MUSSIO
CARDENAS ARELLANO
Publicada en diariopresencia.com e informerojo.com
19 de
marzo de 2013
Burlón, rehén de su inmadurez, Javier Duarte de
Ochoa no pudo haber reaccionado peor a la evidencia de guardias civiles en
Tlalixcoyan. “Es una vacilada”, dijo con la finura que lo distingue, con un
exabrupto insensato, y a partir de ahí comenzó a descender la bola de nieve que
está a centímetros de aplastarlo.
Duarte, que si no lo embroncan se enreda solo,
abrió la Caja de Pandora en un tema que inició con una nota periodística sobre
seguridad y autodefensa social y terminó con su obsesiva tentación de
descalificar, reprimir y masacrar a la prensa.
A Duarte lo pone loco la sola mención de que le
surjan policías comunitarias en suelo veracruzano y que se diga que su aparato
de seguridad fue rebasado por la sociedad, como en Guerrero, Oaxaca, Tabasco y
Michoacán, donde lo menos que se argumenta es que las policías o están bien
jodidas y son cómplices del crimen organizado. Eso, para el gobernador de
Veracruz es como una estocada.
Dimensionada ahora al máximo, la nueva zacapela
del gordobés comienza el 14 de marzo, cuando por lo menos cuatro medios de
comunicación —Imagen del Golfo, Plumas Libres, AVC y La Jornada Veracruz—
destacaron la aparición de una guardia civil en el poblado El Inglés, en el
municipio de Tlalixcoyan, a 55 kilómetros del puerto de Veracruz.
Seguro que Duarte no conoció el contenido de las
informaciones porque ha de ser analfabeta, no cultiva el gusto por la lectura o
porque su vocera Gina Domínguez le pasó el reporte adulterado y lo hizo hablar
absurdos sobre un tema que comenzaba a hormiguearle las manos y que lo vuelve a
exhibir como el enemigo número uno de la prensa veracruzana.
En su médula, la información detallaba sobre
cuatro o cinco ciudadanos que ante la falta de vigilancia policíaca, habían
conformado un grupo de autodefensa. Nunca se dijo que tuvieran armas de alto
poder. Se resaltó que recorrían las calles de El Inglés porque a últimas fechas
se habían incrementado los robos. Sus “armas” eran escopetas de cacería,
machetes, tubos y bates. El programa se llama “Vecino Vigilante”. En las
fotografías se les ve con el rostro cubierto con paliacates y visten de civil.
Con solo leer la información de Imagen del
Golfo, se puede entender lo extraviado que vive el gobernador Javier Duarte y
el por qué de su desproporcionada descalificación.
“ ‘La Policía no llegaba mucho por acá —referían
los guardias civiles— y los robos sucedían todas las noches. Nos robaron cables
de luz, se metieron a varias casas, incluso se robaron unas motos’.
“ ‘Nosotros decidimos que algo teníamos que
hacer para cuidar a nuestras familias y nuestras pertenencias, y en una reunión
decidimos empezar el programa ‘Vecino Vigilante’, que es con el que bajamos los
robos’, relató uno de los hombres convertido en ‘vigilante ciudadano’.
“Narró que el Ayuntamiento, encabezado por el
alcalde José Muñiz Montero, dio visto bueno a la iniciativa siempre y cuando
estuvieran coordinados con la Policía Municipal.
“ ‘Cuando no estábamos cuidando, la Policía no
venía. Ahora que estamos cuidando, ya se dan sus vueltas más seguido por acá’.
“ ‘Lo que estamos haciendo es vigilar. No
estamos deteniendo. Cuando vemos algo sospechoso le avisamos al comandante de
la Policía y llegan en 10 minutos, en 20, dependiendo qué tan lejos estén.
Ellos hacen el resto del trabajo’, detalló el vigía.”
O sea, el programa lo concibieron los
ciudadanos, lo aprobó el alcalde José Muñiz Montero y participa la policía
municipal.
