Por: Luis Velázquez
Shariffe Osman, dice un político priista, ‘’es una mujer peligrosa. Es tan bella y seductora que divorcia a cualquiera’’.
Pero al mismo tiempo, también es una mujer que de pronto ha descubierto su vocación política, y ahora apuesta a la candidatura priista a la alcaldía de Emiliano Zapata, donde, por cierto, nunca ha vivido, si acaso unos fines de semana en la residencia con cuatros de altura en las paredes circulares de la presidenta municipal de Xalapa, Elizabeth Morales.
Incluso, a partir de Morales, Shariffe pudo haber despertado a la política.
En el año 2010, cuando su candidatura, Elizabeth Morales tenía un frente descuidado, como era la relación con la iniciativa privada de la capital y con algunos líderes de opinión.
Entonces, el diputado local, Américo Zúñiga Martínez, presentó a Shariffe con la candidata a la alcaldía, y antes de que el gallo cantara tres veces, Shariffe deslumbró por completo a Elizabeth.
Primero, por su atractivo físico.
Y después, porque le organizó una comelitona con un montón de empresarios y dirigentes sociales, que le abrieron la puerta a un mundo distante.
Shariffe amarró boleto para el Ayuntamiento y la alcaldesa electa la nombró secretaria particular, donde sobresalió entre las Barbies por su gran capacidad social para aperturar relaciones.
La relación, como se sabe, llegó a la plenitud en aquel viajecito en un yate en el Golfo de México, Elizabeth abrazando a Shariffe, cuando eran filmadas con un video casero.
El video fue trepado a las redes sociales en el portal digital gobernantes.com, y ahora se sabe que fue filtrado en forma directa por la alcaldesa de Xalapa con toda la perversidad del mundo para reproducir el modelo de Ricky Martin y darse a conocer.
Sin embargo, la transmisión del video hundió por completo a Shariffe, y durante tres días y tres noches se encerró en su casa a llorar, pero al mismo, para fortalecer su espíritu.
LA RUPTURA NEGOCIADA
Luego, y hasta donde se sabe, hablaría en corto y en privado con la alcaldesa para retirarse del palacio municipal, pero con algunas condiciones, partiendo de la base de que sabía y sabe demasiadas y excesivas ‘’cositas’’ de la presidenta municipal, en caso, claro, de que se negara a las concesiones.
Así los hechos y las circunstancias, que por ningún motivo pertenecen a la vida privada pues han incidido en la vida pública, la alcaldesa de Xalapa hablaría con JD para solicitar, en nombre de la democracia, un espacio político para Shariffe, que fue encontrado como secretaria general adjunta del CEN del PRI, al lado del presidente, Erick Lagos Hernández.
Pero además, con otra cláusula: toda vez que en el CDE del PRI adolecen, según la fama pública, de suficientes recursos para pagar salarios, la alcaldesa de Xalapa ha conservado el sueldo de Shariffe para desarrollar a plenitud su trabajo político.
Pero, dato curioso, de pronto entre las barbies se produjo una ruptura y apareció un nuevo grupo, las reinis, donde Shariffe fue expulsada de tal paraíso.
Y entre las reinis, ni hablar, hay chicas vinculadas a la alcaldesa de Xalapa, y que por diferentes motivos reniegan ahora de la Barbie mayor, la princesa.
Shariffe, no obstante, sigue construyendo la candidatura a la alcaldía de Emiliano Zapata, pero sin Elizabeth Morales. Solita. Y con sus relaciones. Caminando con firmeza, consciente y segura de una ventaja a su favor, la siguiente.
De acuerdo con la ley electoral, cada partido político está obligado a otorgar el 40 por ciento de las candidaturas a los puestos de elección popular a mujeres como parte de la cuota de género. (Alcaldías y diputaciones locales en Veracruz para el año entrante)
Y por eso mismo, Shariffe busca el puesto edilicio, de igual manera como el resto de las barbies (Ericka Ayala, Michelle Servín, Zazil Reyes, Corintia Cruz, Anilú Ingram, Martha Montoya incluso, Ainara Rementería, Iraís, Ana Rosa Valdés (esposa del alcalde de Paso de Ovejas) y hasta Bertha Hernández, lideresa tradicional de la Liga de Comunidades Agrarias, etcétera) apuestan a que el partido tricolor se fije en ellas para una oportunidad política el año entrante.
PARTEAGAS CON LAS REINIS
Incluso, Shariffe ha dejado el espacio en Xalapa (la alcaldía, las regidurías y las diputaciones locales, urbana y rural) para, digamos, las reinis, mientras ella la busca en el municipio de Emiliano Zapata.
Por fortuna, el capítulo de su vida llamado Elizabeth Morales, Shariffe lo ha borrado, pues con todo, significó una pesadilla el altísimo grado de civilización romana a que se ha llegado en el palacio municipal de Xalapa.
Y más, mucho más, porque se ejerce con cargo al erario público, mientras la calidad de los servicios públicos está bajo sospecha y evidencia como lo demuestra el número 34, del mes de diciembre, 2012, de la revista ‘’Alcaldes de México’’ que evaluaron a 50 presidentes municipales del país y Xalapa ocupó uno de los peores espacios.
Shariffe ha encontrado su vocación política. Y en Emiliano Zapata, si va de candidata y gana, tendrá oportunidad de demostrar un buen gobierno, de entrada, poniendo orden en ‘’La casa que arde de noche’’ los fines de semana en un fraccionamiento residencial del pueblo…
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