Aquí otra de las peores consecuencias de mantener a criminales en el poder, dedicados a perpetuar la entrega de la riqueza de todos los mexicanos a la oligarquía nacional y extranjera, dilapidando la tajadota que les toca mientras quienes la generan se mueren de hambre.
En el contexto de las revelaciones que se difundieron en medios de comunicación sobre el ingreso de la hijastra de Peña Nieto, Fernanda Castro Rivera, a una de las escuelas de música más caras del mundo, la versión digital de la revista Newsweek en Español informó hoy que más de 2.5 MILLONES DE NIÑOS SE VEN OBLIGADOS A TRABAJAR EN NUESTRO PAÍS, y peor aún, casi la mitad de ellos NO RECIBEN PAGA ALGUNA.
En su nota, Newsweek cita datos del Módulo de Trabajo Infantil de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2013, indican que durante ese año existían en México alrededor de 29.3 millones de menores de edad de entre 5 y 17 años, de los cuales más de 2.5 millones realizaban algún tipo de trabajo. De ese universo, 1.7 millones tienen entre 14 y 17 años de edad; mientras que el segundo grupo de edad con mayor cantidad de niños laborando es el de los 10 y 13 años, con 590 mil 255 niños.
Prácticamente todos los niños “ocupados” se dedican sólo a trabajar y no van a la escuela. Y en el colmo de la ignominia, más de 1.1 millones niños que laboran no reciben ningún tipo de pago por su trabajo, es decir, son brutalmente explotados y ni siquiera reciben algún incentivo por la labor que desempeñan.
Ah, pero las hijas e hijastras de Peña Nieto, un usurpador que llegó al poder violentando todas las leyes posibles y la Constitución misma, no tienen qué preocuparse por trabajar a su corta edad. Cobijadas por un poder que su padrastro básicamente se robó, acuden a las mejores escuelas del mundo, viajan lujosamente cada que quieren y se van de shopping despilfarrando el dinero de todos los mexicanos, que debería destinarse a la seguridad social y educación de esos millones de niños desprotegidos. Pero los delincuentes no se roban el poder para eso.
Al contrario, favorecen las condiciones para acentuar la miseria, la ignorancia y la esclavitud de la gente. Según el documento citado por Newsweek, entre las causas que llevan a los niños a trabajar están precisamente la miseria en sus hogares, para procurarse el sustento a sí mismos (porque no cuentan con un “hogar”), y en el menor de los casos, para pagar sus estudios y otros gastos personales.
El mismo documento revela que el sector o actividad económica que más explota a los niños mexicanos es el agropecuario (30.4 por ciento) –como se pudo comprobar con el caso de los jornaleros de Valle de San Quintín– seguido del comercio (25.9), el sector servicio (24.5), la industria manufacturera (13) y por último el de la construcción (4.2), según los datos informados por el citado medio estadounidense.
¿Le importa esto a la mafia que impuso a Peña Nieto? No, al contrario. Es lo que buscan para perpetuarse en el poder y mantener sus onerosos privilegios que causan esta brutal desigualdad. En un país con tanta riqueza económica, laboral e intelectual como México, es un insulto que existan el hombre más rico del mundo y una “clase política” monstruosa, cara y mantenida lujosamente, con más de 60 millones de pobres y casi 3 millones de niños –la cifra puede estar maquillada– buscando el sustento. ¡YA BASTA!
“LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO.”
Con información de Newsweek en Español