Veracruz, Ver.- Madres que buscan a sus hijos,
aglutinadas enColectivo El Solecito de Veracruz, condenan la actuación
mediocre, insensible e inhumana de la Fiscalía General de Veracruz, con
respecto a la búsqueda de personas desaparecidas en el estado.
A través de una
misiva enviada a la redacción de Plumas Libres y que se reproduce íntegra,
informan lo siguiente:
En fechas
recientes, a una compañera de un colectivo de Xalapa le fue entregado el
cadáver de su esposo, y apenas este miércoles 16 de septiembre le fueron
entregados a otra compañera del mismo colectivo los restos de su hija.
Nos referimos a los
casos de Guillermo Quijano Marín, secuestrado y asesinado en Tlapacoyan, en
2012, y cuyos restos fueron entregados por las autoridades de Veracruz a otra familia.
Gracias a la tenaz insistencia de la esposa de que revisaran los
homicidios acontecidos en esas fechas.
Dolor en la familia
que ve interrumpido su duelo y en la familia que recibe restos ya indebidamente
cremados y la incertidumbre de tratar de dilucidar si son o no su familiar.
En el caso de Anayeli Jiménez Hernández, desaparece el 25 de febrero de 2012, y
su cuerpo es localizado dos días después y llevado a la morgue, donde pasó
varios meses hasta que hoy miércoles 16 de septiembre de 2015, le fue entregado
a su madre, lo que nos hace suponer que pese a todo lo que se
presume, ni siquiera pruebas dactilares les hacen a los cadáveres que a diario
se encuentran en Veracruz.
Si no es así, ¿de
qué otra manera nos podemos explicar este tipode fallas tan lastimosas,
tanta indolencia y tanta incompetencia que le rompen el corazón a nosotras las
madres?.
El fiscal
veracruzano, Luis Ángel Bravo, se dolió en días pasados de que la prensa
en Veracruz lastima a las madres dando a conocer “rumores” de fosas, sin
embargo, son los medios de comunicación los que muchas veces nos dan pistas
sobre dónde buscar, como pasó en marzo pasado, con las fosas del bar Mi Gente y
las del predio en la zona norte de Veracruz, cerca de los terrenos de la
ampliación del puerto.
En el caso del bar,
el Fiscal, burlón, dijo que sólo encontraron un esqueleto canino, pero guardó
silencio cuando su personal no encontró nada en esos terrenos de la
zona norte, donde días antes sus elementos caminaron varias horas, bajo el sol,
con otras madres, con la esperanza de encontrar cadáveres de gente desaparecida,
y no sirvieron de nada. Tuvieron que ser elementos de la PGR, que en ese mismo
mes, dio con la fosa usando equipoespecializado.
¿Entonces, quien
lastima a quien? Retomando el caso de Anayali Jiménez, y de Guillermo Quijano
son casi 4 años de búsqueda continua, de incertidumbre, desesperación, de
horror para las familias, todo mientras los cuerpos pasaban del resguardo del
Semefo a la fosa común, y mientras las autoridades encargadas, omisas,
inconscientes del hecho de que son seres humanos, NO objetos, que para las
familias son lo más importante y querido, que la tranquilidad y el consuelo de
sus familias depende de saber de sus seres querido.
Las autoridades los
hacen a un lado sin identificar o hacer lo mínimo por regresarlos con los que
esperan desesperadamente por ellos. Cuando hay una “desaparición” los familiares aportamos
muestras de ADN para cotejarlas con la de los cuerpos en resguardo, así
pensábamos que era el procedimiento, ahora vemos que no
¿Qué justificación
puede dar la Fiscalía ante la contundencia de estos hechos? ¿Qué le puede decir
el fiscal Luis Bravo Contreras a esas familias que pasaron un calvario
adicional a la tragedia de perder a sus seres queridos, un calvario que bien
pudo ser evitado? ¿Que las personas encargadas de dar respuestas, de encontrar
a las víctimas NO buscaron ni en el lugar que tenían más accesible y cercano a
ellos?.
Hoy queda
confirmado lo que ya temíamos: El personal de la Fiscalía actúa de manera
negligente, apática, perezosa, totalmente descuidada, hoy tenemos la certeza de
la ineptitud y torpeza de ese equipo que hoy desafortunadamente está a cargo de
localizar a los que más queremos en esta vida que son nuestros hijos.
El fiscal podría
aducir que la procuraduría anterior comparte la culpa de estas atrocidades
ministeriales y entonces le tocará a él actuar en consecuencia. También le
recordamos que ya son casi 2 años de que tomó la fiscalía en esas condiciones y
así se ha quedado.
Es hoy nuestra
exigencia al Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras que haga una evaluación de su
gestión con relación a la búsqueda de personas desaparecidas, las familias de
las víctimas tenemos constancia de las múltiples y constantes deficiencias,
pues ya lleva bastante tiempo en el encargo y no hay resultados; también
exigimos una reestructuración del personal, demostrada ya su incapacidad y
deshumanización.
Su gestión hasta
hoy se puede resumir en una palabra: FRACASO. Desgraciadamente para las
familias, un fracaso insoportablemente doloroso.
Firma Lucia de los
Ángeles Díaz de Veracruz y 50 madres más.
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