EL PROGRAMA
GUBERNAMENTAL QUE BUSCABA IMPULSAR A LOS PEQUEÑOS CAFICULTORES TERMINÓ
BENEFICIANDO PRINCIPALMENTE A CATOEX, CONTRATADA PARA MAQUILAR EL CAFÉ DEL
BIENESTAR. ESTA FIRMA PERTENECE A UNA FAMILIA VINCULADA CON JAVIER DUARTE DE
OCHOA, QUIEN PARA ESTE REPORTAJE EXPLICA SU RELACIÓN CON ESTOS EMPRESARIOS.
MIENTRAS CATOEX OBTUVO MILLONES DE PESOS CON ESTE PROYECTO GUBERNAMENTAL, A LOS
PRODUCTORES SE LES IMPUSO UN PAGO INFERIOR A SUS COSTOS DE PRODUCCIÓN.
Redacción AN /
BJC
11 Dec, 2025
06:45
Por: Elizabeth
Rosales (Periodismo Empower)
y Brandon J.
Celaya Torres (Aristegui Noticias)
La empresa
contratada para maquilar el Café del Bienestar, por hasta 118.7 millones de
pesos, pertenece a una familia de empresarios que en 2013 constituyó Grupo
Empresarial Pertenezco con el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de
Ochoa- preso desde 2017- y decenas de empresarios más. Asimismo, poseen
vínculos con Empacadora La Merced, S.A. de C.V., una de las empresas ligadas al
desfalco multimillonario de Segalmex.
En entrevista
para este reportaje, Duarte explicó que su participación como fundador de dicha
razón social, junto a prominentes empresarios de Córdoba- Orizaba, Veracruz,
fue con el objetivo de crear un hospital privado; proyecto que nunca se llevó a
cabo. El exgobernador niega que su participación en esta sociedad anónima
signifique ser socio actual de alguno de los participantes. “Lo que hagan o
dejen de hacer no tiene absolutamente nada que ver con mi persona”, afirmó en
llamada telefónica con este equipo de periodistas.
Esta
investigación explora los vínculos del político preso y los integrantes de la
empresa ganadora del contrato para maquilar el Café del Bienestar.
Este año, Café
Tostado de Exportación, S.A. de C.V. (Catoex) se encargó de solubilizar el café
del programa y envasarlo en presentaciones de 50, 90 y 205 gramos. Pero además,
no tuvo que concursar por el contrato. Le fue asignado por adjudicación directa,
luego de que el gobierno invitó a tres empresas que pertenecen a familias
veracruzanas históricamente asociadas entre sí: Catoex, Cafiver, S.A. de C.V. y
Cafés Finos de Córdoba, S.A de C.V. (Cafinco).
Según la Ley
de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, las
dependencias deben abstenerse de adjudicar contratos a quienes hayan competido
en el mismo procedimiento con otras empresas con las que mantienen vínculos,
pues estos casos permiten a la autoridad presumir una simulación de competencia
en los procesos de contratación pública.
El fundador de
Catoex, ya fallecido, fue investigado en España por presuntamente financiar su
negocio cafetalero con dinero ilícito, El fundador de Catoex, ya fallecido, fue
investigado en España por presuntamente financiar su negocio cafetalero con
dinero ilícito, de acuerdo con una investigación del periodista Esteban
Urreiztieta publicada en El Mundo. También estuvo en prisión por fraude al
Instituto Mexicano del Café (Inmecafe) (Domingo Muguira+)
Sus herederos,
en cambio, han sido objeto de grillas locales principalmente por sus vínculos
con partidos políticos.
Paradójicamente,
mientras el Café del Bienestar se convirtió en un negocio de millones de pesos
para Catoex, los pequeños productores de café– a quienes el programa debía
apoyar– terminaron, en los hechos, subsidiando una parte de este programa.
Según
entrevistas para este reportaje, a los caficultores se les impuso un precio más
barato por su producto para la marca del Bienestar. Inicialmente, el gobierno
ofreció 75 pesos por kilo de café pergamino, cuando el costo de producción ha
sido de más de $100 por kilogramo. En octubre, la oferta aumentó a 100 pesos,
pero sigue siendo insuficiente para que los caficultores puedan tener ganancia,
según compartieron.
