No
hay peor circunstancia que puede vivir un egresado de cualquier carrera
profesional, que el considerar la posibilidad que al ejercerla, pueda causarle
la muerte. Nadie estudia para estar constantemente en peligro, ni mucho menos,
sufrir un hostigamiento persistente como el que viven los periodistas en el estado
de Veracruz; por el simple hecho de realizar su trabajo. Lo que vivió el
fotoperiodista, Karlo Reyes el día del Grito, se puede considerar como una
situación muy emblemática, sobre todo, cuando proviene de quienes se encuentran
en una frontal guerra con la prensa considerada “nociva. Insisten en negar sus
actos, insisten en criminalizar a las víctimas, insisten en difamarlos
argumentando que la prensa está llena de alcohólicos, delincuentes,
drogadictos. Insisten en ver su propio reflejo en otras personas.
“En mi
país, ser considerado periodista crítico para el gobierno, es padecer de la
censura informativa que el hecho conlleva; estar constantemente multado y hasta
ser detenido brevemente a causa de la “Ley Mordaza” que se aprobó recientemente
en España (…) Pero jamás se puede considerar la posibilidad de ser golpeado o
en el peor de los casos, asesinado, como sucede en México y sobre todo en el
estado de Veracruz” expresó Hugo A. fotoperiodista de Madrid quien visitó el
estado hace unos meses y tuvo la amabilidad de brindar su punto de vista de la
situación que vive el estado.
El fotógrafo madrileño indicó en entrevista, que uno de los
aspectos que más le habían impresionado a su llegada al estado de Veracruz, era
ver a la policía encapuchada y totalmente armada recorriendo las calles, en
patrullas tipo tanques que sólo son utilizados en los países en guerra.
“No
podía dar crédito al hecho que en la calles del puerto, que las corporaciones
policíacas vigilaran las calles en esa forma (…) Sorprende y causa una
sensación de inseguridad para quienes visitamos la ciudad, porque da la
impresión que en cualquier momento se puede quedar uno atrapado y estar en el
lugar y el momento menos indicado (…) Nadie quiere estar en medio de una
balacera” criticó.
Además,
vio con más sorpresa que los ciudadanos que viven en este estado, ya ven con
“normalidad” algo tan alarmante y peligroso. “Mi reacción inmediata fue
observar a mi alrededor, ver a la gente, quienes caminaban con naturalidad, no
se sentían incómodos pasar a un lado de un convoy de “guerra”, no se sentían
temerosos”.
El
fotoperiodista, contó que dicha acción en Europa jamás la viven. Documentó que
sólo lo ha visto en las coberturas que ha realizado en países que se encuentran
en guerra, “Pero México, ni Veracruz están en guerra” dijo impresionado.
Más
impresionante es luego entonces, que el gobierno del estado emita mensajes
triunfalistas cuando la realidad en el estado es realmente otra. El constante
hostigamiento a la prensa incómoda, su enfermizo afán de pretender
“controlarla” a golpes o instaurando miedo. El mundo entero se encuentra con
los ojos puestos en la situación que padece el periodismo en Veracruz.
Artistas, intelectuales, ONG’s, medios de comunicación tanto internacional como
nacional, viven monitoreando la situación de la prensa crítica veracruzana.
Pero al parecer quienes se encuentran en el poder, este hecho no les interesa
ya. Se saben “quemados” internacionalmente y también está consciente quien
ocupa la principal silla de este gobierno, que su vida política de microondas
ha acabado.
El
fotoperiodista, Felyx Márquez, derivado de las constantes amenazas, decidió
autoexiliarse en Chile. Temía por su vida, pues luego de su constante
participación en las manifestaciones de los 14 periodistas asesinados, expresó
que mantenía una insistente “sombra” que lo perseguía a todos lados. Sujetos
extraños, pero con características similares a quienes perseguían a Rubén
Espinosa Becerril en la ciudad de Xalapa y lo cual provocó que se exiliara en
el Distrito Federal.
También
está el aviso de muerte a Claudia Guerrero Martínez. Una carta llegó a su
domicilio, en la cual la amenazaban ser la siguiente periodista asesinada. Un
acto cobarde, pero que de la cual ya realizó la denuncia pertinente y en donde
supuestamente el gobierno estatal se encuentra “tenazmente” investigando.
Verónica
Danell también alertó el día de ayer sobre el hostigamiento realizado por unos
hombres, quienes se encuentran merodeando su domicilio. Toda una semana llevan
vigilándola, se paran enfrente de su puerta, enfrente de su calle. Los vecinos
ya están intranquilos y la alertaron. Esperemos que también las autoridades
hagan lo propio para brindarle la debida protección a la colega.
Las
autoridades pretenden callar lo inevitable. En el supuesto caso que
consiguieran censurar a todos los medios de comunicación existentes en el
estado. Los ciudadanos cuentan con un espacio de vital importancia y que se ha
convertido en su tribuna, en su fortaleza: las redes sociales. No se puede
tapar el sol con un dedo y en vez de pretender coaptar la información difundida
en los medios, mejor deberían de dedicarle un poco de tiempo a terminar con
dignidad este sexenio, haciendo su trabajo: gobernar y dar resultados.