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México es el país más sangriento del mundo después de Siria: 23 mil
asesinatos en un año
Los crímenes en el país llegaron a tal punto que
solo es superado por la violencia bajo el régimen de Bashar al Assad y el
Estado Islámico. Marcados por el narcotráfico, los homicidios han aumentado 11
por ciento en los últimos dos años. Donald Trump retuiteó el informe
México
fue en 2016 el segundo país con más asesinatos del mundo,
superado sólo por Siria, informó este martes la organización Instituto
Internacional de Estudios Estratégicos (IISS por sus siglas en inglés) en su
informe anual sobre conflictos.
"Los
homicidios intencionados en México en 2016 fueron 23.000",
superados sólo por los 60.000 de Siria, que
vive una guerra civil y la presencia del Estado Islámico, escribió Antonio
Sampaio, experto del IISS, una organización especializada en Defensa y
conflictos con sede en Londres.
El
reporte puso especial énfasis en el narcotráfico como causa de la crisis. "Es
muy raro que la violencia criminal alcance los niveles de un conflicto armado.
Pero es lo que ocurrió en el Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras,
Guatemala y El Salvador), y, especialmente, México",
añadió. En los tres países centroamericanos mencionados, la cifra combinada de
asesinatos fue de 16.000.
La mañana
del miércoles, el presidente estadounidense, Donald Trump, que ha prometido
construir un muro en la frontera con México, retuiteó en su cuenta personal un
artículo periodístico sobre el reporte.
Si bien el informe
constata una reducción de las tasas de homicidios en
esos países centroamericanos, no fue el caso de México, donde aumentaron
un 11% entre 2015 y 2016.
El origen de semejante violencia se remonta a la decisión del
presidente Felipe Calderón de declarar, en diciembre
de 2006, la guerra al narcotráfico e implicar al
ejército en ella. "El conflicto resultante trajo la miseria a
México", afirma Sampaio.
El
aumento de la violencia constatado en el último año estuvo motivado por la carrera
armamentística entre carteles, "con los grupos criminales
buscando los instrumentos más efectivos de intimidación contra los rivales y el
Estado", explicó. "El objetivo de estas bandas es la autonomía, sobre
territorios urbanos y actividades económicas ilícitas, como el tráfico de
cocaína, la producción de heroína y, cada vez más, los laboratorios de drogas
sintéticas".
El antiguo y temible cártel de Los Zetas
Todo ello, con un
trasfondo de "debilidad institucional y corrupción
generalizada que ha infestado al Estado mexicano".
En el
capítulo de recomendaciones, Sampaio afirma que "México necesita rapidez y
políticas innovadoras si va a cambiar su estrategia de seguridad".
Recordando la reducción de la violencia en la última década en ciudades
latinoamericanas como Medellín y Río de Janeiro, el autor recomienda aplicar "políticas
multidimensionales", que impliquen un esfuerzo militar, de
las fuerzas de seguridad, la justicia, de planificación urbana, infraestructura
y tecnología.