Al mismo
tiempo, durante esta investigación, se identificó que Catoex habría cobrado un
sobreprecio por frasco de café. A otros clientes, con pedidos de unas 80
toneladas, les ha cobrado alrededor de 14 pesos por procesar un frasco de 50
gramos. Sin embargo, a Café del Bienestar le cobró casi 19 pesos por la misma
presentación, aunque el volumen contratado fue mayor, de 2,077 toneladas, lo
que usualmente reduciría los costos.
Aunado a esto,
el diseño e implementación del programa han mostrado otras fallas para los
caficultores consultados: el volumen de granos adquiridos para este programa ha
sido insuficiente para mantener abastecidas las tiendas también llamadas del
Bienestar, y aún menos para cumplir con sus objetivos de eliminar
intermediarios en la cadena de producción del café.
En su primer
año, Alimentación para el Bienestar, la dependencia encargada del programa, se
propuso comprar 2,077 toneladas de café para la fase piloto, equivalentes al
0.19% del total producido en el país en 2024, una meta que quedó corta frente a
las necesidades del sector.
CAFÉ DEL
BIENESTAR INVITÓ A EMPRESAS ASOCIADAS ENTRE SÍ
En abril de
este año, Alimentación para el Bienestar invitó a tres empresas a competir y
presentar cotizaciones para maquilar el café bajo el sello gubernamental. Las
invitadas fueron Catoex, Cafiver y Cafinco, compañías que guardan vínculos
entre sí a través de sus socios, según documentos del Registro Público de
Comercio.
Tras realizar
un análisis de precios, la dependencia otorgó a Catoex el contrato por
adjudicación directa DICONSA/CADQ/000849/2025, en mayo de 2025, por una
cantidad mínima de $57,134,933.58 M.N. y un monto máximo de $118,718,132.92
M.N. con vigencia hasta el 31 de diciembre de este año.
Las relaciones
entre las empresas invitadas a participar en este proceso de contratación son
conflictivas con la ley porque, según el artículo 71 de la Ley de
Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, las dependencias
no deben adjudicar contratos a empresas que, habiendo participado en un mismo
proceso de contratación, “se encuentren vinculadas entre sí por algún socio o
asociado común”. Este tipo de prácticas se evitan porque suelen representar un
riesgo de sobreprecios y corrupción, de acuerdo a la extinta Comisión Federal
de Competencia Económica.
En este
proceso de contratación, Catoex ofreció el servicio de solubilizar el café
adquirido por la dependencia y envasarlo, por una cuota de $18.89 M.N. del
frasco de 50 gramos, $27.84 M.N. el de 90 gr., y $49.42 M.N. el de 205 gr.,
aunque en esta investigación fue posible identificar que a otros clientes, con
un volumen de producción menor al de Alimentación para el Bienestar, les ofrece
el mismo servicio a menor costo: solubilizar y envasar frascos de café en
presentación de 50 gramos a 14 pesos la pieza, casi 5 pesos menos que lo
ofertado a Café del Bienestar.
Catoex fue
fundada en 1971 por empresarios como el fallecido DOMINGO MUGUIRA REVUELTA y OTÓN
PORRES BUENO, quien fundó Cafiver S.A. de C.V.
A su vez, José
Álvarez Fernández, fundador de la tercera empresa invitada, Cafés Finos de
Córdoba, fue socio del padre de Domingo Muguira Revuelta, fundador de Catoex.
Lo cual muestra que las tres empresas invitadas a competir por el contrato para
maquilar el Café del Bienestar, poseen relaciones entre sí.
MUGUIRA
REVUELTA FALLECIÓ EN 2019, PERO HIJOS CONTINÚAN EL NEGOCIO CON CATOEX: MAURICIO
RICARDO MUGUIRA MARENCO, COMO ACCIONISTA Y PRESIDENTE DEL CONSEJO DE
ADMINISTRACIÓN; DOMINGO MUGUIRA MARENCO, COMO TESORERO DEL CONSEJO DE
ADMINISTRACIÓN; Y PAULINA MUGUIRA MARENCO, COMO APODERADA.
Aunque los
vínculos entre las familias propietarias de Catoex, Cafiver y Cafinco se
originan décadas atrás, las relaciones entre ellas siguen vigentes en la
actualidad a través de los herederos de cada dinastía.
