el presidíum efectivo Blas Roca (pc de
Cuba), Roy Hudson, Alexander Trachtenberg, A. Morris (pceu), hl, vc, Rafael
Carrillo y otros.
Hernán Laborde presentó el informe central, en el que señalaba que el
congreso debía llamar a mantenerse:
Unidos tras un solo candidato popular para vencer a la reacción en las
elecciones.
Unidos para aniquilar el golpe armado fascista y defender la
independencia nacional y las instituciones democráticas.
Unidos para continuar la obra
revolucionaria de Cárdenas.[58]
Como reflejo de la falta de independencia del partido, propuso como
línea ante la sucesión presidencial:
Primera: el congreso no se pronuncia por ninguno de los precandidatos
actuales.
Cuarta: el congreso autoriza al
Comité Central del partido para reunirse en pleno y resolver oportunamente el
candidato a quien debe apoyar el partido, previa consulta y discusión con las
principales organizaciones del prm.[59]
Valentín Campa pronunció un discurso reeleccionista pro Cárdenas;
planteó la nacionalización de la empresa eléctrica inglesa en el valle de
México, pero no de la industria en general dadas las relaciones con eu; llamó a
impulsar las luchas económicas, y a apoyar a la crom de Es-camilla.
Juan Manuel Elizondo dio los siguientes datos:
El total de delegados a este congreso
es de 845 (aplausos); 777 delegados efectivos y 68 delegados fraternales. Total
de mujeres representadas en este congreso: 79; total de jóvenes ciento dos;
total de obreros 245, total de campesinos doscientos veintiséis; otros sectores
trescientos. Dirigentes de organizaciones sindicales trescientos diez;
dirigentes de organizaciones agrarias ciento tres; dirigentes del prm 52;
diputados federales uno; diputados locales seis; presidentes municipales 4;
regidores o munícipes treinta y uno...[60]
Por su parte, Hernán Escalante informó:
En resumen, el Partido Comunista
tiene en la República al participar los datos hoy recogidos en la Comisión
Política Electoral, setenta y tres presidentes municipales, veintitrés
síndicos, 178 regidores y 17 munícipes de diversas categorías, haciendo un
total de 291 puestos municipales en 140 ayuntamientos. Hay que aclarar también que
hay muy pocas mujeres todavía comunistas en puestos de elección popular
municipal; nosotros sólo tenemos noticias de una regidora comunista en la
ciudad de Mérida, la compañera Soledad Rivero, presidenta de la delegación de
Yucatán (aplausos).[61]
El pcm tenía dos diputados federales: Anaya de Guanajuato y Ochoa
Rentería.
Se aprobó que el Comité Nacional tuviera 27 propietarios con cinco
suplentes. Fueron elegidos H. Laborde por aclamación, Valentín Campa, Rafael
Carrillo, Vicente Guerra, Miguel A. Velasco, y otros.
Múgica y el pcm
La posición del pcm frente a la sucesión presidencial, hizo que se
desenvolviera una polémica entre los mugiquistas y los comunistas. El Centro
Nacional Director Pro Múgica expresó el 3 de mayo de 1939:
El camarada Laborde logró hábilmente
que en el pleno del Partido Comunista no se definieran en favor de ninguno de los
precandidatos en lucha; esto, porque observó la fuerte corriente de simpatía
popular en favor de nuestro precandidato... La honestidad del Partido Comunista
(de sus dirigentes, de Laborde principal-mente) se hubiera demostrado al
plantear en el pleno del Partido Comunista la libre discusión de los
candidatos... Lo que sucede es que el Partido Comunista sabe de sobra que no es
posible la comparación, y tuvo miedo de enseñar su juego de sumisión
incondicional al albazo de Lombardo y Graciano...[62]
Del 10 al 14 de junio de 1939, el Comité Nacional del pcm celebró una
reunión plenaria. Laborde sostuvo en su informe:
Las críticas de nuestros amigos mugiquistas parten de la tesis de que un
entendimiento entre Ávila Camacho y Múgica es imposible, porque Múgica es
hombre de izquierda y Ávila Camacho es “derechista” o “centrista”, --no está
muy claro en qué lugar lo colocan.
Nosotros hemos rechazado esta
afirmación errónea, ateniéndonos a la definición de nuestro congreso.[63]
Tercero. El Partido Comunista
Mexicano, como partido, luchará por la participación de todas las fuerzas del
prm en su Convención Nacional, y apoyará al candidato que de ella resulte.
