Por José Miguel Cobián Elías
Ya está encima la reunión en Cancún en dónde una vez más se tratarán temas ecológicos, y nuestro presidente de la república ha insistido mucho en el combate al calentamiento global. Por lo menos lo ha hecho en medios nacionales e internaciones, su apoyo y guerra a las emisiones de carbono ha sido mediático, y quizá eso ayude para que otras personas hagan algo práctico además de declarar.
De cualquier manera, aprovechando los medios de comunicación, a mi me gustaría decirle al Sr. Presidente que Veracruz es una mina de oro para demostrarle a México y al mundo su interés por combatir el calentamiento global. Es una mina de oro, por varias razones, una de ellas es que hemos sufrido en carne propia los efectos de este fenómeno, independientemente de que existan algunos estudiosos del clima que achaquen esta situación a una niña especialmente fría que hizo que los ciclones llegarán más al sur de lo acostumbrado en el golfo de México. Otra razón para aprovechar Veracruz, es que tiene la mayor concentración de agua potable del país, y estamos a punto de iniciar un ciclo de pérdida de este recurso. Tiene también nuestro estado un punto estratégico en el cual puede lucirse fácilmente nuestro presidente, pues el nivel de deforestación que ha sufrido la reserva del Pico de Orizaba es brutal, y como es un área bien definida, fácil de controlar y con la que se pueden presumir resultados palpables antes de dos años, es un área adecuada para iniciar con hechos la búsqueda de un desarrollo sustentable en nuestro país.
Resulta vergonzoso enterarnos que en Estados Unidos y Canadá, dónde se usa la madera de una manera mucho más intensiva que en México, cada año tienen más reservas forestales, pues al ser un recurso renovable, aplican adecuadamente las leyes y la reinversión, con lo cual incrementan sus superficies arboladas. En México, tenemos muchos ejemplos como el del Pico de Orizaba, en el cual, algunos madereros se hacen multimillonarios con el saqueo de la riqueza forestal, y la población en un estado de falta total de cultura ecológica y con un nivel económico de pobreza extrema, aplica el saqueo hormiga de la riqueza forestal de esa área ecológica, con el fin de obtener recursos para medio subsistir.
Muchos Veracruzanos e incluso poblanos nos veremos afectados en el corto plazo por la deforestación de esta zona, debido a que al no haber árboles, no habrá la adecuada retención de agua y el relleno de los mantos freáticos de esa zona, que abastece a poblaciones desde el propio Pico de Orizaba hasta el golfo de México, y buena parte del altiplano central también. Asimismo, el riesgo de los deslaves y rompimientos bruscos de lo que quede de los glaciares, puede provocar también desgracias mediante inundaciones súbitas y sin previo aviso.
Como siempre en nuestro país, la burocracia es experta en evadir responsabilidades. Así, los funcionarios estatales encargados de la protección de los recursos naturales, afirman que el parque del Pico de Orizaba depende para su control y conservación de la Federación, y por ello el estado no puede intervenir. Mientras tanto, la federación o se dedica a otras cosas, o acusa que no hay suficiente coordinación con las autoridades estatales. Así, mientras unos y otros eluden su responsabilidad, un recurso necesario para millones de personas es puesto en peligro, sin la mínima atención, cumpliendo el aparente destino manifiesto de nuestro país, de estar gobernado y habitado por irresponsables.
Así como lo mucho que se puede hacer con poco en el Pico de Orizaba, hay muchas regiones del país, en las que el saqueo indiscriminado de los recursos naturales está convirtiendo en desiertos lo que antes era un hermoso hábitat para nuestros compañeros de viaje (plantas y animales) en esta pequeña nave espacial que es nuestro planeta.
Saludos Sr. Presidente y éxito en su reunión, con la esperanza de que de las palabras se pase a los hechos.