SEGUNDA PARTE: ENTIDADES FEDERATIVAS QUE APOYAN AL TELETON
El
estado de México y la Fundación Teletón quedaron unidos desde 1997. Un
matrimonio público- privado que sigue funcionando. En tierras mexiquenses se
construyó el primer CRIT, exactamente en Barrientos, Tlalnepantla.
Cuatro
distintos gobernadores han apoyado el proyecto: César Camacho Quiroz, Arturo
Montiel, Enrique Peña Nieto y Eruviel Ávila. Y lo han hecho a manos llenas.
Desde
entonces, tres centros se han construido ahí: en Tlalnepantla, en
Nezahualcóyotl y, el más reciente, en Ecatepec, éste último con la
particularidad de atender a niños con discapacidad auditiva. Es la única
entidad con más de un centro.
Y
todos se han edificado en terrenos donados por las autoridades. Los reportes
entregados vía transparencia dan cuenta de que el gobierno del Estado de México
es el que más ha beneficiado al Teletón. Y lo ha hecho a costa de los recursos
de su propio DIF, institución que ha visto mermado todos los años su
presupuesto: ha transferido al Teletón más de 424.8 millones de pesos en el
periodo 2005-2012.
Desde
2010, sin embargo, se produjo un cambio trascendental: a iniciativa del
entonces gobernador Peña Nieto las aportaciones dejaron de ser donativos para
integrarse al presupuesto estatal.
El Congreso local realizó una reforma
para que a partir de 2012 la Ley de Egresos incluyera durante una década una
partida anual de 73 millones de pesos Es decir, los mexiquense habrán entregado
730 millones de pesos de recursos públicos al Teletón al concluir 2021.
“Se
autoriza al Ejecutivo del estado para que, a partir del ejercicio presupuestal
2012 y por un plazo de 10 años, afecte anualmente la partida presupuestal
correspondiente del Presupuesto de Egresos del Estado, por la cantidad de 73
millones de pesos, en cumplimiento de las obligaciones derivadas de los
contratos suscritos entre el Ejecutivo del Estado y la asociación civil
denominada Fundación Teletón México”, señala el decreto publicado el 10 de
noviembre de 2010 en el Periódico Oficial del Estado.
Años
antes, cuando se cumplió el décimo aniversario del Teletón, el gobernador Peña
Nieto acudió al CRIT de Tlalnepantla. ahí se sinceró: “Este evento ya es de
todos los mexicanos. Ha sembrado un espíritu de solidaridad. Y es entre todos
que habremos de construir mejores condiciones para el bienestar de quienes menos
tienen y requieren un poquito de ayuda. Con un granito de arena se logran
grandes historias de éxito y triunfo.
Seguiremos
apoyando al Teletón. El DIF tiene su propia labor de rehabilitación, pero
obviamente el Teletón es un esfuerzo macro. El gobierno del estado ha venido
construyendo unos centros de rehabilitación, modestos”.
Los
donativos para la Fundación Teletón no han parado ahí. A través de su
Secretaría de Finanzas, el gobierno mexiquense dio otros 10 millones de pesos.
El
Congreso local ha hecho lo propio, aunque en menor medida: 1.3 millones de 2007
a 2011. Y el municipio de Tlalnepantla, donde están las oficinas principales de
la fundación, ha aportado 2.4 millones de pesos a través de 16 pagos entre 2004
y 2011. Las alcaldías de Nezahualcóyotl y Ecatepec no respondieron a las
solicitudes de información.
Este
patrón se repite en varias entidades, lo que llama la atención de especialistas
como Jesús Gastélum Lage, maestro en Política Social y Desarrollo por la London
School of Economics e investigador del ITAM.
Resulta
alarmante, dice, “la decisión unilateral y poco transparente” de varios
gobernadores por comprometer recursos públicos a una fundación que ya recibe
cientos de millones de donativos, entre aportaciones privadas y de ciudadanos, para
cumplir su objeto social.