Entre tanto, los comunistas que no están sujetos a otra disciplina que la de
nuestro partido, deben abstenerse de toda actividad en favor de este o aquel
precandidato.[64]
En el período 1937-1939, a pesar de la heroica lucha de los comunistas
en contra de las bandas fascistas, por la solidaridad internacionalista y en
defensa de los derechos democráticos de las masas, la crisis del pcm dio
inicio; la crisis condujo, a final de cuentas, a perder las posibilidades
reales de convertirse en la dirección del movimiento obrero y campesino. El
Partido Comunista ya no alcanzaría, ni siquiera en el número de militantes, la
situación vivida durante los años del cardenismo.
Laborde y Campa, expulsados del pcm
ante la negativa de la dirección Laborde-Campa de participar en la
eliminación física de Trotsky, la burocracia soviética optó por deshacerse de
ella, sin parar mientes en el grave daño que se ocasionaría con ello al
desarrollo del comunismo en México. Se nombró una llamada Comisión Nacional
Depuradora, que, con atribuciones antiestatutarias, comenzó a purgar al partido
y a promover a cuadros y militantes con base en la incondicionalidad y no en
los méritos políticos y teóricos.
El organismo mencionado, fuera de las
normas estatutarias, resolvió el 27 de febrero de 1940: “...la Comisión
Depuradora, conjuntamente con la Comisión Política, ha decidido en uso de los
amplios poderes que el pleno del Comité Nacional le otorgó, separar del
secretariado a los compañeros Hernán Laborde y Valentín S. Campa, relevándolos
de todo puesto de dirección...”[65]
Del 19 al 24 de marzo de 1940 tuvo lugar el Primer Congreso Nacional
Extraordinario del pcm. El principal informante del congreso fue Dionisio
Encina, quien calificó al anterior núcleo dirigente de sectario-oportunista.
Sin embargo, en la nueva reunión de los comunistas mexicanos, pese a las
críticas al oportunismo del equipo destituido, no se hicieron los cambios
indispensables, y la orientación del partido, en general, siguió siendo la
misma.
En su informe, Andrés García Salgado planteó:
Yo quiero pasar a los hechos que han
impulsado a la Comisión Nacional Depuradora a determinar que Campa y Laborde no
asistiesen al congreso. No se trata de miedo a lo que ellos puedan decir, se
trata de que ellos no son dignos de participar en este congreso junto con los
comunistas. (Muy bien. Voces: “fuera”. Aplausos). Se trata de que la discusión
con ellos no está ya en el plano de la discusión política. Hay hechos
suficientes para demostrar que con Laborde y Campa, el problema es de medidas
de organización.[66]
La asamblea acordó:
La Comisión Especial nombrada por el
Congreso Extraordinario... resuelve por unanimidad ratificar la expulsión del
grupo traidor y proponer al congreso la expulsión del partido de Hernán Laborde
y Valentín S. Campa, por haber facilitado y encubierto la obra disgregadora de
ese grupo en el seno del partido.[67]
Fuera de las filas del pc, Campa y Laborde permanecieron fieles a la
clase obrera. Mientras tanto, la burocracia sindical profundizó su
ensamblamiento con el aparato estatal y su alejamiento de los intereses
obreros, populares y nacionales.
En noviembre de 1942 el cc del pcm celebró un pleno, en el cual se
adoptaron acuerdos positivos. En concreto, Blas Manrique expuso:
Después de estar dos años fuera del partido estos elementos, la
dirección del partido ha venido observando la conducta de cada uno de ellos.
Mientras Vicente Guerra se transformó en un vulgar provocador, que ha luchado
públicamente contra el partido y ha aprovechado su posición en el movimiento
sindical para combatirnos, Hernán Laborde y Valentín Campa han asumido una
conducta completamente opuesta... Campa en el movimiento sindical
ferrocarrilero ha asumido una conducta revolucionaria, consecuente en la
defensa de los trabajadores, en la lucha contra la corrupción sindical y los
malos métodos de dirección. Observando esto, el partido consideró que con Campa
se debían tratar los problemas sindicales, considerándolo como un aliado
nuestro en el movimiento sindical...
...consideramos conveniente plantear
a este pleno, a fin de que se adopte una posición en el sentido de que si
Laborde y Campa solicitan su reingreso al partido, nosotros estemos en condiciones
de discutir y aceptar ese reingreso, siempre y cuando hagan una declaración
política aceptando las resoluciones del Congreso Extraordinario...[68]
Este acuerdo fue rectificado en el pleno de junio de 1943, y en el pleno
de octubre del mismo año se dio un giro radical y se lanzó una andanada de
insultos contra Laborde y Campa.
