Por: José Miguel Cobián
México cada vez transita más por el camino de la intolerancia. Hay intolerancia religiosa y asesinatos entre católicos y cristianos, ser rechaza a los miembros de religiones diferentes, etc. En cuanto a lo social, la intolerancia a las minorías y la discriminación en razón del color de la piel o del nivel socioeconómico se acentúan en los lugares más insospechados, incluso en las escuelas o en las oficinas de gobierno como la última crítica a los aromas corporales de un grupo de indígenas por parte de un funcionario de sedesol. En dónde quiera vemos actos de intolerancia, abuso y abuso de autoridad incluso.
Ahora que vienen las campañas políticas, una vez más la intolerancia hace presencia por todos lados. Los ataques y la información sobre la vida de los candidatos cada día se hace más agresiva, y la respuesta de sus seguidores lo es aún más. Los liderazgos partidistas deben frenar ese enorme crecimiento de la intolerancia, pues la situación no está como para estimular dicha intolerancia pues la situación puede llegar a convertirse en violenta en cualquier momento.
Este artículo surge en razón de la lectura de los comentarios de unos seguidores de Josefina Vázquez Mota en una página de internet, en una página web que se llama ¨primera plana¨, en la dirección http://laprimeraplana.com.mx/2011/12/21/el-lado-oscuro-de-josefina-vazquez-mota/, en dónde se hacen aseveraciones sobre algunos puntos relativamente oscuros de la vida de la precandidata que va en primer lugar en las encuestas generales por parte de acción nacional.
En dicha página se menciona la época de una supuesta anorexia, relaciones con personajes del yunque y la contratación del español Antonio Solá, experto en guerra sucia y manipulación de electores, quien fue rechazado por Josefina cuando fue contratado por Calderón e inventó la frase de ¨es un peligro para México¨ en relación a López Obrador.
Si consideramos lo que normalmente se dice de los políticos en México, o si comparamos con lo que algunos simpatizantes del azul han dicho y distribuido en internet de Peña Nieto o de López Obrador, esto que se dice de Vázquez Mota es cualquier cosa, sin embargo la reacción de algunos ciudadanos que comentan el reportaje es virulenta y demasiado violenta.
Los comentarios son realizados en su mayoría por jóvenes, y los que defienden a Josefina son mucho más agresivos que quienes coinciden con el reportaje, al grado de agredir incluso a la reportera (de sexo femenino) que firma esa colaboración.
Dice un dicho que quien las hace no las consiente. Y eso puede generar problemas graves, pues quienes no entienden como se hace la política en México, con descalificaciones, con frases repetidas una y mil veces, con rumores, con falsedades y difamación, y sobre todo con mínimas propuestas y mucho menos análisis ni de los candidatos ni de la población.
La actitud de las autoridades tampoco abona a la tolerancia y la concordia. Recordemos que un día antes de las elecciones en Michoacán tanto el presidente como su hermana la candidata, aseguraban la confianza en las instituciones electorales y en el buen desarrollo de la jornada electoral. Cuando la cocoa pierde, entonces resulta que el narcotráfico influyó desde hacía semanas, actitud que no resiste el mínimo análisis que comenzaría con la pregunta de ¿Por qué no protestaron antes si sabían que desde hacía semanas el narco intervenía? o ¿ sólo protestan cuando pierden, y si ganan no? O ¿ Fue invento porque perdieron? o ¿ Si lo sabían y no denunciaron son cómplices?. Los seguidores de la cocoa se sienten robados por una influencia externa y malévola, pero el tribunal validó la elección estatal unos días después de haber invalidado la municipal de Morelia. Tendrá razón el tribunal en un caso y en el otro no, será corrupto al 50% o se le dará el valor a las instituciones.
Hay que luchar por la libertad de expresión, el respeto a las ideas de los demás, y la tolerancia entre los mexicanos.
@jmcmex