Por ejemplo,
el actual director comercial de Cafiver, Carlos Eduardo López Romero constituyó
dos empresas– Servicios Nacionales de Protección, Custodia y Resguardo, S.A. de
C.V. y Embalajes y Plásticos de Córdoba, S.A. de C.V. – en sociedad con
Exportadores de Cafés Mexicanos, S.A. de C.V., una empresa controlada por los
Muguira Marenco, dueños de Catoex.
En Cafinco
ocurre algo similar. La hija de su fundador, María del Carmen Álvarez Zardain,
fundó Grupo Empresarial Pertenezco junto con Domingo y Paulina Muguira Marenco,
Grupo Empresarial Porres— propiedad de Otón Porres Bueno— y el exgobernador
veracruzano Javier Duarte de Ochoa, detenido en 2017 y sentenciado a prisión en
2018 por asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia
ilícita.
“En el año
2013, siendo yo gobernador del estado, fui convocado por unos empresarios de la
zona de donde soy oriundo”, comparte Javier Duarte sobre su participación Grupo
Empresarial Pertenezco. De acuerdo con sus dichos, esta razón social no es un
consorcio de empresas a pesar de que entre sus fundadores haya otras compañías,
así como múltiples empresarios. El objetivo de la sociedad era construir un
hospital privado, pero el proyecto se deshizo “al no haber juntado el dinero”.
Por lo anterior, Duarte enfatiza que no es socio comercial de ninguno de los
involucrados “Lo que hagan las personas que estén ahí es independiente a mí”,
ataja y señala que no ha recibido un peso de los contratos públicos otorgados a
Grupo Empresarial Pertenezco.
Además de
esto, la red de empresas que vincula a Catoex, Cafiver y Cafinco opera dentro
de un ecosistema donde figuran proveedores previamente cuestionados. Entre
ellos, Empacadora La Merced, S.A. de C.V., señalada por irregularidades en
contratos de Segalmex.
Según la
periodista Georgina Zerega, Empacadora La Merced obtuvo contratos con Segalmex
en 2020 para proveer carne deshebrada, pero no entregó el equivalente a 2.7
millones de pesos que sí le fueron pagados.
En este
entramado, Eduardo Álvarez Zardaín, dueño de Cafinco, es tío y socio de José y
Alejandro Álvarez Rocha. Ambos hermanos han sido apoderados de Empacadora La
Merced, como se observa en el siguiente gráfico. A su vez, el director general
de esta empresa, Carlos Eulalio López Astorga, fue apoderado de Catoex y socio
de sus dueños en por lo menos otras 10 empresas. Este último es además padre
del actual director de Cafiver, cerrando un círculo que conecta a las tres
compañías a través de cargos directivos y lazos familiares.
Al consultar a
Cafiver sobre los señalamientos anteriores, la empresa contestó: “Otón Porres
no tiene relación alguna con la empresa Café Tostado de Exportación (Catoex),
la cual compite con Cafiver en los mercados nacionales e internacionales”. No
obstante, los documentos del Registro Público de Comercio lo muestran como
fundador de Catoex, como se mencionó anteriormente.
También
expresó que “no hubo concurso” para el contrato del Café del Bienestar y fue
una invitación directa del personal de la Secretaría de Agricultura y
Desarrollo Rural (Sader), Diconsa y Alimentación para El Bienestar, a través de
Manuel Ochoa e Iván Rico “quienes acudieron a las instalaciones de Cafiver en
repetidas ocasiones para solicitarnos cotización sobre la maquila de producto
que requerían (ellos entregarían el café verde). Lo atribuímos a que Cafiver,
es la principal industrializadora de café en México con capital netamente
mexicano y en virtud de la buena calidad de nuestros productos y procesos, así
como de nuestra presencia en el mercado. Sin embargo, no fuimos seleccionados
para realizar dicha maquila”.
ADICIONALMENTE,
CAFIVER NEGÓ TENER ALGÚN TIPO DE RELACIÓN CON EMPACADORA LA MERCED.
Los
contratistas de Segalmex y Diconsa, ahora Alimentación para el Bienestar, han
sido objeto de interés para investigaciones periodísticas —y administrativas o
penales— en años recientes, porque esta dependencia fue cuna del mayor
escándalo de corrupción en la administración del expresidente Andrés Manuel
López Obrador, con un daño aproximado de 15 mil millones de pesos al erario
público.
