Por: Emma Martínez
(17 de agosto, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- “Donde el gobierno ve oro también ve muerte, esa es su visión; donde él ve madera, nosotros vemos árboles; donde ve minas, nosotros vemos nuestras montañas libres de contaminación. Como pueblo no buscamos el dinero, nosotros vemos naturaleza viva y no nos importa si dentro de las montañas hay oro o cualquier otro tipo de mineral. Los políticos y los empresarios ven los cerros y piensan que están cubiertos de dinero, esa es la diferencia entre la mentalidad de los indígenas y la del gobierno, por eso busca erradicarnos”, puntualiza Gregorio Santos, vocero de la comunidad de Ostula, Michoacán en entrevista para Revolución TRESPUNTOCERO.
Con esas palabras se explica el porqué de la lucha de Ostula, la cual, al igual que varias más que han optado por la autodefensa y autodeterminación comunitaria durante toda la historia mexicana, nace de las profundas necesidades de vida y los constantes intentos de despojo. Ostula ha mantenido el movimiento en defensa de su territorio desde el 2009, a partir de que el pueblo decide organizarse para hacerse cargo de su seguridad y protección, no solamente de los embates del narcotráfico, sino también de las autoridades gubernamentales.
Santos explica que la intromisión del gobierno federal, por medio del Ejército, no es un hecho que sorprenda, ya que no es la primera vez que son víctimas de ataques de este tipo, y lo cataloga como un ‘hecho politizado’, al que, en sus palabras, “dejó de importar semanas después de la muerte del menor y las otras afectaciones padecidas por otros miembros de la comunidad…
Quien sigue interesado en detener nuestro movimiento es el gobierno, el nuevo obstáculo que vivimos desde hace semanas, es la situación jurídica de nuestro compañero Cemeí Verdía, líder de autodefensas de Aquila, Michoacán, quien estaba por obtener su libertad, pero ahora nos dicen que falta un único documento para que se dé paso a su liberación, aunque convenientemente los de la paquetería no han llegado y siguen retrasándose”.
Las autoridades michoacanas han explicado este hecho, aseverando que el documento que debió llegar en máximo cinco días, no ha podido pasar un retén, “lo cual es un mero pretexto del gobierno, porque si realmente quisiera liberarlo el requisito faltante hubiera llegado en tiempo y forma, sin embargo sabemos que es un acto deliberado para entretener a nuestra comunidad y que nos debilitemos, pero las autoridades se equivocan con nosotros, siempre hemos sido un pueblo de lucha, y no vamos a caer”, sentencia Santos.
La comunidad da cuenta de cómo en un principio los ataques vinieron por parte del narcotráfico, padeciendo graves consecuencias que incluyeron muerte y violaciones sexuales constantes; Cemeí Verdía dio inicio a una campaña de concientización para la unión de fuerzas comunitarias que denunciaran los frecuentes atropellos, al mismo tiempo aseguró a los habitantes que la situación sería aún más critica de no hacer nada, instando así a la unión de las distintas zonas.
“La explicación de los constantes embates de narcotraficantes, a nuestro territorio, no es más que un mecanismo de la narcopolítica, el gobierno los usa para quedarse con lo nuestro, estos actos inician desde el más alto nivel del Estado y llega hasta las autoridades municipales”, afirma Santos.
En Ostula, como en otras comunidades, la delincuencia se encuentra en cada rincón de los territorios alejados de las grandes ciudades, ahí se vive la extrema violencia a diario, algunos pueblos se levantan, otros prefieren mantener el silencio y otros más son desalojados de manera forzosa de sus propiedades. En regiones donde existe mayor unidad, los principales líderes de los movimientos de lucha son (frecuentemente) detenidos con mayor rapidez que los capos del narcotráfico.
“A Cemeí no lo pueden dejar preso, no hay nada que lo detenga en la cárcel, pero hacen todo para retrasar su salida, sin embargo nosotros nos estamos organizando, si el gobierno está planeando algo en nuestra contra, nosotros también tenemos un plan de acción, no nos va tomar desprevenidos, porque estamos acostumbrados a luchar contra el mal gobierno. Aunque busque poner a las otras comunidades en nuestra contra y haya un enfrentamiento interno que desacredite a nuestro movimiento, no lo habrá, pero el viernes pasado tuvimos una larga conversación con los representantes de varias comunidades para explicarles la situación de peligro y hostigamiento que vivimos”, explica Santos.
El vocero afirma que el territorio de Reforma mantiene ya un bloqueo, como resultado de la manipulación gubernamental, que también ha generado el rechazo a prestar atención a las propuestas de los representantes de Ostula.
“Estamos preparándonos para evitar los enfrentamientos internos, seguimos enviando comitivas para que se unan a la sorpresita que le tenemos preparada al gobierno. Lo hemos dicho: no nos vamos a dejar. No estamos luchando nada más por una comunidad sino por todas las que conforman el estado y el país; bien sabido tenemos que el gobierno quiere las minas, la madera, las tierras, debemos evitar que tome el control de nuestro territorio, porque no sabemos a dónde nos va a enviar…
Hoy se han olvidado de nosotros, aunque antes se hayan sorprendido cuando supieron que el ejército entró abiertamente y nos atacó, pero eso pasó a la historia, cuando ese día debe permanecer en la memoria, porque se demostró que fuerzas armadas abrieron fuego en nuestra contra, una acción concatenada a la de los criminales que siempre nos atacan…
Se debe mantener en la memoria que gritar ¡Vivan los Caballeros Templarios! fue la prueba de unión ejército-narco y al mismo tiempo la señal de provocación para que nosotros respondiéramos el ataque y si no respondimos es porque tenemos otro tipo de lucha, contra el ejército no se puede pelear, ellos están entrenados y nosotros no. Nunca vas a poder con el ejército, pero no por eso dejaremos de defender la tierra y no permitir que nos quieran despojar de ella”, sentencia Santos.
A esto suma que la familia del niño que falleció por los disparos perpetrados por el ejército, nunca recibió el apoyo gubernamental que se les prometió y quienes llegaron, solamente les llevaron ‘una que otra cosa’ a los padres, “lo cual fue una burla porque solamente se tomaron la foto, piensan que una vida se puede restituir así fácilmente”, asegura el vocero de la comunidad.
Así es como la inconformidad de la comunidad se ha hecho presente en las últimas semanas debido al abandono que han padecido, después que se diera a conocer las dimensiones que ha cobrado su lucha, en voz de Santos, se asevera que después de la tragedia, los embates no solamente vinieron del gobierno al negar que los elementos hubieran disparado, sino también de periodistas y medios de comunicación que “se han atrevido a poner en duda nuestra realidad, esto sucede porque pareciera que están acostumbrados a sentarse en un escritorio esperando publicar noticias que no afecten la imagen gubernamental, ellos intentan esconder la realidad del país…
Hemos visto y leído como se ha difamado lo que se escribe de nuestra problemática, dicen que todo es mentira, ellos deberían de tomarse un tiempo e investigar a fondo nuestra realidad, incluso los invitamos a que vengan a nuestra comunidad, que vivan un poquito de lo que nosotros padecemos; si a uno de ellos le asesinaran a un hijo, hermano, padre o madre, no le gustaría que se pusiera en duda su pena, afirmando que se ha inventado…
Nosotros mantenemos las puertas abiertas, todos deben conocer cómo el ejército ha tratado de atacarnos y desaparecernos, lo que buscamos en que no se olviden de nosotros y de nuestra tragedia, que sigan manteniendo los ojos en Ostula, y que no minimicen nuestra problemática”, puntualiza Santos.
Asegura que derivado de la falta de atención y seguimiento a lo que acontece en la comunidad, hechos como el reciente descubrimiento de una fosa clandestina con tambos que resguardaban productos para la producción de cristal y otros elementos de un narco laboratorio fueron entregados al Ministerio Público, pero el hecho no se dio a conocer en los medios y tampoco se dio inicio a la investigación pertinente como se debió realizar, y solamente quedó en el olvido. “Porque en Ostula no pasa nada, todo es exageración, dicen muchos lamentablemente, pero seguimos en la lucha, no nos vamos a mover de aquí, las mismas leyes demuestran que somos originarios de México, es por ello que iremos a la ciudad de México y les recordaremos nuestra realidad, para que nuestro problema sea exhibido a nivel nacional e internacional y sepan la forma en que el gobierno nos ataca”, explica Gregorio Santos.