A
su juicio, se trata del desmantelamiento de instituciones gubernamentales, como
es el caso del DIF: el gobierno del Estado de México, por citar el ejemplo más
claro, destinó en 2011 una cantidad de 58 millones de pesos al Teletón, lo que
“dejó descubiertos a los demás grupos vulnerables y programas que atiende esa
misma institución”.
Diego
de la Mora, de Fundar, se asombra por la práctica poco conocida de los
gobiernos locales: “Es increíble que se hayan hecho reformas legales para
incluir al Teletón en el presupuesto de los estados, cuando la atención a
personas con discapacidad
es una obligación del Estado. Debe haber una justificación de por qué optan por
donar este dinero en vez de utilizarlo en la misma labor”.
El
investigador destaca un elemento adicional: de acuerdo con las leyes de
transparencia de Sonora y del estado de México, “cualquier sujeto que reciba
dinero público está obligado a transparentarlo, lo que no sucede con el
Teletón”.
Al
revisar su portal, sólo se pueden encontrar reportes financieros que engloban
las aportaciones obtenidas, pero sin detallar cuánto del dinero captado es de
origen público.
Clara
Jusidman se oye molesta, seria. Durante la conversaciónno dudará en calificar
de “modelito” al proyecto Teletón. La primera secretaria de Desarrollo Social
del Gobierno del DF y una de las especialistas en la materia, es dura al
analizar las millonarias cantidades de recursos públicos que los gobiernos estatales
donan a la fundación ligada a la televisora más importante del país.
“Se
está privilegiando a un pequeño grupo de personas de escasos recursos a un alto
costo para la sociedad. No se está garantizando la atención para todos. Y eso
es algo que deberían hacer los gobiernos. Están renunciando a su obligación y delegan
su responsabilidad a un proyecto privado”, argumenta sin ocultar su molestia.
Jusidman,
quien ha sido consejera de la Comisión de Derechos Humanos del DF, elaborado investigaciones
para la Unicef y cuenta con un extenso currículum de actividades académicas y sociales,
advierte que el apoyo de los gobiernos al Teletón ha derivado en un
desmantelamiento de los DIF estatales.
“Qué
bueno que se dé atención con tecnología de punta. Pero cada CRIT sólo da
atención a mil o, a lo mucho, mil 500 niños al año. El dinero público entregado
al Teletón debería ser para modernizar al DIF federal y los de cada estado.
Bajo este modelo, muchos niños y sus familias quedan excluidos. Además, son
centros que no son de fácil acceso para todas las comunidades”.
En
México, de acuerdo con el censo de población más reciente, viven 5.7 millones
de personas con discapacidad, de las cuales 518 mil son niños y jóvenes de
entre cero y 14 años. El Teletón, que ha ido acaparando cada vez más recursos
públicos, ha atendido a poco más de 54 mil niños-familias durante sus 15 años
de existencia. Jusidman sigue con su análisis: “Me parece mucho más pertinente
fortalecer un sistema público y su red de unidades en todo el país, como era la
concepción original del DIF. Pero el gobierno abandonó al DIF. Lo descentralizó
y dejó de formar a personas para dar terapia física y del lenguaje. Es lo que
el Teletón hace ahora en convenio con la Universidad Autónoma del Estado de México”.
Estamos,
dice sin tapujos, ante la destrucción del Estado: “Se delegan sus
responsabilidades en instituciones privadas que, además, no rinden cuentas
sobre los millones de recursos públicos que reciben. Se han convertido en un
monopolio con ayuda de los gobiernos”. Se ayuda, sí, pero a unos cuantos y a un
altísimo costo.
El
objetivo del Teletón 2012 es construir un CRIT en Michoacán, entidad que este
año volvió a ser gobernada por el PRI tras una década de perredismo. El
proyecto de la fundación ha encontrado todas las facilidades y apoyos del
gobierno, incluidas, por supuesto, las presupuestales. Así como ocurrió en
Sonora y el estado de México, el gobierno de Michoacán también impulsó reformas
de ley para etiquetar recursos anuales a favor del Teletón.