A pesar de la
reestructuración que dio origen a Alimentación para el Bienestar en enero de
2025, la institución encargada de los programas de seguridad alimentaria en
México ha seguido adjudicando contratos a empresas previamente señaladas por
irregularidades en la extinta Segalmex. Este patrón sugiere que la nueva
dependencia no ha implementado controles suficientes para evitar repetir
prácticas cuestionadas en el pasado.
Entre estas
compañías se encuentra Marindustrias, S.A. de C.V., que este año ha recibido
por lo menos 33 contratos por un total de 3,775,729.68 de pesos; La Italiana,
S.A. de C.V., 37 contratos por un total de 11,629,916.40 de pesos; y Soluciones
Logísticas Inteligentes S.A. de C.V., al menos un contrato por 18,139,386.11 de
pesos, según el portal de compras del gobierno federal, ComprasMX.
Las primeras
dos fueron señaladas en una investigación del periodista Iván Alamillo, de
Mexicanos Contra la Corrupción, por haber pagado sobornos para obtener
contratos en Segalmex. La tercera fue señalada por la Auditoría Superior de la
Federación, por no acreditar el cumplimiento de servicios que le fueron pagados
en 2023. Además cuenta con señalamientos en prensa por presuntos vínculos con
figuras políticas y ex funcionarios de la misma Segalmex.
En el caso de
Catoex destaca que, además de obtener el contrato para maquilar el Café del
Bienestar, forma parte de una red de empresas y empresarios —construida por su
fundador y hoy mantenida por sus herederos— cuyos antecedentes y vínculos
también han sido objeto de cuestionamientos públicos.
ANTECEDENTES
DE CATOEX Y SUS LAZOS CON DUARTE
El fundador de
Catoex, Domingo Muguira Revuelta, fue preso en 1978 por fraude al Instituto
Mexicano del Café (Inmecafe) por traficar permisos de exportación a su favor.
También constituyó empresas que fueron utilizadas para desviar dinero de la
Lotería Nacional cuando ésta estaba dirigida por Carlos Salomón Cámara, su
familiar político. Además, fue investigado por la Unidad de Delincuencia
Económica y Fiscal (UDEF) de España por presuntamente haber participado en un
esquema de lavado de dinero, que financió sus plantaciones de café en Chiapas y
Veracruz.
Muguira
Revuelta, además de empresario, fue un personaje cercano a la política local.
Fue secretario de organización y acción política en Movimiento Ciudadano, según
el padrón de partidos políticos de 2015-17. También asistía con regularidad a
eventos públicos y reuniones privadas con figuras de poder, tanto del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN), algunas
de las cuales se convirtieron en socios comerciales.
“Don Domingo
era mi amigo, lo quería mucho”, señala Duarte sobre sus vínculos con el
fundador de Catoex.
Los herederos
de Muguira Revuelta también han construido una vida cercana a la clase
política.
Por ejemplo, PAULINA
MUGUIRA MARENCO, hija del fundador de Catoex, fue diputada local de 2010 a 2013
con el PRI, en una fórmula respaldada por la campaña de Javier Duarte de Ochoa
a la gubernatura de Veracruz.
Más aún: ella
es esposa de JUAN LAVÍN, ALCALDE PRIISTA DE CÓRDOBA DE 2007 A 2010 y quien, en
2018, buscó sin éxito la diputación federal por este distrito electoral.
Según Javier
Duarte, el matrimonio de Paulina Muguira explica por qué se convirtió en
diputada y su aliada. “Tiene que ver por un tema político, más que por un tema
de amistad. Era más político. Juan Lavín, su esposo, era en ese momento alcalde
de Córdoba y la mejor evaluada en ese momento, recuerdo, por el PRI para
diputada local era la presidenta del DIF, que era Paulina Muguira”, señala.
También está
el caso de ALICIA MUGUIRA MARENCO, CASADA CON ARMEL CID DE LEÓN DÍAZ, quien fue
presidente municipal de Fortín por el PRI entre 2014-17. El hijo de ambos,
Armel Cid de León Muguira, también ha sido asesor del Senado de la República.
