Más allá de que la Ley Telecom en si, de manera general, para todos los tipos de medios de México, incluye cantidad de elementos que funcionarían justamente a la inversa de lo que alegan los que la promueven, hay que tener en cuenta lo que produciría de manera directa en la realidad cotidiana de las personas, como por ejemplo, un cambio rotundo del funcionamiento de Internet como lo conocemos hacia un universo completamente distinto en el que nuestros movimientos estarían completamente controlados (si, ahora también ocurre en cierta medida, pero ya sería extremo y de manera legal) y la idea de “cultura libre” de la red se diluiría en medio de los convenios que se den entre distintas empresas.
Desde un comienzo el gran argumento con el que han empujado este proyecto de ley ha sido que buscan frenar el poder de las grandes empresas del sector, como Televisa, Tv Azteca y Telmex / Telcel. Pero desde el vamos, como dicen varios académicos y especialistas, o Marcela Torres del PAN “En el dictamen destaca la ausencia de medidas efectivas para generar una mayor competencia, pluralidad y diversidad de medios. Están ausentes los criterios y procedimientos para la desconcentración de frecuencias y reglas a la propiedad cruzada de medios”.
Como bien dice en un comunicado la organización internacional pro libertad de expresión Article 19 “La propuesta contiene distintos apartados que limitan el derecho de todas las personas a recibir, recabar y difundir información por cualquier medio”.
Pero bueno, más allá de lo que son TV de aire, TV paga y Radio, que involucra un futuro brumoso y complicado, nos vamos a centrar en lo que es Internet.
Primero que nada, una definición que ha encontrado mil respuestas pero que se puede resumir brutalmente en una ¿Qué es la neutralidad de la red? Simplemente es que el ISP (proveedor de servicio de Internet) permita visitar cualquier página o servicio en Internet a la misma velocidad sin que alguno sea coaptado o censurado.
Entonces, la primera lectura del nuevo dictamen dice: “… el hecho de que los concesionarios puedan realizar gestiones de tráfico conforme a lo previsto en la Ley, permitirá a distintos proveedores de servicios contratar capacidad adicional para mejorar su servicio”.
Esto significa que las empresas proveedoras de Internet tendrán la libertad de dar determinada jerarquía (y por ende velocidad) a una página o a otra. Lógicamente, esto va a depender de los tratos comerciales que nuestra empresa proveedora tenga con otras empresas. Y esto de por si es tendencioso en extremo. Gracias a eso podremos experimentar un mundo en el cual Netflix vuela a la velocidad de la luz mientras las páginas de películas torrent tardan una eternidad en abrirse. Algunos podrían decir “y está bien, si son piratas”. Pero el verdadero problema es el de que alguien pueda administrar a su gusto que no exista igualdad de condiciones de un medio y otro en la red, por que de esa manera se coarta la diversidad cultural. Por que ¿y que pasa por ejemplo con las películas que no están en Netflix? En un ejemplo similar, ahora piensen en un mundo en el cual ingresan en iTunes y todo funciona de maravillas, pero que cuando intentan entrar a Cassette blog, que contiene puro material gratuito y copyleft (o sea, no tiene contenido pirata) que además no existe en iTunes, cada click involucra 5 minutos de espera, solo y por la única razón de que Cassette no cuenta con el dinero para hacer el trato correspondiente con la empresa proveedora de Internet. Las empresas por fin podrán decidir, simplemente dando mas velocidad a un medio o a otro, que tipo de información consumimos. En ese sentido la ley hace foco en el beneficio de las empresas y no en que siga abierta de forma equitativa la franja de contenidos para el público general.
Internet se convertiría en lo que hoy es la televisión de aire, un espacio puramente comercial en el cual los contenidos son poco sabrosos, súper homogéneos entre sí, y están regidos 100% por las leyes del que paga más.
Nosotros seremos inducidos a ser solo “consumidores”, poniendo en funcionamiento una WEB pensada para el consumo y no para la apertura al conocimiento.
Pero el punto que nos resulta más preocupante es el hecho de que “Los concesionarios están obligados a contar con sistemas, equipos y tecnologías que permitan la ubicación en tiempo real de los equipos de telecomunicaciones y se establece el procedimiento para colaborar con las autoridades en la localización geográfica”.
“Se establece conservar un registro y control de comunicaciones que se realicen desde cualquier tipo de línea que utilice numeración propia o arrendada, bajo cualquier modalidad de: a) Nombre, denominación o razón social y domicilio del suscriptor; además de otras siete formas de retención de datos”.
Lo que dicen estos dos puntos es que por un lado, por medio de sistemas de geolocalización el estado podrá saber en todo momento en que lugar nos encontramos por medio de cualquier computadora o movil que tengamos con nosotros y que esté conectado a Internet. Esto es algo que las empresas que nos brindan servicio de conexión estarán obligadas a hacer, a dar esa posibilidad a las autoridades en cualquier momento que lo dispongan.
Aquí podría entrar la consabida frase que usa tanta gente cuando decimos que hay que tener cuidado de que información uno proporciona en medios, como por ejemplo Facebook: “y ami que me importa, si no tengo nada que esconder”. El problema amigos es que no podemos aceptar que nublen nuestra libertad, y que el estado pueda saber concretamente donde estamos en cualquier momento es una severa invasión a nuestra privacidad. ¡Nisiquiera nos gusta que sepan eso nuestros novios y novias! Además, eso es una escalera ascendente. Con cada nueva ley aceptada se abre un nuevo paradigma, y si permitimos que con esta ley coarten nuestra libertad estamos sentando precedentes para acciones futuras en el mismo camino.
El segundo punto si ya pone loco a cualquiera: tus emails, tus mensajes, tus conversaciones de skype, ya no serán privadas. La empresas que brindan servicio de Internet estarán obligadas a “conservar un registro y control de comunicaciones que se realicen desde cualquier tipo de línea”, y lógicamente las autoridades tendrían acceso a toda esa información extremadamente personal sin pedir permiso a nadie.
Entonces, por más que en el proyecto de ley es posible encontrar cosas interesantes y que sería bueno que se apliquen, en líneas generales son muchos los puntos que hacen ver que la intensión de esta ley nada tiene que ver con lo que explican los que la promueven. Son demasiadas las acciones en contra de nuestra privacidad y libertad de expresión las que va a propiciar.
Como ven, es un tema lo suficientemente importante como para que le prestemos atención. Sea cual fuera la opinión de cada uno sobre esto que les contamos, es un buen momento para que busquemos información por todos los medios que tengamos a mano y que tomemos una posición, así como también es fundamental que extendamos esa información a otros. Hay muchos movimientos tratando de hacer un contrapeso a esta situación, cada uno puede elegir cual apoyar y sumar a la posibilidad de que al menos los puntos mas oscuros de esta ley deban ser cambiados (por Andrés Oddone – fuentes: Animal Político, Spleen Journal, Pijama Surf, Aristegui Noticias)