por Ricardo Ramírez Juárez
La actual presidenta municipal de Alvarado Sara Luz Herrera Cano, ha enloquecido de "remate", como suelen decir los rancheros.
De haberse desempeñado como trabajadora doméstica en la casa de doña Delia Ortiz Arango de Pensado, Sara Luz Herrera Cano, terminó convirtiéndose en su asistente de confianza, que lo mismo le pintaba las uñas de los pies que le aplicaba ciertos masajes cuando la expresidenta municipal de Alvarado mostraba algunos rasgos de cansancio, hasta que terminó convirtiéndose en primera dama.
Y fue tanta su abyección y servilismo que la extrabajadora doméstica se ganó el corazón de su patrona, una mujer enérgica pero sensible ante los sectores necesitados, sobre todo, con quienes sostenía una relación de amistad o de trabajo como ocurrió con Sara Luz Herrera Cano.
En las elecciones locales del 2010, logró imponerse primero como candidata priista ante el exitoso empresario don Rubén Rosas Figueroa, quien molesto por el menosprecio aceptó la candidatura a la alcaldía por el Partido Convergencia, a quien finalmente logró ganarle la alcaldía.
La exsirvienta, uno de los oficios más nobles de la humanidad, convertida en alcaldesa de su pueblo, empezó a sufrir una monstruosa metamorfosis, sus traumas existenciales le brotaron por doquier, los desprecios y las humillaciones que sufrió desde su infancia la hicieron convertirse en una alcaldesa arbitraria, soberbia, prepotente, ambiciosa, y voraz.
Sus asesores que tiene en el ayuntamiento, sabedores de su negro y oscuro pasado, le alientan a seguir cometiendo arbitrariedades, injusticias y agravios por doquier.
Haciéndole creer a esta mala mujer, más mala que la carne de puerco, que el pueblo de Alvarado es la extensión de sus varias propiedades particulares, una larga lista de inmuebles que le han aparecido como por arte de magia y que de acuerdo a las escrituras públicas inscritas en el Registro Público de la Propiedad de Alvarado han sido adquiridas en los meses siguientes después de que tomó posesión de la alcaldía de su pueblo.
Varios de sus ediles han tenido el valor civil de denunciarla ante el Congreso del Estado, acusándola con pruebas documentales que la señora alcaldesa ha cometido un desfalco cercano a los cuarenta millones de pesos, sospechándose que con ese dinero ha logrado adquirir las siguientes propiedades que todos los alvaradeños conocen.
Con un sueldo en el ayuntamiento, según registros de la tesorería municipal, de 65 mil pesos al mes, ha logrado adquirir diversas propiedades con un valor superior a los 8 millones de pesos. La ex amiga de doña Delía Ortíz Arango de Pensado, salió mañosa y taimada, a pesar de no contar con un perfil académico de abogado o de administrador de empresas, todas las propiedades adquiridas las ha puesto a nombre de sus hermanas y sobrinas.
Los inmuebles se localizan en la zona más exclusiva y cara de la región costera central, la Riviera veracruzana, situada entre los municipios de Boca del Río y Alvarado, vía Antón Lizardo.
En esta zona de la más alta plusvalía Sara Luz Herrera Cano, se presume apoderó mediante oscuras negociaciones de tres residencias con un valor comercial de 1.5 millones de pesos cada una, ubicadas concretamente en el residencial "Banús".
Las lenguas de doble filo señalan con lujo de detalles que también logró adquirir cuatro departamentos en el centro de Alvarado, concretamente en las calles José María Morelos y Francisco I Madero, con un valor comercial de dos millones de pesos.
La vox populi que es vox dei acusa que la señora presidenta municipal con sus ganancias obtenidas en estos casi 30 meses de gobierno también logró adquirir un inmueble ubicado en la calle Joaquín Martínez, casi esquina Benito Juárez, mismo que le fue vendido en un millón 800 mil pesos por la hermana de la oficial mayor del ayuntamiento, Alejandra Ramos Valdés, funcionaria que por cierto, fue quien dio a conocer la noticia en este pueblo de majaderos y chismosos.
Quien ha ventilado públicamente estas irregularidades de la alcaldesa de Alvarado ha sido el valiente regidor séptimo Alfredo Gómez Ramos, quien para variar, ha sido amenazado por su alcaldesa con un levantón e inclusive dicen con matarlo.
Sarita Herrera Cano, no se ha cansado de gritar a los cuatro vientos que es intocable ante el Congreso del Estado y ante el ORFIS por su cercana relación que sostiene con una peligrosa célula del crimen organizado, versión que se hizo pública en el cierre de campaña del candidato a la alcaldía del partido Convergencia, don Rubén Rosas Figueroa, en cuyo evento, donde se contó con la presencia del dirigente nacional de Convergencia, Dante Delgado Rannauro, uno de los oradores, llevado por la emoción del momento, acusó que la entonces candidata del PRI estaba siendo financiada y apoyada por personajes vinculados a actividades altamente peligrosas, que algunos identifican con el crimen organizado. Y en efecto así fue, Sarita logró ganar gracias a que sus amigos llevaron a cabo una feroz persecución contra los seguidores de los otros candidatos, con levantones, secuestros y hasta algunos asesinatos que nadie denunció.
Esta historia tendrá continuidad, por supuesto que sí.
Daremos a conocer con lujo de detalles su paso por la servidumbre, como chofer, presidenta del DIF municipal y como "amiguita" de doña Delia Ortiz, con quien dormía. ¡Santa Madre!