Valentín volvió a su trabajo en los ferrocarriles y destacó como
dirigente en el stfrm; allí organizó manifestaciones, mítines y paros
La desaparición de la Komintern
como concesión a las potencias
occidentales y como expresión de la infuncionalidad de la Komintern, el Presídium
del ce de la ic propuso el 15 de mayo de 1943: “Disolver la Internacional
Comunista como centro dirigente del movimiento obrero internacional, liberar a
las secciones de la Internacional Comunista de las obligaciones derivadas de
los Estatutos y resoluciones de la Internacional Comunista”.[69]
El 30 de mayo, “...el Buró Político
del Partido Comunista de México aprueba dicha proposición...”[70]
Es en ese marco que desenvolvió su actividad política y social Valentín
Campa, como un cuadro comunista fuera de las filas del pcm. El período
inmediato estaría signado por la profundización de la crisis del encinismo, la
influencia del browderismo, el ensamblamiento del movimiento obrero y el
aparato del Estado, la instauración del charrismo sindical, el surgimiento del
Partido Obrero-Campesino Mexicano y la lucha interna en el seno del pcm y el
pocm. Valentín sería parte integrante de dichos procesos.
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[1]Archivo
cemos.
[2]Archivo
cemos.
[3]Archivo
cemos.
[4]El Machete, núm. 83, 8-x-27, p. 1.
[5]Firmaban
Felipe Quintas (cgt), Celso Cepeda e Isaac Fernández (lnc) y otros. (El Trabajador Latinoamericano, Montevideo, a. i, núm.
5, 15-xi-28, pp. 5-6).
[6]“El Bloque
Obrero y Campesino Nacional 1929”, en Consideraciones,
núm. 14, julio de 1987, p. 3.
[7]Firmaban
por el Comité Ejecutivo David Alfaro Siqueiros, y por el Consejo Confederal J.
Paz. (El Trabajador Latinoamericano, núms. 12-14,
28-ii-15-31-iii-29, pp. 3-6).
[8]El Machete, núm.
152, 16-ii-29, p. 2.
[9]El Universal, 5-iii-29, p. 7, 1ª Secc.
[10]Manifiesto,
mecano, 5-iii-29, pp. 1-5.
[11]Bajo la bandera de la csla. Resoluciones y documentos varios del
Congreso Constituyente de la Con-federación Sindical Latinoamericana efectuada
en Montevideo en mayo de 1929, Montevideo, Impr. La Linotipo, s. f.
[¿1929?], pp. 279-280.
[12]El pcm en la senda de la bolchevización, mecano, s. f.,
p. 3.
[13]Ibíd., p.
4.
[14]Ibíd., p.
29.
[15]Ibíd., p.
34.
[16]El Universal, 16-viii-29, p. 8, 1ª Secc.
[17]El Universal, 24-i-30. p. 1.
[18]Métodos y tácticas revolucionarias. Tesis y resoluciones del vo. Congreso
de la isr. Moscú, setiembre de 1930, París, Peq. Bibl. de la isr, s.
f., p. 204.
[19]Valentín Campa, Mi testimonio. Memorias de un comunista mexicano,
México, ecp, 1978, pp. 81-82.
[20]Véase Gerardo Peláez, “Monterrey
1932. La huelga en la asarco”, en UnomásUno, 29-v-82,
p. 12.
[21]Bajo el signo del xii Pleno. Las tareas del Partido Comunista en
las condiciones del fin de la estabilización capitalista, mecano,
28-29-i-33, p. 7.
[22]Ibíd., p.
10.
[23]Ibíd., p.
18.
[24]Archivo
cemos.
[25]Por el
cne: E. Franco, secretario general; Miguel A. Velasco, de Organización; Andrés
García Salgado, Juvenil; L. Benavides, Tesorero y responsable de Literatura y
Prensa. (Lucha Proletaria, núm. 6, 18-i-34, p. 1).
[26]Alfredo Navarrete, Alto a la contrarrevolución, México, Testimonios de
Atlacomulco, 1971, pp. 212-213.
[27]Valentín Campa, Mi testimonio. Memorias de un comunista
mexicano, México, ecp, 1978, p. 104.
[28]Manuel Paulín Ortiz, “El sme en
la fundación de la ctm y la huelga eléctrica de 1936”, en Memoria, vol. ii, núm. 13, marzo-abril de 1987, p. 65.
[29]“El Comité Nacional de Defensa
Proletaria”, en Consideraciones, núms. 20-22,
enero-marzo de 1988, pp. 1-2.
