MEMORANDUM 1.-
En apenas un
semestre, o menos, tres alcaldes de tres partidos políticos diferentes, pero
curiosamente los más representativos hasta ahora, se han visto involucrados en
escándalos que ameritan, sin duda, una condena de cárcel tras serles retirado
el fuero que alegan tener. Ellos son Omar Cruz Reyes, panista, exalcalde de
Medellín de Bravo, señalado como presunto autor intelectual del secuestro y
asesinato del periodista y activista Social Moisés Sánchez Cerezo. El otro, es
Armel Cid de León Díaz, alcalde priista de Fortin, acusado –y confirmado- de
haber agredido brutalmente a golpes a una mujer con la cual mantenía una
relación extramarital desde hace tiempo, y quien por ahora ha librado la acción
de justicia por la complicidad en la que están involucrados el gobernador
Javier Duarte de Ochoa y el fiscal General del Estado, Luis Ángel Bravo
Contreras, amigos personales del violento munícipe, y su todopoderoso suegro
Domingo Muguira Revuelta, en otra época "mecenas" del actual gobernante,
y quien con ese solo hecho ha logrado que nada le pase a su querido yerno y
regrese como si nada a despachar al palacio municipal fortinense tras una
licencia de semanas que sirvió para irse de vacaciones, y borrón y cuenta
nueva. El caso más reciente, conocido este martes, pero ocurrido hace más de un
año, es el del alcalde perredista de Colipa, Víctor Molina Dorantes, acusado de
violar y amenazar de muerte a su secretaria en ese ayuntamiento y a su familia
si le denunciaban. La impunidad campea en Veracruz en estos deplorables años.
Tener un puesto público es sinónimo de abuso, exceso y de contar con una
patente de corso para hacer y deshacer a su antojo por parte de estos
personajes disfrazados de "autoridades". Resulta verdaderamente
triste ver cómo esos "políticos", amparados en un escudo llamado
"Justicia", abusan de todo el poder que les ha sido conferido para
usarlo a su antojo sin que nadie se los cuestione. Todo ello debe ser
reflexionado por el ciudadano común, sobre todo, ahora que se acerca un proceso
electoral. En España, donde hace dos semanas hubo elecciones para alcaldes en
los más de 8 mil municipios y en 13 comunidades autónomas, el voto de castigo
se ha hecho realidad, y el dominante Partido Popular en el gobierno, perdió
bastiones como Valencia, Madrid, Castilla la Mancha y Extremadura, por sólo
citar algunas comunidades, donde la gente les ha demostrado su hartazgo tras
conocer los escándalos de corrupción en los que están inmersos varios de esos
"representantes populares". La pregunta es: ¿Veracruz está preparado
para algo parecido?, o como muchos advierten, todo seguirá igual ante la
desidia de un pueblo cansado y sin ánimos de dar un paso al frente, una prensa
corrompida, unos políticos que todo lo justifican, y una autoridad a la que
poco le ha importado llevar al abismo a un pueblo en el que hasta la leche que
beben sus hijos en los desayunos escolares se debe, y seguramente terminarán
pagándola ante su falta de entereza para protestar y decir ¡basta ya!, y
mientras tanto, los golpeadores y violadores de mujeres, los autores
intelectuales de secuestros y muertes de periodistas, los que fomentan la
corrupción y se enriquecen sin ningún rubor, seguirán haciendo de las suyas
quién sabe hasta cuándo.