Jorge Winckler Ortiz,Fiscal de Veracruz/Fotover
Por Silvia Nuñez
Hernández - 11 Ago 17 en Opinión
El huracán Franklin se degradó de la misma forma que lo está haciendo el
responsable de la Fiscalía General del Estado (FGE). Jorge Winckler Ortiz, en
el momento de tomar protesta como titular de la misma, en el acto protocolario
de respetar las normas vigentes de la Constitución Mexicana que el cargo le
confería, y si así no lo hiciere, que la sociedad se lo demande. Familiares de
desaparecidos, la sociedad en general, empresarios, se lo han demandado y hasta
el momento, el fiscal no tiene intención de renunciar.
Pero tampoco “Fisyulín” tiene intención alguna de cumplir con el compromiso
de brindar probidad y justicia a los veracruzanos. A la sociedad le es urgente
obtener por parte de la dependencia la honradez y ética para llevar a cabo los
procesos tanto que dejó rezagado Luis Ángel Bravo Contreras como los que
actualmente se están presentando. La ola de crímenes que se han originado en
Veracruz no desciende, al contrario, se incrementa estrepitosamente que según
el reporte del Sistema Nacional de Seguridad Pública ha situado al estado de
Veracruz en el número uno en secuestros.
La FGE es omisa, incompetente e insolente. Se contrapuntea con la prensa
que lo crítica, con los colectivos de personas desaparecidas, con los padres de
los jóvenes de Tierra Blanca, con los empresarios. En fin, con todo aquello que
no le permita llevar a cabo sus frivolidades que para Winckler son más
relevantes. Como es la pérdida de cinco kilos que asegura ha ganado derivado de
su nuevo trabajo y en donde se sospecha, lleva a cabo “comilonas” con platillos
suculentos como los hacía Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte de Ochoa y su
antecesor, Luis Ángel Bravo Contreras.
Citando un caso añejo, cuando la actual diputada local por el Partido
Acción Nacional, María Josefina Gamboa Torales tuvo el infortunio de conocer en
carne propia la forma de cómo, quienes ocupan el puesto de fiscal, tuercen la
balanza de justicia para el revanchismo político, la venganza y la falta de
sensatez y equilibro. Ella –y también el propio Winckler- vivió en carne propia
la estupidez y falta de congruencia que manifestó el ex gobernador del estado
de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa. Acto pueril que aplicaba a diestra y
siniestra, con el cinismo que lo caracterizó en toda su administración. Por
ocho meses, sufrió en su cuerpo la saña y el odio que ex mandatario sentía por
Miguel Ángel Yunes Linares.
Maryjose Gamboa, lloró y comprobó la forma en la que es utilizada la
fiscalía, que lejos de hacer una verdadera justicia para esclarecer cientos de
crímenes –como la de los 19 periodistas asesinados- fuera operada por un orate
como Luis Ángel Bravo Contreras para castigar a todos los “detractores” de su
jefe Duarte. Sin “autonomía” el pusilánime no se tocaba el corazón para detener
con fabricación de pruebas y tortura a quienes estorbaban a su mal gobierno.
Los amarres políticos que al parecer instauró el ‘gobierno del cambio’, ha
hecho que este patético sujeto tenga impunidad. Jorge Winckler Ortiz, su
defensor, tomó protesta como titular de la FGE y cuando todos pensaban –hasta
la propia Maryjose Gamboa- que en verdad la justicia iba a llegar a Veracruz y
todos, incluido el “Fisculín” estarían en la cárcel; la orden suprema fue otra.
Winckler no movió un dedo en contra de este metrosexual. Traicionando no tan
sólo a su “gran amiga” sino a las madres de desaparecidos, a los padres de los
cinco muchachos de Tierra Blanca, a los periodistas asesinados; en fin, a todas
y cada una de las personas que han sido víctimas de la delincuencia organizada
tanto añejas como actuales.
Cuando María Josefina Gamboa Torales estaba en la cárcel, en una de las
tantas entrevistas que le hice al hoy fiscal general, cuando era un ser
‘terrenal’ y la congruencia que aún le queda la echaba andar. Ahí mismo me
respondió a uno de mis cuestionamientos que yo le manifestaba sobre que la justicia
en México no existía para todos aquellos que no teníamos ni una pizca de poder
en este país. Él me respondió:
“Si existe Silvia, no flageles (…) La justicia federal si funciona, la
estatal es la que está realmente cuestionada (…) Mientras sigan estos
desgraciados en el poder, en Veracruz no existirá realmente una justicia real
porque Luis Ángel Bravo hace lo que Javier Duarte le dice”. Palabras más,
palabras menos, pero al final cuando fue nombrado como fiscal General del
Estado por Yunes Linares, jamás consideré ni por un momento que él se
convertiría en lo que tanto criticó. Una comparsa del gobierno de Miguel Ángel
Yunes Linares, un bufón de un hombre que busca hacer del panismo de Veracruz
una franquicia como la que dice que tiene Andrés Manuel López Obrador.
Lo curioso es que ahora un edil panista es quien lo señala. El regidor 12
del ayuntamiento de Boca del Río, Cristian Joel Blanco San Germán en una
transmisión en vivo en la red social Facebook, manifestó su molestia total por
la situación en la que se encuentran ocho niños en el Predio 4, del municipio
de Veracruz. Estos niños perdieron a su padre al ser asesinado por un albañil y
su esposa. Atacaron a su madre al grado de que le amputaron una mano y hoy
permanece grave en el Hospital General de “Alta” Especialidad ubicada en 20 de
noviembre.