Por otra
parte, miembros de la dinastía del denominado Grupo Porres —presente en Catoex
y su competidor, Cafiver— han estado vinculados al poder político de lo que la
Cuarta Transformación llama el viejo régimen, tanto del PRI como del PAN.
Por ejemplo,
Jaime Porres Bueno, hermano de uno de los fundadores de Catoex, fue señalado
como prestanombres de Javier Duarte en el libro Duarte, el priista perfecto,
del periodista Arturo Ángel
Al cuestionar
a Duarte sobre esto, vía telefónica, el exmandatario estatal señaló que su
relación con Porres Bueno solía ser de amistad. Afirma que, tras el escándalo
de corrupción que lo llevó a prisión, dejaron de hablar.
A los
señalamientos que rodean a las empresas invitadas a cotizar la maquila del Café
del Bienestar se suman deficiencias en el diseño e implementación del programa,
señaladas por la comunidad caficultora, que para algunos han significado la
decisión de no participar en el programa, pese a que la iniciativa fue
concebida, en principio, para beneficiarlos.
LAS PROMESAS
DEL CAFÉ DEL BIENESTAR
Una de las
principales quejas de los caficultores en México ha sido que el precio del café
suele quedar en manos de intermediarios vinculados a grandes corporaciones como
Nestlé y Starbucks, dos de las mayores compradoras del grano en el país.
Empresas como
ECOM Agroindustrial Corp. Limited (ECOM), Neumann Kaffee Gruppe (NKG) y Louis
Dreyfus Company B.V. (LDC) concentran tal poder en el mercado que pueden
influir en los precios del café y establecer prácticas abusivas, desde la
imposición de sistemas de créditos informales y contratos ventajosos, hasta
violaciones a derechos humanos, que muchos productores se ven obligados a
tolerar por falta de alternativas, según el informe Explotación y Opacidad: la
realidad oculta del café mexicano en las cadenas de suministro de Nestlé y
Starbucks, publicado este año por las organizaciones Coffee Watch, Empower y
ProDESC.
Por eso,
cuando la presidenta Claudia Sheinbaum anunció en noviembre de 2024 la creación
del Café del Bienestar, la propuesta introdujo, por primera vez, un esquema de
compras directas orientado a modificar la relación entre pequeños productores e
intermediario
Video: https://youtu.be/St0USIuNxPo?si=ZIiIEGx-a0HbT3am
El esfuerzo se
anunció como un agregado al Programa de Abasto Rural, que contemplaba la
adquisición de café a precios definidos por el gobierno, así como su
transformación y distribución para abastecer las tiendas del Bienestar, antes
Diconsa.
Hasta
entonces, aunque existían programas como el de Sembrando Vida, que otorga
apoyos a productores de café y otros cultivos, no había iniciativas públicas
que facilitaran la transformación, distribución y comercialización de estos
productos dentro de la red de tiendas Diconsa.
En estas se
vendían sólo cafés solubles como Nescafé y Café Legal, y uno de los temores que
tenían caficultores entrevistados era que el anuncio de presidencia terminara
beneficiando a las grandes empresas en lugar de favoreciendo a los pequeños
productores, si es que el café recibía subsidios para terminar en manos de
trasnacionales.
Las reglas de
operación del Programa de Abasto Rural fueron publicadas en enero de 2025 con
un capítulo para el componente “Transformación para el Bienestar” que respondía
al anuncio de Claudia Sheinbaum dos meses atrás.
El programa
facultaba a Diconsa para desarrollar marcas propias y comercializarlas en la
red de tiendas estatales. Asimismo, se estableció como prioritaria la
transformación del café, cacao y miel, inicialmente en los estados de Yucatán,
Tabasco, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Puebla y Guerrero.
Para la compra
de café, se determinó que los beneficiarios serían pequeños productores:
aquellos con una producción no mayor a 5 hectáreas de tierra de cultivo, y que,
a cada uno se les pagaría un precio de 75 pesos por kg de café pergamino
arábigo, 65 pesos por kg de café natural arábigo, y 55 pesos por kg de natural
robusta, hasta alcanzar un volumen máximo de 500 kg de café por cada productor.
Pero el precio
del café pergamino no fue rentable para los caficultores, a quienes les ha
costado más caro producir este tipo de café y señalan que pueden ganar más si
lo venden a otros compradores.
