Pedro Echeverría V.
1. No tengo remedio soy un pesimista irredento. Por más que participo de manera permanente y activa; así como me emociono cuando veo que los maestros de la CNTE –y muchos sectores de la población trabajadora- luchan en las calles y se plantan (yo con ellos) por muchas horas, días y meses manifestando protestas y oposición; nada puede sacarme de la cabeza que son solo voluntades, mucha pasión, enorme honestidad, pero los gobiernos y empresarios siguen siendo inamovibles. Cuando pienso en México veo muy fuerte la estructura burguesa y cuando pienso en América Latina al poderoso imperio de EEUU.
2. Estuve muy activo en la mesa 3, pero también en la 1 de la Convención. Me parecieron las más de 150 intervenciones muy inteligentes y radicales, así como las propuestas movilizadores muy importantes para hacer retroceder a la burguesía en sus objetivos privatizadores.
2. En la corriente espartaquista (PMP) dirigida por Guillermo Rousset, Francisco Soto, Rubén Lau, me convencí desde 1966 –a pesar de haber estado cinco años antes en el PCM, vivir la Revolución cubana, las guerrillas en Latinoamérica y las grandes luchas obreras en México, que la clase dominante en México siempre había sido poderosa y que el papel dominante de los EEUU en el mundo era total. A tal grado que en las revistas Autogestión 2 y 3 de Noviembre 1976 y enero 1977 escribí dos ensayos: “Perspectivas de las luchas por la democracia sindical” y “Elementos para una crítica del comunismo oficial” que luego publiqué en libro.
Gobierno y militares amenazan; los maestros y Morena protestan y se defienden
Pedro Echeverría V.
1. Cuando los combativos maestros de la CNTE lograron derrumbar una barda metálica de 10 metros por tres de altura (mismas que cubren varias cuadras de Reforma), además de los cientos de granaderos que quedaron descubiertos, en unos dos o tres minutos bajaron de sus camiones otros 300 o 500 policías que realizaron maniobras intimidatorios para dar miedo a los maestros. Pero no pudieron impedir que los maestros de Veracruz, Oaxaca, Michoacán, Estado de México, arrastraran por Reforma los cinco pliegos de lámina metálica. Los granaderos no tuvieron necesidad de usar sus gases lacrimógenos y sus rifles de asalto porque los maestros son pacíficos, pero sí demostraron que las bardas –por más reforzadas que estén- sólo son “tigres de papel”.
2. Me causan pena los soldados, policías, granaderos, militares o uniformados, como se les quiera nombrar son más o menos lo mismo; no sus jefes. Todos son seres humanos de orígenes pobres, miserables, desempleados o de plano marginados. Algunos han ingresado recientemente y son medios puritanos, pero muchos de ellos han tenido entrenamiento en las escuelas militares de los EEUU y otros sólo han recibido clases en las escuelas militares de México. Pero eso sí: a todos les dicen, repiten hasta que memoricen, que deben ser “patriotas y defender al gobierno de sus enemigos los terroristas, los izquierdistas, los anarquistas, los comunistas”; y que al ser pagados por el gobierno sólo tienen la obligación de obedecerlo.
3. Todos estos uniformados que “cuidan el orden” no han sido entrenados para ser amables, bondadosos o serviciales, sino para defender al gobierno, al Estado y a los poderosos sectores privados. Hasta hace 35 años se les veía con uniforme sencillo (café, gris o azul) y se les identificaba como un ciudadano más porque estaban integrados a la sociedad. Hoy cada uno de ellos parece un ser de otro planeta al estar totalmente forrado en el cuerpo y extremidades y enmascarado con poderosos cascos; sin embargo aunque parezcan gigantes que intimidan por su número con sus armas, escudos, caballos y perros, los maestros siguen pensando en que son figuras de barro fácilmente destruibles por las masas del pueblo cuando se rebelan.
4. Mientras los compañeros maestros de la Coordinadora (CNTE) –que llevan acampando en el DF más de ocho meses este año oponiéndose a la Reforma educativa privatizadora- realizaban su mitin frente al senado en Paseo de Reforma, a unos 100 metros, pero en la avenida Insurgentes los compañeros lopezobradoristas de Morena escuchaban a otros oradores encabezados por Martí Batres oponiéndose a la privatización del petróleo. Pude saludar en la glorieta Colón a Fernández Noroña rodeado de seguidores; a las 13 horas llegó también un contingente de unos 300 compañeros de la CNPA. Sin embargo el PRI-PAN han anunciado que legalizarán la reforma privatizadora del petróleo hasta el próximo domingo ocho.
5. La batalla de Morena contra la privatización –una vez aprobada el domingo y propagada los siguientes días- tenderá a acabar una vez que el gobierno nos haya dado al pueblo un golpe histórico más. Por el contrario los profesores de la CNTE y mis 14 amigos de la “instancia sindical”, Pepetoño, Laurentino, Ausencio, Ángel, Daniel, Augusto, Isaías y otros no descansan en sus tareas de educación, concientización y coordinación para que los maestros del país encaminen correctamente sus demandas. Parece que no descansarán hasta enero y febrero, porque el gobierno no tiene ningún compromiso con la educación de los niños, es decir, le vale un carajo que la educación siga hundiéndose por no solucionar las demandas magisteriales.
6. No se trata simplemente de “estar midiendo fuerzas” porque ya sabemos cuál es el sentido de las luchas: a) El gobierno quiere imponer una reforma educativa al servicio de la privatización para beneficio de empresarios extranjeros y nacionales y b) los profesores defienden con su vida su trabajo y una educación pública, gratuita, laica y popular que beneficie al pueblo de México. Esto de la “educación de calidad” es un invento empresarial que tiene que ver con “mercancías de calidad y alta productividad” para vender al extranjero mientras el 80 por ciento de la población vive en la pobreza, la miseria y el desempleo. Los maestros se juegan su vida y la de su familia por ello tendrán que pelear contra la represión brutal que los amenaza. (5/XII/13)