Los pormenores del asesinato y ataque a los padres de estos ocho menores:
“El lunes pasado, tras una presunta ‘riña’ a machetazos en calles de la
colonia Predio 4, el señor, Eligio Reyes Ramos de 30 años de edad, perdió la
vida, y como resultado de este ataque ahora su esposa, mientras su esposa,
Leymi Janet Mata Pérez de 27 años de edad se encuentra grave. (…) A ella le
amputaron una mano, fue trasladada a un hospital del puerto de Veracruz, donde
su estado es reportado como grave, tras ser agredidos por el ahora identificado
como Raúl “N”, de ocupación albañil y su pareja, María Luisa N”.
Dolido por la situación en la que se encuentran estos pequeños, advirtió
que estaba visitándolos continuamente para saber acerca de su seguridad pues
son cuidados únicamente por los vecinos, pero no cuentan con más familia que
los ayude –obvio el gobierno de Ramón Poo y su esposa, Maricruz Barreda Cobo
como presidenta del DIF municipal no han considerado algún tipo de muestra
de humanidad-. Les ha llevado despensas, un poco de ropa y además juguetes para
hacer un poco más llevadera la pena del asesinato de su padre y la gravedad de
su madre.
En ese acto, pidió a Leticia Isabel Márquez Mora, presidenta del DIF
Estatal:
“Necesitamos el apoyo del gobierno del estado, ellos viven en una situación
muy complicada, necesitamos el apoyo de cada uno de ustedes (…) Amiga Leti yo
sé que juntos lo vamos a lograr, juntos vamos hacer sonreír a estos niños”.
Asimismo pidió apoyo para que los menores reciban una terapia psicológica
por la gravedad de los hechos. También solicitó a la delegada de la Secretaría
de Educación de Veracruz (SEV), Sonia Colorado Alfonso, su intervención para
que los niños puedan estudiar.
Pero lo más alarmante fue la solicitud –casi suplica- que le hizo a Jorge
Winckler Ortiz, fiscal General del Estado de Veracruz, para que interviniera
con prontitud en el asesinato del padre y el ataque a la madre de estos
pequeños, pues según advierten, están siendo omisos en el tratamiento de esta
investigación.
Pero no tan sólo ese llamado ha recibido el “Fisyulín”, derivado de sus
frívolas publicaciones en su cuenta de Twitter en donde presumía la dieta a la
que lo sometió su mujer. Ahora la hija de Guadalupe Mora Palacios, asesinada en
su domicilio el 12 de noviembre del 2016, le escribe al titular de la FGE desde
las redes sociales.
Exponemos el mensaje completo:
“Le propongo que venga a vivir a casa, donde desde noviembre pasado no se
duerme bien, no se come bien y no se vive bien. La zozobra y la tristeza son
mejor fórmula que verduritas al vapor. Le propongo que se hospede en el hogar
de cualquiera que tenga un familiar desaparecido, muerto o vejado, en una zona
como las que habitan millones de veracruzanos: de popular a jodida, con alto
índice de inseguridad (…) Cuando creo que he superado la peor etapa de mi vida,
despierto y es día diez… Como cada diez de mes, con ella me matan nuevamente
(…) Pero en esta ocasión no hablaré de ella. Ocuparé este espacio para
“obsequiar” al fiscal general de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, la receta que
tanto busca para reducir la talla de su cintura, que ha aumentado desde que
asumió el cargo, en enero (…) Le propongo que baje de su mundo frívolo a vivir
en Veracruz, que visite el infierno. Nuestro infierno: el de las tres y media
de la madrugada o el de las seis, del que es peor despertar. Le aseguro que
para bajar de peso no tendrá que “sacrificarse” con agüita de naranja y
ensalada”.
Nueve meses del asesinato y al fiscal no le ha dado la gana de esclarecer
el asesinato. Y así como éste todos. Ni un solo resultado ha mostrado, lo único
que los veracruzanos hemos observado es la forma de cómo responde con
‘excelencia’ a las órdenes que el gobernador del estado, Miguel Ángel Yunes
Linares le hace. Gente muy cercana a este grupo, en pláticas advierten que el
mandatario estatal con ayuda de Winckler a lo que se están dedicando es a la
‘extorsión’ política. Es decir, a los duartistas que participaron activamente
en la defraudación del estado, los acercan al gobernador, este les muestre las
pruebas legales en su contra –recabadas con prontitud por su fiscal- y ahí
viene la propuesta. “Te caes con X cantidad de dinero, o te metemos a la
cárcel”. Por ello me advirtieron, es que muchos lograron librarla, pero los que
no han querido “entrarle” son los que están en la cárcel cumpliendo su condena.
“Flavino Ríos Alvarado se negó, pero luego le entró, por eso lo dejaron
libre”.
Ya saben las leyendas urbanas que se cuentan pero muchas veces llevan más
verdad que mentira. Sólo el gobernador del estado, Miguel Ángel Yunes Linares
sabe a ciencia cierta la realidad de los hechos, pero desafortunadamente,
muchas veces la realidad supera la ficción.
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