“Les fallaron
las cuentas con los precios”, opinó Arturo García Jiménez, productor de café en
Atoyac, Guerrero, “El pergamino debió tener un precio de 130 pesos y te lo
compraban a 75”.
“Te puedo
decir cuánto me cuesta a mí producir un kilo de café pergamino: 110 pesos”,
dijo Cirilo Elotlán Díaz, productor de café en Veracruz e integrante del
Consejo Regional del Café de Coatepec.
Tras meses de
operar con estos precios, en octubre de 2025, Alimentación para el Bienestar
publicó una modificación a las reglas de operación que actualizó el precio del
café pergamino arábigo a 100 pesos por kilo y se precisó que los montos serían
más bien un precio base, de modo que “en caso de que en el periodo de cosecha
corriente exista en el mercado un incremento del precio del café por encima de
los montos base, se realizará un pago único compensatorio al final del periodo
de cosecha”, de hasta un 15% adicional de lo pagado respecto del precio base.
“Aquí el gran
problema es qué tan seguro es esto”, opinó Cirilo Elotlán, de Veracruz, “Porque
hoy por hoy, la falta de transparencia impera, pero está bien porque reitero
que es un programa piloto. Se están haciendo análisis, estadísticas, y si año
con año lo van a ir modificando eso resulta interesante, porque precisamente
eso es lo que nosotros pedimos, un traje a la medida”.
Entre las
modificaciones también se incluyó un incrementó en el volumen máximo de acopio
a 750 kg por productor, aunque el volumen total a adquirir permaneció igual al
que se planteó en un inicio: una adquisición total de 2,077 toneladas de café:
177 toneladas de café pergamino arábigo, 1,300 toneladas de natural arábigo, y
600 toneladas de natural robusta. De las cuales, la mayoría se compraría en
Guerrero (1,300 toneladas), luego en Veracruz (360), Oaxaca (300), Puebla
(117).
Además de los
precios por kilo de café, otra preocupación de la comunidad caficultora fue que
2,077 toneladas de café no resultaban significativas para un país que, en 2024,
produjo 1,056,306 toneladas de café cereza, como le llaman al fruto recién
cortado.
“El programa
es marginal, sus volúmenes de acopio son mínimos comparados con la producción
nacional”, dijo Arturo García Jiménez, productor de Cafés Atoyac en Guerrero,
“Lo bueno es que se desplazó la Nestlé. Lo irónico ahora es que ahora no llega
el café del bienestar, entonces no hay café en las tiendas Diconsa”.
A esto se suma
que, según el proceso de transformación del café, el volumen adquirido
disminuye primero al retirar la cáscara, y después, al convertirlo en producto
soluble.
Según García
Jiménez, el programa adquiere los granos de café con cáscara, así que, al
retirarla, su peso se reduce a la mitad. Posteriormente, de ese café, se
necesitan 2.8 kilos de café para producir un kilo de café soluble, lo cual
impacta en la producción del producto final.
A agosto de
2025, de 918.67 toneladas de café adquirido, se habían producido 110,004
frascos de café en presentación de 90 gramos; 99,000 frascos de 50 gramos; y
23,808 de 205 gramos para una red de más de 25,400 tiendas del Bienestar.
Si se
distribuyeran equitativamente entre todas las tiendas, les habrían tocado
solamente nueve frascos a cada una.
A lo anterior
se suma que, según caficultores consultados, el café soluble vendido bajo la
marca del Bienestar presenta un cristal de menor tamaño y textura polvosa que
interpretan como indicadores de “mala calidad” y un método “más barato” para
procesarlo.
En contraste,
si el producto fuera liofilizado, lo que da la mejor calidad para solubles, el
cristal sería más grande y sólido.
A diferencia
de las principales marcas de café soluble, el del Bienestar no incluye en su
etiquetado el método de procesamiento.
OPORTUNIDADES
DE MEJORA, SEGÚN CAFICULTORES
Ante los
cambios que ya se publicaron en octubre y que incluyen incrementar el precio
del café pergamino de 75 a 100 pesos por kilo y un ajuste adicional a fin de
año de hasta 15%, para reducir la brecha entre los costos de producción y el
precio de compra, aún está pendiente el cómo operará este ajuste y bajo qué
criterios se aplicará.
Mientras no se
resuelva el tema de los precios, algunos caficultores advierten que podría ser
difícil que más productores decidan vender mayores volúmenes al programa.
