“Oh, esos pobres pícaros que están en las grandes ciudades de la política mundial, hombres jóvenes, dotados, torturados por la ambición, que consideran su deber decir su palabra acerca de todos los sucesos… ¡Y siempre sucede algo!”: Friedrich Nietzsche
En el marco de las festividades navideñas, algunos otros políticos del PRI, manifestaron sus aspiraciones a la alcaldía por Xalapa. Para sorpresa de muchos, ninguno de los que ya dijo querer, podría en caso de ser electos, realizar un buen papel como dignos representantes del importante municipio sede del poder ejecutivo estatal.
El pasado 22 de Diciembre, observamos el destape del diputado local priista Américo Zúñiga. Aún y cuando no manifestó en abierto su aspiración, como sí lo hicieron otros militantes y funcionarios del Partido Acción Nacional (PAN), el señor mandó a publicitar su imagen en espectaculares usando el pretexto de debutar como “locutor”.
En una acción que no tiene nada de “disfrazada”, el hijo del profesor Memo Zúñiga, aparece en espectaculares, anunciando su debut como locutor en la estación 98.5 de F.M, dentro del programa las 40 principales que se transmitirá los miércoles a las 6 de la tarde.
Américo Zúñiga tal y como trascendió en el pasado proceso electoral cuando aspiró a ser el candidato del PRI a la alcaldía por Xalapa, tuvo que conformarse con la candidatura a la diputación local, pues “su talento” y las relaciones de su padre, no le alcanzaron para que hiciera su “sueño realidad”.
Bajo la campaña “tu votarías para diputado local por un burro”, se remitieron a las redacciones de los medios de comunicación, copias del último certificado de preparatoria de la Oficial B del personaje. La mayoría de sus calificaciones siempre fueron reprobatorias y uno que otro 6.
Luego se distribuyó una información que a letra decía: “en el colmo de los colmos, nos quieren imponer a un “burro”, como diputado por Xalapa y es que Ameriquito, conocido en sus colegios como “el Burro”, siempre ha sido reprobado. Pero si no fuera por las relaciones e influencias de su padre, seguro estaría lavando coches en lugar de ser diputado local por Xalapa”.
Y piden se corrobore la información con el documento donde dice que fue reprobado y hasta expulsado, pero “milagrosamente”, logró concluir su preparatoria y años después, hasta titularse como “licenciado en derecho” por la Universidad Anáhuac de Xalapa, Ver.
Pese a esa negra campaña, Américo Zúñiga logró convertirse en diputado local y ser designado presidente de la Comisión de Vigilancia, así como vocal en las comisiones del Trabajo y Previsión Social y de la Comisión Especial para el Fomento al Empleo y Productividad.
Concluyeron ya dos años de actuación de Américo Zúñiga como legislador y los hechos, que revelan una baja productividad como diputado, hablan por sí mismos.
Nula presentación de iniciativas, constante ausencia en el trabajo de las comisiones, cero capacidad para la diatriba y en términos generales, la mediocridad define su carretera como legislador. Y aún con estos magros resultados, habrá alguien en el PRI que lo considere para una posición tan importante como es representar a la alcaldía de Xalapa.
Tendrá el PRI ahora sí, que atender las “campañas negras” que surgen al calor de las aspiraciones a cargos de elección popular de sus aspirantes. Si este señor no ha podido ser un buen diputado local, cómo creen que podrá ser un buen alcalde. Chequen el dato.
Ojalá que exista otro político de mucho mejor perfil y capacidad que Américo Zúñiga para ser considerado como el candidato a la alcaldía por Xalapa. Este personaje ni siendo locutor, vendiendo mole los domingos o destacado deportista, podría reunir los méritos suficientes para un cargo de tan elevada responsabilidad.
Si esta aspiración dejó perplejos a muchos ciudadanos, no lo fue menos el destape de la Secretaria General Adjunta al PRI, Shariffe Osman Flores. La joven, anunció su deseo de ser considerada dentro de un cargo de elección popular. Menos mal que no por el municipio de Xalapa, sino por el de Emiliano Zapata.Uff.
Esta otra aspirante, no tiene por donde se le busque, ningún mérito para ser considerada candidata a un cargo de elección popular. Ni para diputada local, ni para alcaldesa. Tal vez, si, para representante de un concurso de belleza.
El PRI durante la fidelidad, cometió los serios errores de hacer diputadas o alcaldesas o mujeres muy bellas, pero que no tenían méritos en sus trayectorias dentro de la política para ser representantes populares. Vayan ustedes a saber qué hicieron para ser tomadas en cuenta por sobre personajes con sobrada capacidad y experiencia.
Los resultados saltan a la vista. Todas son un auténtico fiasco en la defensa de los intereses de los ciudadanos. Ahí las tiene, llegan a trabajar como “barbies” a la legislatura o a las alcaldías, extremadamente bien vestidas, destilando perfume por doquier, usando sus minifaldas y escotes pronunciados, pero qué tal la productividad que ofrecen, es de cero.
Ojalá que los altos mandos en el PRI, terminen con la era de las “barbies” al poder y consideren a cargos de elección popular a hombres y mujeres con destacada preparación profesional y buena trayectoria dentro de la política. Tienen a muchos en sus filas y si no, ahí están en la iniciativa privada, en la sociedad, en las organizaciones civiles y culturales.
Si algo le permitió al PRI mantenerse durante tantos años en el poder presidencial, fue precisamente, el impulso a cargos públicos de gente preparada hasta en el extranjero. Sí, todos financiados por el presupuesto público, pero al menos eran personajes que sabían desempeñar la responsabilidad que les encomendaban.
Puede hoy quien elegirá a los candidatos, poner fin a esa pesadilla de las “niñas bien” al poder y reivindicar al PRI y a sus propuestas a cargos de elección popular. Digo, si es que aspiran a obtener favorables resultados en las próximas elecciones que renovarán alcaldías y diputaciones locales. Sino, prepárense para más derrotas como la del municipio de Xalapa, en la elección a diputado federal.
Ahí están los hechos.
¡Ya cambienle!. Queremos ver dónde esta ese nuevo PRI.
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