El
Congreso de aquella entidad recibió el 18 de septiembre pasado una iniciativa
del gobernador Fausto Vallejo para transferir a Teletón la cifra de 40 millones
de pesos anuales a partir de 2014 y hasta 2023. Es decir, se aportarán 400
millones en una década.
La
iniciativa fue aprobada dos semanas después por la mayoría de los diputados
locales, con excepción de la bancada del PRD.
En
la exposición de motivos, Fausto Vallejo reconoce que es obligación del Estado
garantizar la atención a los menores con discapacidad y que debido a que el DIF
estatal no cuenta con los recursos y equipamiento para hacerlo, es preferible apoyar
al Teletón para que otorgue este servicio.
Justificó
el gobernador: “Es imperativa la obligación del Estado de atender a todo aquel
que requiera de rehabilitación, (pero) esto nos lleva a reconocer que los
servicios en este renglón son insuficientes, aunque sí de buena calidad, pero
no especializados en tecnología de punta. (…) Por lo que es de total interés
para el gobierno del estado la coordinación de recursos con la Fundación
Teletón para el establecimiento de un Centro de Rehabilitación Infantil Teletón
en la entidad que preste sus servicios a los habitantes”.
La
iniciativa del gobernador michoacano reveló algunos detalles de los términos en
que se establece este tipo de acuerdos: “La Fundación Teletón solicita que se
garanticen anualmente 40 millones de pesos para operatividad del centro.
Entre
los mil niños que se pretenden atender anualmente y de forma simultánea,
arrojaría un promedio de gasto diario de 111 pesos por niño”.
Sólo
se atenderán a mil niños cada año, aunque en el mismo documento el gobernador
reconoce que en Michoacán existen 27 mil 441 personas de entre cero y 19 años
de edad con discapacidad.
Clara
Jusidman cuestiona: “Si se pueden invertir 400 millones de pesos en 10 años,
¿por qué no hacerlo en infraestructura y servicios públicos, en lugar de
mantener una iniciativa privada? Estamos ante intereses mediáticos y políticos.
Nadie va a desperdiciar la oportunidad de salir entregando un cheque en
Televisa, menos un político”.
A
menos que Fausto Vallejo vete su propia iniciativa, sólo resta que el decreto
se publique en el Periódico Oficial de Michoacán para que se formalice la
transferencia de dinero público al Teletón.
Junto
con el CRIT de Michoacán, este año la Fundación también busca crear una unidad
de atención a niños con cáncer en Querétaro.
Raquel
Jelinek no cree la cifra. Se oye desconcertada.
“¿En
serio han aprobado leyes para dar dinero al Teletón?”. Es presidenta de
Inclusión Interamericana, una de las organizaciones que forman parte de la
Confederación Mexicana de Organizaciones en Favor de la Persona con
Discapacidad Intelectual, A.C. (Confe), organismo que nació desde 1978 para
ayudar a personas con discapacidad y a sus familias. Desde entonces han apoyado
a más de 500 mil personas. “Tendríamos que ver por qué el Teletón se arroga el
derecho de solicitar y que se le canalicen recursos. ¿Qué vinculación tiene con
los estados y Televisa, no? Yo, honestamente, desconocía que se manejara esta
cantidad de recursos, estamos con los ojos vendados en rendición de cuentas”, dice,
con sorpresa, Jelinek.
La
especialista, no obstante, reconoce un punto importante en favor del Teletón:
visibilizó a las personas con discapacidad. Hizo que fueran parte del debate
público: “El gran mérito del Teletón es haber hecho visible el tema de la
discapacidad. Ese es su gran aportación y lo logró porque tiene el respaldo de
un medio poderoso, como es Televisa”.
Sin embargo, Jelinek
insiste en el punto polémico, el mismo en el que
han reparado los otros especialistas: “El manejo financiero
sí ha resultado incómodo, porque no hay transparencia y no hay cuenta pública”.