“El programa
lo vemos como una buena acción gubernamental. Sin embargo nos parece que la
metodología no es la más adecuada, porque no está resolviendo el tema de precio
ni el problema más estructural de que los productores se organicen, construyan
estructuras productivas que les permita agregar valor y conectarse directamente
al mercado con la colaboración del gobierno”, opinó José Juárez, productor de
Chiapas.
“Sería una
gran posibilidad que el Café del Bienestar se asociara con productores o
empresas cooperativas del sector social para montar una planta que realizara
estos procesos de industrialización”, agregó Juárez.
Arturo García
Jiménez, caficultor de Guerrero, coincide. “Visto como un programa piloto, el
programa es bueno. Sin embargo, consideramos que se debe involucrar a los
productores en el proceso para que no parezca como una simple operación de
compra-venta. El programa, debe ampliarse hacia otros centros de consumo
institucionales y, debe proporcionar apoyos o enlaces para que el productor
desarrolle y se apropie de todos los eslabones de la cadena: rehabilitación de
plantaciones, soporte técnico, impulso a la productividad, prácticas
agroecológicas, agregación de valor y financiamiento. Solo con esta visión
integral, se podrá lograr el verdadero desarrollo de este importante pero
marginado sector”, dijo.
Para Fernando
Celis Callejas, asesor general de la Coordinadora Nacional de Organizaciones
Cafetaleras (CNOC), el rumbo del programa podría mejorar si se involucra a los
propios productores en la transformación del grano y en la cadena de valor. En
su opinión, esa participación sería más coherente con los objetivos de apoyar a
pequeños productores, especialmente de comunidades indígenas.
“Nosotros
decimos, el gobierno va a comprar café de indígenas, pequeños productores, y si
lo va a vender como café soluble, puede maquilarlo en la infraestructura de una
organización de pequeños productores”, dijo en entrevista Celis Callejas.
En Oaxaca, por
ejemplo, una organización integrada por caficultores indígenas ha intentado
hacerlo desde hace más de tres años.
La
Coordinadora Estatal de Productores de Café de Oaxaca (CEPCO) y otras 10
organizaciones de varios estados, integrantes de la CNOC, han manifestado
capacidad e interés en maquilar café para Diconsa y Segalmex. Por este motivo,
según Celis Callejas, los responsables del Café del Bienestar tenían
conocimiento de que existían opciones distintas a Catoex, Cafiver y Cafinco
para el Café del Bienestar.
Según Celis
Callejas, estas organizaciones ya habían acordado vender café soluble orgánico
a Segalmex bajo la marca “Fértil”, a un precio menorque el de Nestlé, “pero de
última hora se canceló por acuerdos entre funcionarios y algunos Consejos que
representan tiendas rurales de Diconsa”.
Pero esta
experiencia no fue el único intento de estas organizaciones cafetaleras por
convertirse en proveedores del gobierno federal. Durante el primer trimestre de
2025, la CEPCO sostuvo reuniones con la Secretaría Anticorrupción y Buen
Gobierno para incorporarse como proveedora, según informes consultados en la
Plataforma Nacional de Transparencia.
“Hay
comunicación entre funcionarios y sector productor, con los responsables del
programa, porque obviamente hacen consulta sobre cómo se ve el programa, los
precios, etc. Entonces, ¿van a maquilar café soluble? Aquí hay una organización
que tiene infraestructura”, aseguró Celis.
De esta
manera, mientras los pequeños productores, quienes deberían ser el eje central
del programa, continúan recibiendo un precio por su producto que apenas cubre
sus costos, el “Bienestar” se adjudicó, con sobreprecio, a los mismos actores
de siempre: empresarios prominentes de cuestionable reputación y con profundos
lazos con políticos corruptos.
Para conocer
su postura, este equipo de periodistas buscó a Catoex, Cafinco, Cafiver,
Empacadora la Merced y a la titular de Alimentación del Bienestar, María Luisa
Albores, sin embargo no respondieron al cierre de edición
Fuente: Aristegui Noticias
Enlace: https://aristeguinoticias.com/1112/investigaciones-especiales/cafe-del-bienestar-da-millones-a-empresarios-vinculados-con-javier-duarte-exgobernador-de-veracruz-responde/