“La aceptación de la opresión por parte del oprimido acaba por ser complicidad; la cobardía es un consentimiento; existe solidaridad y participación vergonzosa entre el gobierno que hace el mal y el pueblo que lo deja hacer”: Victor Hugo.
El senador por el Partido de la Revolución Democrática, Mario Delgado, propuso la semana pasada, realizar una serie de reformas en materia de equilibrio presupuestal y sustentabilidad financiera, a fin de construir una estabilidad hacendaria de manera corresponsable entre los tres órdenes de gobierno. Y evitar que los presidentes, gobernadores y alcaldes, continúen acrecentando deudas millonarias a pagar en los próximos años.
La iniciativa del legislador suena interesante recordando que arriba del 70% de estados y municipios del país, enfrentan severos problemas de deuda pública. Y lo que es peor, existen gobiernos que concentran la mayor parte del recurso de gasto corriente, al pago de la nómina y no a la realización de obra pública importante y demás.
En su propuesta, el senador plantea establecer el derecho constitucional a la rendición de cuentas del gasto público y crear el Registro Nacional de la Deuda, el cual estaría a cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Sin embargo, su propuesta no incluye que sea un consejo integrado por ciudadanos capacitados, los que supervisen y vigilen que las autoridades no se “conviertan en cómplices” de los presidentes, gobernadores o alcaldes que hipotequen el desarrollo del país, estados o municipios cuando deciden que los préstamos millonarios, resolverán los problemas que les heredaron o ellos mismos crearon.
Que sea obligatorio, que la federación, estados y municipios hagan pública la contratación de deuda, que la justifiquen, en qué se aplican los recursos y que reporten los saldos iniciales y finales de cada gestión, sería conveniente para poner fin al dispendio y latrocinioen que los políticos de todos los partidos, incurren cuando piden préstamos millonarios dizque para realizar obras que nunca llegan, pero cuando concluyen sus gestiones, trasciende que tienen cuentas hasta en bancos de las Islas Caimán.
La propuesta plantea además que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores informe sobre los créditos otorgados a estados y municipios, por lo que no se podrá oponer secreto bancario para el reporte permanente de esta información.
Esto es sano debido a que hasta la fecha, los tres niveles de gobierno, guardan con recelo el uso que le dan a los recursos públicos. Pese a que se supone las autoridades deben informar cuando se les solicita la información, porque no manejan recursos “privados”, sino producto de los impuestos que pagan los ciudadanos.
Y lo vimos el año pasado, con el caso de los 25 millones de pesos. Fue absurdo observar a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, dar mil vueltas a las respuestas que diputados federales del PAN, plantearon para que se aclararan si era lícita la procedencia de esos millonarios recursos que la PGR, decomisó en un avión que llegó de Veracruz a Toluca.
La misma iniciativa, propone también que los bancos verifiquen que estados y municipioscuenten con la autorización de sus congresos para la contratación de deuda. Además, dejó en claro que se deberá hacer pública la fuente y condiciones de pago del crédito contratado.
Lo anterior ya existe. El problema es que los gobiernos locales se las ingenian para comprar los votos de los legisladores incluso de la “oposición” y como les prometen las “perlas” de la vida, terminan poniéndose de acuerdo y les autorizan la contratación de deuda. Y lo recordamos con los más de 40 mil millones de pesos que debe pagar la entidad en los próximos 50 años. Varios legisladores del PAN y PRD, la avalaron. No se olvida.
También se proponen sanciones severas por el mal manejo de las deudas contraídas y plantean hacer corresponsable a los consejos de administración de las instituciones financieras por el otorgamiento de créditos a gobierno.
Suena extraordinaria la iniciativa del perredista, sin embargo, varias de las cosas que plantea ya existen pero ninguna se respeta. Todo finaliza en los acuerdos que toman los partidos políticos en las cámaras de diputados y senadores. Y qué decir de los acuerdos en las legislaturas locales. Es la fecha que no se saben las sanciones para los tres alcaldes que se supone defraudaron al erario en los dos primeros años de su gestión.