[30]Jorge Efrén Arrazola Cermeño, “La
Comuna de 1936 en Puebla: un ensayo de gestión obrera”, en La ctm en los estados, [Culiacán], uas-cemos, 1988, p.
71.
[31]“El Comité...”, en Consideraciones, núms. 20-22..., p. 3.
[32]Ni con Calles ni con Cárdenas.
Unidad de acción y lucha independiente del proletariado, México, s.
e., 16-vi-35, p. 4.
[33]El Machete, núm.
352, 24-viii-35, p. 2.
[34]El Machete, núm.
358, 5-x-35, p. 2.
[35]Véase El Machete, núm. 359, 12-x-35, pp. 1 y 4.
[36]El Machete, núm.
382, 22-i-36, p. 1.
[37]Historia documental de la Confederación
de Trabajadores de México, t. 1. 1936-1937, México, pri icap, 1981,
p. 87.
[38]Ibíd., pp. 94-95.
[39]Ibíd., pp. 96-97.
[40]6º Congreso del Partido
Comunista. Enero de 1937, versiones taquigráficas de Martínez
Dorantes, mi-meo, s. f., p. 116.
[41]Ibíd., pp. 450-454.
[42]Ibíd., pp. 455-456.
[43]Ibíd., p. 457.
[44]Ibíd., p. 461.
[45]Resolución general adoptada por
el vi Congreso Nacional del Partido Comunista (Sec. de la ic),
Mé-xico, Ed. Lenin, 1937, p. 3.
[46]Historia documental de la
Confederación de Trabajadores de México, t. i. 1936-1937, México,
pri icap, 1981, p. 431.
[47]Ibíd., pp. 452-454.
[48]El Nacional,
30-iv-37, p. 4, 1ª Secc.
[49]Firmaban Cámara del Trabajo de
Aguascalientes (Aurelio Mercado), Federación de Sindicatos Obreros de Morelos (Saturnino
Ortega, Jorge del Río), Federación de Trabajadores del Estado de San Luis
Potosí (Agustín Dávalos), Federación de Sindicatos Independientes de Obreros y
Campesinos de Yucatán (Gaudencio Peraza, Hernán Escalante), Cámara del Trabajo
Unitaria del df (vc), stfrm (Alfonso Muriedas), sme (Francisco Breña Alvírez) y
otros. (Ibíd.).
[50]Gerardo Peláez, “Historia
documental de la ctm”, en UnomásUno, 13-i-82,
p. 17.
[51]La ctm en los
estados [51]La ctm en los estados, [Culiacán], uas-cemos, 1988, pp.
196-197.
[52]El
Machete, núm. 479, 6-vi-37, p. 2.
[53]Hernán Laborde, La política de unidad a toda
costa, prólogo de Gerardo Peláez, acere,
México, 1980, p. 40.
[54]Ibíd., p. 42.
[55]Ibíd., p. 75.
[56]Ibíd., p. 79.
[57]Ibíd., p. 84.
[58]Hernán Laborde, ¡Unidos! tras un solo candidato para
derrotar a la reacción, México, Ed. Pop.,
1939, p. 6.
[59]Ibíd., p. 31.
[60] vii Congreso
Nacional del Partido Comunista Mexicano,
versiones taquigráficas de Martínez Dorantes, mimeo, s. f., p. 494.
[61]Ibíd., p. 495.
[62]Ariel José Contreras, México 1940: industrialización y crisis
política, México, Siglo xxi Ed., 2ª ed., 1980,
p. 60.
[63]Hernán Laborde, Para vencer en 1940 todos a la
Convención del prm, México, Ed. Pop., 1939,
pp. 19-20.
[64]Ibíd., pp. 32-33.
[65]La Voz de
México, núm. 299, 3-iii-40, pp. 1 y 6.
[66]Andrés
García Salgado, ¡Fuera los enemigos del pueblo de las filas
revolucionarias!, México, Ed. Popular, 1940,
p. 30.
[67]Ibíd.,
p. 41.
[68]Hacia un partido de
masas, mimeo, 1942, pp. 8-9.
[69]Fernando
Claudín, La
crisis del movimiento comunista. 1. De la Komintern al Kominform, París, Ruedo Ibérico, 1970, p. 566.
[70]La Voz de
México, núm. 442, 30-v-43, p. 1.Fuente:
Pacarina del Sur -
http://www.pacarinadelsur.com/home/figuras-e-ideas/76-valentin-campa-salazar-dirigente-obrero-en-tiempos-de-la-internacional-comunista?
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