El 30 de mayo pasado la Comisión Nacional del Agua a través del organismo Cuenca-Golfo-Centro, emitió como cada año, un comunicado alertando a las autoridades estatales sobre el inicio de la temporada de ciclones…… “A partir del 1 de Junio y hasta el 30 de Noviembre se deberá prestar atención a los ríos y arroyos de respuesta rápida, la actividad atmosférica podría aumentar en un 50% respecto a su promedio anual….. Se exhorta a las autoridades estatales a no permitir el asentamiento en colonias irregulares….Se pide a la población tomar precauciones y estar atentos a los avisos de las autoridades de Protección Civil ante la llegada de fenómenos meteorológicos”… A pesar de la puntualidad del aviso, para Javier Duarte la tormenta tropical que ocasionó además de afectaciones severas en más de cien municipios, 13 decesos, fue “atípica”.
Atípica en plena temporada, atípica con un reporte de CONAGUA advirtiendo tres meses antes que la actividad atmosférica podría incrementar, atípica con el acuerdo firmado por el Sistema Estatal de Protección Civil de empezar los trabajos de limpieza de tragatormentas, alcantarillas, ríos, lagunas y arroyos desde el mes de abril, atípica cuando la propia Secretaria de Protección Civil tiene un centro de meteorología para dar seguimiento al desarrollo de fenómenos naturales y su posible impacto en la entidad. Con todo esto para el Gobernador Duarte la culpa de que “nos haya agarrado desprevenidos” como declaró el propio Alcalde suplente de Boca del Río Anselmo Estandía, es de la tormenta. La “anormal” es ella y no un gobierno incapaz de hacer su trabajo.
Durante la primera comparecencia de Noemí Guzmán como Secretaria de Protección Civil en el 2011, primer año de administración Duartista, se detalló el protocolo implementado por el nuevo gobierno que habría de regir los 6 años en materia de Protección Civil, considerado, según dijo la Secretaria, como prioritario para Javier Duarte porque de ello depende no sólo evitar afectaciones mayores, sino también lo irrecuperable, pérdidas humanas. En este extenso documento entregado al Congreso Local, Guzmán hacía hincapié en que tan solo del 2005 a la fecha, Veracruz había sido golpeado por diez ciclones – Bret, Gert, José y Stan en el 2005, Dean y Lorenzo en el 2007, Marco en el 2008 y Karl en el 2010, Arlette y Nane en el 2011- por eso se implementaba durante toda la administración, una política de prevención para disminuir sensiblemente las afectaciones a la gente y los costos para la reconstrucción. Todas las nuevas directrices respondiendo en estricto apego a los señalamientos del Sistema Nacional de Protección Civil.
En este documento se habla de la instalación oportuna del Consejo Estatal y los Consejos Municipales de Protección Civil, de la capacitación constante a más de 203 dependencias públicas y empresas privadas sobre las nuevas orientaciones, de la inspección y el dictamen técnico sobre determinadas zonas para reducir el riesgo de desastre, incluido dictámenes de riesgo-vulnerabilidad y usos de suelo otorgados. Asesoría a municipios sobre asentamientos irregulares, supervisión de predios en riesgo de deslizamiento, dictámenes de vulnerabilidad de inmuebles. Capacitación a más de 18,535 personas impartidos por la Secretaria de Protección Civil y especialistas del Centro Nacional de Prevención a Desastres, la Coordinadora Nacional de Protección Civil y la Universidad Veracruzana.
Dentro del programa de CAPACITACION rigurosa del personal de la Secretaría se documenta la participación de personal de la misma en un curso sobre las nuevas reglas y lineamientos de operación del FONDEN, y uno que en particular llama la atención, curso sobre “Geo tecnologías para el monitoreo de desastres naturales en América Central y el Caribe” impartido en Panamá por el Servicio Geológico de los Estados Unidos.
Lo más destacable del documento en este momento en particular son los lineamientos establecidos por la propia autoridad estatal en caso particular de fenómenos hidrometeorológicos. Protocolos de atención, reservas estratégicas, refugios temporales y mecanismo estatal de alerta temprana el cual establece protocolos de atención con 7 operativos y 9 más de apoyo para evitar la IMPROVISACION, para saber –señala el texto- qué hacer, cómo, cuándo y quién interviene en cada fase. Para la temporada de ciclones se establece el SISTEMA DE ALERTA TEMPRANA PARA LA TEMPORADA DE CICLONES (SIAT) la ALERTA AZUL, 72 horas antes de que un ciclón impacte en territorio veracruzano, pero –previene el documento- esta solo se activa en tormentas y huracanes, no con lluvias severas o disturbios tropicales, por eso se crea la ALERTA GRIS, 120 horas antes de que ocurra el impacto.
“Fernando” se equivocó….
Con un Sistema de Protección Civil tan estricto, tan impecable, tan conocedor del tema de prevención, con lineamientos tan claros y desde luego tan costosos para el erario público….¿Cómo pudo la tormenta tropical Fernando tomar desprevenido al gobierno estatal? Muy simple, la tormenta se equivocó…. fue atípica. Por eso nadie corrió a los más de 2,200 albergues que dice la Secretaría existen en la entidad, por eso no hubo alerta ni gris ni azul, sólo roja y después de que Fernando llevar doce horas provocando lluvias torrenciales, por eso el Consejo estatal de Protección Civil sesionó hasta la una de la tarde del día de ayer, 30 horas después de que iniciaran las lluvias y no tres días antes como indica el manual de operación.
Ni para exigir que el Congreso Local llame a cuentas a la Secretaria Guzmán por incumplir con lo establecido en la Ley General de Protección Civil, Ley 226, concebida entre otros puntos para realizar preparativos necesarios ANTES de que llegue un fenómeno de esta magnitud. Ni para reclamarle a Javier Duarte que para variar no aparezca hasta uno o dos días después de una emergencia. Ni para cuestionar en qué demonios se ocupa el presupuesto de esta y varias dependencias más ya que está claro que lo estipulado en el documento anterior es una más de las tantas falacias del gabinete estatal. Ni para llorar por los trece muertos, por los 92 municipios con declaratoria de emergencia por las severas afectaciones, ni por los 4 ríos desbordados, ni por la gente que perdió lo poquito que tenía, ni por los caminos destrozados, ni por el campo inundado… todo fue culpa de “Fernando”, Javier no se equivoca. Punto.
FUENTE: NOTIVER