El mercado de la educación en México es
multimillonario. Tan sólo para este 2015, los legisladores destinaron para ese
rubro 700 mil millones de pesos del presupuesto para canalizarlos a la
manutención de las instituciones públicas del país en todos sus niveles.
De acuerdo con cifras estimadas, en
México hay 25 millones 900 mil alumnos y 1.2 millones de maestros de educación
básica, todos ellos en escuelas públicas y privadas.
En preescolar hay más de 4 millones 803
mil alumnos; en primaria, más de 14 millones 344 mil, y en secundaria, más de 6
millones 821 mil educandos, sólo en el sistema público.
Preparatorias y bachilleratos acumulan
otros 5 millones de estudiantes, mientras a que a nivel licenciatura y posgrado
lo hacen alrededor de 3.5 millones más.
En total, en México hay un
aproximado de 33.5 millones de estudiantes a todos los niveles, de escuelas
pública y privadas, que año tras año generan un gasto a modo de inversión
cercano a los mil millones de pesos anualizado.
Luego de esas cifras estratosféricas, la
competencia por acaparar esos recursos destinados para la educación es feroz y
se encuentra en permanente disputa entre los involucrados en ese ámbito.
La mayor pugna por esa bolsa garantizada
se centra entre los sindicatos magisteriales y organizaciones civiles, donde
estas últimas dicen propugnar por una mejora formativa, y que han existido por
décadas, pero que de tres lustros a la fecha se han revitalizado con la intención
de quitar una parte más amplia de ese pastel que representan los recursos
educativos.
La Gran Familia
La reestructuración del lucro educativo
por parte de la iniciativa privada tiene un nombre y apellido: Mexicanos
Primero como denominación y Claudio X. González como apelativo.
Mexicanos Primero surgió en 2005 como
una organización de corte privado enfocada supuestamente a mejorar la calidad
educativa del país. De la mano de Claudio X. González Guajardo, organizaciones
civiles conformaron un aglomerado a modo de gran familia que tiene como padre
al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y como progenitora a Televisa.
De ese matrimonio surgió su primogénito,
Mexicanos Primero, que tiene como encomienda principal apoderarse del mercado
educativo nacional.
Pero el vástago no lucha solo contra los
poderes fácticos que de manera histórica habían tenido preferencia en el dinero
destinado para fines educativos, no, a lo largo de una década, a Mexicanos
Primero le ha surgido una nutrida parentela que a manera de clan pelea
encarnizadamente contra el gremio magisterial.
Así, la organización Aprender Primero es
el brazo jurídico que opera como hermano ante los tribuales. Fundación
Legorreta Hernández, es la parte pensante y el pariente intelectual.
Los hermanos recaudadores son Fundación
Televisa, A.C., el Patronato de la Unión de Empresarios para la
Tecnología en la Educación, A. C. (UNETE) y BÉCALOS. Esta triada es la
encargada de recolectar fondos para la causa, a modo de inversión, para
alimentar a la gran familia en su lucha por el lucro educativo.
Fuera de ese núcleo familiar, la
parentela colateral también es extensa. Entre otros están: la Confederación
Patronal de la República Mexicana, la Cámara Nacional de Comercio, la
Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles y el Consejo Mexicano de
Negocios.
Están, también, el Consejo Ciudadano
Autónomo por la Educación (CODUC), Red Latinoamericana por la Educación
(REDUCA), la red por la Rendición de Cuentas (RRC), la ultraderechista
Unión Nacional de Padres de Familia, organizaciones fantasmagóricas, como la
Alianza de Maestros, o asociaciones como Jacaranda Education.
A nivel de primos le siguen
instituciones educativas privadas auspiciadas por órdenes religiosas del tipo
de la Universidad Anáhuac, la Universidad La Salle de Chihuahua, el Colegio
Israelita de México y la Universidad Hebraica, entre otras.
Todos ellos como plan de acción,
suscribieron en el mes de septiembre de 2012, “Ahora es Cuando”, un documento
que enumeraba las metas que, a decir de Mexicanos Primero, debía lograr el país
en un periodo de 12 años (de 2012 a 2024) para alcanzar al mundo desarrollado
en cantidad y calidad educativa.
De manera coincidente, tal programa
perfilaba los principales puntos de la recién aprobada Ley General de Educación
y su reglamentación federal y estatal que tiene como punto central el Servicio
Profesional de Carrera Docente.
Ante ese avance, docentes organizados
han denunciado los planes perversos de Mexicanos Primero para privatizar la
educación pública y apoderarse de la SEP para realizar sus programas y
materiales poniéndolos en práctica en más de 40 mil planteles que les reditúen
una fuerte ganancia; un lucrativo mercado de más de 1 millón 600 mil
trabajadores, a los que ofrecerá cursos, material didáctico, equipo de cómputo
etc.
A diez años de una intensa recomposición
en su genealogía, el hijo pródigo ya ha comenzado ha dar resultados. Mexicanos
Primero sigue ganando terreno en el mercado educativo. A la mitad de su periodo
propuesto ya logró establecer las bases legales, para que en los próximos diez
años comience a disfrutar plenamente sus jugosos dividendos.