17 de noviembre de 2014

FIN AL NARCOESTADO

Arsinoé Orihuela Ochoa
En las redes sociales circula una verdad que sólo algunos incautos se atreverían a objetar: a saber, que “la llama de la insurgencia está encendida”. Esta enunciación tiene básicamente dos implicaciones: una, que el país mudó de ánimo, que transitó de la indiferencia a la indignación; y dos, que la llama es sólo eso: una luz momentánea. La primera da cuenta de un estado de humor nacional, precedido por una larga secuencia de atropellos sin reparación, y un sentido de justicia sistemáticamente agraviado. (En cualquier rincón del país se puede escuchar un sonoro ¡ya me cansé!). La segunda indica el carácter volátil y transitorio de ese ánimo. De esta ecuación se desprende una consigna, que coincidentemente circula con el mismo eco en la redes: ¡desobediencia civil ya! En algo está de acuerdo la mayoría de la población en México, y es justamente en la necesidad de actuar, y preferentemente sin demoras. El sentido de urgencia no es en ningún modo una conjura contra la necesidad de reflexión metódica: es tan sólo el imperativo temporal que nos impone la magnitud de la crisis. Es preciso pensar y actuar. Y pensar y actuar ya. Un día en el presente nacional equivale a decenas de muertos a manos del crimen, la guerra y el Estado.

Y puede ser que la muerte no tenga remedio; que no exista una figura de reparación mínimamente compensatoria para ese daño. Esta es una idea que seguramente a todos nos asalta con cierta frecuencia. Con más razón las muertes no pueden ser en vano. La magnitud del agravio debe traer consigo un desagravio de magnitudes mayúsculas. En México ni siquiera es meritorio de la verdad jurídica: acá la muerte encierra una triple injusticia: la de la criminalización, la de la humillación y la del olvido. La muerte impune y la impunidad letal son las divisas dominantes del narcoestado mexicano.

Frenar el estado de horror es la primera tarea

Precisamente el pensamiento y la acción deben abocarse a este primer objetivo. Los crímenes contra los normalistas en Guerrero arrojaron luz sobre un hecho que ahora es incontrovertible: la delincuencia organizada es el Estado, y el narco es el jefe supremo de ese Estado. Aún con toda la parafernalia pericial y mediática, las familias de los 43 estudiantes desaparecidos mantienen firme su tesis: “Se los llevó la autoridad municipal; en complicidad con otra gente, pero se los llevó la policía en unas patrullas, se los llevó la autoridad… Pueden haber mil líneas de investigación pues ya sabemos que en Guerrero te ejecutan, te desaparecen, te asesinan, te encarcelan, te reprimen y no pasa nada. Eso ya lo conocemos nosotros. Pero no queremos que se desvíe la investigación de que los policías se los llevaron, y el Estado tiene que responder por eso. Fue su crimen” (Proceso 25-X-2014).

El Ejército Popular Revolucionario (EPR) refuerza esta hipótesis: “Los misteriosos civiles [a los que presuntamente fueron entregados los estudiantes]… son militares en misión contrainsurgente de paramilitarismo”. Otra vez la imputación del crimen es atribuida a la autoridad.

En este sentido, la inferencia es prácticamente una obviedad: la autoridad es responsable de este episodio de horror.

Pero si nos remitimos a los hechos, y a la intuición práctica, descubrimos que esta ocasión de crimen barbárico no es un incidente aislado. En toda la geografía nacional se presentan situaciones análogas. Y los señalamientos de la población con frecuencia apuntan a la autoridad: efectivos militares, policías, paramilicias al servicio de un poder público o privado, etc.

El Estado no sólo no es garante de los derechos humanos, sociales o civiles: el Estado es el principal transgresor de estos derechos. La suspensión de garantías individuales y colectivas es el oficio no declarado de ese Estado.

Frenar el estado de horror forzosamente implica tomar el asunto de la reparación o procuración de justicia en manos de la población civil. No le podemos seguir pidiendo al verdugo que repare sus crímenes. Decretar el divorcio radical de la sociedad y el Estado es un paso firme en esa dirección.

El Estado –se sostuvo en otra ocasión– “es el responsable de los crímenes en Guerrero por dos razones: uno, porque involucra directamente a personal estatal en los actos represivos-delictivos; y dos, porque el Estado es el facilitador de las empresas criminales, suministrando, a través de las políticas que impulsa, la trama legal e institucional que permite el libre albedrío de los negocios privados, aún allí donde tales intereses particulares entrañan altos contenidos de criminalidad, horror e ilegalidad”

La pregunta, en todo caso, es cómo denunciar e imputar penas categóricas al Estado.
Desmontar el narcoestado es la segunda tarea

El renglón jurídico de la lucha o insurgencia es sólo un acercamiento germinal. La insurgencia debe ocuparse de una tarea todavía más compleja: a saber, desmontar el conjunto de relaciones e intereses objetivos que priman en la vida pública nacional. El desmantelamiento del narcoestado es el objeto fundamental de esta segunda tarea.

¿Qué es un narcoestado?

“Un narcoestado es uno donde la institución dominante es la empresa criminal. Los funcionarios de ese Estado están todos coludidos con el narco, pero no por una cuestión de corruptelas personales o grupales, sino sencillamente porque el narco es el patrón de ese Estado. La narcopolítica es la cría de los negocios criminales, creada por y para la empresa criminal. Y con los narcofuncionarios, los patrones –la empresa criminal– ganan mucho más. En este sentido, la impotencia o negligencia de las instituciones para perseguir a los delincuentes es la ley natural de un narcoestado. El Estado es el brazo legalmente armado de la empresa criminal...” (La Jornada Veracruz 17-X-2014).

