LA JORNADA VERACRUZ
Coatzacoalcos, Ver.- La
Fiscalía General del Estado de Veracruz (FGE) ofrece recompensas a quien
entregue información sobre investigaciones de las desapariciones de 38
personas, esto luego de las presiones y el trabajo que han realizado
agrupaciones civiles. En total se dispusieron 9 millones 500 mil pesos como
bolsa total para el pago de información.
En la edición
extraordinaria de la Gaceta del Estado, publicada el día 12 de junio de 2015,
se dan a conocer los acuerdos 03, 04, 05, 06, 07, 08, 09, 10, 11, 12, 13, 14,
15, 16 y 17/2015, por los que se ofrece recompensa “a quien o quienes
proporcionen información veraz y útil, que coadyuve eficaz, eficiente, efectiva
y oportunamente para la localización de 38 personas”.
Las personas
desaparecidas con expedientes abierto ante la fiscalía son: Cristian Téllez
Padilla, Luis Popoca soriano evangelista, Fernando Martínez Torres, José
Antonio Luna Soriano, Alejandro Sánchez Evangelista, Mayra Elisa Remes de la
vega, Carmelo Cervantes de Anda, Francisco Roiz pinzón, Armando Montano
Herrera, Sandra Jennifer Giraldi Hernández, Fausto Luis Rosas Sayago, Guillermo
Muñoz Roa, Anayeli Jiménez Hernández, José Rodolfo López cruz, Ivonne Amador
espíritu, Iriana Lizet luna Espíritu, Luis alberto Torres castillo, Jorge
Barrera Fernández, Hugo Murrieta Sánchez, Isidro Gil flores, eduardo barrios
Gómez y Marco Antonio Fernández Flores.
Esta recompensa también
cubre los casos de las desapariciones de Jairo Manuel Flores Donado, Kevin
Malone Pantiga Hernández, diego Yahir Valerio garcía, Ricardo Illescas Ramírez,
Sara garrido Sánchez, Vicente Avendaño Hernández, Dorian Javier Rivera Zurita,
Yair Martínez Montero, Emma Guadalupe Pérez Arroyo, Eduardo Alberto Ramos
Tecalco, Margarito Martínez peña, Juan Carlos Martínez Peña, María Inés Sánchez
sayas, luz del Carmen sayas rodríguez, maría Isabel mirón Gutiérrez, Blanca
Paula Gutiérrez Torres e Ignacio Alegría Vargas.
La
publicación de las recompensas se realizan con base en la ley orgánica de la
Fiscalía General del Estado de Veracruz, donde se le faculta para ofrecer y
entregar recompensas “en numerario, en un sólo pago en exhibiciones periódica,
a personas que aporten información útil relacionada con las investigaciones y
quienes colaboren en la localización de los probables responsables de la
comisión de delitos”.
Para estas
investigaciones, el monto de la recompensa es de 250 mil pesos, cifra que
contrasta con el millón de pesos ofrecido por la Procuraduría General de la
Republica, por los mismos casos. Además la PGR ha colocado espectaculares y
para promociar las recompensas.
Estas recompensas son
producto de la lucha de madres de personas desaparecidas en todo el estado, que
en mesa de negociación con el fiscal Luis Angel Bravo, dan seguimiento a las
investigaciones que se realizan sobre sus hijos.
SECUESTROS Y
DESAPARICIONES
Dentro de los casos que
se incluyeron en las listas de recompensas se encuentra Cristian Téllez
Padilla, supuestamente levantado por la Policía Intermunicipal el 20 de octubre
de 2010, en Poza Rica, Veracruz.
A pesar de que la esposa
del joven atestiguó que los policías policiacos se llevaron a Christian las
investigaciones no han registrado ningún avance. Su madre María Eugenia Padilla
García es activista de agrupaciones civiles.
Mayra Eliza Remes de la
Vega, de 23 años de edad, desapareció el 15 de julio de 2013 y su camioneta fue
arrojada a un barranco en la autopista Orizaba-Puebla. La la denuncia
561/SS/2013 interpuesta en Orizaba, sin resultado alguno.
No han pedido rescate,
dijo, porque a los grupos criminales les interesa explotarlas, los recursos
económicos que le pueden sacar a las víctimas, “por eso me atrevo a decir que
detrás de las desapariciones de jovencitas en Veracruz hay una amplia red de trata
de blancas, porque es muy claro que el importante número de jovencitas
desaparecidas”, además de que parecen haber sido raptadas en acciones
coordinadas, declaró Mayra de la Vega, madre la joven.
En 2012, Carmelo
Cervantes de Anda, de 24 años, salió a recibir a un amigo, Julián Javier Roque
Rossette, su madre ya no lo volvió a ver. Por testimonios se supo que fueron
detenidos por personas que vestían uniformes militares y fueron retenidos en
una casa de campo, ubicada por el rastro municipal.
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