Foto tomada en el antro Barra Bara de Puerto Vallarta donde aparecen el gobernador Roberto Borge y su secretario particular Fabián Vallado. |
Se reconocen entre pares |
Los hermanos Millar López y el gobernador. |
Por José Martínez *
Se autoriza reproducción con crédito al autor
México, D. F., a 15 de diciembre de 2011
1.- La escena es por demás elocuente en plena madrugada. Apenas comienza el verano y ya se siente el sopor. Son las 2:00 de la mañana y en Puerto Vallarta el bullicio en los antros es parte de la escenografía y de la ambientación. El aspecto de este bar –si se le puede llamar así– es sórdido.
En la oscuridad del lugar todos se confunden aun cuando se trata de un sitio exclusivo. Tan nice que ahí algunos de los principales capos se dan cita y han armado cruentos escándalos con su respectivo saldo rojo. Pero el show de ahora es protagonizado por un singular personaje que a como dé lugar quiere entrar. Anda en busca de emociones fuertes, simplemente anda enfiestado y quiere seguir la parranda. Los cadeneros y los encargados de la seguridad del lugar, les dicen que “sí”, que un “momentito”, que el capitán les va a conseguir una buena mesa, que ya “merito”.
Los visitantes se desesperan y tratan de irrumpir en el lugar, pero son rechazados. Se hacen de palabras, en el altercado alguien vocifera: “no saben con quién se están metiendo”. El señor –dice uno de sus guaruras– es el gobernador de Quintana Roo. ¡zas! Pues aquí se “respeta” seas quien seas y nadie puede entrar armado. Así que por favor, se me largan de aquí. Finalmente entran y hablan el dinero y las influencias.
En plena trifulca, la periodista Carolina Gómez Aguiñaga toma nota y capta las imágenes que ella misma se encarga de difundir en las redes sociales y donde aparece el gobernador, Roberto Borge junto con su secretario particular Fabián Vallado como protagonistas de este escándalo.
No habían transcurrido ni los primeros cien días desde que tomó posesión de su cargo y el gobernador Roberto Borge ya era toda una celebridad por sus escándalos.
Así es su tío Kamel Nacif Borge, el mismo de las “botellitas de coñag” y su compinche el gober precioso. En Puebla, Kamel Nacif irrumpía en los antros hasta que estalló el escándalo de la periodista Lydia Cacho y lo hizo uno de los personajes más aborrecibles y repudiables. Así pasa ahora con su sobrino el gobernador Roberto Borge quien tiene la misma escuela del empresario señalado de pederasta y uno de los más odiados de México. Ahora donde Kamel Nacif y el gober precioso donde ponen un pie, no tienen cabida, son simplemente indeseables.
2.- El gobernador Borge, con sus 32 años de edad, sigue los mismos pasos de su famoso tío conocido como el “el rey de la mezclilla”. Un gobernador déspota y prepotente que manipula a los medios locales, no todos, pero algunos que sólo sirven para delinquir, medios al servicio de la narcopolítica.
Sigue los pasos de su antecesor Félix González Canto quien está detrás de todo este tinglado. Es una lástima pero el gobernador Roberto Borge se maneja como un testaferro de su aún jefe y amigo. A ambos los une la complicidad, pues sus corruptelas los hermanan. Félix González Canto, el Rasputín en el gobierno de Borge, es el que mantiene el poder tras del trono, tanto que prácticamente no hay decisión que no pase por su juicio.
Hace unos días cuando en la principal universidad de Michoacán terminaba de dictar una conferencia con mi amigo, el doctor Ernesto Villanueva, una de las máximas autoridades en derecho a la información y transparencia, recibí una petición a través de un amigo empresario, en la que me decía que uno de los principales colaboradores del gobernador Borge, Alejandro Máiz –hijo de un acaudalado empresario regiomontano enriquecido en el salinismo– me buscó, que el gobernador me pedía que por favor quería parar la bronca, “que lo que usted quisiera”, pero que ya no publicara más críticas, que “comprendiera” que está joven y “está aprendiendo”, que el gobernador es una “gente de decente”, que “quiere ser su amigo”… y bla bla bla.
3.- Como no acepté sus sobornos, entonces del “respetable periodista” que era pasé a la calidad de “seudoperiodista”, de “escritor venido a menos” y, aún peor, comenzó el asedio y a pinchar mi teléfono para escuchar mis conversaciones. Nada más burdo y estúpido.
Entonces el gobernador Roberto Borge recurrió a sus testaferros, a sus sicarios periodísticos para denostar. También entró en acción su director de comunicación Rangel Rosado, para orquestar una de las más sucias y viles campañas para atacar con los más variados vituperios a mis colegas de la revista Luces del Siglo que se publica en Cancún, asunto que demuestra las bajezas de un político que ostenta el título de “gobernador” pero que, en realidad, es un verdadero sátrapa, que en efecto acude a lo más bajo del periodismo para “defender” su “honra”. Y así como ataca la imagen de una mujer periodista, así se comporta con la primera dama de Quintana Roo a la que humilla y maltrata.
