por Lilia Baizabal
“El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan.” Arnold J. Toynbee
De lo que pueden estar seguros los que pugnaron por la consolidación de la“Gran alianza por ti” signada entre el PAN y PRD en Veracruz, es que lograron lo que parecía imposible, el regreso del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán al escenario político estatal y por consiguiente surge la pregunta ¿cuál será su nueva misión?.
Aún y cuando dirigentes locales del PRI, negaron que el regreso del ex gobernador esté relacionado con “la operación electoral”, previo al proceso electoral que tiene lugar en el mes de julio de este año, otros que conocen al personaje porque operaron junto a él cuando militaron en el mismo partido, aseguran lo contrario.
Manuel Camacho Solis senador por el PRD que visitó la semana pasada Xalapa, dijo sospechar que la reaparición del ex mandatario en Veracruz, podría estar relacionada con la encomienda de concentrarse en la “definición y operación de la estrategia”, que usará el PRI para enfrentarse a los partidos que irán en coalición para participar en las elecciones de julio”.
No se necesita ser un politólogo experimentado, para deducir los alcances que tiene para el priismo de Veracruz, el retorno del oriundo de Nopaltepec. Es un hecho que Fidel Herrera no regresó para saber cómo está el clima en el estado o presenciar el segundo desfile en el carnaval de Veracruz.
Aún y cuando su presencia en el palco oficial levantó el respaldo popular pues las crónicas relatan que le gritaban ¡arriba el tío Fide!, ¡arriba el tío Fide!, quedó claro que fue un mero adelanto de varias escenas que podrían repetirse en los próximos meses por venir.
Nadie puede negar tampoco que Herrera es un político de la vieja guardia con más de 45 años de trayectoria dentro de la política a nivel nacional y local. Y que implementó un gobierno populista con muchos más desaciertos que aciertos, especialmente en cuestiones de seguridad y manejo de las finanzas públicas.
Parafraseando la sentencia romana “al pueblo pan y circo”, pues que mejor que reaparecer en pleno carnaval de Veracruz donde las masas lo vitorearon y hasta se peleaban por saludarlo. ¡Increíble!. Aunque no faltaron los que también pidieron que ¡regresara!, pero lo que se llevó.
Muchos otros en Veracruz, se quedaron anhelando que el ex mandatario fuera llamado a cuentas por la deuda que heredó a la nueva gestión y que como ya se vio, ha afectado la realización de obras públicas importantes en ya casi tres años de naciente gestión.
“Haiga sido como haiga sido”, el político regresa al estado enviando con su presencia, un claro mensaje de “reconciliación” con el gobernador Javier Duarte de Ochoa. Digo, si es que alguna vez, hubo distanciamiento pues no faltan los que aseguran que “nunca hubo tal”.
La Gran Alianza por Ti, coalición signada entre el PAN y PRD para participar en las elecciones de julio es un buen pretexto para la reaparición del político de Nopaltepec y pareciera que a los priistas del estado, les preocupó tanto que se vieron en la necesidad de llamarlo y pedirle que “los apoye”, en la operación política de las próximas elecciones. Porque de no ser así, a qué otra cosa regresó.
Será por aquello de que “más sabe el diablo por viejo, que por diablo”. Tal vez. Lo único cierto es que en las elecciones del mes de julio del año pasado, el PRI perdió en el estado de Veracruz, la elección presidencial y un número importante de presidencias municipales.
Y fue en gran parte, por magros resultados en la pasada administración. La fidelidad heredó una deuda superior a los 40 mil millones de pesos, a pagar hasta en 50 años y un clima de inseguridad que hasta estos meses, apenas se ve disminuir poco a poco.
Probablemente por esos números en contra, los “bebesaurios”, avalaron la designación de puros “dinosaurios” en las delegaciones federales a donde nombraron a operadores electorales del PRI como Ranulfo Márquez en Sedesol, el ex presidente de la Fundación Colosio Inocencio Yañez en Profeco o Marco Antonio Torres en Sagarpa.
Una vez más los cargos públicos y muy seguramente los recursos, serán distribuidos con fines proselitistas. Y para acabar pronto, se reporta el regreso del considerado uno de los más importantes operadores del PRI a nivel nacional, vaya panorama el que le espera a Veracruz para julio.
Son muchos los que esperan que los dirigentes de los partidos PAN-PRD y sus militantes, dejen los enfrentamientos y cierren filas en torno a la definición de estrategias que emplearán en la próxima elección.
No pueden continuar realizando campaña desde los cafés a través de entrevistas. Por el contrario, necesitan salir a las calles y convertirse en la “oposición” que dicen ser. Requieren a convencer a los votantes de las bondades de esta “Gran Alianza por ti”, más con hechos, que con palabras. En la realidad, no se han visto diferencias abismales entre los gobiernos municipales emanados de la oposición, respecto a los del PRI.
Y es que todas las estrategias que usan los “mapaches” electorales, como “ratón loco”,“colirio”, “los muertos votan”, compra de sufragios a través de la entrega de despensas, láminas, ropa, “carrusel”, monederos electrónicos con el apoyo de tiendas departamentales y demás, resultan inútiles cuando los partidos presentan buenos candidatos y realizan campañas propositivas, que animan a los electores salir a sufragar.
Ningún líder carismático o mesías tropical, podrá convencer a los votantes de que el PRI ha cambiado sus formas corruptas, autoritarias y ha puesto fin al compadrazgo, amiguismo que tanto obstaculizan la honesta aplicación y administración de los recursos públicos. Ahí están los hechos.
FUENTE: PLUMAS LIBRES