Vimos como en Coahuila, Humberto Moreira, a su paso por la gubernatura permitió la falsificación de documentos para que le prestaran recursos. Hoy, tras acuerdos entre los principales partidos del PRI, PRD, PAN, el señor se encuentra en Europa estudiando una maestría a costa de los “impuestos de los ciudadanos”, pues le autorizaron una beca por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
También propone que sean objeto de “juicio político” los funcionarios públicos que abusen de su capacidad de endeudamiento o contraten créditos de manera ilegal. Más de lo mismo. ¡ Como de risa!. Ahí están todos los ex gobernadores del PRI, PAN y PRD, que dejaron deudas a pagar hasta en 50 años y andan tan tranquilos como si nada.
Además de Moreira que se pasea por Europa, otros como Mario Marín ex gobernador de Puebla es actulamente asesor en la Presidencia de la República, José Murat en el gobierno de Veracruz y algunos más, se dan el lujo de anotarse dentro de las primera posiciones para las diputaciones plurinominales, como si no hubieran tenido bastante con lo que “ahorraron”a su paso por las gobernaturas.
Total que la iniciativa del senador Delgado, no descubre el hilo negro. Para nadie es un secreto que es urgente, se ponga un alto a la contratación de deuda pública a todas las gestiones. Incluyendo al gobierno federal pues la deuda exterior que creció durante el Calderonismo, es escalofriante.
Nos queda claro que las finanzas quebradas de estados y municipios, son culpa de gobernadores y alcaldes que especialmente en años electorales, recurren a recursos externos para poder financiar campañas que les permitan a sus partidos mantener el control de los congresos locales y presidencias municipales.
Contagiados por el mismo mal, se concentran en endeudar a sus gobiernos, solicitando dinero a diestra y siniestra ya sea para financiar elecciones de sus candidatos, por debajo del agua; ya sea para pagar corruptelas; ya sea para invertir en obras impagables, muchas de estas a cargo de sus propias compañías constructoras que manejan con prestanombres.
Sea como sea, esa es la constante de la mayoría de los gobiernos: están quebrados, no tienen dinero para pagar adeudos, el que les queda es para mantener una obesa burocracia y excesos de los privilegiados.
¿Y los ciudadanos?. Bien gracias.
Sabemos que muchos estados del país están endeudados hasta por 50 años, y que la nueva administración que representa Enrique Peña Nieto, ya dijo a través de su ministro de Hacienda, Luis Videgaray que su gestión “no salvará ni rescatará financieramente a los estados y municipios endeudados”.
Se preguntará, ¿quiénes pagarán los platos rotos, de tanta corrupción y trapacería, entonces?. Pues los sufridos contribuyentes…quién más.
Si para eso tanta exigencia en que pague sus impuestos. Y los muy cínicos llámense funcionarios del gabinete, diputados del PRI, PRD, PAN, PANAL; PVE y demás, ya están pensando en elevar el pago del IVA. No se conforman con que el pueblo pague cada mes, una nueva tarifa por el precio de los combustibles. Ahora quieren más recursos cobrando IVA generalizado a medicinas y alimentos.
Hay que engordar la caja para que los señores funcionarios públicos ganen sus millonarios sueldos, se enriquezcan y tengan a los estados y al país en la grave situación en que se encuentra. Cobraran caro y robaran, pero ofrecieran respuestas, muchos se consolarían, pero no. Los servidores públicos en México, son insaciables. ¡No tienen llenadera!.
Se les olvida que se deben al pueblo, que es el que paga todos sus gastos y excentricidades, los de sus cónyuges, sus dobles frentes y hasta de sus hijos. Mientras 50 millones de jodidos se retuercen todas las noches en sus camas, por el aire del hambre en sus tripas vacías. Y aun así los diputados y senadores, se aumentan el sueldo y estrenan vehículos de super lujo. ¡No tienen perdón!.
¡Políticos desvergonzados, infames, deshonestos, ratas de dos patas, corruptos, perversos, disolutos, indecentes, mal nacidos, abyectos, despreciables, viles e indignos!. ¡Pobre México!. ¿Hacia dónde vamos?….
FUENTE:PLUMAS LIBRES