FNLS
Difusion
México, DF a 16 de febrero de 2015
A los medios de comunicación
nacional y del extranjero:
A los organismos defensores de los derechos humanos:
A las organizaciones populares, democráticas e independientes
Al pueblo de México:
Pronunciamiento político: ¿Qué esconden o a qué le temen como
clase social, cuando se exige buscar a los detenidos desaparecidos en los
cuarteles militares?
Las observaciones que hace el Comité de Desapariciones Forzadas
(CED por sus siglas en inglés), de la ONU al Estado mexicano son una evidencia
del terrorismo que se vive en el país, al señalar que “en México la
desaparición de personas es un fenómeno “generalizado” que ocurre en gran parte
del territorio y en muchos de estos delitos hay participación de servidores
públicos”. Realidad que desenmascara ante organismos internacionales la
política antipopular y profascista de la actual administración de Enrique Peña
Nieto.
Por consiguiente, el rechazo del Estado mexicano a las
observaciones que emite la CED, reflejan el autoritarismo, la intolerancia y el
nepotismo de la administración en turno, al minimizar la verdadera dimensión de
las desapariciones forzadas, que se han convertido en política de Estado; de
igual manera, niega la magnitud de las violaciones a los derechos humanos, las
cuales son sistemáticas, generalizadas y recurrentes en contra del pueblo
mexicano.
Esa respuesta es a la que se enfrentan los familiares, víctimas
de la desaparición forzada y el conjunto del movimiento popular, cuando acuden
a las dependencias e instituciones para exigir la presentación con vida de sus
seres queridos, así como juicio y castigo a los verdaderos autores materiales e
intelectuales de estos crímenes de lesa humanidad.
Por más que se quiera ocultar las miles de desapariciones
forzadas en el país, es una realidad que se evidencia a través del terror, la
política de un Estado policíaco militar, con rostro de civil que sirve y
administra los intereses político-económicos de una clase en específico: la
oligarquía nacional y del extranjero.
Las desapariciones forzadas a través de los años se ha visto que
son ejecutadas por funcionarios, policías, militares y grupos paramilitares, lo
que también lleva cierta complicidad con caciques, empresarios y personas que
consideran un riesgo para la nación la organización del pueblo.
Llama la atención las declaraciones de la cúpula empresarial del
país al cerrar filas en torno al ejército frente al caso Ayotinapa. A través
del presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios
y Turismo (Concanaco), Enrique Solana Sentíes, señala. “tengo mucha pena por lo
que pasó, pero no vamos a abrir los cuarteles del país porque quieren ver si
están ahí o no los muchachos…”.
Lo maquiavélico de estas declaraciones nos conduce a dos
interrogantes ¿Desde cuándo tenemos que pedir permiso a los empresarios para
que se cumpla una demanda que es del pueblo y por su gravedad tiene responsabilidad
el Estado mexicano?, ¿Qué esconden o a qué le temen como clase social, cuando
se exige buscar a los detenidos desaparecidos en los cuarteles militares?
Señores en el pecado se lleva la penitencia, porque con sus comentarios sólo
reflejan para qué sirven las instituciones, sus aparatos de represión, y al
servicio de quién están.
Argumentos que reflejan su odio a la clase trabajadora, porque
nadie elige ser detenido-desaparecido, ejecutado o ser preso por motivos
políticos; esto es una política de Estado, que se ejecuta por elementos
castrenses, policiacos y grupos paramilitares en contra del pueblo organizado y
no organizado para contener el descontento social, la pobreza y miseria en la
que viven más de 90 millones de mexicanos.
Pobreza de la que ustedes son los responsables al acumular y
centralizar el capital a costa de la explotación económica y opresión política
del proletariado. A costa del despojo rapaz de los recursos naturales y
energéticos.
Lo mismo sucede con los comentarios del empresario Gutiérrez
Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), al señalar que
“los derechos humanos son fundamentales, pero lo que sí es muy importante es
que no nada más se tiene que defender el de los delincuentes; muchas veces
pareciera que se está defendiendo no a la gente que trabaja día a día…”.
Comentarios que criminalizan la lucha que emprende el pueblo a través de sus
organizaciones y que además no comprende ni un ápice en materia de derechos
humanos.
Es importante señalar al Sr. Candiani que los derechos humanos
no se violan entre particulares, solo el Estado mexicano es el que viola los
derechos humanos y éstos son conquistas del pueblo. A través de los años se han
conquistado, producto de las luchas que ha emprendido en contra de la clase
social que lo mantiene explotado y oprimido. Sin embargo nos queda claro que
desde su opinión no se puede esperar otra cosa, más que la defensa de la clase
social a la que pertenece.
No señor Candiani, nosotros tampoco queremos que se defiendan
los derechos humanos de los criminales, por esa razón exigimos juicio y castigo
a los verdaderos autores materiales e intelectuales de los crímenes de lesa
humanidad, como los acontecidos en Iguala; los responsables de la miseria y que
usted dignamente representa como cúpula empresarial.
Los comentarios que hacen sólo criminalizan la lucha del pueblo
y justifican las más de 110 mil detenciones desapariciones, las más de 140 mil
ejecuciones extrajudiciales, los miles de presos políticos y los
desplazamientos forzados.
Como pueblo nos debe quedar claro que nos enfrentamos a una
agudización de la lucha de clases, en la que es importante tener definido la
clase social que representamos: al proletariado; en consecuencia, debemos saber
a qué nos enfrentamos y contra que clase social luchamos: nos referimos a la
oligarquía, porque eso va a ser fundamental para cerrar filas en torno al
terrorismo de Estado.
Atentamente
¡Presentación con vida de los luchadores sociales Gabriel
Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya!
¡Presentación con vida de todos los detenidos desaparecidos por
el régimen en el país!
¡Alto al terrorismo de Estado!
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS)