El Mustang rojo en la colonia Narvarte. Foto: GDF |
Unas videograbaciones –obtenidas de cámaras ajenas al sistema de seguridad de la Ciudad de México– fueron hechas llegar a la fiscalía que investiga el multihomicidio de la colonia Narvarte. En ellas se observa a los presuntos asesinos sacar del Mustang, en el cual huyeron de Luz Saviñón, un paquete negro y un sobre amarillo (y sólo eso), que entregaron a personas que los esperaban en una camioneta y con quienes se alejaron del lugar. Cada vez se sostiene menos la hipótesis del robo como móvil de la matanza de cuatro mujeres y del fotoperiodista Rubén Espinosa.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- En el expediente del caso Narvarte, ya de 10 tomos, hay indicios sólidos de que los tres presuntos homicidas ya detenidos –el último de ellos, César Omar Martínez Zendejas, el viernes 11– contaron con la complicidad de al menos tres personas más, dos de los cuales recibieron de los victimarios un paquete negro y un sobre amarillo tres horas después del crimen, lo que echa por tierra el móvil del robo que pretende construir la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
Con las cámaras de vigilancia del C-4, y algunas particulares, agentes de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Homicidio armaron los fotogramas del Mustang rojo, propiedad de Milena Virginia Martín, y de una camioneta Suburban oscura en la que se trasladaban los presuntos copartícipes, desde el momento de la huida hasta el intercambio.
Esto fue lo que vieron las cámaras de seguridad de la policía capitalina: A las 15:03 horas uno de los implicados salió del edificio de Luz Saviñón y subió al Mustang. Arrancó y dio vuelta a la derecha en la calle Zempoala. A las 15:11 ingresó a Cumbres de Acultzingo y Doctor José María Vértiz. Después tomó avenida Universidad hasta el Eje Central. A las 15:27 viró en Obrero Mundial hasta llegar a la calzada de Tlalpan, donde enfiló rumbo al sur.
De acuerdo con el seguimiento, el auto circuló sobre esa vialidad hasta el cruce con Río Churubusco. Según la declaración ministerial de Abraham Torres Tranquilino (otro de los detenidos), en el Mustang iban él y Martínez Zendejas. Sin embargo en las periciales dactiloscópicas tomadas al vehículo no aparecen las huellas del primero, el expolicía capitalino.
Fue en ese intervalo, dijo Torres, cuando agentes de tránsito los detuvieron a la altura de la estación Xola del Metro, presuntamente porque Omar, el conductor, no usaba el cinturón de seguridad.
El expolicía dijo que fue él quien se bajó del auto para “arreglarse” con los uniformados, pues Omar se puso “muy nervioso” porque traía la pistola con la que disparó a las víctimas y sus zapatos estaban manchados de sangre.
De acuerdo con su declaración, el auto siguió hasta el estacionamiento de un hotel ubicado en esa vialidad, donde lo alcanzaron los dos ocupantes del Stratus que –aunque la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) capitalina no lo detectó en el seguimiento de las cámaras– sirvió de “muro” desde que salieron rumbo al departamento.
A las 15:50 horas las cámaras de la SSP ubicaron al Mustang en la calzada de Tlalpan y Río Churubusco –en un lugar que no especificaron– y “ahí permanece el auto hasta las 18:51 horas”, según el seguimiento de la policía capitalina.
Torres Tranquilino dijo que él, Daniel Pacheco Gutiérrez y Martínez Zendejas llegaron al departamento de Luz Saviñón en una camioneta Suburban, propiedad de Daniel, quien solía guardar en ella armas largas porque, según su dicho, éste y Omar eran miembros del grupo delincuencial Los Zetas.
El seguimiento a la Suburban muestra que tras perpetrarse el crimen fue atrás del Mustang hasta llegar al Eje 4 Xola. Ahí la camioneta continuó hasta el Eje Central, dio vuelta en Xola y cruzó Tlalpan. A las 15:20 horas fue ubicada circulando en la avenida Napoleón, esquina con Sucre, en la colonia Moderna.
