Columna: Palabra de jaguar
Repatriar los restos de
Porfirio Díaz, del Cementerio Montparnasse, de París, Francia a México, es una
afrenta a los mayas rebeldes de Quintana Roo, a quien el dictador usó todo el
poderío militar para sembrar muerte y zozobra en la Zona Maya, acentuándose
esta con la “Campaña Oficial contra los mayas” ,tarea a la que Díaz comisionó a
su amigo el general Ignacio Bravo en 1898,la cual culminó 4 años después al
declarar el 24 de noviembre de 1902 a Quintana Roo como Territorio Federal.
Atrás una estela carmesí de más de 12 mil cadáveres mayas, además de soldados
mexicanos. Antes de ese año, en la guerra no “ oficial”, el pueblo indígena
bajó de 40 mil habitantes en esa región selvática a 20 mil personas.
El
primer genocidio en México en los albores de la modernidad y su genocida,
Porfirio Díaz, no han sido reconocidos por la historia y por los
gobiernos mexicanos. Al contrario, el partido gobernante, el Partido
Revolucionario Institucional(PRI) ha puesto en la Cámara de Diputados un punto
de acuerdo a través de su diputado y aspirante a la gubernatura de Oaxaca,
Samuel Gurrión Matías, repatriar a esa entidad los restos del dictador,
exiliado el 25 de mayo de 1911 a Francia a bordo del vapor alemán Y piraña y
fallecido en París el 2 de julio de 1915.
Una
propuesta similar del Partido Verde, en la LXII legislatura de Oaxaca
presentada por el diputado estatal, Carlos Vera Vidal el 18 de agosto de
2014 fue ignorada este año. Sin embargo, el ambiente dictatorial que existe en
México con la tele presidencia está favoreciendo la propuesta de Gurrión Matías
en el Congreso de la Unión, pues hasta la ala sumisa del Partido de la
Revolución Democrática (PRD) representada por Miguel Barbosa se ha pronunciado
por aprobar ese punto de acuerdo y se refiere al dictador como “un héroe, un
estadista y un soldado de la República”.
Así que
los políticos y partidos cómplices de la dictadura de facto en México se están
haciendo bolas con los logros de la revolución mexicana, que derrocó a Porfirio
Díaz, por esa sumisión al poder peñanetista. Es impensable por ejemplo que los
cubanos vayan a repatriar los restos del dictador Fulgencio Batista, derrocado
por la revolución cubana encabezado por Fidel Castro.
En
Quintana Roo, son muy adelantados. El ambiente de represión y “dictadura” del gobernador
Roberto Borge Angulo favoreció que el 16 de Julio de 2013,los diputados
aprobaran poner en el recinto del Congreso en letras de oro el
nombre de Porfirio Díaz, a propuesta del diputado del PRI-recibiendo órdenes de
Borge-,Manuel Aguilar en plena contingencia de dengue hemorrágico que cobró una
docena de vidas en la entidad y que tan solo el hospital de Felipe Carrillo
Puerto atendieran 30 casos sospechosos de dengue al día, según información del
director del nosocomio, Mario Tafolla García. Inscribir en letras de oro el
nombre con el argumento de que Díaz creó en el año de 1902 el Territorio
federal de Quintana Roo, olvidando la estela de destrucción y muerte al pueblo
maya en la Campaña Oficial porfirista. Y en medio del flagelo del dengue hemorrágico,
atípico ese año según la Organización Panamericana de la Salud(OPS).
El
nombre de Porfirio Díaz, significa para los mayas, sangre, genocidio,
exterminio, es decir, como se diría actualmente, la orden del dictador al
general Ignacio Bravo, fue “abatir”, para arrebatarles su selva, sus maderas
preciosas que fueron entregadas a dos empresas extranjeras. Hoy se repite un
hecho igual. Petróleo y playas entregados a los extranjeros, La dictadura ha
regresado luego de 100 años de la muerte de Porfirio Díaz.
En la
tradición oral, los generales mayas-hoy fallecidos-,Isidro Cituk y Marcelino
Poot, estaban muy agradecidos con la reina Isabel, de Inglaterra por
permitirles comprar armas en la colonia Británica de Belice, para poder
hacerles frente a los soldados yucatecos y mexicanos enviados por Porfirio
Díaz. Sin embargo, éste logra un pacto en 1893 con las Honduras Británicas y en
1898 refuerza las fronteras al fundar una guarnición militar con el subteniente
Othon Pompeyo Blanco, llamándolo Payo Obispo,hoy Chetumal, la capital de
Quintana Roo.
En
1904,por decreto presidencial, ya con los mayas diezmados y esparcidos en la
selva(los mayas quemaron la ciudad sagrada Noj Ka Santa Cruz, antes que
entregárselas a los mexicanos, por lo que el general Ignacio Bravo entró a la
capital maya sin disparar un solo tiro en 1901,pues no encontró
resistencia),Porfirio Díaz decretó el fin de la Campaña Contra los Mayas.
A 22
kilómetros de Yokop, pueblo antiguo maya, todavía se encuentran en una cueva
escondidos las armas de esa guerra que los mayas adquirieron a las Honduras
Británicas. (Todavía los abuelos mayas agradecen a la reina Isabel, quien
mortificada por el uso solamente del machete para combatir, les dio la
oportunidad de hacerse de armas modernas de esa época).Y también una bandera de
la Gran Bretaña.