No tardaría nada Javier Duarte en treparse al
nuevo —aunque difícilmente será el último— escándalo mediático de su
atropellada gestión. El 15 de marzo, con sonrisa burlona, le dijo a la prensa
que la nota de las guardias civiles era “una vacilada”.
“Es una vacilada (la información). Tiene el
mismo efecto de tomar una foto de tres personas disfrazadas de Batman, Blue
Demon y Mujer Maravilla. No tiene ninguna consecuencia. Es un tema que no tiene
que ver con la realidad”, expresó el gobernador, la lengua floja, la neurona
perdida.
“Lo tomo como algo coloquial, es una vacilada en
Veracruz; refrendo no existe este fenómeno”, agregó Javier Duarte con ganas de
alguien le creyera.
Tan insensata declaración pareció ser el
detonante para que dos funcionarios clave del carnaval duartista velaran armas
y se lanzaran a la caza de quien para ellos era el autor de semejante infamia
contra Veracruz.
Uno de ellos, el secretario de Gobierno, Gerardo
Buganza Salmerón, negó la existencia de policías comunitarias y citó como
fuente al alcalde José Muñiz.
Otro, el de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez
Zurita, fue más allá y usó como fuente a Buganza. Descalificó al fotógrafo que
captó las imágenes, Félix Márquez, y sugirió que debía ser detenido y que los
grupos de autodefensa tienen “tintes electorales”.
“Ya lo dijo el secretario de Gobierno (Gerardo
Buganza), el que debería estar detenido es quien fue a sacar las fotos y le
paga a los ciudadanos para que rayen las paredes, para que pongan grafitis y
para que puedan hacer las cosas.
“Esas fotografías no son hechos —agregó—,
pregúntale al presidente municipal, pregunta a los ciudadanos… yo soy el
experto en seguridad y tengo la confianza. Si tú sabes quiénes son esos
ciudadanos, dame los nombres y con gusto platicamos con ellos”, le espetó a uno
de los fotógrafos que lo increpó, a quien el secretario Bermúdez instaba a que
los delatara.
Duarte, Buganza y Bermúdez armaron un sanquintín
de antología. La agencia Cuartoscuro avaló el trabajo de su corresponsal en
Veracruz, Félix Márquez, a quien la trinca infernal pretendía exhibir como
falto de ética y fabricante de noticias.
“Cuartoscuro no miente —respondió la agencia a
las malsanas insinuaciones del régimen duartista— y hace constar que las
fotografías de Félix Márquez son reales y la información que contiene es
verídica; no son fotomontajes, ni de archivo, ni mucho menos fabricadas como
autoridades de Veracruz señalan insistentemente”.
Cuartoscuro es una de las agencias fotográficas
de mayor prestigio no sólo en México sino a nivel internacional. Tiene 27 años
de existencia, la dirige Pedro Valtierra, ex reportero gráfico de La Jornada, y
su clientela es superior a cien medios, sólo en el país.
Su última frase sobre el affaire Tlalixcoyan es
contundente:
“Nos preocupa, y lo queremos compartir con todos
los periodistas, la actitud del gobierno de Veracruz para con Félix Márquez,
quien ya no está en Veracruz por razones de seguridad”.
O sea, ¿peligra la vida de Félix Márquez, su
seguridad o su libertad en manos del régimen Duarte?
Pues qué necesidad de enredarse a lo bruto. La
información de prensa sobre las policías comunitarias de Tlalixcoyan no es una
“vacilada”, como sostiene Javier Duarte. La “vacilada” es su manejo de crisis,
su irrefrenable instinto por confrontarse con la prensa, su espíritu de
censura, su descalificación a toda noticia que cuestione el mundo de ensueño
del gobernador, su metida de pata al pretender evidenciar a una agencia
fotográfica del tamaño de Cuartoscuro y su absurda obsesión por encarcelar
periodistas.
