Pedro Echeverría V
1. El presidente mexicano López Obrador, no ha podido transformar nada. No es hombre malo -como ningún presidente o alto funcionario- lo que sucede que todos los gobiernos funcionan en una gran jaula con fuertes barrotes donde sólo podrán hacer lo que le ordena el gran capital. Pueden hablar mucho, prometer grandes cosas, incluso poseer una gran voluntad y enormes deseos de servir, pero encerrados en “la jaula de oro” sólo podrán dedicarse a refunfuñar o rezongar contra su herencia y a repetir que “vamos muy bien”.
2. Todos los gobiernos en México, por lo menos desde la revolución de 1910/17, pueden hablar de las obras materiales construidas durante sus gobiernos, pero nadie podrá demostrar que eliminó un importante porcentaje de la desigualdad social. ¿Hasta cuándo se dejará de reconocer que el 70 por ciento de los mexicanos vive en la pobreza y la miseria, que el 25 por ciento es clase media jodida y que sólo el tres por ciento concentra y controla casi toda la economía del país? Espero que en 100 años, la situación haya cambiado.
3. Las revoluciones de Rusia, China, Cuba, Nicaragua –que buscaron la construcción del socialismo- fueron derrotadas por las poderosas fuerzas del capitalismo encabezados los el imperio yanqui y sus aliados. Los antimperialistas electos: Chile de Allende, Venezuela de Chávez, Bolivia de Morales, Ecuador de Correa, Argentina de Kirchner, Brasil de Lula, también fueron derrotados por el imperio aplicando diversas tácticas. ¿Puede alguien esperanzarse, en sano juicio, en “grandes” o “pequeñas” batallas contra ese poderosos capitalismo que sigue dominando?
4. El gran líder chino, Mao Tsetung, encabezó en 1949 el triunfo de la revolución China y estuvo junto a las masas trabajadoras batallando hasta su muerte en 1976; hizo avanzar su proceso, pero China no pudo salir de su atraso económico. Tuvo que llegar Deng Xiao Ping y su propuesta capitalista, bajo la dirección del viejo Partido Comunista de Mao, para que el gigante asiático – a partir de 1978, en menos de 50 años- se pusiera a la cabeza económica del mundo; a tal grado que el imperio yanqui y sus aliados lo han querido destruir con fuerzas combinadas.
5. La también enjaulada China ha logrado romper algunos barrotes con la estrategia de sus enemigos tradicionales: los capitalistas. Aprovechando la fuerza de sus casi 1,500 millones de habitantes, se ha levantado produciendo como una gran potencia universal. ¿Sabía el mundo que al derrumbarse la URSS 1991, los EEUU buscaron acabar a Rusia y los países aliados a ella para facilitar un ataque a China? POr ello digo que a todos los presidentes y líderes los tiene el capitalismo muy agarrado de los huesos por ello no pueden moverse ni lograr los cambios económicos en sus pueblos. (2/IX/22)
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