A un año de la detención
desaparición forzada de los 43 normalistas de Estado de Guerrero, del día 26 de
septiembre de 2014, crimen cometido por el Estado Mexicano, donde fueron heridos
más de 80 personas y tres ejecutados, Entre las víctimas directas destacan
las ejecuciones de Daniel Solís Gallardo por disparo en el tórax y Julio César
Ramírez Nava masacrado por un tiro en la cabeza y de Julio César Mondragón que
fue encontrado al día siguiente, torturado, desollamiento en el rostro, la
extracción de ambos ojos, en el suceso de aberrante abominable
crímenes de lesa humanidad. Desde esta trinchera de lucha manifestamos:
A nivel nacional hemos
emprendido las diferentes actividades políticas de masas a las que pertenecemos
al FNLS, seguimos en pie de lucha para exigir la presentación con vida de los
43 normalistas y de todos los detenidos – desaparecidos por motivos políticos y
sociales, que en la actualidad recrudece con el administrador ilegitimo
EPN, asciende a una cifra incuantificable de más de 300. Mil (trescientos
mil) detenidos-desaparecidos, miles de ejecutados y millones de desplazados de
manera forzada, solo en lo que va de este gobiernos antipopular EPN La cifra oficial
asciende a más 25 mil 230 “personas desaparecidas y no localizadas.
La criminalización de la
pobreza y la protesta popular, en nuestro México se acentúan cada vez más,
producto de la exigencia de los cancerberos del imperialismo, la oligarquía
nacional, creando el terrorismo de Estado a nuestro pueblo trabajador, por los
cuerpos represivos castrenses, de defender sus interés oligárquicos, que ejerce
por la vías de los hechos el Estado policiaco – militar, un Estado de derecho
Burgués, para abolir el descontento popular generalizado, mediante la detención
– desaparición forzada, encarcelamientos, asesinatos, ejecuciones
extrajudiciales, a los luchadores sociales, defensores de los derechos humanos,
ambientalistas, periodistas y personalidades progresistas etc.
El día 26 de septiembre se
hace inocultable en verdadero rostro del capitalismo, que presenta una realidad
donde se desenmascara el carácter del Estado, es la práctica de la detención –
desaparición que se ha llevado en contra del nuestro pueblo durante varias
décadas, se ensaña contra los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, trae
consigo el mensaje al pueblo, para que no se organizase y tenga miedo, por lo
tanto es una política contrainsurgente, que esta premeditado para crear el
terrorismo de Estado.
Al pueblo en general, es
momento de organizar antes de ser victimas del Estado Mexicano, luchar
independientemente fuera de las estructuras corporativas, oficialistas, por eso
la denuncia y protesta generalizada se convierte en una necesidad imperante para
frenar los crímenes de lesa humanidad.........
¡NOS FALTAN MÁS DE 300 MIL!
Este 26 de septiembre se cumple un año de la desaparición forzada de los
43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa,
Guerrero, del asesinato cometido en contra de un adolescente, dos adultos, tres
estudiantes y 80 personas heridas. Un año de protestas, de indignación del
pueblo mexicano, un año de silencio, de impunidad, de aquiescencia y omisión
del Estado ante este crimen de lesa humanidad, cada día que pasa, se confirma
la evidencia perversa y criminal del Estado policiaco-militar, pese a la cínica
fabricación de “verdades históricas” por parte de funcionarios
de la PGR.
Enraizada profundamente en la
conciencia de nuestro pueblo, la protesta crece. Pese a las campañas mediáticas
del Estado, que tratan de criminalizar las acciones de protesta y amenaza de
diversas formas a los padres de familia; se hostiga a organizaciones populares
solidarias que mantienen la exigencia de presentación con vida de sus
familiares para que desistan de esta lucha y perpetuar la impunidad.
Es de dominio público que este, como
otros crímenes de lesa humanidad, se fraguó en las altas esferas
gubernamentales, no fue un hecho casual, sino un acto premeditado de terrorismo
de Estado; es la concreción de la puesta en práctica de una medida de Guerra de
Baja Intensidad; es la continuación de un plan puesto en marcha con
anterioridad, en donde se contemplaban atentados criminales contra los
estudiantes normalistas, agrupados en la Federación de Estudiantes Campesinos
Socialistas de México (FECSM).
Lo anterior se confirma con la
ejecución extrajudicial del normalista Alexis Herrera Pino en diciembre de
2011; la represión sistemática de normalistas en Michoacán, Chiapas, Puebla,
Estado de México… en estos hechos criminales no se descarta la intervención de
instituciones de inteligencia militar y policiaca.
La intención del Estado mexicano no
deja lugar a dudas, el objetivo fue aniquilar y detener desaparecer a los
estudiantes responsables de la Comisión Política e Ideológica de la Normal de
Ayotzinapa, en donde el gobierno tenía señalados a por lo menos 20 estudiantes,
parte de la estructura de formación política de los normalistas, el propósito
gubernamental fue y es destruir a como dé lugar a las estructuras
político-organizativas estudiantiles, no olvidemos que los actuales dirigentes
estudiantiles son objeto de sistemáticas amenazas e intimidaciones, incluso no
solo de desaparición forzada sino de muerte.