El narcoestado es el modo de organización de los intereses dominantes, y por consiguiente, el facilitador de los crímenes de lesa humanidad que estrangulan al país.

El narcoestado se basa en el control de la seguridad y la política, a través del sicariato generalizado, la confiscación de presupuestos estatales y municipales, el financiamiento de campañas electorales, y la infiltración de los negocios criminales al interior de las corporaciones militares y policiacas.

Esta penetración o ensamblaje criminal se traduce en una disminución de gubernamentalidad de las instituciones formales. El poder del Estado termina allí donde comienza la vida de la empresa criminal.

En este sentido, desmontar el narcoestado involucra por lo menos tres programas de acción: uno, recuperar el control de la seguridad, que es el objetivo de las policías comunitarias y las autodefensas; dos, congelar los procedimientos políticos de representación (boicot electoral), que es la propuesta de Javier Sicilia; y tres, habilitar canales alternativos de gestión de los caudales presupuestarios públicos.


La “llama de la insurgencia” no debe desviarse de esta coordenada fundamental: ¡fin al narcoestado!.

FOTOS DE LOS 'NARCOALCALDES' DE GUERRERO


Por cuerpos de seguridad del Estado mexicano hasta julio de este año, desde el principio de 2014 se detectó que 12 alcaldes de Guerrero pueden tener vínculos con diferentes grupos criminales, ya por voluntad propia o debido a actos de coerción de asociaciones delictivas.

Catalogados como "objetivos de atención especial", a fin de vigilar meticulosamente sus actividades cotidianas y sus relaciones —debido a sus posibles nexos con cárteles del narcotráfico—, ocho presidentes municipales pertenecen al PRD y cuatro al PRI.

EN MÉXICO HAY QUE TENER 'MANO FIRME', MATAR A LOS 'REVOLTOSOS' Y 'DONAR' AL TELETÓN


En esta emisión: Cúpula empresarial exige a Peña “mano firme” en Guerrero. Presidente del PRD pide a sus diputados donar al Teletón. Hagamos valer el Artículo 39, no permitamos más muertos en México. ¿Qué dicen en las redes?. Y en la música Carlos Alberto Guerra con la canción 'Ojalá que te vaya mal'.

MEXICANOS A PUNTO DE LOGRAR LA RENUNCIA DE PEÑA NIETO: SOLALINDE


El Padre Alejandro Solalinde, en entrevista para el programa “Hablando claro” con Rubén Luengas, de la cadena Univisión América describe lo que son, según su punto de vista, las circunstancias que vive México en la actualidad, mismas que podrían derivar en que el aún presidente del país no lograra terminar su periodo de gobierno, ésto como consecuencia del enorme descontento que la población del territorio demuestra con las manifestaciones antigubernamentales que se han desarrollado en diferentes regiones.
Solalinde afirma que la población de México exige ya la renuncia deEnrique Peña Nieto y de todos los funcionarios derivados del grupo de poder que actualmente forman parte de la elite política que rige esta nación.
Recalca el peligro de represión que acompaña la enorme tensión que domina actualmente las relaciones entre población civil y su gobierno.

SE SUSPENDEN CLASES EN VERACRUZ

De Acuerdo a información oficial en el estado de Veracruz se suspenden clases en todos los niveles del sistema educativo estatal, los días 18, 19, 20 y 21 de noviembre.
Según los argumentos en un comunicado enviado a los medios de comunicación por los voceros del gobierno del Estado, los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 son un evento único e irrepetible. Es la fiesta deportiva internacional más importante que hemos tenido en toda nuestra historia. 
Aunque el mismo gobierno de la entidad veracruzana ha mencionado que los Juegos deben servir para unirnos, y que el esfuerzo de los atletas participantes sea motivo de inspiración para niños y jóvenes; que sea a través del deporte como puedan canalizar su energía, fijarse metas y proponerse alcanzarlas, al parecer es todo lo contrario, debido a las múltiples manifestaciones que en estos últimos días han acontecido por lo que se conocen como los juegos del hambre y a la mala organización de los mismos, en donde incluso los aficionados se quedan afuera por la falta de boletos.

EL COMUNICADO DE UN GOBIERNO QUE NO LE INTERESA LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS...
Redes sociales.

MIENTRAS QUE EN MÉXICO LA MISERIA Y LA FALTA DE EMPLEO HACE FALTA, LA “AUTORIDAD” APAÑA A LOS QUE BUSCAN UNA MANERA HONESTA DE SUBSISTIR.

En la ciudad de México también la policia hace alarde de su prepotencia, le destruye, quita y roba la mercancía  a los vendedores ambulantes...mientras que en México la miseria y la falta de empleo hace falta, La “autoridad” apaña a los que buscan una manera honesta de subsistir.

EN MISANTLA VERACRUZ TAMBIÉN LOS POLICIAS MUNICIPALES HACEN ABUSO DE AUTORIDAD…

En Misantla, Veracruz, donde ser pobre y vender manzanas es un delito...Un abuso de poder de las autoridades municipales, en donde las únicas que mandan son las grandes tiendas transnacionales y los comerciantes ambulantes no tienen derecho a buscar la subsistencia diaria.
Mientras el presidente municipal y el gobernador de este Estado disfrutan de sus riquezas mal habidas y de unos juegos panamericanos como distractores…