De esa hora, el reporte de la policía capitalina se salta hasta las 18:34 horas, cuando localizó a la misma camioneta en la calzada de Tlalpan, a la altura de Obrero Mundial. Los ojos de la policía la siguieron por toda la vialidad primaria hasta el Eje 8, a donde llegó a las 18:43.
Según las cámaras de la SSP, el Mustang y la Suburban se reunieron en la calzada de Tlalpan a la altura de la calle 20 de Agosto (cerca de la estación General Anaya) a las 18:50 horas. De ahí siguieron juntas hasta el trébol de la avenida Taxqueña, por donde continuaron hacia el oriente, hasta la esquina de Paseo de los Abetos, colonia Paseos de Taxqueña, a las 19:02.
En ese punto el Mustang dio vuelta a la izquierda y la Suburban se enfiló por Paseo de los Jardines hasta su cruce con la avenida Escuela Naval Militar. En ese lugar y hora termina el seguimiento de la SSP en poder de la PGJDF.
Las videograbaciones particulares aportan un elemento fundamental a la investigación: una transacción entre los presuntos homicidas y sus cómplices.
La entrega
El pasado 5 de agosto uno de los investigadores del caso, identificado como “comandante en jefe” Alejandro Valencia Velásquez, entregó a la Fiscalía Central de Homicidios una “memoria USB de color rosa con negro con el número 1303786038 G04G” en “buen estado”. Según declaró en el acta de “Procesamiento de los indicios” de la investigación FBJ/BJ-1/T2/4379/156-07, el funcionario la recibió de un sujeto al que no identificó en calles de la delegación Coyoacán.
La memoria contenía siete videos tomados de cuatro cámaras diferentes, identificadas con los números 2, 3, 7 y 9. Los fotogramas impresos y contenidos en el Tomo VII de la investigación muestran que a las 19:07 horas del 31 de julio, el Mustang llegó a la calle Paseo de los Abetos.
A bordo del auto iban dos personas. Del lado del copiloto bajó un hombre vestido con pantalón de mezclilla y sudadera verde. Se dirigió a una camioneta oscura estacionada del otro lado del camellón. Cruzó algunas palabras con sus tripulantes y regresó al Mustang.
Enseguida, dos personas bajaron de la camioneta y se aproximaron a la cajuela del auto. El primero la abrió, sin guantes. En ese momento se acercó un tercer sujeto que vestía playera clara y pantalón oscuro.
Uno de los hombres que bajó de la camioneta sacó de la misma cajuela del Mustang un bulto negro, pequeño. El hombre de sudadera verde le entregó un sobre amarillo que momentos antes había sacado por la ventanilla del lado del conductor del mismo vehículo.
Hecha la doble entrega, el conductor cerró la cajuela. Luego todos subieron a la camioneta y se retiraron a las 19:11 horas.
El Mustang quedó abandonado, tal como lo encontró la PGJDF el 4 de agosto.
Con base en estas evidencias, los abogados coadyuvantes solicitaron oficialmente a la PGJDF que les permita ver los videos originales y que se realice un peritaje en antropometría y fisonomía para determinar las características y rasgos de los hombres que aparecen en estos videos.
También piden que se llame a declarar nuevamente a Pacheco y Torres para que hablen de sus cómplices y del destino final de la camioneta usada para realizar el intercambio.
Según el peritaje dactiloscópico, se encontraron 11 fragmentos de huellas útiles en el Mustang –seis en las ventanas y el espejo “de vanidad”– y en el departamento. No obstante, la confronta con las huellas de Torres y Pacheco no arrojaron coincidencias.
Preguntas sobre Milena
Desde el pasado 2 de agosto el procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza, mencionó el robo como línea de investigación del multihomicidio. Y aunque ninguna autoridad de la PGJDF ha informado qué robaron los asesinos, las filtraciones de información se concentran en Milena Virginia Martín, la única extranjera entre las víctimas, como objetivo del crimen.
Más: en sus declaraciones ministeriales, Pacheco Gutiérrez y Torres Tranquilino aseguran que ella se dedicaba a la prostitución y tenía en su poder un cargamento de cocaína que había recogido del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
El expolicía aseguró que la conoció el año pasado en el bar Life, de la colonia Condesa, y que incluso la cuidó cuando convalecía de unas cirugías estéticas. El día del multihomicidio, dijo, él fue quien llamó a la puerta del departamento, habló con Milena para que les facilitara la entrada. Hasta se filtraron fotografías donde supuestamente aparecen juntos en una fiesta.