El gobernador se ha dado a la tarea de contratar sicarios periodistas. Localizarlos en México es fácil. Su patrón de comportamiento ofrece pocas variantes porque se ciñe a ordenamientos rígidos con origen en las tinieblas del poder político y económico. Los sicarios periodistas como los caporegime de El Padrino –de Mario Puzo- reciben la orden y ejecutan: acribillan honor, reputación, trayectoria, vida privada y honestidad. Carecen de conciencia y ética periodística.
Bien lo decía el maestro Ryszard Kapuscinski, “los cínicos no sirven para este oficio”.
Los colegas periodistas y lectores de todo el país deben saber que al servicio del gobernador Roberto Borge se encuentran los hermanos Alberto y Heriberto Millar López del Diario Respuesta, vinculados a los Zetas, como recientemente lo denunció el periódico Por Esto! de Quintana Roo.
Por otro lado, incluso hay constancia pública de cómo el vocero del gobernador, Rangel Rosado, organizó una conferencia de prensa al sobrino de Amado Carrillo Fuentes, Luis Carlos Carrillo Cano, quien se ostentaba como “empresario” y recientemente fue ejecutado en Cancún.
Los nombres de los gemelos Millar López también salieron a relucir luego de la detención David Trujillo Zamudio el pasado 6 de diciembre, declarado integrante de los Zetas, a quien entre sus pertenencias se encontró una ficha delictiva de los hermanos, identificados como “traficantes de cubanos”, “extorsionadores”, “secuestradores”, “violadores” y “estafadores”. La información fue difundida a través de un boletín de la Secretaría de Seguridad Pública de Cancún, es decir del Ayuntamiento de Benito Juárez.
Como se sabe es pública la amistad del gobernador Borge y los Millar López. “Tan estrecha que fuimos de los pocos invitados a su despedida de soltero”, fanfarronea Alberto Millar en sus borracheras. Publicidad, concesiones, negocios poco transparentes sellan el pacto de esta amistad.
Quien critique el gobernador verá atacada su reputación en las páginas de la prensa servil.
4.- Lo grave es que el operador directo de estas sucias campañas es el director de la Unidad del Vocero, Rangel Rosado Ruiz, el brazo ejecutor de Borge, quien organizó una conferencia de prensa para defender a Luis Carlos Carrillo Cano, empresario al que de manera irregular el ex gobernador Félix González Canto le asignó la obra de ampliación de la Cárcel de Benito Juárez, en Cancún, y ya en el camino surgió su parentesco con el desaparecido Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”.
Luis Carlos es hermano de Ricardo y Alfredo Carrillo Cano, quienes desde 2001 fueron identificados por la PGR como sobrinos de Vicente y Amado Carrillo Fuentes y se les investigaba por introducir drogas a los Estados Unidos. En 2008, Alfredo Carrillo fue ejecutado en un enfrentamiento con la DEA en el Paso Texas, cuando intentaban capturarlo, según los propios informes de la PGR.
La licitación para la ampliación de la cárcel fue concedida a Carrillo Cano luego de un proceso en el que se favoreció a la empresa Safie de Quintana Roo (CEE-OP-060/09), a pesar de que no participó en el concurso. El acto se formalizó oficialmente el 11 de agosto de 2009, entre el gobierno de Félix González y el administrador único de la empresa, Luis Carlos Carrillo Cano.
Y cuando la prensa nacional reveló el verdadero parentesco del constructor, la Unidad del Vocero salió a su defensa. “Nosotros tenemos conocimiento de que se trata de un empresario honesto del estado”, justificó el propio Rangel Rosado antes de organizar la conferencia de prensa.
Esa ocasión, Carrillo Cano argumentó: “Quiero dejarles en claro a todos ustedes, afirmarles, que no tengo ningún parentesco ni ninguna relación con Amado Carrillo, con Vicente Carrillo Fuentes, con los Beltrán Leyva. No los conozco. No los he visto en mi vida. No sé si sea un pecado que, aquí en México, se apellide uno Carrillo. Es mi único pecado que tengo yo”, respondió.
Sin embargo más tarde reconoció ser hermano de Ricardo y Alfredo, pero aseguró “no verlos hacía mucho tiempo”. Apenas hace unas cuentas semanas, el pasado mes de octubre, el “empresario” Luis Carlos Carrillo Cano fue ejecutado con siete balazos en una de las avenidas principales de Cancún y las autoridades ministeriales atribuyeron el hecho a vendettas entre los cárteles de la droga.
Hay la sospecha de que el vocero del gobernador Borge está al servicio de los cárteles del narcotráfico, pues fue Rangel Rosado quien encabezó la defensa mediática del “empresario honesto”, que resultó ser un capo.
Durante el gobierno de Félix González Canto el capo disfrazado de empresario construía un penal con subterráneos secretos para facilitar la fuga de presos peligrosos, narcos desde luego, pero gracias a revelaciones de medios como la revista Proceso y los periódicos Reforma y Milenio la obra se suspendió y el entonces gobernador Félix Canto “ordenó una investigación”, a sabiendas que él estaba implicado con el capo constructor Luis Carlos Carrillo Fuentes.