En todo caso, Duarte sí es una “vacilada” para
los veracruzanos.
Archivo muerto
Abatido porque Lu-pilla Félix, su esposa, no
será alcaldesa, ni tapadera de sus fechorías, Marco César Theurel Cotero —“Te
rompo tu puta madre”— traba pactos hasta con el diablo. Cierra filas ahora con
Gonzalo Guízar Valladares, al que por cierto le ha robado dos veces la gloria:
primero la candidatura del PRI a la alcaldía y luego la elección municipal,
ambas en 2010. Así de cínica es la política. Sus allegados cuentan que prefiere
ver a Gonzalo Guízar en la presidencia municipal, que a Marcelo Montiel o a los
montielistas, que sin duda lo perseguirán como perros de caza, la venganza
infinita, más cuando dejó huellas por todas partes, rastros de sus trastadas.
Con Gonzalo, el panista, hay acercamientos, reuniones en lo oscurito, su
secretario de Gobierno, Roberto García Alonso, en una de ellas, en la colonia
Petroquímica, comentarios melosos del gonzalismo en las redes sociales a la
suegra incómoda de Theurel, Lu-pilla Porras, y financiamiento de campaña con
tal de derrotar al PRI. ¿Lo sabrá el PRI estatal e incluso el nacional, que ven
cómo Theurel, que pretendió hacer a Lady Gaga candidata priísta a la alcaldía,
ahora trabaja para la causa del PAN? No, si de que les aplica el “Te rompo tu
puta madre”, se los aplica… Semana crucial para Alianza por Coatzacoalcos.
Define acuerdos con un partido político, al cual le aportará la estructura
electoral y promoción del voto en colonias. Por lo pronto, el síndico Roberto
Martín Chagra Nacif, en su calidad de fundador de Por un Veracruz Mejor, ya dio
el sí y se suma al trabajo de Alianza por Coatzacoalcos con sus cuadros. Lo que
esta semana está en juego tiene que ver, también, con la diputación local en el
distrito XXIX, pues Mónica Robles Barajas de Hillman es tan frágil que
terminará por arrastrar al PRI a una histórica derrota… Seis días, de hecho
todo el carnaval, permaneció acuartelado Daniel Aguilar Avendaño en el área
financiera del Ayuntamiento de Coatzacoalcos. Llenaba formatos el secretario de
Obras públicas Municipales, firmaba documentos, elaboraba carátulas de
contratos. Urgía cuadrar datos, hacer creer que las obras públicas son reales,
que se observaron los lineamientos de la Ley de Obras de Estado, que cada
cheque pagado correspondía a un trabajo realizado, aunque no fuera así. Iban de
por medio los pagos a las favoritas de Theurel, que si DECOE, que si Factores,
que si Haus, las del malecón y las de la limpieza de canales, las de los
prestanombres, los amigos y los cómplices. Fueron días intensos, negado el
tiempo para el relax, sin poder ver a Marjorie de Souza, a Marisol González o
danzar al ritmo de las chicas de Axe Bahía. Qué más da. A Daniel le basta con
su fotografiada Samanta… Ilusos, los de Integra, no se han percatado que la
regiduría en el Ayuntamiento de Coatzacoalcos para los hijos políticos del ex
alcalde Iván Hillman ya se perdió. Con la candidatura para diputada que el PRI
le concede a la seguidora de Andrés Manuel López Obrador, Mónica Robles de
Hillman, ese espacio ya es cadáver. Lo mismo va para Diario del Istmo y la
Asociación (Política) de Periodistas de Coatzacoalcos, que lejos de hacer periodismo
andan viendo de que alcayata política se cuelgan. A menos, claro, que entre
todos, Integra y los plumíferos de la APEC, pidan que bajen del caballo a
Mónica y la envíen a MORENA, donde va más con su filiación lopezobradorista…