Sin embargo, en los 10 tomos del expediente no hay evidencia de que la PGJDF haya hecho esfuerzo alguno por comprobar los dichos de los detenidos.
El jueves 10, Karla Micheel Salas, David Peña y Leopoldo Maldonado, abogados coadyuvantes de la familia de las víctimas Nadia Pérez y Rubén Espinosa, ingresaron a la PGJDF un escrito dirigido a José Francisco Coronilla Argueta, titular de la Unidad de Investigación 21 Bis de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Homicidio, con una lista de 53 preguntas y observaciones de la investigación.
En el documento, cuya copia tiene Proceso, al menos 10 puntos se refieren a Milena. Los abogados preguntan si la PGJDF ya se entrevistó con quienes compartieron departamento con la colombiana antes de que se mudara a Luz Saviñón, así como con su anterior arrendadora; si ya habló con los vecinos de ese otro lugar y si éstos identifican a Alejandra Negrete como trabajadora doméstica.
Cuestionan si la Policía Cibernética ya revisó el correo electrónico de la colombiana, que ella proporcionó a las autoridades ministeriales en la carpeta de investigación CI-FBJ/BJ-4/U1-2C/D/01901/07-2015, cuando interpuso una demanda por despojo contra su antigua casera, y si ésta ya fue llamada a declarar.
Sobre el Mustang, que presuntamente era de Milena, los abogados preguntan si las autoridades ya investigaron al anterior dueño, a quien supuestamente la mujer le quedó a deber 50 mil pesos.
La coadyuvancia pregunta a la PGJDF si tiene información de cómo Milena conoció a Alejandra y desde cuándo la segunda trabajaba para la primera, así como si ha identificado a amistades y conocidos de la colombiana que pudieran aportar información sobre sus actividades.
En este sentido también cuestiona si las autoridades capitalinas ya solicitaron información al Registro Público de la Propiedad, la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sobre la empresa MS Model Management S. A. de C. V., donde Milena trabajó como modelo.
Por último, y a propósito de las acusaciones sobre su presunta participación en actividades de narcotráfico –basadas únicamente en las declaraciones de los dos detenidos, que son contradictorias entre sí– los abogados demandan a la PGJDF saber si ya solicitaron información al Centro de Investigación y Seguridad Nacional y al Instituto Nacional de Migración sobre esas acusaciones.
“Todas estas preguntas se las tuvimos que hacer a la procuraduría de manera oficial, porque en ninguno de los tomos del expediente encontramos información al respecto. No saben nada de Mile y la han pintado como una narcotraficante y una persona horrible. Todo eso se desprende de la declaración de dos sujetos, cuyos hechos son poco creíbles y no tienen sustento de nada. No hay nada sobre la vida de Mile en México”, explica Salas.
Sigue: “Si la línea de investigación de la procuraduría es Mile y su relación con los supuestos responsables, deberían investigar sobre eso; pero no hay nada en el expediente que confirme que se conocían y tenían una relación de lo que fuera. Puede ser cierto, pero no lo han podido comprobar”.
Por si no fuera suficiente el enredo, el lunes 7 los abogados coadyuvantes, así como representantes de la Clínica contra la Trata de Personas que acompaña las reuniones semanales con autoridades de la PGJDF, solicitaron a ésta la oportunidad de que un representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos estuviera presente en el encuentro del jueves 10 con los encargados del caso, como testigo del avance de las investigaciones.
Sin embargo, según Peña, “nos negaron el acceso de este personal para que no vieran las inconsistencias y falta de transparencia que manejan las autoridades de la procuraduría”.
El viernes 11, la PGJDF dio a conocer la captura de Martínez Zendejas, de 32 años, en la delegación Coyoacán, la zona de influencia de los tres presuntos asesinos de Rubén Espinosa Becerril, Nadia Vera Pérez, Olivia Alejandra Negrete Avilés, Yesenia Quiroz Alfaro y Milena Virginia Martín.