La detención desaparición forzada, es
un crimen de lesa humanidad que no prescribe, práctica fascista propia de
gobiernos autoritarios, represivos, dictatoriales y antipopulares, llevada a
cabo en el contexto de terrorismo de Estado, con la que se ha pretendido
acallar la protesta popular generalizada, política del gobierno que continúa
aplicando el priista Enrique Peña Nieto contra luchadores sociales, defensores
de los derechos humanos, personalidades y periodistas críticos del régimen
capitalista, contra el pueblo en general, con un saldo de más de 300 mil
detenidos desaparecidos.
A un año de la desaparición forzada
de los 43 normalistas, las jornadas de lucha del pueblo mexicano han obtenido
logros importantes al evidenciar una vez más la verdadera esencia y naturaleza
del Estado burgués mexicano; el anquilosado sistema de sus instituciones
de justicia; la creciente impunidad en todos los niveles de gobierno,
de funcionarios, de altos mandos policiacos y militares, la descarada y
sistemática destrucción de evidencias que aportaban pruebas contundentes sobre
este crimen de Estado y de lesa humanidad.
La necedad de querer endosar el
cometido de este crimen a la llamada delincuencia organizada persiste, ahora se
abalan desde opiniones expertas, sin embargo, se pierde objetividad cuando se
separa el fenómeno de la violencia de “grupos delincuenciales” de las
estructuras del Estado. Por enésima ocasión, la detención desaparición forzada
de los 43 y la de muchos otros mexicanos es responsabilidad del Estado
mexicano. Los denominados grupos de la delincuencia fungen el papel de
paramilitares, que hacen el trabajo sucio de los cuerpos castrenses.
Todos debemos repudiar y luchar por
erradicar estas prácticas pro fascistas, enarbolar la bandera de presentación
con vida de todos los detenidos desaparecidos del país, la solidaridad como
pueblo, entre hermanos de clase, como víctimas de la violencia y terrorismo de
Estado es un deber moral y un principio elemental del humanismo proletario, por
ello, a exigir la presentación con vida inmediata de los 43 estudiantes
normalistas de Ayotzinapa Guerrero, de los luchadores sociales Edmundo Reyes
Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, Francisco Paredes Ruiz, Lauro Juárez,
Daniela y Virginia Ortiz Ramírez, Teodulfo Torres Soriano, Ramón Ángeles Salpa,
Carlos Rene Román Salazar… y las más de 300 mil detenidos desaparecidos por el
régimen.
No debemos permitir las maniobras con
las que el Gobierno federal pretende cerrar los casos de todos los detenidos
desaparecidos, aceptar las versiones de ejecuciones e incineraciones le permite
al gobierno federal dar carpetazo a crímenes de lesa humanidad que no
prescriben y mantenerlos en la impunidad. Por eso, reiteramos que es el Estado
mexicano, los cuerpos policiacos y militares, el ejército, la marina, la
policía federal, policías estatales y municipales, los únicos ejecutores de la
detención desaparición forzada en México, sin olvidar a los grupos
paramilitares emanados de los cuerpos policiaco-militares, es decir, creados
por el Estado.
La exigencia de Juicio político
de funcionarios gubernamentales debe comenzar por el titular del Ejecutivo, es
una necesidad política, desde hace décadas. Los presidentes de la República
gozan de total impunidad pese a su responsabilidad comprobada ante estos
crímenes de lesa humanidad, la existencia de estas prácticas perversas revelan
la naturaleza de una dictadura burguesa que se sustenta el instauración de un
Estado policiaco-militar impuesto a sangre y fuego contra el pueblo mexicano.
Ni la represión, ni el hostigamiento
podrán frenar las acciones de protesta del pueblo, cerremos filas contra el
terrorismo de Estado y continuar con la movilización y la protesta enérgica
contra los crímenes de lesa humanidad, exigiendo la ¡Presentación con
vida inmediata de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y la de todos los detenidos
desaparecidos en el país de ayer y hoy! ¡Juicio y castigo a los responsables
intelectuales y materiales de la detención desaparición forzada!
¡Juicio y
castigo a los responsables intelectuales y materiales de tan abominables
crímenes contra el pueblo!
¡Presentación
con vida de los 43 normalistas de ayotzinapa!
¡Porque vivos se
los llevaron, vivos los queremos!
¡Alto al
terrorismo de Estado!
¡Alto a la
criminalización de la pobreza y protesta popular!
¡Alto a la
militarización y paramilitarización!
Timocepanotoke
Noche Altepeme Macehualme, Unión De Todos
Los Pueblos Pobres, Unión De
Ejidatarios Y Comuneros Del Valle Tuxpango, Frente Nacional
De Lucha Por El Socialismo, ¡Por la unidad
obrera, campesina!, ¡Venceremos –
Titlatlaniske!
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