por Lilia Baizabal 24 julio, 2013
“La corrupción de la
política no tiene nada que ver con la moral, o la laxitud de la moral, de
diversas personalidades políticas. Su causa es meramente material”: Emma Goldman
Resulta indudable que el PRI, por ahora el partido
más fuerte de México, mantienen el control del país a través de los
gobernadores. Pero también que
el trabajo de sus políticos deja mucho que desear ya que sexenio
tras sexenio, se registra el saqueo impune de las finanzas públicas y
heredan deudas hasta por 50 años que afectan brutalmente el desarrollo de los
estados.
Y lo peor es que no se conforman con los seis años de mieles, “plenitud del
pinche poder” y saqueo, sino que aún de que concluyeron sus
periodos, insisten en continuar pegados a la ubre pública a través de sus
empresas que manejan con prestanombres y que jamás cumplen con la realización
de obras de calidad.
El comentario viene a colación luego de una la
información que revela una investigación realizada por el equipo de MVS radio, donde se deja al
descubierto la operación de una red de empresas que son propiedad de ex gobernadores y que desde hace
9 años, continúan ganando la mayoría de las licitaciones de obras que se
realizan con presupuestos federales, estatales y hasta municipales.
Para nadie fue un secreto saber que el ex
gobernador de Oaxaca José Murat,
tenía negocios con el ex gobernador Fidel Herrera. Varios edificios de super lujo que se levantaron en
el municipio de Boca del Río, como la Torre Diamante y la Torre Platino,
siempre se supo, estaban relacionadas con los citados personajes.
Y para no ir más lejos. José Murat continúa pegado a la
ubre pública en el estado de Veracruz pues cobra como flamante asesor en la
administración estatal. Es frecuente observarlo en el restaurante del hotel
Emporio en el puerto de Veracruz, afianzando sus relaciones, armando y
concertando quién sabe qué.
No extrañó en lo más mínimo, que José Murat
reaccionó con enojo y hasta indignación en una entrevista que le concedió a
Carmen Aristegui hace 2 semanas, donde a gritos, exigió derecho de réplica pues
según él, “lo estaban difamando”.
Dos semanas después, trasciende que las
constructoras Moraza, del Sureste
y Goli, que operaron y aún operan en el estado de Veracruz, Oaxaca y
Chiapas, son presuntamente, propiedad de Murat, Herrera y Sabines.
El abogado y activista chiapaneco Horacio Culebro Borrayas fue el
primero en denunciar ante la Procuraduría General de la República (PGR), esta
red de corrupción y tráfico de influencias de políticos influyentes.
No por nada, Veracruz, Oaxaca y Chiapas, son de los
tres estados del país, donde impera la pobreza más espantosa. No existe un solo
ex gobernador de Veracruz pobre, todos, según sus declaraciones patrimoniales,
son multimillonarios. Absolutamente todos.
Será porque ahorraron todos los sueldos que ganaron
mes con mes. O porque se “sacaron
la lotería”, o porque de la noche a la mañana tuvieron para comprarse
“flotas de aviones”, depositar dólares en Islas Caimán, y regresar a la
prosperidad. Qué le gusta más.
Lo único cierto es que las investigaciones de MVS
revelan que Moraza, del Sureste y Goli comparten al mismo representante fiscal, así como domicilios fiscales y razón
social.
Será casualidad o coincidencia que la misma red de
empleados, sirva a las tres compañías que casualmente, tienen sus filiales en
Chiapas, Veracruz y Oaxaca. La lista de las licitaciones que han ganado,
revelan que los señores propietarios se llenaron las bolsas los 6 años pasados y lo
peor, que llevan otros tres años más, haciendo lo mismo.
Como lo leen. Inexplicablemente, las tres
constructoras relacionadas con los citados políticos del PRI, porque Sabines nunca fue de izquierda,
continúan ganando miles de millones de pesos procedentes de
participaciones estatales y federales, porque presentan propuestas tan “bajas”
y trabajan tan “extraordinariamente bien”, que siempre se adjudican las obras
más importantes.
En los pasados seis años, se llevaron contratos
superiores a casi 2 mil millones
de pesos. Y en lo que va del año, la delegación estatal de Sedesol, con
la autorización de Ranulfo Márquez,
operador y amigo de Fidel Herrera, presuntamente suspendido, autorizó en
febrero de este año a Goli,
dos contratos para la realización de obras; uno por alrededor de 13 millones de pesos para
“obras autorizadas con recursos del FONDEN 2010” y otro por10 millones de pesos para construcción de
Piso Firme en la zona serrana considerada de alta marginación.
Será casualidad o coincidencia que Goli, del
Sureste y Moraza, continúen ganando la mayoría de las licitaciones que se están
abriendo en el estado tanto con recursos federales como estatales.
Será casualidad o coincidencia que a raíz de que se
detecta esta red de operación de las citadas empresas, se reporta como
“desaparecido” a Manuel Flores
Ríos “alias el Oaxaco”, que casualmente, fungía como administrador
único de la Constructora del Sureste, líder de las otras compañías. Y al que
presuntamente, se le señaló de haber presionado a las autoridades para que
signaran más contrato de obra a las citadas empresas en Veracruz.
Lo más extraño del caso es que no se observa
voluntad política para que las autoridades tanto de índole federal a través de
la Secretaría de la Función
Pública del Gobierno Federal, como la misma Auditoría Superior de la Federación
dependiente del Congreso de la Unión, la Contraloría del Estado, la
Secretaría de Finanzas y Planeación, o el Órgano de Fiscalización Superior
(ORFIS), inicien las investigaciones y sancionen a los funcionarios que han
avalado la operación y la entrega de obras a las citadas empresas
constructoras.
No les fueron suficientes 6 años de saqueo brutal e impune de los recursos públicos,
que todavía insisten en continuar sangrando los presupuestos públicos,
con la evidente complicidad de otra red de funcionarios que sin lugar a
dudas, es parte de esta mafia que continúa enriqueciéndose a costilla de los
impuestos de los ciudadanos.
No fue suficiente la herencia de una deuda pública
a Veracruz superior a los 40 mil
millones de pesos, la más severa crisis de inseguridad que recuerde la
historia del estado, un saqueo implacable durante 6 años de administración
fiel. No, no fue suficiente.
No solo se trata de recordar al PRI de hace 20, 30
años u 80 años, que nada dice a los jóvenes y nada bueno aporta en los estados
donde son gobierno. El nuevo
PRI, el de regreso a los Pinos, es el PRI de siempre, el partido que
cambió para no cambiar, que se puso nueva piel para ser exactamente el mismo…
ese es el PRI también de Enrique
Peña Nieto, que nada hace para ponerle un alto a tanto abuso e impunidad
de la clase política de todos los niveles. ¡Pobre Veracruz!. ¡Pobre
México!.
FUENTE: PLUMAS LIBRES